Capítulo 4: "ESCONDIDAS".

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Ridículo sentimiento de miedo, ¿miedo? Tal vez no sea esa la palabra.

El estómago se encoge, el pecho pica en molestas punzadas, los vellos de los brazos están alerta, aquellos músculos poderosos se vuelven temblorosos; enviando incómodas descargas eléctricas a todo el cuerpo, el pulso se acelera y a la vez quiere quedarse estático.

Si el cerebro que da las órdenes está confundido en enviar funciones ¿cómo dar el siguiente paso sin llegar al suelo?

D.Ph.

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Debe haber otro camino, cambiar el recorrido o atrasar un poco mi hábito.— imposible, mis rutinas a horario me hacen creativo y responsable.— sólo por esta vez, pienso que una idea justa a mis nervios es quedarme un tiempo prudente en la esquina, hasta que ella suba al auto.— nervioso. Esa era la palabra que buscaba, pero no puedo corregir mis escritos, no uso ningún tipo de borrador en ellos.—

— ¿despierto a esta hora?

Miro el reloj para saber porqué se sorprende y a penas son las 07:00am. Estuve toda la noche despierto.

— terminé una parte del proyecto.– me estiro y un bostezo escapa.

— te prepararé el desayuno, come algo y duerme un poco.

Luego de comer y dormir lo suficiente, mi madre me despierta dándome suaves toquesitos en el hombro. Almuerzo a las 14h.— mantenerme despierto hasta tarde, dormir por la tarde, almorzar tarde, atrasar mi rutina y salir por la noche de clases. Hoy haré todo tarde.—

Ya estoy aquí, los estudiantes salen y yo espero unos minutos.— diez para ser precisos y asegurarme de que ya se fué.— ella parece ser puntual, así que es suficiente tiempo para avanzar sin problemas.

Los nervios se agolparon en mi interior cuando vuelve a toparse conmigo, con la diferencia que ésta vez estamos unos pasos más lejos que las veces anteriores. Sus ojos y respiración cansada, un raspón en su mejilla que está variando de rojo a morado, mi bufanda en su cuello algo sucia.

— te la devolveré limpia.– sus labios se mueven lentamente dejándome entender cada palabra.

Me siento intranquilo con cada encuentro. Me está siendo difícil ignorar la situación, la veo empaparse, siguiente a eso pide lluvia, continuando con derramar lágrimas frente a mi, y ahora la veo lastimada; todo con esos ojos tristes. Hoy intenté evitarla pero aún así fui alcanzado.

— chicos éste es el penúltimo paso, están a un informe y una presentación de terminar el proyecto.

Me pregunto en qué momento los idiotas se rendirán con la carrera, porque no les veo interés por nada a esos inmaduros.

— marica, queremos que nos ayudes.– se acerca mi grupo.

Respiro profundo ignorando a los chicos, mientras intento ver el pizarrón frente a mi. No quiero parecer cobarde, pero espero que el maestro nos vea y los mande a sentar.

— envíenme por correo los detalles, les responderé por allí.

— te ves más marica que nunca cuando usas los lentes.– se ríe y otro me los quita de la cara.

— ¡hey!.– alzo la voz y hago puños mis manos.— esta será la última.

Advierto enojado. Rompen mis lentes de un pisotón y manteniendo toda la calma dentro de mí, empujo el hombro del que parece estar tenso con un golpe seco y letal.

— ¡mi hombro bastardo!.– grita a mis espaldas.

No queria hacerlo pero me sentí amenazado. Tolerar estas cosas es mi fuerte, pero también tengo un claro límite y hoy no es mi mejor día.

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¿Que les está pareciendo hasta ahora la historia?
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MV97.