3. Una unión que me corta la respiración
Nunca había tomado una cerveza en mi vida. Pero había visto gente borracha antes y sobre todo gente que se despierta con dolor de cabeza por haber bebido de más y sienten que están muriendo. Bueno no tome alcohol, sin embargo, mi cabeza, piernas, trasero y cuello estaban totalmente adoloridos.
Levante la mitad de mi cuerpo y toco mi cabeza, sentía como mi cabello estaba pegado a mi frente por el sudor. Baje suavemente tocando mis ojos, mi boca y mi cuello. Fue ahí donde sentí una energía electrificante que me hizo abrir los ojos. Mi cuello tenía una herida, no, es más bien una mordedura. Iniciaba a dos centímetros debajo de mi oreja y terminó en mi hombro.
Fue donde todo hizo clic en mi cerebro. Recordé como ese lobo me hizo gemir como nunca lo había hecho. Ese idiota tuvo sexo conmigo y lo peor es que fue mi primera vez.
—¿Despertaste?
Hablando del diablo.
Dante estaba usando una camisa holgada blanca, un pantalón negro y unas botas negras. Tenía una taza de café en su mano y se la llevaba a la boca con toda la calma del mundo; sin contar que su cola se movía con algo de rapidez. Casi le decía de dónde había conseguido una taza de café. Cuando quise decirle que se fuera de mi casa, no tuve que mirarlo todo para saber que no tengo una pila de almohadas en mi hogar. Otra vez estaba en su maldita mansión
—¿Qué carajo pasó ayer? —pregunte mientras miraba que otra vez tenía una camiseta de seda, solo que esta vez es de color lavanda.
—Lo que pasó es que tú, pequeño Omega. Tuviste tu primer celo y no me pude contener —Se acercó y con su mano me tocó delicadamente el cuello, parecía que estuviera revisando la mordedura, incluso la acaricio y yo le doy un manotazo por sentir una electricidad recorrer mi cuerpo—. Ahora estamos vinculados. —Casi pude escuchar un suspiro alegre. Eso se descartó al escuchar un gruñido de enojo como siguiente gesto.
—¿Qué ocurre? —Estaba atónito.
—¿No sabes lo que significa?
—¿Un vínculo de amistad?
—Si que eres un idiota completo.
—Oye más respeto, no fui el metió su pene en mi trasero.
—Pues eso no hubiera pasado si hubieras controlado tu celo.
Ok eso si puede ser culpa mía. Y eso que Lucas me regaló las pastillas.
—Mira.
Dante no pudo continuar, ya que Otus entró en la habitación seguido con el hermano de Dante. Que llevaba una camiseta de un grupo de Kpop que medio conozco: BLACKPINK; no solo lleva puesto una camiseta, unas gafas en forma de corazón y uno pantalón negro holgado que dicen: In your area de color rosa. Le diría que se veía algo raro, pero tengo miedo que me devore por su gran tamaño.
—Señor, su padre quiere verlo —Otus me mira por unos segundos antes de continuar—. Y a su vínculo también.
—Genial —Bufeo Dante pesadamente.
El lobo gris se tensó y se tronó el cuello para volver a mirarme. Tenía suerte de estar rodeado de almohadas, me sentía más seguro.
—Tranquilo, hermanito, papá no está enojado. Menos después de mostrarle mi atuendo para el concierto de esta noche.
—Enserio no entiendo tu fanatismo por esas chicas extranjeras que ni entiendes su letra —Abrí la boca al ver que Dante podía hablar con total normalidad sin mostrar sus colmillos.
—Silencio, no hagamos esperar a papá —Los ojos Levi pasan en mi— Tú también, ayer te escapaste, pero hoy no te salvas y en el camino te habla de por qué LISA es mi bias.
Sonríe algo incómodo mientras que Levi me tomó del brazo y me sacó de la cama para que caminemos juntos. Lo curioso es que vi como Dante sacó sus garras y mostró un poco sus colmillos cuando su propio hermano me tomó del brazo. Levi me estaba dando un resumen de BLACKPINK y enserio se puso a decir porque LISA es la mejor detallando toda su historia de forma rápida. Yo sonreí incómodamente mientras asentía con la cabeza. Estaba más concentrado observando la mansión, todo gritaba glamour y miles de dólares: decoraciones de la pared, la cerámica del piso, los muebles de calidad o cosas tan simples como cuadros debían costar más que mi vida; aunque debe seguro todo cuesta más que mi vida.
La voz de Levi era algo grave con un tono suave. Nada que ver con la voz de Dante, su voz es gruesa y grave. Es como escuchar a un rey, no dudo que se crea como tal. Otra cosa curiosa es que, si me dijeran que esos dos no son hermanos, me lo creería. El pelaje de Levi es completamente negro y solo hay tonos grises en partes muy específicas de sus brazos. Mientras que Dante en su mayoría tiene un pelaje gris con tonos oscuros sin llegar al negro.
Otus estaba delante de nosotros con los hermanos Neville a mis lados, me sentía como si tuviera mis propios guardaespaldas, solo que son Bestias. Todo estaba tranquilo. Hasta que Otus se detuvo y se puso enfrente de una puerta algo grande. La abrió y puede ver a un Lobo de pelaje negro dormido en una mesa. Entramos despacio y vi como toda la habitación estaba decorada de dibujos de gente posando de manera muy rara, imágenes de revistas y varias telas tiradas por todo el suelo. Al entrar lo hice con sumo cuidado de no dañar algo.
—Señor Albus, ya están aquí —Otus se acercó y tocó la espalda del lobo para que se despertara, puede ver cómo evitaba verlo a la cara.
Esté dio un gran bostezo que dejó al descubierto todos sus colmillos y se sobo el párpado izquierdo con delicadeza. Primero vio a sus hijos y después me vio, mostrando una gran sonrisa.
—Tú debes ser Ezra Mendoza, es un placer. Yo me llamo Albus Neville y dos de los lobos son mis hijos —Su voz no correspondía a su apariencia. Era igual de alto que Levi, tenía unos ojos verdosos muy bonitos, y una musculatura que se imponía al verlo. No era para menos si hablamos de toda una celebridad de la moda.
—Es un placer señor Albus —dije mientras intentaba sonar cortes.
—No por favor, solo llámame Albus, el señor Albus era mi padre —Se levante de la silla y se pone enfrente mío. Me sonrió y con algo de incomodada le respondí con una sonrisa. Acto seguido toca mi cuello para ver la marca se notaba en todo su esplendor—. Tal como dijo Otus, eres el vínculo de mi hijo.
—Hermanito no sabes lo feliz que me siento, a tus veinticinco años ya conseguiste Vínculo. Pensé que estarías solo tu vida —Levi pasó su brazo por el cuello de su hermano para acariciar su cabeza, a simple vista se nota que eso no le gusta a Dante.
—Si me disculpa señor... digo Albus, ¿Qué es el Vínculo?
Todos sin contar Dante me quedaron viendo algo sorprendido por mi pregunta. No es mi culpa que, en estos años sin ir a una institución educativa, nadie me haya contado que es el vínculo. Se que tarde o temprano un Alfa me haría suyo, solo que pensé que hacía referencia a embarazarme. Nada de vínculos.
—¿No lo sabes? —Me pregunto Albus, yo negué con mi cabeza—. Bueno en pocas palabras es el vínculo que tiene un Alfa y un Omega. La mayoría de casos se da por mordeduras, esta mordedura hace que ningún otro Alfa se pueda aparear contigo o pondría celoso a tu Alfa. Es decir que mi pequeño Dante es el único hombre con quien puedes estar por siempre y para siempre.
Me tomó unos segundos analizar todo. Albus sonreía al decir todo eso, pero no había nada en sus palabras que me dijera que estuviera mintiendo.
—Que alguien me sujete.
Mis piernas actuaron como primera respuesta, mi cabeza estaba dando vueltas y si no fuera porque Dante me sujeto, estuviera tirado en el suelo.
¿Cómo que estoy vinculado con Dante?
¿Por siempre?
¿Para siempre?
Yo quería conocer a alguien y formar una familia. No estar vinculado con alguien que no conozco, que no me cae bien y tiene síntomas de justiciero como Batman. No pedí esto y ese maldito lobo no tuvo que haberme mordido si sabía que esto pasaría.
Dante me sentó en una de las sillas, Levi me trajo un vaso con agua mientras que Otus y Albus estaban observando toda la situación.
—¿Ahora sabes lo que es un lazo, humano? —Dante se agacho un poco para estar a mi nivel y fue en ese momento en que vi sus ojos en donde exploté.
¡Todo por esos putos ojos!
—Hijo de puta.
Le tiré el vaso con agua en la cara con todo mi enojo. Acabo de ser maldecido para estar con ese idiota de por vida y todo por mi calentura, es que incluso cuando tenía su pene en mi culo no puedo morderse su brazo en vez de crear un vínculo conmigo.
—Eres un bastardo egoísta, como pudiste amarrarme contigo —Solté mientras le apuntaba con el vaso, tenía suerte que es de cristal.
—Oye, no tengo la culpa de que estuvieras en celo, normalmente me suelo controlar cuando pasa eso.
—Todavía tienes la cara de búrlate —Apreté los dientes y estaba a nada de romper el vaso para poder tener un arma blanca.
—¿Burlarme? Por favor, tampoco me siento agradecido por estar destinado con un humano tan incompetente como tú.
—¿A quién llamas incompetente?
—Al mismo humano que pregunte.
Es lobo muerto.
—No, no, alto a todo ese show. —Levi habló con algo de entusiasmo en su voz, seguía amenazando a Dante con el poderoso vaso de cristal, pero volteamos para ver a Levi—. Esto no es culpa de mi hermanito, ni tuya Ezra —Mostro una sonrisa de oreja a oreja—. Esto es destino.
—¿Destino? —Dante y yo lo dijimos a la vez, mientras que los dos adultos se sentaron como si lo nuestro fuera un espectáculo.
—Permítanme hablar del destino. El destino es cuando dos almas que parecen no tener nada en parecido, se encuentran y sin darse cuenta ellos formarán un vínculo inquebrantable que hará que ninguno pueda vivir sin el otro.
No sé si era mi enojo por Dante o porque Levi no me lo podía tomar en serio cuando toda su ropa está basada en un grupo de Kpop. Pero eso fue el concepto más idiota que escuchado.
—¿Destino? ¿Dices que Dante y yo es el destino? Eso es mentira, lo que Dante hizo fue una falta a mi intimidad.
—No fui yo el que me rogó para que calme su celo.
—Pero eso no te daba el derecho a crear un vínculo.
—¿Querías que te dejará gritando por ayuda?
—Nada de eso hubiera pasado si no hubieras aparecido.
—No hubiera aparecido si no te hubieras escapado de la mansión.
—Que imbécil
—Tu eres imbécil, humano.
—No me provoques, Lobo estúpido.
—Quieres que me ponga violento otra vez.
—¡Caballeros!
Me tensé un poco al escuchar el grito de Albus, hasta el momento parecía un señor calmado. Pero ahora me da miedo verlo a los ojos. Puede notar que no fue el único que estuvo algo alterado por esa actitud; Levi y Dante también evitaban verlo a la cara. Mientras que Otus estaba tan tranquilo tomando un café. ¿De dónde lo saco?
—Perdón por eso, saben que —Mira a Otus—, por qué no le preparas el desayuno a Ezra y supongo que también para Levi.
—Si, si no es mucha molestia —hablo Levi con algo de pena.
Antes de contestar a Albus, Dante le pidió a Otus que se acercara, le dijo algo en el oído y puede ver como ponía los ojos en blanco el búho.
—Enseguida, señores —Otus sale de la habitación seguido por Levi.
—Ezra ve con ellos. Yo tengo asuntos que tratar con mi hijo —Albus me mostro una sonrisa, pero tras escuchar ese grito, ya no se si es una máscara o si es una sonrisa de verdad.
—Si, gracias, Albus.
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Las Bestias no son tan diferentes a los humanos. Cuando se descubrió que un humano y una bestia formaron una familia, la gente comenzó a ver a las bestias más como un beneficioso que como una amenaza. Bueno esa es la versión implicada que me dio mi madre.
Con mis propios ojos puede comprender que las Bestias solo tienen cualidades mejores como ser más rápidos, tener visión nocturna o pueden volar; claro que todo eso depende de la bestia. También que muchos animales no están muy contentos al ver una bestia. Por ejemplo, puede ver como un gato casi muerde a una bestia perro.
Son tantas razones por las que las Bestias son queridas y aun así yo no podía querer a las bestias Lobos, en especial esa bestia lobo con pelaje gris.
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Salí de la habitación y rápido seguí a Otus y Levi antes de perderme en la mansión. Entramos en la cocina que sin exagerar era tan grande que fácil era del tamaño de toda mi casa. Me están dando celos estos lobos millonarios. Otus utiliza un mandil blanco y se puso a preparar el desayuno. Mientras que Levi me invitó a sentarme con él en unas sillas elevadas.
—Tranquilo, papá no matara a tu destino —Lo dijo mientras tomaba una foto con su teléfono.
—Si vuelves a decir destino, juro que cogeré un cuchillo y me cortaré la zona de la mordida.
Se reí algo tranquilo.
—Eres gracioso, Ezra, de todos se puede decir que eres mi favorito.
—¿De todos? —Estaba intrigado.
—Claro, de todos lo que ha traído Dante.
—¿Qué?
—Pues mi hermanito desde hace dos años, trata de encontrar al idiota que está traficando con Omegas y llevarlo tras las rejas. Hasta ahora solo ha encontrado secuaces inútiles que solo siguen órdenes por dinero.
Ok, no solo tiene síndrome de Batman, sino que en serio es un Batman lobo. Bueno solo que este Batman si tiene familia y no tiene artefactos que le ayuden en sus misiones. Sin embargo, un sentimiento de celos me golpeó al pensar en Dante rodeado de varios Omegas.
—Y ¿Qué pasa con los omegas?
—Bueno casi siempre solo logran secuestrar uno, por eso son muy escasos. Mi hermano lo salva, lo trae a casa y después le busca un refugio donde pueda estar a salvo.
Entonces ayer que desperté en su cama, Dante trataba de buscarme un lugar donde estar seguro. Bueno si hubiera empezado de esa forma en vez de interrogarme como si hubiera cometido un crimen, las cosas serían diferentes. Igual dudo que hubiera aceptado su propuesta, no me quisiera alejar muy lejos de mi trabajo y Lucas.
¡Lucas!
Mierda olvidé mi trabajo, busqué por mi ropa y para mí no sorpresa, otra vez tenía solo ropa interior y la camisa. Eso significa ningún pantalón con bolsillos y no sé dónde terminó mi celular para llamar a Lucas. Lo peor es que no se su número, recién ayer tenía un teléfono, es obvio que no me aprenda su numera tan rápido.
Me puse algo tenso. Tal vez el celular quedó en mi casa o tal vez Dante lo tiene. Se cual sea el caso, necesito ese celular y necesito comunicarme con Lucas.
—El desayuno está listo. —Otus pone en el comedor dos platos con el pan francés más apetitoso que he visto en mi vida. Lo tenía todo, se veía crujiente, tenía miel con canela y encima estaba espolvoreado con azúcar glas. Sin contar que también puso jugo de naranja fresco.
Tal vez Lucas pueda entender que no tengo tanta prisa.
Agradecí con Levi y le di el primer bocado al pan y juro que casi me desmayo del sabor. Lucas me suele dar tres comidas al día, pero son cosas simples y nada del otro mundo. Sin embargo, esto tampoco es del otro mundo; es de otra galaxia. Era una explosión de sabores que, si comiera esto todos los días, hasta me olvidaría que estoy enlazado con un lobo imbécil.
El pan no duró más que un minuto antes que me terminara, era tan bueno que casi le robo el pan de Levi. Suerte que él fue astuto y también se lo comió rápido antes que hiciera alguna maldad.
—Muchas gracias, serás lento para elegir un café, pero eres un maestro para la cocina —Bromeé mientras le entregaba el plato a Otus.
—Ese es mi deber en la mansión Neville, soy el mayordomo y como buen mayordomo debo brindar la mejor atención a todos los miembros. —Lo dijo en ese tono tan educado que me preguntaba si ese sería el tono con el que habla.
Antes que pudiera terminar mi jugo, Otus me entrega una pastilla blanca y me pide que me la tome. Tuve miedo de que fuera alguna clase de droga o peor, una pastilla para acabar con mi vida. Por los ojos de Otus puede ver que, si no me tomaba la pastilla rápido, él me la metería a la fuerza. Fue por eso que traje saliva y me tomé la pastilla.
—Otus es un mago en todo, en la cocina, en la limpieza, en la medicina, no podía ser más perfecto —Afirmó Levi—. Supongo que su único defecto es ser un Beta como yo, es decir que somos como todos los demás.
Nunca entendí cómo pueden despreciar a los Betas, yo quisiera ser un Beta y tener una vida normal, sin tener que tener esto del celo, o mucho menos tener un vínculo con alguien que apenas conozco. Deje a Otus lavando los platos y Levi viendo algo en su celular. Mientras regresaba a la habitación para preguntar por mi celular. Puede oír gritos que en su mayoría eran de Dante.
—¡Ni hablar! —Grito Dante con un tono algo frustrado.
—Tienes que hacerte cargo de tus responsabilidades —Mencionó Albus mucho más tranquilo.
—No le dijiste eso cuando Levi no fue a la universidad.
—Tú hermano me ayuda encargándose de la página web y él no se vincula con un omega.
Ok sabía que yo era la razón de la disputa. Y eso me lo termina de confirmar.
—Así que tendrás que hacerlo —Continúo hablando Albus.
—No pienso casarme con él...
Como si no me importara que esta no fuera mi casa, abrí la puerta haciendo un escándalo al abrirla. Estaba con los ojos como platos mientras observaba a esos dos.
—¿Casarme? ¿Con Dante?
Bueno no puedo decir que el Cupcake de cumpleaños no haya cumplido mi deseo. No sé si demandar por eso a Lucas o la organización de deseos, si es que esa cosa existe.
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