Aurelio viajó a Sao Paulo para reunirse con los doctores para coordinar los detalles de la operación de Julieta, gracias a Dios después de un análisis exhaustivo los doctores encontraron una fecha cercana para intervenirla y Aurelio estaba muy contento y ansioso para contarle, en cuanto pudo regresó al valle y fue directo a la mansión Sampaio, no sin antes comprarle un regalo a Julieta.

Cuando llegó, entró pues la puerta estaba abierta y escuchó una hermosa melodía de piano proveniente del estudio, se acercó y para su sorpresa vio a Julieta sentada frente al piano, a ojos cerrados, concentrada, tocando las teclas como una profesional, con lentitud, entró al estudio y se sentó frente a ella, fascinado por verla tocar pues desconocía ese talento, después de la última nota aplaudió feliz, asustando a la pianista.

—¿Quién está ahí?

—Soy yo Aurelio

—Aurelio –dijo sonriendo -¿desde hace cuánto estás ahí?

—Lo suficiente para ver tu talento, Julieta no sabía que tocabas, tenías muy bien guardado el secreto

—No era un secreto, solo no lo mencioné

—Pues debiste, tienes un don y necesitas compartirlo con el mundo

—Eso me dijo mi papá cuando comencé

—Deberías hacerle caso

—¿A ti te gusta el piano?

—Sí, no lo toco pero me agrada escucharlo, mi hermana es la pianista de la familia

—¿Toca bien?

—Es excelente, toca desde muy pequeña, su sueño es ser como la Reina del Piano

—¿En serio?

—Sabe todo su repertorio y desea conocerla

—¿Ha ido a un concierto suyo?

—No, estuvo estudiando toda su vida y cuando iba a tener oportunidad pues daría un concierto en Londres, se dio vacaciones y canceló el recital indefinidamente

—¿Qué crees que sucedió con ella?

—No lo sé, sus razones tiene para retirarse

—No creo que se haya retirado, quizás le sucedió algo grave y desea ocultarlo

Julieta no sabía que pensar, Aurelio actuaba como si en verdad ignorara que ella era la Reina del Piano, su hermana debía tener alguna foto suya, y su madre debió mencionarlo, ¿cómo era posible?

—Ah, de la conmoción por descubrir tu talento se me olvidó el motivo de mi visita –dijo levantándose con el ramo de rosas que había comprado para Julieta –¿tus padres están en casa?

—No, fueron a la hacienda de tus papás, ¿por qué?

—Es que tengo una excelente noticia, pero antes toma, alguien me dijo que te gustan las rosas rojas –dijo poniéndolas en sus manos –le corté los espinos para que no te puncen

—Aurelio muchas gracias –dijo aspirando el olor de las rosas –deben estar muy hermosas, ojalá pudiera verlas

—Pues en dos meses lo harás

—¿Qué?

—Esa es la noticia, ya tengo la fecha para tu operación, será en dos meses en Sao Paulo, ya está todo arreglado

—¿De verdad? –dijo Julieta abrazándolo emocionada –al fin, gracias Aurelio, gracias de verdad

—Dámelas cuando me veas con esos ojos tan hermosos

—No sabes cuánto anhelo ese día

Se separaron unos milímetros y quedaron con los rostros muy cerca uno del otro, Aurelio sintió lo mismo que en el consultorio al ver la boca de Julieta tan cerca de la suya y entonces se decidió.

Lo que sucedió a continuación lo deseaban ambos, lentamente Aurelio se acercó a su rostro y posó sus labios sobre los de Julieta, besándola, ella se sorprendió pero correspondió enseguida, nunca había experimentado una dulzura como la que sintió en los labios de Aurelio, era como si perteneciera ahí, los brazos del hombre rodeaban sus hombros y cintura, las lenguas bailaban en perfecta sintonía, era como si pertenecieran ahí, cuando el aire se hizo necesario juntaron sus frentes

—Perdóname, pero no pude contenerme, no sabes cómo esperaba sentir tus labios

—También yo, no te imaginas cuanto porque te amo Aurelio

—Yo también te amo Aurelio

—Yo también te amo Julieta, deseaba decírtelo desde hace mucho tiempo

—¿Y por qué no lo hiciste?

—Tenía miedo a tu rechazo

—También yo, temí que no me querías por ser ciega

—Nunca, te amo desde que te vi asustada en el bosque, encogida, ¿te acuerdas?

—Sí, cuando escuché tu voz mi cuerpo se llenó de paz en medio del caos emocional que tenía después poco a poco me fui enamorando de ti otra vez

—¿Otra vez? –preguntó sorprendido

—¿Tus papás no te han contado sobre nuestro romance infantil?

—Sí, ¿recuerdas algo de eso?

—Solo lo que mis papás me han dicho

—¿Y te parece si continuamos con nuestra historia?

—Sí –exclamó emocionada –claro que sí mi amor

—Entonces, ¿aceptas ser mi novia?

—Con todo mi corazón Aurelio

Él volvió a besarla y ambos disfrutaron ese momento tan esperado, con mucha esperanza en el porvenir y en esa operación que devolvería la vista a Julieta, ella se sentía segura, sintió que ahora sí había encontrado al hombre de su vida, aunque quizás desde los cinco años lo había hecho.

Aurelio estaba feliz de que Julieta le correspondiera pero ahora le faltaba una labor ardua: hablar con sus suegros, con Regina estaba confiado pero respecto a Manuel no se sentía muy seguro, una cosa era ser el médico de Julieta y otra muy diferente ser el novio, los padres solían ser difíciles en este aspecto, quería hablar con ellos lo más pronto posible y Julieta deseaba decirle que era la Reina del Piano ahora que se aseguró de que Aurelio la quería de verdad y como Dios estaba de su parte en ese momento apareció Mercedes anunciando que Olegario se encontraba en la mansión.

—¿Quién es Olegario?

—Mi agente

—¿Tienes un agente? ¿Por qué?

—¿De verdad no lo sabes?

—Julieta si lo supiera no te lo diría

—Está bien, te lo diré en cuanto Olegario se vaya –dijo suspirando

Segundos después apareció Olegario, se veía muy preocupado, saludó a Julieta:

—Julieta mi querida –dijo abrazándola

—Hola Olegario, no esperaba tu visita

—La verdad yo tampoco, pero era necesario

—Aurelio él es Olegario, mi agente, Olegario él es Aurelio mi médico y mi novio

—¿Tu novio?

—Sí, desde hace 5 minutos

—Esa sí es una sorpresa, mucho gusto doctor –dijo extendiendo su mano

—Igualmente –dijo Aurelio serio

—¿Qué puedo hacer por ti? –preguntó Julieta

—Julieta, ¿tú le dijiste a alguien más que venías aquí?

—No, solo lo sabes tú, mi ex novio y los empleados, ¿por qué?

Olegario sacó un periódico y leyó lo siguiente:

ATENCIÓN AMANTES DE LA MÚSICA, TENEMOS NOTICIAS DE QUE JULIETA SAMPAIO, LA ACLAMADA REINA DEL PIANO SE ENCUENTRA EN EL VALLE DEL CAFÉ, EN SU CASA DE VERANO CON SUS PADRES REGINA Y MANUEL SAMPAIO, NUESTRO CORRESPONSAL GUSTAVO OLIVEIRA, SIGUIÓ EL TRANSPORTE DEL PIANO DE LA REINA Y DESCUBRIÓ SU DOMICILIO, EN LAS PRÓXIMAS HORAS UN EQUIPO IRÁ PARA REUNIR MÁS DETALLES AL RESPECTO

Julieta se puso nerviosa y debió sentarse para calmarse, Aurelio estaba confundido, ¿cómo era posible: Julieta la Reina del Piano? Debía ser una broma

—¿En cuánto tiempo estarán aquí? –preguntó Julieta en cuanto pudo hablar

—En un par de horas, vine para prevenirte y despistar a los periodistas, por lo pronto tú deberías irte de aquí hasta aclarar la situación

—Gracias por avisar –dijo Julieta –Aurelio, te mereces una explicación, ¿podrías llevarme a tu casa para que podamos hablar?

—Desde luego