O2
Alrededor se escuchaba el barullo de la gente conversando, el choque de platos y algunas pequeñas risas al azar. Era un buen lugar para comer, a Yoon le gustaba, quizá lo visitaría de nuevo en el futuro.
—Usted tuvo razón —El neonatólogo escuchó a Nam decir.—El doctor Jung parece ser buena persona.
El peligris sonrió pequeño antes de darle un trago al soju. Por supuesto, si Jung se ponía triste cuando pisaba a un caracol por accidente.—¿Qué le dijo Hoseok? —se aventuró a indagar.
—Jung confesó en el interrogatorio que recibió una llamada de alerta de una paciente suya que ya presentaba sufrimiento fetal —comenzó a hablar—. Por supuesto esto fue falso, la mujer llegó lista para dar a luz y en perfecto estado de salud.
—¿Quién le pasó la alerta?
—El enfermero Beom, ¿lo conoce? —Yoongi negó, aunque sí le sonaba su apellido.—Dijo que le habían dicho que debía encontrar cualquier medio para sacar a Jung de la sala de parto cuando supiera que Park había dado a luz. La mujer solo fue la excusa perfecta en el momento oportuno.
—Entonces esto fue planeado.
El oficial asintió a lo obvio.—Y por lo visto, no hay que ser un genio para apuntar a Kim Deokjung como el responsable —Meneó las manos en el aire.—Interrogamos al personal de enfermería que asistió en el parto y que se llevó al cachorro de Jimin... quisieron guardar silencio y hacerse locos, pero la beta más joven terminó soltando la sopa. Shin es su apellido, creo.
Gi se recargó los antebrazos en la mesa, alzando las cejas curioso y listo para escuchar más. La conocía, una vez se la encontró durmiendo en el almacén de medicamentos, pero por verla tan exhausta su lobo se negó a reportarla con la jefa de enfermeras. Únicamente se aseguró de que trajera su alerta cerca para poder escucharla.
No sabía si maldecir a su lobo y su corazón de pollo, o agradecer por no haberla reportado. De haber sido diferente aquella vez, quizás ahora no tendrían la información que Joon estaba por compartirle.
—Shin dijo que una mujer se había comunicado con dos enfermeras por medio de llamadas, desde diferentes números. Ella les dio instrucciones de revisar al bebé cuando naciera, y si éste presentaba malformaciones o afectaciones, debían aprovechar que Beom sacaría a Jung de la sala e intercambiar al bebé. A cambio les pagarían y las dos enfermeras pasaron la voz a dos enfermeros más y a Shin —Joon explicó y Min sintió la molestia de su alfa al respecto—, pero no contaron con que las cosas les saldrían mal.
—No entiendo. Se llevaron al bebé y Jimin recibió a la niña bajo mi atención, ¿qué salió mal exactamente? —cuestionó el doctor con el ceño fruncido en confusión.
Para este punto de la charla, ninguno de los dos alfas estaba prestando atención al resto de la comida en sus platos.
Namjoon dio un largo trago a su tarro de cerveza y se relamió los labios, se veía cansado.—Al parecer, se pensaba que Jimin tendría a una niña y no a un niño. Ese fue el primer fallo —señaló alzando su dedo índice—.El segundo fallo fue la muerte de la madre de la bebé que le dieron a Park. No estaban enterados de ello, y de no haber sido así, usted no habría estado en los cuneros y por tanto la enfermera Lee tampoco —Alzó otro dedo.—El tercer fallo fue haber tomado a su niña y no a cualquier otra bebé. Ya que Lee estaba ahí cuando esa mujer pensó que los cuneros estaban solos, no tuvo oportunidad de tomarse el tiempo de escoger y eligió a la cachorra que le pareció más conveniente —Levantó el tercer dedo.
—La del registro incompleto.
—Así es —Kim asintió.—Si hubieran tomado a un niño o a otra bebé que no fuera CheonMoon, usted no habría salido a buscar a la niña y podrían haber hecho pasar la situación como un error del doctor Jung en su percepción del sexo del cachorro, ya que Jimin era consciente de que tendría un niño —hablaba mientras servía un poco más de soju a Yoongi. Por ahora, él prefería seguir con su cerveza—El cambio habría sido exitoso y sería tarde para cuando la otra pareja notara el tema de la anoftalmía.
La bebé había sido registrada en la papelería del hospital como Kim CheonMoon. El apellido fue obra de la mujer que raptó al bebé y el nombre fue de Yoongi en honor a la madre fallecida de la cachorra, Yoon Moonseo.
—Obvio, quien atendería el parto de esa pareja se daría cuenta de que se trata de un cachorro diferente, pero Kim ya se habría llevado lejos a Jimin y al bebé.
—Oh Madre Luna... —murmuró Yoongi al pensar que en otra realidad Jimin y otra pareja tenían a un bebé equivocado sin nadie que lo notara a tiempo—¿Dijeron algo sobre Deokjung?
—Shin fue la que más colaboró —el oficial reconoció—, el demás personal de enfermería que estuvo presente dijo que él se mantuvo a todo momento junto a Jimin y que no vio a su hijo, pero ella confesó que de hecho sí lo hizo. Se separó de Park para ver al cachorro y, apenas notó su afección, le dio la espalda y salió de la sala de partos, disculpándose con que necesitaba estar a solas y que iría al baño.
—Otro fallo. Jimin aún seguía consciente cuando Deokjung se alejó de su lado. Así se confirma la veracidad en la palabra de Shin y la mentira en los testimonios de los demás —El moreno se mostró de acuerdo al señalamiento del pálido.
—Después de irse con la excusa del baño, Kim Deokjung se desapareció. Como ya sabemos —Nam recordó.—El doctor Jung dijo que el bebé de Jimin presentó anoftalmía ante la falta de su ojo izquierdo, y que recuerda perfectamente haber notado un lunar de nacimiento en la patilla del mismo lado —Se señaló delante de la oreja zurda, tal y como había hecho el ginecólogo cuando le contó aquello.
Yoongi memorizó aquello. Seguro a Jimin le gustaría saber ese pequeño detalle de su bebé.
—Todo es muy extraño, ni siquiera los involucrados saben qué pasó. Se supone que habría un intercambio, pero en lugar de eso hubo un secuestro —Nam se cubrió la cara, tallándose los párpados con estrés—. Ninguno había tratado con Kim, pero es obvio que es el responsable.
—¿Cambiaron el plan a último momento? —sugirió Min.
—¿Eso creo? Es lo más convincente —suspiró Namjoon tras destaparse el rostro—, la pregunta es por qué se cambió el plan.
Yoongi solo pudo torcer los labios. Si el detective se sentía perdido, no se podía esperar mucho de él mismo. Recordó la comida frente a él, y sin verdadero apetito, jugueteó con esta en el plato. Al notar que el oficial no tenía intenciones de decir más porque eso había sido todo, cambió de tema.
—¿Qué hora es? —le preguntó y Nam se revisó el reloj en su muñeca.
—Cinco de la tarde con treinta —le dijo—. Hoy irá al refugio para visitar a Park, ¿no?
El peligris asintió.—Él me dijo que Moonie se pone difícil excepto cuando yo estoy... —Se estiró en su sitio, escuchando su cuello crujir.—Además, mi lobo ha estado muy ansioso por saber de ella —le confesó—. Jimin no tiene celular, y aunque lo tuviera lo dejan guardado hasta que el o la residente quiera usarlo. Tampoco puedo estar llamando cada dos de tres al teléfono del refugio para que me comuniquen a Park y saber de Moonie.
—Es una suerte que mi tía sea la administradora del refugio, ¿ah? —Ambos se rieron—De no ser así, tendríamos problemas porque un alfa no perteneciente a la policía hace visitas constantes al refugio.
—Pero soy un pediatra —se excusó el peligris a modo de broma.
La sala de visitas sólo era para la policía y doctores. En el refugio había personal de salud, pero había quienes preferían ser atendidos por sus médicos de confianza. Se supone que la dirección del lugar y lo que sucede en éste es anónima por seguridad de las y los residentes. Si bien el neonatólogo iba y valoraba el estado de la niña, no había razón para hacerlo tan seguido, las únicas personas que debían ir constantemente eran el detective y la oficial designada para las evaluaciones solicitadas por servicios sociales.
Media hora más tarde, Yoongi estacionaba su auto al otro lado de la calle frente al refugio, pensando en que, a pesar de la situación, realmente le agradaba Kim Namjoon y parecían congeniar bien.
Jungkook saludó sonriente al pálido alfa cuando lo vio cruzando la calle y le palmeó el hombro a Kyungsoo en señal de que iría a avisar a Jimin de la presencia del doctor.
Momentos más tarde, el peligris esperaba sentado en la sala de visitas que, ese día, se encontraba desolada. Miraba la mesa con fingido desinterés, tocando curioso la superficie de esta, como si el cuerpo no le estuviera picando por salir en busca de Jimin y la niña. Necesitaba ver a CheonMoon. Lo ignoraba, pero siendo pediatra, sabía muy bien que la bebé y él estaban compartiendo un lazo, por eso su lobo se inquietaba y por eso la niña se ponía difícil cuando no le tenía cerca. Por supuesto esto no era muy factible y esperaba que el lazo se debilitara con la lejanía hasta romperse.
Ah, pero su estúpido lobo parecía empeñado en que eso no sucediera, obligándolo a ir al refugio. Quizás hasta se encelaba con la idea de que solo Jimin tenía oportunidad de fortalecer un lazo con ella por el tiempo que estaban juntos. Su alfa no podía evitar emocionarse al verla y sacudir la cola como loco al percibir su aroma a bebé, justo como sucedía ahora mismo que observaba al pelinegro omega entrar a la sala con Moonie en sus brazos.
—Hola~ —saludó desde su sitio. Jimin le sonrió pequeño y asintió en saludo en tanto se acercaba a la mesa.
—¿Cómo ha estado, doctor? —habló cuando se sentó cuidadoso, acomodándose a la bebé dormida sobre su pecho.
—Todo bien —respondió Yoon aún sonriente. Su lobo estaba feliz y tranquilo, ya no era un maldito cadillo en el calcetín—, ¿tú cómo has estado? ¿Ya tienes otra amistad aparte de Jeon?
Yoongi tenía veintinueve y Jimin era menor que él por siete años, de ahí que el tuteo no sea mutuo.
El de labios pomposos asintió de buen humor, muy diferente al día en el que se conocieron.—Jungkook me presentó a una omega que está aquí con su hija, noona es bastante agradable y me ha dado consejos muy útiles —le compartió—. Para tener casi dos semanas aquí, no está tan mal —se rio—. Llevo un tiempo sin conocer a otras personas, creo que perdí la práctica de socializar... pero ella y Jungkook han puesto mucho de su parte.
—Me alegro por eso —dijo sincero—¿Has tenido algún malestar? Tu ginecólogo está preocupado.
—La incomodidad que le comenté la vez pasada ya está desapareciendo, excepto la de... ya sabe, las mamas.
—¿CheonMoon sigue comiendo desesperada? —cuestionó preocupado.
—Sí, sobretodo por las noches —Yoongi torció los labios.—También, la marca me molesta, me duele y siento muy caliente la piel, arde —dijo, señalándose la débil cicatriz en el cuello—De repente me da taquicardia y me falta el aire, como si no respirara lo suficiente, y mi omega está frustrado pero muy deprimido.
—Puede deberse a tu lejanía con Deokjung —pensó Gi en voz alta—. Se lo comentaré a Jung.
—Tocando el tema... ¿ha sabido algo de él, sunbaenim? —cuestionó el omega.
Yoongi sintió pena por la situación en la que Jimin estaba y negó.—Nada —Luego, prosiguió a contarle todo lo que había hablado junto con Nam.
El pelinegro le escuchó atentamente y el alfa observó su buen ánimo obscureciéndose hasta hacerse nulo. Incluso su postura fue encorvándose mientras se sostenía más cerca a la bebé. Como si ya supiera que aquél era una mierda de ser, y aún así, siempre, mantuviera la esperanza de que habría algo diferente que haría a la historia dar un giro. Como si su corazón no pudiese esperar otra cosa.
—Usted —Park habló, bajito, dudoso—... cree que él lo planeó todo... —Le miró a los ojos, mostrando su desesperanza.—¿Verdad?
Yoongi sintió su corazón apretarse y su lobo gimoteó ante la desolada mirada del menor. También lo creía en su cabeza pero parecía buscar que alguien más esperara lo mismo que su corazón, que alguien refutara a la voz realista de su mente.
—Es una posibilidad, Jimin...
El otro cerró los ojos con dolor y bajó un poco la cabeza mientras su entrecejo temblaba y se fruncía, perdiéndose en su cabeza mientras sus feromonas se disparaban por el ambiente, evidenciando lo alterado que estaba en verdad.
Y justo cuando Yoongi temió que el más bajo perdiera el control y se lo cediera a su parte lobuna, CheonMoon comenzó a gimotear y lloriquear bajo mientras se despertaba, removiéndose en el agarre de Jimin y haciéndole prestar atención otra vez.
El omega parpadeó y miró a la cachorra, tratándola de acomodar entre sus brazos y notando cómo chocaba sus manitas a la tela de su camisa con insistencia.
—La despertó el hambre —murmuró el pelinegro en tanto sacaba una manta de la pañalera que había llevado consigo, ya sabiendo que las visitas eran largas.
Yoongi no creía que amamantar en público y que se vieran las mamas fuese vulgar como aún mucha gente lo señalaba, siendo pediatra sería el colmo que pensara así. Suponía que Jimin solo prefería cubrirse y ya. No le prestó mucha atención a ello.
Se mantuvieron en silencio por unos instantes y el alfa notó que, a pesar de haber sido llamado por el hambre de la niña, el pelinegro seguía perdiéndose en su mente.
—No te tortures a ti mismo con tus pensamientos, Jimin-ssi —le dijo en voz baja, llamando su atención—. ¿En qué piensas, mmh?
—Fue mi culpa —soltó él en un hilo de voz.
Yoon frunció el ceño.—¿Qué dices?
—Fue mi culpa —repitió—. Algo hice mal durante el embarazo y p-por eso mi bebé nació así. Por mi culpa se lo llevaron. Fue mi culpa y... y-yo debí seguir yendo a consulta, no debió importarme lo que Deok dijera, es culpa mía. Creí que... todo estaría bien cuando supiera que era un niño y no una niña como el doctor dijo las primeras veces, p-pero...
—Hey hey —Min le interrumpió—. ¿De qué hablas? Nada de esto es tu culpa, no pienses eso —Negó mientras se acercaba más por encima de la mesa—. Primero que nada, quiero que sepas que la anoftalmía es cosa de genes y cromosomas, no es algo que puedas controlar. Está fuera de tus manos, ¿okay?
Jimin titubeó pero terminó asintiendo, sin creérsela pero tratando de convencerse de ello. Su obstinado lobo no cooperaba para cambiar de parecer.
—Y no puedes dejarle a un cachorro la responsabilidad de hacer feliz a un patán, mucho menos tú puedes cargar con esa responsabilidad —Soltó una pequeña sonrisa al insultar a aquel sujeto, tratando de sonar amigable para que Jimin se calmara—. Si dejaste de ir a consulta o no, por qué lo hiciste, ya no importa, es cosa del pasado y no lo puedes cambiar. Da igual— Hizo un ademán despreocupado para que le restara importancia y Jimin rio pequeño por la mueca juguetona que le regaló.
Yoongi pensó que eso es exactamente lo que Jimin debería hacer, reírse. Era tan joven para experimentar esta clase de dolor.
—Pero no es tu culpa, ¿de acuerdo? No lo es y nunca lo será. Tú amas mucho a tu cachorro, ¿no es así?
—Lo hago —Asintió, porque a pesar de todo y de su vida, saber de su embarazo le hizo feliz.
—Jamás querrías que algo malo le sucediera —El pelinegro negó de inmediato.—Entonces nada es tu culpa. ¿Mmh?
El omega sonrió pequeño y asintió otra vez.—Mmh.
—Muy bien —Yoongi sonrió también, dulce.—Cuando Moonie termine de comer me la pasas y me cuentas más de lo que has hecho aquí.
» ademmmle «
Holaaaa
¿Cómo están? Ojalá que bien. Yo no tengo mucho que contar KSKSKS entro a clases el 22, creo xd
Espero les haya gustado, avísenme si ven un error c:
¡Cuídense muchoo!💕
—Adem🪁
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