12
Habían pasado dos días desde lo sucedido con Hwasa y Myeonjin. Se podría esperar que al día siguiente de aquella tensa noche en la que se dieron consuelo ambos estuvieran cohibidos y buscaran apartarse del otro, y aunque al principio Jimin sí se sintió así, la verdad es que no duró más que unas pocas horas. Nunca había compartido sueño con nadie más que con Deokjung y la compañera con la que estuvo viviendo al irse de casa de sus padres, por lo que no tenía muchas experiencias para comparar, pero aún así fue muy distinto. Hubo una normalidad tan cómoda que hasta se le olvidó preocuparse por ser visto recién levantado.
No podría decir en qué momento lo aprendió, pero sabía que el pediatra no le juzgaría. O al menos no para herirle. El hombre era sinceramente preocupado por él y por CheonMoon, más por la niña.
Y por primera vez en meses, durmió bien y tranquilo. Aquella mañana había despertado tan cómodo contra el estómago del mayor que incluso se lamentó tener que moverse, aunque fuera el mínimo desplazamiento de su dedo meñique. Nunca antes su cuerpo se había despertado tan descansado como entonces. Los últimos dos días su omega estuvo anhelando con fuerza volver a repetir eso. Quería volver a dormir con él.
Era como si hubiera probado un helado desconocido que le terminó fascinando, deseaba con fuerzas que de nuevo el sabor frío se derritiera en su boca y le diera esa preciosa sensación de bienestar y felicidad en el pecho.
Tal vez no volvieron a compartir sueños, pero pequeñas cosas habían cambiado.
Porque después de esa noche, después de haber probado el sabor del contacto físico y mimos, los dos buscaban incesantemente una nueva probadita de al menos un roce cariñoso al cuerpo del otro. Si antes ya había existido uno que otro contacto anormal, ahora sus horas estaban llenas de ellos.
Santa Luna, Jimin nunca antes había añorado tanto tocar a alguien, ni había disfrutado tanto de ser tocado. Era tan extraño.
Y por supuesto que lo estaba hablando con Taehyung.
—Es que... no entiendo esta desesperación que tengo por que me toque, no sé cómo afrontarla —le dijo al omega sentado frente a él que le prestaba suma atención—. No sé cómo explicarlo, todo el tiempo lo quiero, y la sensación que me da aquí —Se llevó la mano al pecho.— a mi lobo, con tan solo sentirlo pegado a mi costado cuando nos movemos por la cocina es... es demasiado nueva, y siento que no debería gustarme tanto sentirla.
—¿Por qué no debería gustarte tanto sentirte así, Jimin? Me dices que es una sensación buena, ¿no? ¿Por qué no sería bueno algo que te hace sentir bien?
El omega apretó los labios entre los dientes y miró a Moonie en sus brazos entretenida con uno de los coloridos chupones que Yoongi le había conseguido. Tae se había dado cuenta de que esa era su forma de eludir temporalmente algún tema; enfocarse en la bebé.
Así que esperó paciente unos momentos en silencio, hasta que el pelinegro se encogió de hombros, indeciso de decir lo que pensaba, como si le quisiera quitar peso a su siguiente confesión.
—¿Mi lobo no debería sentirse solo así con mi alfa... mi pareja?
—¿Qué hay de tus familiares y amigos? —respondió con otra pregunta.
—Nunca tuve una relación con la que sentirme así fuese una posibilidad, en ninguno de los dos ámbitos —dijo—, al menos no hasta ahora.
—Es bueno que me lo menciones, no hemos tratado a fondo el tema de tus relaciones pasadas. La de tu familia es bastante importante —El rubio alcanzó su libreta y su bolígrafo en forma de flor sonriente de colores, uno que le había dado Hoseok le contó una vez, y escribió ese detalle como un apunte a recordar.
Jimin sonrió viéndole usar la pluma dicha. Realmente sentía gusto por la relación tan bonita que tenían su psicólogo y su ginecólogo, era de esas que solo alguna vez llegó a leer en las historias, donde ambos ponen empeño y amor para mantener sano el vínculo. En un contexto donde jamás ha conocido eso, el matrimonio le hacía pensar que ese tipo de relaciones sí existían, que no se encontraban solo en la fantasía, y que un día construiría una así con alguien especial que estuviera en la disposición de construir también a su lado.
—De acuerdo, regresando a lo que preguntas, ¿por qué relacionas esa sensación con algo romántico? —Taehyung continuó el tema, regresando su libreta y pluma a la mesita de a lado.
Park otra vez desvió la atención a CheonMoon, que seguía igual o más entretenida babeando su chupón de colores.
Creía tener la respuesta, pero no podía dejar de sentir que era un error, que no debería ser.
—Recuerda que si estás confundido, haré lo posible por ayudarte a esclarecer lo que quieres expresar o el punto al que quieres llegar —le recordó el de piel canela con una sonrisa paciente—. Tus sentimientos no tienen que ser racionales, mucho menos encasillarlos como "buenos" o "malos".
El pelinegro se relamió los labios y silenció unos segundos.—Lo relaciono con algo romántico porque... no sé, siento algo extraño entre nosotros, como...
—¿Una especie de tensión?
—Sí, eso. Tensión.
—¿La sientes o la hay?
Jimin se lo pensó un instante, recordando cada situación pasada con el neonatólogo y el comportamiento de éste en ellas.—La hay —afirmó.
—¿A lo que quieres llegar es que te gusta Yoongi?
El de labios pomposos cerró los ojos por unos segundos. Decirlo -escucharlo en este caso- abría una ventana que no había querido abrir.
—Sí... lo peor es que no soy solo yo, a mi lobo también —dijo en voz baja, como si le avergonzara la situación, esperado un regaño.
—¿Por qué es "lo peor"? —Tae hizo comillas con los dedos.—¿por qué está mal?
El menor se señaló el cuello como si fuera algo obvio.
—Jimin, no tienes ningún vínculo romántico ni responsabilidad con alguien que desapareció de la faz de la Tierra el mismo día que diste a luz y que te robaron a tu cachorro, mucho menos cuando es el principal sospechoso. No le debes absolutamente nada a Kim Deokjung.
El psicólogo se dio cuenta de que Jimin parecía haber necesitado como nunca que llegaran a ese punto en específico. El menor le veía como si esperara que se retractara y le regañara, aguardando por una afirmación a un comportamiento o trato que se le había enseñado debía y estaba acostumbrado a recibir.
—Es que... —Continuó señalándose la cicatriz de la marca perdida entre los hematomas, buscando la lógica a la que se había acostumbrado tanto y que era tan dañina.
—Los lazos también se rompen, y el tuyo comenzó a hacerlo hace meses. Que la cicatriz siga en tu piel no significa que algo romántico sigue sucediendo, para nada, sino que es un reflejo del daño que le sigue causando a tu lobo que este lazo no se rompa por completo—le cortó con seriedad—. Hobi te lo explicó, ¿no es así?
Jimin asintió con la mirada gacha, haciendo un esfuerzo por que las palabras del omega mayor entraran en su cabeza.
Para él no tenía sentido. Aceptaba que Yoongi comenzaba a gustarle, o de hecho ya lo hacía, pero no comprendía por qué seguía sintiendo esa especie de compromiso con Deokjung, o por qué sentía que estaba haciendo algo incorrecto.
Y, como si pudiera leerle la mente, Taehyung prosiguió a darle su dichosa respuesta:—Soltar la dependencia que le tenemos a alguien es difícil y un proceso largo, Jimin.
🪁
—Oh, ¡pero si parece que aquí dentro hay un dinosaurio cantando!
Yoongi recordó por qué decidió tomar el área en pediatría cuando, recostada en la camilla de su consultorio, Myeonjin soltó una mini carcajada dulce con las manitas juntas sobre el pecho y la pancita descubierta siendo escuchada por él a través de un estetoscopio.
Le acomodó el suetercito a la cachorra, halagando el bonito color celeste de este, y la ayudó a sentarse en la camita, fingiendo que debía emplear mucha fuerza:—¡Santa Luna! Eres una niña muy grande, ayúdame a sentarte —Usó un tono de voz tenso, como si realmente estuviera haciendo un gran esfuerzo.
Fácilmente podría alzar en el aire a la nena con una mano.
La chiquilla rio divertida con una pizca de timidez cuando al fin estuvo sentada, y Yoongi volvió a fingir que necesitaba emplear mucha fuerza al cargarla por debajo de las axilas y así bajarla de la camita.
—Listop, la revisión terminó, Myeonie —comunicó a la nena, agachándose a su altura—, ¡chócalas!
Hyejin sonrió cuando su hija chocó palmas con el pediatra y éste hizo una mueca de dolor, sobándose la mano con un siseo como si su nenita de dos años -casi tres- realmente tuviera la fuerza suficiente para lastimarle.
Jimin y Jungkook habían hablado con Yoongi para que revisara a Myeonjin, el alfa accedió de inmediato y alegó incontables veces que no era necesario que pagara por la cita médica. El beta la había ido a dejar en el hospital donde trabaja Min.
La cachorra corrió casi brincoteando a su madre y se apoyó en sus rodillas. El peligris caminó hasta detrás de su escritorio.
—Su pancita solo está irritada por la falta de alimento, aún no es muy grave —habló el alfa una vez que se sentó, alcanzando su talón de papel para describir medicamentos y su bolígrafo—, voy a darle un jarabe para tratar su estómago irritado, otro para la diarrea y sueros para la deshidratación. Como lleva casi cuatro días sin comer otra cosa que no sean las galletas que me dijiste, deberás darle alimentación ligera, lo que sea, pero ligera para no cargar a su pancita y que le haga daño.
Myeonjin no había estado comiendo nada, solo galletas, ni siquiera leche. Obviamente Hwasa estaba preocupada por ello, más por el dolor que había comenzado a presentar.
Pero es que la niña no quería comer nada. No tenía hambre, le decía. Cada cosa que le había ofrecido la había dejado tras uno o dos pellizcones al alimento, incluso había sido difícil lograr que le aceptara sus galletas favoritas, sin embargo, Myeonjin no podía seguir comiendo solo galletas de manera ocasional.
—Creo que puede haber enfermado de susto, Hyejin-ssi.
La omega arrugó las cejas con preocupación.—¿Qué medicamento deberá tomar?
Yoongi apretó los labios y negó.—No hay medicamento para eso —le dijo con voz comprensiva—. Esto es muy común en los nenes que pasan por situaciones difíciles. Ven y escuchan todo lo que sucede, son conscientes de lo que está pasando, mas no lo comprenden y mucho menos nadie se los explica, y entonces enferman de susto —Firmó la receta y la apartó por un momento.—No es algo que se nos enseña al estudiar medicina, pero los pediatras lo aprendemos con el tiempo.
El lobo de la omega gimoteó lleno de preocupación, sin saber qué hacer o decir. Se quedó en silencio, aguantando las ansias hasta que Gi le dijera cómo podía actuar.
—Se manifiesta de formas diferentes; algunos niños pueden no dormir nada; otros quedarse sin decir palabra alguna; unos se disocian, se desconectan de la realidad aunque estén físicamente presentes; hay casos en los que no pueden hacer pipí o popó; y como en el caso de Myeonjin, hay cachorros que dejan de comer —continuó el pediatra—. No hay un método exacto para combatir esto, no hay estudios aún, pero lo ideal es ayudar al lobito de los nenes a sentirse protegido en un ambiente libre de estrés, hacerle saber que ya no hay peligro y que puede dejar de estar alerta.
Hwasa se mordió los labios. Si de por sí se arrancaba el cabello preocupada porque su hija no tenía intenciones de comer, no se imaginaba cómo se sentiría si Myeonjin presentara los otros síntomas.
—N-nunca.... Nunca me detuve a pensar en esto —dijo la castaña—, nunca imaginé la magnitud del daño que le está causando a Myeonie toda esta situación con mi ex-pareja.
Yoongi le sonrió comprensivo.
—Estabas ocupada protegiendo tu integridad y la suya, sobreviviendo. Lo bueno es que ahora sus vidas pueden cambiar para bien. Se fueron temporalmente con JK, ¿no? Él las quiere mucho a las dos y pueden estar tranquilas hasta que lo más complicado pase. No será tan complicado que Myeonjin mejore y vuelva a ser la chiquilla de antes.
—¿De verdad?
El peligris asintió.—De verdad —Tomó la receta y se la entregó.—Solo ve a farmacia y pide que te surtan esto, di que te manda el doctor Min —Miró a la cachorra.—Y tú, grandota, debes prometerme que intentarás comer mejor, ¿sí? ¡Todos queremos que estés bieeen sanita!
Myeonjin muy apenas alcanzaba los 80 centímetros.
La chiquilla, con las manitas en la boca, le sonrió tímida y asintió.
Hwasa se despidió del pálido con un asentimiento y un «Gracias» que su cachorra imitó eliminando una r y agregando una sh. Al ir a farmacia se topó con que el pediatra ya había pagado la compra de los medicamentos, por lo que ella tuvo que limitarse a solo recogerlos.
Yoongi, por su parte, tensó todo su cuerpo al contestar la inesperada llamada del oficial Namjoon.
—Creo que hemos encontrado a Sabyeol. Necesito que traiga a Park y al doctor Jung.
»ademmmle «
Holaaa, ¡feliz día de muertos!🎊
¿Cómo han estado? Yo al fin he terminado mis semanas de exámenes y proyectos, aunque seguro en dos o tres semanas vuelven a molestarme con el fin del siguiente parcial y los exámenes semestrales🫠
Pero eso no importa en este momento, lo importante es que actualizo KSKSKS
Quiero pasarme por video game también, la vez pasada dije que lo haría y nada 😂
¿Cómo andan con el lanzamiento de The Astronaut, la entrevista de Nam y la noticia de que en noviembre saca su proyecto? ¿Alguien pudo ir al concierto en Argentina o fue a una transmisión al cine? ¿Se disfrazaron para halloween?👀
Yo adoré la canción de Jin y estoy a la expectativa de lo que saque Nam, y en halloween me disfracé de Kim Possible. Mi calabaza se llenó más de agua de lluvia que de dulces pero bueno😂
Quería hacer el capítulo más largo, pero tengo una tarea de química que hacer y preparar la cena, pero prometo que trataré de escribir lo siguiente lo más rápido que pueda. Ando inspirada✨
En fin, eso es todo. Espero que se encuentren muy bien y que les haya agradado el capítulo uwu
Recuerden avisarme si ven algún error. También quisiera saber si tienen una duda sobre la historia o si les gustaría que narrara algo específico 👁
Cuídense mucho 💕
—Adem🪁
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