AHORA.

La casa estaba siendo re modelada de arriba abajo. Por fuera. Porque cuando entramos todos los muebles y los artefactos decorativos, eran todos viejos. No viejos porque se estén rompiendo, sino que no compaginaba con el estilo que la casa mostraba de afuera.

Thea se metió en la cocina.

-¿Quieres algo de tomar?

Gritó.

-Claro.

Dije algo aturdido mirando las fotos que reposaban sobre la chimenea. Una chimenea de ladrillos, con fotos de Chris cuando era chico. En una estaban Thea, y Jav. Sonreí.

-Esa la tomaron una navidad. Los padres de Chris siempre nos invitaban en navidad. Aquí es hermoso.

Me di la vuelta. Thea estaba parada un poco lejos, parece querer mantener la distancia. Me acerqué y tomé uno de los vasos que estaba sujetando.

-Me encantaría verlo algún día.

Thea tomó un trago.

-Chris me la dejó. Así que la estoy arreglando cada vez que puedo.

-¿Adentro no vas a redecorar nada?

Negó.

-Pienso dejarla tal y como es. Tal vez, aquellos muebles que tienen muchos hongos, sí.

Sonrió.

Algo está mal. Su cara, su forma de moverse... pareciera que la vieja Thea estaba gobernando su cuerpo ahora. Lo que me llevó a...

-Necesito hablar contigo.

Solté de repente.

El recuerdo de Chris muerto es algo borroso. Cuando sucedió yo no sentía tanta pena, miedo, y frustración como ahora. Thea fue la que más sufrió. Se conocían desde pequeños, y saber quién fue quien lo mató, es aún peor. Creo que eso fue lo que colmó el vaso para ella.

Thea dejó de mirar fijamente las fotos, dejó el vaso en una mesita y me miró con las cejas levantadas.

-¿No estamos hablando ahora?

Asentí con una media sonrisa.

-Quiero hablar de otra cosa.

Hizo un gesto que me indicó que prosiga.

-Quiero hablarte del día en que...-carraspeé-morí.

Sus ojos se agrandaron solo un momento, para luego dejar caer un poco su postura.

-¿Me vas a decir que es lo que estuviste haciendo estos dos años?

Negué.

-Ojalá pudiera. Creo que dije más de lo que me es permitido. Solo necesito que tú me escuches.

Levantó sus cejas.

-Siempre te eh escuchado.

Reí.

-La última vez, si es que mal no recuerdo, mi cabeza se estrelló con una pared, cuando te conté sobre mi hermano.

Revoleó sus ojos.

-A veces... me pongo un poco histérica, y enojada contigo. Bueno, poco no es un buen sinónimo.

Se dejó caer en un sillón.

-Prometo esta vez escucharte.

Froté mis manos, no esperaba esa respuesta. ¿Tal vez alguna otra pelea que nos llevara a la cama luego?

-Está bien...-carraspeé. Me senté en un sillón frente a ella-Antes de que el techo del lugar se caiga a pedazos... eh...alguien me sacó.

-Lo sospeché. Pero ¿quién?

Tomé aire. Tratando de encontrar las palabras.

-Bueno, no es desconocida. Fue... Esmeralda.

Sus ojos se abrieron y sus puños se volvieron piedras, pero luego se calmó.

-Esa... perra mentirosa. No hizo más que traernos problemas.

Asentí.

-Sí, pero me ayudó. De alguna forma u otra.

-¿La defiendes?

Negué con la cabeza

-No, claro que no. Créeme no hay otra persona que odie más a Esmeralda que yo. Bueno, tal vez Lander... en fin. Ella me sacó, me mantuvo a salvo, me llevó hasta mi hermano. Aunque suene lindo, no fue así, pero como dije, no puedo contarte mucho más.

La miré fijamente, listo para expresarme como un humano enamorado lo haría.

-Tuve esta oportunidad Thea. Quiero que todo salga... bien, quiero volver a lo que era antes.

-No puedes.

Dijo secamente.

-No digas eso. Sé que... me ausenté, y no tengo excusas, o bueno, sí las tengo, pero no puedo decirlas ahora. Tienes que creerme. Por lo que tuvimos una vez, tienes que ayudarme, tienes que estar de mi lado. Tienes que...

Me acerqué.

-Confiar en mí.

Sus ojos cayeron a los míos, y luego a mis labios. Mi corazón comenzó a latir como nunca antes, y supe que lo tenía que hacer. Así que lo hice.

La besé.

Sus labios se sienten húmedos, frescos, como tomar un vaso de agua en un día de calor. Suaves. Perfectos.

Primero trató de alejarme, pude sentir una fuerza que me asustó. Esa misma fuerza que yo tenía, que me hacía querer obedecerla y alejarme; pero apenas coloqué mis manos en su rostro y la empujé más hacia mí, se relajó y comenzó a besarme de la misma forma que yo a ella. Despacio, pero con fuerza. Comenzamos a besarnos con más rapidez, hasta que llegué a colocarme encima de ella. Con su cabeza sobre el apoya brazos del sillón. Un pequeño gemido salió de su garganta, y eso fue todo para que quisiera tener mucho más de ella.

Thea pareció querer lo mismo, porque sus manos empezaron a recorrer mi espalda, levantando el fino sweater, hasta que ya no estuvo más, dejando mi torso desnudo. Comencé a hacer lo mismo con su remera. Pero ella se dio media vuelta y me dejó a mí a donde estaba ella. Y volvió a besarme. Luego se separó un poco, me miró a los ojos, y ahí estaban esos hermosos ojos color tormenta que me vuelven loco. Acaricié su rostro, y besé la punta de su nariz.

Está claro que lo que más quiero es tenerla conmigo, pero no quiero apresurar esto. No me siento cómodo tomándola aquí en este sillón. ME siento sucio. Como si solo quisiera eso de ella. Y yo quiero más.

-Thea... por más que quiera esto. Quería pedirte una cita.

Una pequeña sonrisa se asomó, haciendo que mi pecho se hinchara.

Se levantó, acomodó su ropa, y me lanzó el sweater que había quedado en el suelo.

-Eres increíble.

Dijo, tomando su bolso.

-Lo sé.

Grité. Me coloqué el sweater, y corrí detrás de ella.

-El sábado a las ocho.

Dije, siguiéndola.

Se dio la vuelta.

-No.

Espetó. Y sin verla supe que la magia se había evaporado.

Antes de poder decir algo, sentí esa presión sobre mí, haciendo que me quede en mi lugar. La vi cómo se subía a su auto y desaparecía por la ruta.

Una vez no la vi más, esa sensación se fue.

A pesar de tener que llamar a Esmeralda para que me venga a buscar. Cuando el sol brillante salió de detrás de las nubes haciendo que me acariciara el rostro, supe que había encontrado una grieta en su muro invisible. 

Holaa les traigo otro capítulo... espero que les guste muucho mucho, si es así por favor dejen un comentario y su estrellita. Con una me basta para saber que les sigue gustando. <3 Saludoos.