22
Diciembre siempre solía ser frío, pero Jimin sentía que le calaba los huesos. La temperatura nunca había sido tan cruel con él, ni siquiera cuando pasó el primer invierno fuera de "casa".
O quizás el problema radicaba en algo más que el frío.
Todo él se sentía incómodo y cortado, adolorido y cansado. Taehyung estaba al pendiente de él, además, Jungkook y Hwasa intentaban estar juntos a su lado. Park realmente les agradecía con todo su corazón las atenciones que le daban, las palabras suaves y dulces, pero sentía que las cosas no encajaban simplemente.
El psicólogo le había dicho que ya no podía seguir tratándole, Jimin se mortificó de inmediato. No podían culparlo, escuchando esto un día después de su separación de Moonie y Yoongi, estuvo apunto de echarse a llorar de nuevo, tremendamente abrumado. Luego, sin embargo, el mayor le explicó que le tenía mucho aprecio, demasiado como para ser ético.
Como profesional, Taehyung no podía ser su psicólogo y verle como alguien cercano al mismo tiempo, era peligroso y contraproducente, así que le va a referir con una colega.
Cada que piensa en tener que entrar en confianza otra vez le generaba un cansancio emocional tan fastidioso que de repente quiere llorar.
La verdad es que todo el tiempo está llorando, a toda hora su lobo gimotea triste. Siente que lo ha perdido todo.
La nariz le cosquillea, y a veces su mente no le permite controlarse. Llora por su alma triste, llora por el dolor que siente clavado en su corazón, por el ardor en su cuello. Se frustra, porque tampoco se cree merecedor de sentirse así, pero su cuerpo tiembla, se siente frío, y las lágrimas salen sin pedirle autorización.
Lleva varias noches sin poder dormir, sus ojos y párpados rogaban piedad.
Hwasa y Jungkook no le juzgaban, con buenas intenciones querían apoyarlo, pero Jimin simplemente sentía que todo estaba mal. Y se torturaba sabiendo que él había hecho las cosas mal, que si había un culpable, era él.
Madre e hija se acoplaron bien en el pequeño departamento del joven beta, notó Park cuando se encerró en el baño y notó los shampoos y cepillos dentales bien acomodados.
Al costado del lavabo con los cepillos bien acomodados, estaba el pote de basura, el cual Jimin estaba llenando más y más de papeles empapados de leche materna. También habían papeles mojados de sus lágrimas, pero le sería difícil decir cuáles eran mayoría dentro del contenedor.
Él seguía lactando, más allá de sus altos niveles de prolactina justificados por el embarazo. ¡Su lobo entendía que CheonMoon ya no estaba con él! Y de todos modos seguía empeñándose en lactar como si la demanda de hambre fuera altísima.
¿Quién estaría pasando por tanta hambre, Sabyeol o CheonMoon? La sola idea le rompía el corazón y le hacía llorar más.
Entonces, un quejido salió empujado de sus labios. Respiró asustado, sintiendo cómo la dolorosa presión hacía acto de presencia en su pecho, robándole el aliento, advirtiéndole del estado de su lobo, que rogaba incansable por un escenario diferente.
—¿Jimin-ah? —Su nombre se escuchó seguido de unos toques a la puerta del baño.—Llevas mucho tiempo adentro, ¿está todo bien?
Estaba sentado en el suelo, limpiándose las lágrimas y frustrado porque la leche seguía y seguía saliendo, recordándole al hijo que aún no tiene en sus brazos y a la pequeña de la que se separó; temeroso por experimentar un episodio de dolor como el de aquella vez. Nada estaba bien.
Respiró adolorido para que su voz no sonara como un pujido, y contestó:—E-estoy bien, noona...
Hwasa, cubriéndose la nariz para aislarse del amargo aroma a miedo y tristeza emanando del baño, decidió no insistirle.
Jeon la miró preocupado, cargando a Myeonjin. Ambos sabían que Jimin había tenido un episodio hace dos días, no era necesario que el pelinegro se los contara, pues una venda cubría heridas desconocidas en su cuello y sus uñas sospechosamente habían sido cortadas nuevamente, más de lo usual.
Al menos, tras la puerta, no veían a su amigo llevarse las manos al pecho con desespero, jadeando doloroso por aire.
🪁
Desde su internado, Yoongi era conocido por ser amable con cualquier persona existiendo a su alrededor, sin importar que llevara trabajando sin parar en su turno de 36 horas. Se sabía que aquél alfa trataba con decencia a todo el mundo incluso cuando sus superiores le humillaban frente a pacientes que, a veces, le gritaban. Era lo mínimo, pero apreciable aún así.
Tras preguntarle por qué ya no llevaba consigo a la niña de siempre, esa fama de años se derrumbó.
El neonatólogo ni siquiera era consciente de sus actitudes. Como alfa, procuraba mucho modular su tono de voz, pues era más susceptible a contestar o hablarle tosco a la gente estando bajo estrés o cansancio, pero actualmente no tenía ni la más mínima idea de cómo sonaba su voz con las demás personas.
Para que intentaran no hablarle en la medida de lo posible, debía hacerse una idea.
No podía pensar en nada más que en el aumento de pacientes por la fría temporada, y en lo mucho que se estaba llenando de trabajo para pasar la menor cantidad de tiempo posible en el departamento.
Se sentía enfermo en su propia casa. El aroma de Jimin y CheonMoon ya había desaparecido, pero el rastro de sus presencias estaba en los juguetes aún esparcidos en la sala, en los botes del yogurt favorito de Jimin aislados en el refrigerador, en la manta que se había olvidado en la cajonera del cuarto de visitas, y en cada decoración navideña recordándole que estuvieron ahí, juntos.
Yoongi prefería hacerle compañía a los internos en sus extensos turnos, brindarles apoyo en las noches interminables, porque odiaba acostarse en su cama sabiendo que esa noche no le tocaría velar el sueño de CheonMoon.
Prefería atormentar sus oídos con el ruido del hospital, porque en casa no escucharía el ocasional llanto de Moonie ni la voz de Jimin ordenándole que no haga nada cuando él cocina.
Cada bebé que veía le recordaba a Moonie, cada madre o padre sosteniendo uno le recordaba a Jimin. Algunos cuántos ya habían descubierto que de a ratos el pediatra se escondía en el almacén de medicamentos, para después salir con los ojos sonrosados y oliendo a melancolía.
Yoongi no tenía idea de cómo se veía a los ojos de los demás, sólo podía pensar en que estaba cansado, que necesitaba poder conciliar el sueño otra vez, y que no quería estar en su departamento porque estaría desolado igual que ayer, e igual que mañana.
Que los extrañaba tanto, tantísimo.
🪁
Desde que se alejó de Yoongi y la niña, Jimin ha notado que vuelve a sentirse ansioso estando a solas en público. Sentía que todo el mundo le miraba, que todo el mundo conocía su historia, o que en cualquier momento sería acorralado por su pasado con Deokjung.
No podía evitar observar a cada bebé que se encontrase en su camino, esperando reconocer a Sabyeol.
El hijo menor de la señora Minsung le ha preguntado por qué sigue inquieto con la idea de encontrarlo, diciéndole que sería mejor resignarse a nunca saber más de él o de su ex. Claro, aquel era un hombre sin hijos que nunca había velado por la seguridad de hermanos o hermanas menores, la persona indicada con la cual hablar del tema o la ideal para darle tal maravillosa sugerencia.
Cuando Jimin le gruñó, enseñándole los colmillos y las ganas de romperle el cuello tamborileando sus manos, el muchacho no se lo tomó personal porque él estaba "inestable y enfermo".
Está demás aclarar que la señora Minsung le echó de la cena familiar, reprendiéndolo con palpable decepción e indignación en su voz, y exigiéndole que se disculpara de inmediato.
¡Claro que estaba inestable y enfermo! Pero hasta la madre más sana habría querido arrancarle la cabeza también.
Hablando de cabeza, además de comprar las cremas y medicamentos para el dolor de su marca, necesitaba comprar pastillas para la migraña. Si la presión en su pecho y los tonos morados de su cuello no eran suficientes, ahora le había regresado aquel despreciable rechinido doloroso.
Necesitaba tratar su dolor cuanto antes para que la señora Minsung le permitiera trabajar por sí solo en los eventos decembrinos.
—¿Jimin?
La caja de pastillas se le cayó de las manos.
El omega no pudo darse la vuelta, solo atinó a mirar a aquel alfa, rogando equivocarse y que no fuese quien obviamente sabía era. Apenas le vio, su cuerpo en alerta le hizo alejarse al tiempo que él se acercaba.
—¡Espera! —Apenas sintió la mano de su hermano mayor deteniéndolo, Jimin dejó escapar un chillido que exigía protección por parte de su lobo.
Park Sangcheol sintió un escalofrío en la nuca y le soltó de inmediato. Claramente él no era el receptor esperado de dicho llamado de protección, pero como cualquier alfa cercano, pudo escucharlo.
—Déjame.
—Jimin —Dio un paso.
Y solo un paso porque el menor retrocedió tres de inmediato.—Vete de aquí, Sangcheol.
—Jimin, no voy a... ¿qué te pasó en el cuello? ¿Por qué estás vendado?
—No te incumbe —Respondió de inmediato, defensivo. Su cabeza no pudo evitar susurrar el nombre de Yoongi.
Sangcheol entendió que su hermano no le iba a tratar como si hubieran sido el mejor dúo de la historia o los mejores amigos de toda la vida, así que dejo de intentar acercársele. En cambio, levantó la pequeña caja de medicamentos casi olvidada en el suelo, extendiéndosela en símbolo de tregua.
Jimin no la tomó, su rostro era serio.
—Lo del embarazo era verdad, entonces —Jimin alzó las cejas confundido. Su muda duda fue contestada cuando Sangcheol señaló el pequeño paquete provisional de pañales en su canasta de compras.—Qué... ¿Qué fue, niño o niña?
Él omega torció los labios con vergüenza escondida, pues los parches de algodón no estaban siendo suficientes para retener la leche materna y había optado por probar colocarse pañales reutilizables.
—¿Cómo supiste de mi embarazo?
—Una amiga de nuestra mamá llegó con el chisme a la casa, dijo que te veías más gordo que de costumbre.
Jimin blanqueó los ojos.—Tu mamá no es la mía, lo dejaron claro, y si subo de peso o no, es asunto mío.
—Si te soy honesto, no lo creí —El Park mayor siguió con el tema.—Ya sabes, siendo el primer omega en la familia que escoge la universidad antes que un cachorro... pensé que era mentira —explicó—; pero vi a tu alfa hace unos días con un bebé y...
—¡¿Viste a Deokjung con Sabyeol?! —Jimin habló tan rápido, que sus palabras casi se atropellan entre sí.
Sangcheol se confundió por el reaccionar tan exasperado de su hermano menor, hasta se le había acercado y todo. Las feromonas llenaron el pasillo de inmediato, evidenciando a un padre desesperado y asustado. Jimin parecía estar listo para echar a correr a donde fuese.
La situación era tremendamente sospechosa. Sangcheol no recuerda una bella imagen de su hermano más que cuando aún era muy pequeño, pero definitivamente le había visto mejor anteriormente. La venda en su cuello era una señal terrible, se veía exhausto, y bien era sabido que los alfas permanecen posesivamente cerca de sus parejas y cachorros de tres a cinco meses después del nacimiento del bebé, ¿qué hacía ahí a solas?
—Imagino que ahora me aceptarás la reunión en el puesto de guisados chinos —El pelinegro frunció el ceño confundido, frustrado porque eso no tenía nada que ver con el hecho de que alguien cercano había visto a su bebé y a Deokjung.—¿Los mensajes que te dejé en tu Instagram...?
—Ni siquiera abrí el chat y te bloqueé...
Sangcheol sonrió pequeño. Se lo había imaginado.
Aún disgustado por pasar tiempo a su lado, Jimin estaba bastante más preocupado por obtener información de su cachorro, y terminaron yendo al susodicho puesto de guisados chinos.
Ojo por ojo, ¿información por información?
Por mucho que no quisiera darle dato alguno de su vida o de qué ha hecho, el omega tuvo que contarle casi por completo cómo había estado viviendo desde que se fue de casa. A grandes rasgos, claro está, y sin permitir que le encontrara vulnerable. Sólo qué había sido de él, no sus problemas o cosas por el estilo.
Sang logró darle detalles satisfactorios, como su actual descripción física, el estado y descripción de Sabyeol, y la matrícula de su auto.
Cuando llegó la hora de contarle vagamente algunas de las cosas que había vivido con su ex-alfa, Jimin se vio dudoso sobre sus palabras. ¿Cómo hacerle entender a su hermano mayor que le habían hecho cosas incorrectas cuando para él eran correctas y completamente normales?
Sin embargo, para su gigantesca y extrañada sorpresa, Sangcheol se mostró para con él empático y hasta indignado con lo que le decía.
—¿Por qué me miras así? —Sang cuestionó. Su hermano en cualquier momento le saltaría encima como cachorro rabioso, pues justo de esa forma le acechaban sus ojos.
—¿Por qué de repente eres... así?
—¿De qué hablas?
—Sabes a lo que me refiero —masculló Jimin, consternado—. Creí que ibas a reaccionar diferente, no sé, a querer regañarme por "faltarle al respeto a mi glorioso y respetable alfa".
Sangcheol torció los labios.—Supongo que ahora también soy un desubicado.
La palabra resonó en la mente del omega.
—Tengo un novio y... claramente su familia es distinta a la de nosotros —comenzó a contar tímidamente. Jimin se estaba asustando de incluso verle sonrojarse un poco. ¿Quién era este tipo?—Yo... estoy enamorado desde que lo conocí, y cuando se lo presenté a nuestros padres, ellos quisieron atentar contra su esencia, ¿entiendes? —El menor se mantuvo en silencio.—Él es... es caprichoso, también enojón, ruidoso, contestón... alguien que no se deja, alguien que te va a gritar de vuelta y que no agachará la cabeza. Así es él, una persona normal y no alguien sumiso a todo el mundo, y me enamoré de quién es. Cuando papá y mamá esperaron que se comportara diferente y quisieron moldearlo a su gusto, me di cuenta de que querían asesinar a la persona que es, a quien amo.
¿Quién demonios es este y qué le hizo a su hermano mayor? ¿De dónde salió este tipo que habla abiertamente de sus sentimientos sin sentirse avergonzado con "tonterías de omegas"? Este sujeto incluso se indignaba de las actitudes de sus padres.
—Y obviamente él no se dejó. Descubrió cuáles eran mis enseñanzas, lo que realmente pensaba, y me dio el ultimátum de que se desaparecería de mi vida si yo no desaprendía mis costumbres alfistas y eso.
—¿Cuánto llevan juntos? —el omega se animó por preguntar.
—En enero cumpliremos un año —dijo sonriente, orgulloso y enamorado—. Hay muchas cosas que aún debo cambiar, pero ahora entiendo completamente por qué te fuiste de casa.
Incómodo por su nuevo estilo de actitud, Jimin solo atinó en asentir de acuerdo y soltar una pequeña sonrisa forzada.
—¿Deokjung te hizo lo de la venda?
El menor boqueó.—Sí y no —Su hermano pareció exaltarse, preocupado.—Escucha, Sang. Realmente me da gusto este cambio para bien que has tenido, te ves más feliz y eso es genial... pero han pasado muchas cosas, entre nuestra familia y nosostros, y yo con Deokjung y Sabyeol. Aprecio tu apoyo, créeme que serás de gran ayuda para encontrar a mi niño... mas quiero decirte que no estoy completamente cómodo a tu alrededor y no puedo contarte todo sobre mí así como así. Te diré lo que deba decirte, y no te preocupes tanto por mí, estoy bien y puedo manejarlo.
Sangcheol no sabía mucho de su hermano, pero si Jimin había podido manejar todo por su cuenta desde que se fue de casa a los dieciséis, suponía que podía creerle.
No le culpaba por mantenerse a la defensiva, como hermano mayor no le protegió tanto como debía, y según las tontas creencias de sus padres, como alfa tampoco lo hizo. Con todo lo que le había hecho pasar, estaba sumamente arrepentido y entendía que de un momento a otro no iba a ser su persona favorita como cuando era un chiquillo.
Sangcheol asintió a sus palabras, entendiéndolo.—Ahora estoy aquí, Jimin, ¿okay? Estás bien y has podido manejarlo solo desde hace mucho, pero... aquí estoy.
Así se despidieron, cada quien con un traste de guisados chinos. Sang había querido pagar por lo suyo además.
Cuando Jimin quiso con todas sus fuerzas avisar a Yoongi de los datos que sabía sobre Deokjung y su cachorro, luego de hablar con Kim Namjoon, concluyó que no estaba tan bien como antes de todo y que no podía manejarlo solo.
Pero debía re-aprender a hacerlo, por su bien y por el de Sabyeol, aunque les extrañara tremendamente.
Holaaa, aquí la desaparecida
Han pasado cosas, ¿verdad? Pero Yoon regresará cuando menos nos demos cuenta, además, la fecha de salida de Seokjin cada vez está más cerca 🥹
Me va bien en estas primeras unidades de la uni, y espero que a ustedes también les esté yendo bonito es sus vidas🫶
Una disculpa por el error de dedo de hace unos días jiji
¡Cuídense mucho!🥰
—Adem🪁
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