Capítulo 25: "Embrujado".

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No puedo creer que no me haya dicho donde estaba residiendo. Es nueva en el país ¿y si la engañan y la secuestran por bonita?
Usé el viejo metodo para conversar con ella: el correo electrónico.

¿de modo que si recuerdas como usarlo?
A.

No seas gruñona, sabes que estuve ocupado por razones 0% cuestionables.
D.

Eso no te servirá, nos abandonaste.
A.

Pero llegué a cada fecha importante: navidad, año nuevo, cada cumpleaños, tu graduación adelantada como siempre y para celebrar la rehabilitación y reincorporación de tu madre a la sociedad.
D.

Suena la puerta y le pido a Atzin unos minutos para atender. Abro, y lo único que siento son brazos lanzándome al suelo.

— gracias.

Otra vez llorando. No le sacaba nada en cara, solo quería que recordara que no me había olvidado de nadie mientras estaba aquí.

— no llores.

— es que te extrañé demasiado. Me alegraba que llegaras, pero cada vez que te marchabas, deseaba ser tan pequeña para caer en tu bolsillo.

Me permití abrazarla hasta que su llanto se convirtió en sollozos, nos levantamos del suelo y entramos en el departamento.

— estaba preocupado ¿porqué te fuiste sin decirme si tenías o no alojamiento?- le di un vaso de agua.

— me molesté y necesitaba pensar.

— entonces...

Mi telefono sonó en una llamada, es mi madre, así que contesté de inmediato.

— ... no hago nada, dime... oh, está aquí conmigo.

Miré enseguida a la mencionada con desapruebo, ahora el enfadado soy yo.

— ...sí, todo bien. La regañaré en cuanto me cuelgues.– vuelvo a mirar a Atzin quien ya pretende escapar.

La sujeto del brazo cuando intenta abrir la puerta, y en el silencioso forcejeo termino por tomarla de la cintura alejándola de la salida, sin dejar de conversar animadamente con mi madre hasta colgar.

— ¿¡como es posible que no le avisaras tu llegada?!

— lo olvidé.

— ¿seguro eres la misma chica que adelantó sus años de estudio y tenía ofertas de trabajo a los 16 años en puestos importantes?

— por eso me gustas y me gusta estar contigo.– sus brazos cayeron a ambos lados de su cuerpo.— puedo ser normal cuando estoy contigo, es la única vez en que mi inteligencia no sirve para obtener ventaja.

Hasta ahí terminó el regaño. Luego de soltarla, me encaminé a la cocina para preparar la cena. Ella comenzó a buscar en los gabinetes para alistar la mesa en silencio. Un mensaje en su móvil la hizo sonreír como enamorada.

— eh.– llamé su atención.— ¿dejaste a alguien allá?

Ignoró cada pregunta que hice y evitó mirarme, giré un poco su silla a mi y dejé su teléfono bajo mi mano. Sonó el timbre de la puerta y ella corrió a atender.

— esto es para ti.– me extiende un tierno muñequito, ¿igual a mí hace ocho años?.— es un muñeco vudú, pero lo tendrás en tus manos mientras no te portes mal.

Había olvidado que tiene esta extrañeza. Siento un escalofrío, seguido de un grito terrorifico que finaliza en risas.

— ¡no hagas eso!.– regaño.

— sigues siendo el mismo.– golpea mi brazo con burla.— es un muñequito común, no le hice brujería.

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Ella tan graciosa y espeluznante.
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No se rindan, el siguiente será el último capítulo.
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MV97