O3
Lloraba, diablos que sí lo hacía.
La espalda le dolía a horrores, sentía sus músculos quemándose, y la cabeza le retumbaba a tal punto de que escuchaba una especie de rechinido. Por la ventana podía ver el cielo aclarándose y lograba escuchar a la ciudad despertar para iniciar el día. Calculaba que serían las cuatro o cinco de la mañana, no lograba distinguir el reloj.
Llevaba seis horas en la misma posición, sentado, erguido y sosteniendo a la bebé en sus brazos mientras la amamantaba.
Jimin siempre ha tenido la idea de que ser padre es una labor agobiante que no es para todos, pero en estos momentos lo estaba odiando, cosa que lo hacía sentir terrible. Pensaba "¿Qué clase de padre o madre piensa que odia serlo mientras amamanta a su bebé?".
Bueno, la niña no era suya, pero aún así la idea le pegaba en el alma y su lobo escondía la cola con vergüenza.
Tanto su madre como su padre le habían dicho hasta al cansancio que odiaban ser sus progenitores, y Jimin decidió no ser como ellos en ese y en muchos aspectos más cuando supo de su embarazo, lo cual le hacía sentirse peor en estos momentos. Creía que se estaba convirtiendo en lo que tanto le lastimó, y las lágrimas brotaron con más fluidez.
CheonMoon abrió sus ojitos para verle molesta cuando el pezón ya no dio más leche, golpeando con poca y torpe fuerza su pecho.
La infante tenía heterocromía congénita, su ojito izquierdo era de color azul mientras que el otro era de color gris. Yoongi había dicho que era muy probable que el tono del iris gris fuera obscureciéndose con el paso de los meses, como pasaba con todos los bebés.
Mientras buscaba la pequeña mamila a tientas por la superficie de la cama, Jimin extrañaba la presencia del doctor entre sollozos que trataba de acallar. Llevaba casi tres semanas en el refugio de omegas y mujeres beta, y sin él, cuidar de CheonMoon estaba siendo una pesadilla.
La bebé estaba demasiado malhumorada todo el tiempo, por todo lloraba y por nada se dormía. Park estaba consciente de que un bebé lloraba mucho, pues ese es su único medio de comunicación, pero no creía que la niña estuviera en el nivel de lo normal y hasta temía que enfermara de tanto llorar. Solo cuando el neonatólogo estaba presente parecía ser una cachorra normal. No llantos incontrolables, sí siestas largas, no hambre desesperante.
Porque sí, CheonMoon parecía tener el hambre de una pequeña bestia por las noches. Jimin le daba un pecho, luego el otro, y después una mamila con leche materna que ya había llenado anteriormente, la bebé se dormía por un rato y luego volvía a despertarse llorando de hambre, buscando su pezón.
Y para acabarla, no podía bajarla de sus brazos al dormir, porque sino se despertaba y volvía a llorar desconsolada, y Jimin terminaba llorando con ella, totalmente exhausto y frustrado. Por supuesto, todo esto no sucedía cuando Min iba de visita para ver a la niña, y solo entonces el omega podía descansar y dormir.
Se supone que el pediatra no iría al refugio, solo bastaba con la oficial que Namjoon enviaba, pero estaba encariñado de CheonMoon y no podía evitarlo. Tal vez no quería evitarlo.
Sorbiendo por la nariz y sintiendo el sabor de sus propias lágrimas en sus labios, Jimin suspiró tranquilo cuando la bebé se quedó dormida a mitad de acabarse el biberón. Luego se arrastró cuidadoso hacia el montón de mantas y almohadas que había arañado para recargarse en él y tratar de descansar un poco el peso de la cachorra. A este paso sus brazos serían tan musculosos como los de Jungkook y Kyungsoo.
El beta había sido de mucha ayuda en verdad, quien le presentó a una omega que también estaba en el refugio con su hija de dos años. Ahn Hyejin y su nenita Myeonjin. Ambos estaban siendo un gran apoyo, en especial Hwasa, que le iluminanaba en el mundo de la maternidad con la experiencia que había y estaba adquiriendo con su primera hija.
Aún así, por más consejos que Hyejin le diera, Jimin ya no podía seguir así.
Estaba muy cansado y desesperado por no saber nada de su bebé y de su alfa. A pesar de siempre tener cerca a Jeon, a Ahn y al doctor Min, se sentía tan solo, tan rechazado.
Tan abandonado.
Y mientras derramaba un par de lágrimas por su cachorro, el omega cerró los ojos y decidió dormitar un poco.
O eso hasta que la bebé lloriqueó molesta entre sueños. Él recordó que no le había sacado los gases como Hwasa le había dicho, y cuando estuvo en ello la niña vomitó un poquito sobre su hombro antes de volver a dormirse.
Así, Park pasó en vela las siguientes horas.
🪁
—Buenos días~ —Jimin escuchó la voz de su amiga y levantó la mirada, entonces ella hizo una pequeña mueca.—Uh, ¿estás bien? —El otro negó.—La maternidad te está superando, ¿eh?
Con Myeonjin siendo un poco más independiente con dos añitos y una niña muy tranquila, Hwasa se tomó la libertad de cargar a CheonMoon y darle chance a Park de que almorzara en paz. Se veía como todo un padre de un recién nacido, con los ojos hinchados, las ojeras, el gesto de cansancio y toda la cosa. Aún traía la playera manchada de vomito.
Jimin se inclinó cuidadoso hacia su plato de comida, como si le doliera usar su inexistente energía al moverse, y comenzó a comer sin ganas. El comedor no presentaba mucho ruido, se oían algunas conversaciones, un estéreo en volumen moderado, una pantalla pasando quién sabe qué película en el otro extremo del salón, y algunas risas de los hijos de las betas y los omegas que estaban almorzando ahí. Entonces llegó Jungkook.
—¿Te gusta? —preguntó el beta mientras se sentaba a su lado, dándole una pequeña palmadita en el hombro al omega a modo de saludo y una sonrisa alegre a Hwasa.
Con parpadeos pesados y con ardor por el llanto de la madrugada y las casi inexistentes horas de sueño, Jimin sonrió pequeño con las mejillas llenas y asintió.—Sí, está muy rico el estofado. Gracias, JK.
Habiendo terminado sus estudios de gastronomía, Jeon se tomaba la libertad de preparar algunos platillos para Jimin. La comida que el personal de cocina preparaba era buena, pero aún así. Quería que el omega comiera algo con sabor a hogar, según decía él, a pesar de las circunstancias. A veces le preguntaba si recordaba la clase en la que habían hablado sobre el platillo que precisamente le preparaba y platicaban de ello, era la forma del beta para tomar más cercanía y distraerle.
Jungkook sonrió hacia Myeonjin cuando la niña comenzó a balbucearle un sinfín de cosas, entablando una conversación con la pequeña como si pudiera entenderle a la perfección mientras ésta le mostraba algunas piedras bonitas que había recolectado en el jardín del refugio.
—Te veo muy cansado —dijo Jeon.
—Oh vaya que lo está —afirmó risueña Hwasa con CheonMoon recostada de lado sobre su hombro como un camaroncito.
La nena estaba mirándola con enorme curiosidad, paseando sus ojitos de distinto color del rostro de la mujer que le sostenía, a su ropa y luego a su cabello largo, cerrando y abriendo su pequeña manita sobre la piel de su cuello, disfrutando su aroma de manzanilla y canela.
—Esta cosita bella de aquí lo absorbe como vampiresa.
—Si te sirve de consuelo, el doctor Min me llamó para avisarme que dentro de quince o treinta minutos estará aquí —anunció Jungkook mientras recibía las piedras que Myeon le daba antes de quitárselas entre carcajadas.
—Gracias a Madre Luna —exhaló el de labios pomposos antes de llenarse la boca de comida casi con desespero. La garganta se le apretaba y finalmente decidió hablar—. Ya no puedo más, la bebé me consume... e-estoy tan cansado...
—Lo estás haciendo genial, Jimin-ssi —le murmuró el beta de mechas rojas en un intento de consolarle.
—Es que... —Se metió más comida a la boca, su ceño se fruncía y los ojos se le cristalizaban.—odio la maternidad, y tan s-solo llevo casi cuatro semanas de ella —Más comida.—L-lo peor es que ni siquiera tengo a mi cachorro conmigo y ya la odio... y Mo-onie perdió a su mami, ¿cómo puedo decir tal cosa?
—Hey —Hwasa le detuvo la mano cuando estuvo por tomar otra gran porción de comida.—Más despacio, Jiminnie. Te hará daño y vomitarás igual que antier —Hasta eso, su lobo parecía estar lo suficientemente estresado y deprimido como para aceptar la comida correctamente.
El omega cerró los ojos con fuerza y unas cuantas lágrimas rodaron por sus mejillas, entonces con zurda se cubrió el rostro, sintiéndose impotente, comenzando a masticar lento y de forma consciente mientras sentía la mano de Jungkook dar pequeñas caricias en su espalda.
—Lo siento, n-noona.
—No, no. Nada de lo siento, ¡basta de decir lo siento! Si ganara una moneda por cada vez que me lo has dicho desde que llegaste aquí me podría comprar unas botas geniales —Hyejin sostuvo su mano derecha y acarició el dorso de esta.—Jiminnie, la maternidad no es un bello cuento de hadas como tanto se nos ha enseñado. Podemos amarla, pero eso no quita que es un asco, una mierda. Es una labor muy pesada —le dijo—. Repite conmigo y acéptalo sin miedo: la maternidad es una mierda.
—L-la maternidad es una mierda —repitió el menor, aún sintiéndose culpable, mientras trabajosamente se limpiaba las lágrimas con su mano libre, tosiendo un poco.
—No es un crimen cansarse del trabajo de ser padre, ¿de acuerdo? —Jimin asintió a las palabras de la omega. Jeon seguía acariciándole la espalda.—Tú lo estás haciendo lo mejor que puedes, no eres una mala persona, ¿okay? Podrías ignorar a tu lobo, dejarte caer a ti mismo y descuidar a Moon, pero no lo haces. Le has agarrado cariño, y das todo de ti a pesar de la tristeza que te está ahogando —le arrulló mientras liberaba feromonas—. Nada es tu culpa, solo tienes veintidós.
Cuando se calmó un poco y el pecho le dejó de apretar, Park siguió comiendo, pero esta vez con tranquilidad. Esperaba no terminar vomitando de nuevo.
Quince minutos después, tal y como había dicho Yoongi, Jimin se dirigió a la sala de visitas. Esta era un salón apartado de los dormitorios y del jardín para privacidad y comodidad de las mujeres y omegas que residían ahí, pues habían quienes no soportaban ni la más mínima cercanía de un alfa debido a sus malas experiencias.
—Buenos días —el omega saludó suspirante al doctor cuando se sentó frente a él.
—Hola —el pálido respondió con una sonrisa, extendiendo los brazos hacia CheonMoon, quien apenas percibió su aroma comenzó a gimotear mientras estiraba sus bracitos hacia él—. Hola a ti también, princesa —Gi saludó con voz aguda a la niña cuando Jimin se la entregó.
—¿Tiene noticias de mi cachorro?
Yoongi se acomodó a la bebé como camaroncito contra su pecho, sintiéndola apretar entre sus manitas la tela de su camisa, y asintió.—Según las características que me dio el doctor Jung, tu bebé fue visto por un anciano en una tienda de conveniencia —A Jimin le brillaron los ojos enormemente—. Una omega lo traía cargado mientras compraba pañales, y con la declaración de las apariencias que dio el señor, ya los están buscando. Aún no descartan si es o no la enfermera.
Jimin suspiró pesado, tratando de no dejarse llevar por sus emociones y seguir obteniendo información.—¿Qué hay de Deokjung?
El alfa torció los labios con pesar y negó.—Aún no lo encuentran. Su familia dice no saber nada de él y en el trabajo es lo mismo —dijo de primeras—, los vecinos dijeron que lo vieron llegar solo a tu departamento e irse con maletas, y desde entonces no le han visto ni la sombra. Se está escondiendo muy bien.
El omega asintió, aceptando la información, y miró la mesa. Estaba resentido con aquel hombre. Estaba decepcionado y enojado, pero aún así su lobo se echaba al suelo ante la idea de que su alfa tuviera a otra omega y que, para colmo, se hubiera llevado a su nene con ella.
Las palabras de Deokjung retumbaban en su memoria, y su mente traicionera le decía que era culpa suya, que se debía a que con el embarazo descuidó su figura, a que no había sido lo suficientemente bueno, que era un mal omega.
"Eres un pésimo hijo".
"¿Qué clase de maldito omega eres?".
"¿Qué clase de padre soy?".
—Realmente estás cansado, ¿no? —habló el peligris después de un rato de haberle brindado un poco de silencio, observando las marcadas ojeras en el otro.
Con la cabeza hecha un lío y su omega más que sensible, esta vez Jimin frunció el ceño y gruñó. Estaba harto de que todo el mundo solo le dijera eso, que se veía cansado.
—Lo estoy, malditamente lo estoy —se quejó, tomando por sorpresa al neonatólogo por el abrupto cambio en sus semblante y en su voz—. ¿Se ha preguntado cómo hago para cuidar de CheonMoon cuando usted no la visita? La niña está malhumorada todo el tiempo, no duerme, solo llora, y come toda la noche. ¿Sabe cuántas noches sin dormir llevo? ¿Sabe cuantas veces he tenido malestar estomacal? ¿Sabe el terrible dolor de cabeza que tengo? ¡La cabeza me rechina! ¡Me rechina! —dijo de golpe, alzando la voz e inclinándose sobre la mesa—¿y usted qué hace? La viene a visitar cada cuanto y se va a su casa con su omega, duerme tranquilamente y come tranquilamente, nada le preocupa. ¡Es como si la niña fuera suya y no hiciera nada! ¡Y yo así ya no puedo!
Yoongi parpadeó, dándose cuenta de que poco a poco se inclinaba hacia atrás, retrocediendo ante el omega furioso que pareciera estar a punto de arrancarle la nariz.
—Claro que le tengo cariño, ya se lo tomé, ¡obvio! ¡¿Pero por qué me la dejaron?! Usted y ese oficial Kim solo me la dejaron, y creen que con solo en sus visitas traer pañales, mamilas y ropa es suficiente... ¡no es suficiente!
—Uh... Jimin-ssi, yo no tengo omega en casa...
—¡¿Le pregunté?!
Yoon apretó los labios, sabiendo que eso no era en absoluto importante en la discusión, pero su estúpido lobo había saltado a aclararlo.—Lo que tienes es migraña... —El pelinegro le miró con duda, aún enojado.—El dolor de cabeza y el rechinido que escuchas. Es migraña —le informó—. Y la niña me preocupa. Eso no lo dudes, sino, tú y yo nos habríamos dejado de ver hace mucho.
—No parece —le gruñó el menor—. Yo ya no puedo seguir así aquí.
Ya exasperado, Min se talló las sienes.—¿Pues entonces qué sugieres, niño? —preguntó inevitablemente brusco—¿Que te lleve a casa para turnarnos a la bebé y puedas estar tranquilo?
—Eso estaría genial, doctor —soltó con ironía—. Solo así sabría bien lo que es hacerse cargo de Moonie.
Y mientras se miraban molestos, gruñéndose, se dieron cuenta de que, tal vez, no era tan mala idea.
» ademmmle «
Hacer que la historia avance de putazo is my passion🤙🏻
Holaaa, ojalá se encuentren muy bien. Ando medio bloqueada pero como las actualizaciones son cortas no hay problema jsjsjs
De nuevo no tengo mucho que contar, mañana regreso a la escuela y no sé cómo haré para funcionar con cinco horas de sueño otra vez cuando estoy aventándome doce 🥲
En fin, eso es todo. Espero les haya gustado. Avísenme si notan un error uwu
¡Cuídense muchoo!💕
—Adem🪁
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