11
Después de sus citas con su psicólogo -Taehyung-, Jimin poco a poco escuchaba con menos fuerza aquellos pensamientos y lamentos que apretaban a su corazón. Además, habían logrado aprovechar el ligero despertar de su lobito para tratar con este también.
De nada servía tratar al pensamiento racional si la parte lobuna seguía deprimiéndose.
Con ello, Jimin se había dado cuenta de que la marca ya no le molestaba tanto, ahora realizaba distintas tareas despreocupadamente.
Realmente le agradaba Taehyung, a pesar de llevarse cinco años de diferencia había logrado formar un lazo de confianza con el omega mayor. Más rápido de lo que lo había hecho con Yoongi, Jungkook o Hwasa, incluso.
Era bueno poder hablar con otro omega. Por supuesto, estaban la señora Namin y el señor Hanwoo, pero Jimin no quería causar lástima, mucho menos podría hablar con Hanwoo las cosas que ha tratado con Tae, pues estas implicaban a su hijo. Sería extraño y quizá hasta vergonzoso.
La situación con el neonatólogo le tenía maquinando pensamientos confusos por largos ratos, de repente había un no sé qué entre ambos que batallaban por disolver.
«Es la primera vez que te sientes completamente seguro, cosa que no experimentabas con tus familiares ni con Deokjung. Lo más probable es que tu lobo simplemente lo esté reconociendo como el alfa que es, el tipo de alfa con el que cualquiera gustaría de rodearse, y se sienta cómodo de andar con la guardia baja y más consciente a su alrededor; por eso parece estar "despierto" cuando Min está a tu lado y "dormido" cuando no. Sabe que él te cuidará y no se aparta en la inconsciencia para protegerse.»
Eso le había explicado Taehyung, y tenía mucho sentido para él. Su lobo y él se volvieron mucho más distantes cuando las cosas con Deokjung fueron de mal en peor, hubo momentos en los que no pudo sentirlo, como si hubiera desaparecido. Aún faltaba indagar más en el tema, pues su situación era bastante específica. Al cuidado de una bebé ajena, su bebé perdido, abandonado mas aún marcado por su alfa, entre otros detallitos más.
Otra cosa que Jimin ni en broma pensaría hablar con Hanwoo, es de lo muy consciente que estaba de Yoongi como alfa. Claro, era obvio que el peligris era uno, era difícil ignorarlo cuando se trata de un lobo plateado, además; pero últimamente no podía evitar ignorar la presencia de este, como si se manifestara ante el más suave estímulo externo. Mostrándose, presumiendo y buscando ser mirado.
Ah, era difícil de explicar. Como sea, Taehyung lograba comprenderle de alguna manera y bastaba con eso.
Seguiría hablando de ello en la próxima sesión. En estos momentos, estaba más concentrado en no derramar el agua que llevaba hacia el balcón.
Cuidadoso llegó a la puerta del balcón y la observó pensativo, llevaba a CheonMoon cargada en su brazo derecho y en el izquierdo el trastecito con agua, de esa manera no abriría nunca.
Miró su reflejo en el cristal, debatiéndose en si hacer dos vueltas por dejar el traste en la cocina y regresar por él después de abrir la puerta, o buscar una forma extrañaba de deslizarla sin poner en riesgo el agua y a la bebé.
Entonces su omega jugó con su memoria, haciéndole recordar cuando la semana pasada Yoongi y él descubrían a las palomas tortolitas en el balcón. Cuando el alfa se plantó tras él y en determinado momento pareció congelarse en su cercanía. Quizá había sido su imaginación, pero Park pensó que estaba por besarle, la calidez que el cuerpo ajeno irradiaba contra el suyo fue tan insoportable como maravillosa.
Despabiló cuando Cheon azotó su manita contra sus labios, decidiendo que haría los dos dichosos viajes a la cocina.
Afuera hacía cada vez más frescor, por ello se había encargado de abrigar bien a la cachorra. También, Yoongi y él habían construido una especie de casita improvisada para que resguardara cálidamente a las palomas; el recuerdo estaba lleno de risitas y miraditas. Las aves ya no se alejaban, al contrario, les permitían acortar la distancia tremendamente, aún si todavía no se dejaran tocar por ellos. Esperaban que pronto se los permitieran, tenían planes de adentrarlas al departamento antes de que llegara el frío de verdad.
Una vez que se agachó cuidadoso a dejarles el trastecito de agua a las aves, se despidió de ellas y regresó adentro. En su menta estaba el divertido pensamiento de que cada una los representaba a él y a Yoongi.
En la sala estaba una sillita mecedora con juguetitos, donde acostó a CheonMoon. La energía de la niña no parecía cerca de agotarse y no había tardado en juguetear con los peluchitos de animales que sonaban al agitarlos o apretarlos. Jimin se sentó sobre la alfombra a su lado y la observó juguetear con la tortuguita azul, sonriendo cuando la nena soltó un sonidito tierno y feliz.
Hace dos días Yoongi había llegado más tarde al departamento, comenzando a parlotear apenas cruzó la puerta sobre la increíble cosa esta que había visto en una tienda y que se entercó en conseguir para CheonMoon. El alfa se había entusiasmado en armarla sin necesidad de usar las instrucciones, y se había mostrado impaciente por que la cachorra despertara al día siguiente y la probara. Su emoción al ver que a la niña le había gustado la sillita fue de película, pudo imaginarse fácilmente a su lobito moviendo la esponjosa cola gris de un lado a otro.
Ah, era tan dulce.
Jimin se sorprendió a sí mismo soltando una risilla encantada por el recuerdo cuando su celular vibró sobre la alfombra.
Se puso de buen humor al leer el nombre del contacto de JK en la pantalla y contestó la llamada.
—¿Sí, Jungko... ?
—Encontré a Hwasa noona, Jimin.
🪁
Le temblaban las manos. Entre el aroma amargo de nervios del omega y el llanto de CheonMoon en la silla especial en la parte de atrás, Yoongi no sabía qué le inquietaba más.
—Jungkook no me contesta —se quejó preocupado el pelinegro, tratando de nuevo—. ¿Cree que le haya pasado algo malo?
—Jungkookie es fuerte, sabe artes marciales y box —Jimin asintió a las palabras del pálido, tratando de calmarse.—Aunque... enfrentarse a un alfa agresivo y abusivo es algo muy peligroso...
—Eso no me ayuda, hyung.
—Lo siento, también estoy muy preocupado y... uh, ¿podrías abrir tu ventanilla? No importa cuánto expanda mi aroma, el tuyo sigue afectando a Moonie.
—Lo siento mucho, n-no es mi intención oler así, hyung —balbuceó, enrojeciendo en tanto cumplía la sugerencia. No podía mantener a raya sus emociones.
—Hey, no te disculpes. Es difícil controlar nuestro aroma cuando estamos muy nerviosos. No pasa nada —le consoló dando un apretón fugaz en la rodilla, aún atento al camino.
Unos quince minutos después llegaron a un barrio apartado de la zona en la que vivían, el auto de Jungkook estaba mal estacionado frente a una tienda de conveniencia, donde en la entrada de ésta se encontraba discutiendo acaloradamente contra un alfa más alto que él por unos cuantos centímetros.
Había gente pasando y mirándoles de reojo, sin contar a los clientes que preferían no atravesarse en la discusión y esperar dentro de la tienda. A través de los cristales del mostrador, Jimin lograba ver con dificultad a su noona resguardada tras una de las cajas, protegida por la espalda de la señora mayor que estaba atendiendo el negocio. Traía cargada a Myeonjin contra su pecho, aferrándose a ella con temor y recelo.
El omega notó un moretón cubriendo la cuenca de su ojo derecho haciendo juego con la sangre en sus labios rotos y no demoró en bajarse del coche, aún si Yoongi no había apagado el motor.
—¡Jimin, no!
El neonatólogo se apresuró a sacar a CheonMoon del auto, que lloraba desconsolada y audible.
—¡Jimin! —gritó asustado cuando el primer golpe entró a escena.
El de labios pomposos corrió hacia Jungkook levantándose del suelo y Yoongi regresó a la bebé al interior del vehículo en medio de una grosería mal murmuraba, acercándose a grandes zancadas al lugar.
Jeon logró ponerse en pie cuando aquél alfa intentó entrar a la tienda, tomándolo de la parte trasera de su chaqueta para jalarlo lejos. Este se lanzó hacia el beta contra el suelo, golpeándole en el rostro las veces suficientes para atontarlo.
Mientras Jungkook intentaba levantarse de nuevo, Jimin se interpuso entre la entrada del negocio y ese alfa, que furioso y liberando un aroma picante, lo sacudió y estampó contra el cristal, rayando grietas en éste por la fuerza con la que golpeó al omega contra las puertas.
—¡Imbécil! —Yoongi gruñó rabioso, haciendo que girara la cabeza hacia su dirección. Jimin cayó de rodillas al suelo, apresándose el pecho con ambas manos, sin aire.
Jungkook aprovechó la distracción del otro y no demoró en propinarle dos patadas a la cabeza que lo azotaron contra un muro, donde lo acorraló para robar el aire de su estómago numerosos puñetazos, rojo y lleno de cólera. Y aunque sus puños dolieron no paró, y continuó dándole rodillazos en el rostro cuando le hizo también caer al suelo sobre su trasero, estabilizando sus manos magulladas en la pared.
Yoongi levantó a Jimin del frío pavimento cuando llegó hasta él, y lo colocó tras su espalda con un gruñido vibrando fuerte en su pecho.
El omega se desesperó por el fracaso en recuperar el aire, y empeoró cuando le quiso gritar al beta que se detuviera al ver a aquel alfa con el rostro cubierto de sangre. Su nariz destrozada y el rostro desfigurado en una hinchazón que avanzaba a una velocidad extraña.
—¡Jeon, es suficiente!
Entonces, el de mechas se detuvo al oír la voz de Min, y el alfa se dejó caer por completo al suelo, tratando de arrastrarse lejos antes de que el más bajo le propinara dos patadas más en el torso.
—He dicho que basta.
Jungkook bajó la cabeza de inmediato en un movimiento brusco para descubrir su cuello, gesticulando en rechazo a la orden pero obedeciéndola de todas forma, y Jimin tras su espalda emitió un quejido agudo, secundándole la acción.
El otro tipo, mostrando sumisión a un alfa de rango mayor, se quedó quieto en el suelo, rindiéndose agotado y dejándose caer a la inconsciencia que llegó no mucho después por el terrible trabajo que hacía su nariz herida con su respiración.
Agitado por toda la escena, Yoongi se giró hacia el omega para saber si se encontraba bien, frunciendo el ceño con preocupación cuando le vio temblar en su lugar, luchando por no llorar con el cuerpo más tenso que un tronco.
—Lo siento, lo siento. ¿Q-qué pasa? ¿Qué hice? Perdóname, Jimin —rogó inquieto, sosteniéndole el rostro para que alzara la cabeza.
El muchacho, con los labios apretados entre los dientes y las lágrimas escapando por los bordes de sus ojos fuertemente cerrados, negó desesperado.
—No uses la voz con-conmigo, hyung... tú no —jadeó casi inaudible mientras el poco aire que había recuperado se le escapaba de nuevo, intentando dejar de llorar—, por favor, hyung, n-no lo hagas. No cerca de mí.
Con los ojos empañados de lágrimas, Jimin observó sorprendido el nuevo gris brillando en la mirada del mayor, que no expresaba más que un profundo arrepentimiento.
Y se dejó envolver en un abrazo lleno de culpa ajena, porque la voz de mando de Yoongi no había generado esa reacción en él, sino todos aquellos recuerdos que había escondido como zapatos rotos bajo la cama en su memoria. No había sido Yoongi, había sido Deokjung abusando de la voz con él una y otra vez en el pasado.
Se dejó hundir en él, aferrándose a su consuelo como si lo hubiera estado buscando por años, ahogando el miedo en su pecho, en su aroma reconfortante y embriagador, en la gentileza que le ofrecía.
Tras ellos, Jungkook entraba a la tienda y corría hacia Hyejin, apresándola a ella y a Myeonjin en un fuerte abrazo cargado de angustia.
🪁
Sentía una extraña clase de mal déjà vu. Igual a cuando Jungkook le había dicho que Hyejin había regresado con su ex-alfa.
—Adelante.
Yoongi entró por la puerta abierta del cuarto tras haber pedido permiso, y le observó sentado en el borde del colchón, dando de amamantar a una hambrienta CheonMoon y con la mirada perdida en la nada. A pesar del desastre mental por el que atravesaba, el menor se preocupaba por el bienestar de la bebé. Siendo cuidadoso a cualquier señal para no hacerlo, se sentó a su lado, a diferencia de aquella vez, pegándose a su cuerpo. Jimin se permitió apoyar la sien a su hombro con un movimiento perezoso.
—¿Seguro que ese tipo no te hizo daño? —preguntó en voz baja el mayor, consciente de que Moonie estaba a poco de caer rendida.
—Me sacó el aire, es todo. Me duele la espalda pero no es importante —dijo con voz suspirante.
Ahora que estaban en la privacidad del departamento y con algo de ramen en el estómago, el omega se sentía en calma a pesar de que su mente no guardara silencio. El aroma de Yoongi, desde el enfrentamiento, estaba por completo presente y parecía querer acurrucarle, de alguna extraña manera.
Ah, nuevamente, solo Jimin y Taehyung entendían al mismo Jimin.
—¿En qué piensas?
—No lo sé con exactitud... pero no me gusta nada la sensación en mi pecho —Le miró y le dedicó una débil sonrisa que no alcanzó a su mirada.
Yoongi le regresó la sonrisa pequeña y en un acto comprensivo le pasó el brazo derecho por la espalda en un abrazo, tallando el suyo con el pulgar.
Sus ojos aún seguían destellando en gris.
—Hyejin noona es hermosa...
—Lo es —Yoon afirmó, de acuerdo.
—Es un pecado que su belleza fuese marcada por golpes tantas veces —Su voz sonó tensa, lleno de coraje e impotencia.—... si tan solo me hubiera quedado en el refugio, y si...
—Jimin, no hay nada que pudieras hacer. Lastimosamente el «hubiera» no existe, y no tienes culpa de nada —Le murmuró y luego acercó zurda para llevarse la lágrima traicionera que se le escapó a sus ojitos acongojados.
El menor frunció el ceño mientras se mordía los labios con fuerza, parpadeando rápido para no llorar, tan enojado y tan emberrinchado con la vida.
Por el momento, la omega y su cachorra se habían ido a quedar con Jungkook, anterior a esto, habían ido a dejar una declaración con la policía y después éste llevó a la mayor y a Myeonjin a una clínica para que fuesen revisadas. Al fin ambas iban a descansar una noche sin el temor de que aquél horrible ser les dañara. Una nueva vida iniciaba para ellas justo esa noche.
—¿Te parece si te recargas en mi pecho? Yo sostendré a la bebé en lo que termina de comer y tú puedes dormitar un poco —preguntó el pálido cuando pareció relajarse un poco—. Sólo si tú quieres y te sientes cómodo.
El otro en un principio dudó, pero las intenciones no eran malas y su omega sinceramente estaba ronroneando feliz por su apoyo, cómodo en su presencia, así que asintió cansado.
Yoongi sabía que lo estaba. Apenas mostraba ganas de levantarse otra vez y los sucesos recientes le habían agotado, no solo físicamente, sino también emocionalmente, y su lobo estando sensible lo vulneraba más.
A movimientos fatigados se acomodaron contra la esquina llena de almohadas con Yoongi sobre estas, dejando las piernas abiertas en espacio para Jimin, pasando sus brazos frente suyo como si le abrazara para sostener a CheonMoon.
Jimin pudo escuchar la respiración acompasada del mayor tras su oreja y sentirla en el movimiento de su pecho en cada inhalación y exhalación, el suave ritmo le guiaba un camino hacia la calma. Percibía el aroma del suavizante de ropa en la playera que usaba, y su presencia de alfa rodearles como una brisa perfumada. No existía ninguna incomodidad o dolor, como si aún en esa posición difícil sus cuerpos encajaran con sencillez, como si el desorden de sus brazos fuera orden. No era complicado, él solo dejaba sus manos apoyadas contra sus muslos y Yoongi sostenía a la cachorra con la práctica dicha de un neonatólogo como él. Y tampoco hacía calor, ni frío. No había nada más que tranquilidad y comodidad, cercanía.
Ninguno de los dos estaba sosteniendo su propio cuerpo para evitar dejar caer su peso en el otro o que terminaran con sus extremidades contra las ajenas. No existía esa incomodidad ni ese esfuerzo. Estaban acomodados con naturalidad, como si esta no fuera la primera vez. La presión del otro parecía casi necesaria.
Luego, con los ojos cerrados, Yoongi apoyó la mejilla contra su cabeza, buscando más confort todavía. Frotó el pómulo contra sus cabellos, mimándole, regalándole un poco más de su rico aroma.
—Lamento usar la voz de mando en tu presencia, no sabía que te haría daño. No volverá a suceder, Jiminnie —Su voz sonó tan baja, pero el omega y la noche pudieron oírle.
—Te agradezco —Y ninguno de los dos notó el tuteo. Bueno, Yoongi lo hizo, pero le importó tan poco como hace unas horas en el enfrentamiento con aquél alfa.
En el silencio de la habitación, poco a poco, el omega cómodamente se quedó dormido contra su torso, cobijado con su aroma que consolaba la angustia que sentía por su amiga y su hija. El corazón le latía tranquilo otra vez.
🪁
Por el cielo obscurecido, Jimin suponía que aún no pasaban de las cuatro de la madrugada.
Le dolía un poco el cuello y estaba más perdido en el reciente sueño que nada. Entumecido se sentó sobre el colchón de la cama y con un solo ojo abierto observó a sus espaldas a las otras dos personas acompañándole.
Dormido o no, Yoongi había dejado de atraparle con sus piernas en algún punto de la noche y se había acomodado de costado en el colchón, con el codo apoyado en las almohadas y sosteniéndose con la mano el rostro dirigido hacia CheonMoon, dormida contra su pecho con sus pequeñas extremidades extendidas y la cabecita acomodada de lado hacia su torso.
Jimin se preguntó cómo es que se había quedado dormido con la mano y la cabeza en esa posición. El alfa había pasado hasta la última gota de su consciencia velando por el sueño de la cachorra.
También notó que el neonatólogo le había acomodado la camisa, y la puerta completamente abierta de la habitación. No le gustaba dormir así, desde pequeño se le asentaba un feo malestar en el pecho si intentaba dormir con la puerta abierta, por lo que mareado por el sueño se levantó a cerrarla.
Hecho esto, actuando más a base de su omega, se regresó al colchón y a gatas se acomodó de nuevo sobre el estómago del alfa, esta vez de costado, enredándose entre sus piernas, y se durmió.
»ademmmle «
Holaaaaaa
Al fin puedo publicar algo. Lo siento, la escuela me ha tenido súper ocupada que ni me deja dormir bien:(
Quería actualizar el lunes, pero no pude unu
¿Cómo están por lo del SM? Les mando un mega abrazote 🫂
¿Vieron la re-transmisión del concierto en Busan?
Con las fotos del photofolio de Mimi he pensado en cambiar la portada del fic, ¿ustedes qué piensan? 👁
En fin, espero que les haya gustado, y que se encuentren con bien. Si notan un error avísenme para mañana poder corregirlo rápido uwu
Recuerden que les quiero mucho y cuídense🥰🥰
—Adem🪁
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