08. Cohibido e inevitable beso: Trata de lo especial que se siente tenerte a mi lado.

La temperatura del lugar programada por el aire acondicionado no ha disminuido de los 21° grados. Kim es un hombre que disfruta de las sensaciones refrescantes en su oficina e incluso en su hogar. Una vez su secretaria puso una temperatura considerablemente alta para su gusto con la escusa de ser invierno. Esa fue una tarde bastante estresante porque no pudo concentrarse del todo.

Ahora que siempre se mantiene en su rango seguro... no comprende por que el inesperado calor que lo rodea no lo incomoda del todo. Oh claro. Tener a su novio a su merced mientras arremete contra su cuerpo no puede incomodarle en absoluto. Ese es un premio delicioso que ha sido ofrecido por el mismo chico que ahora gime entre sus brazos.

Tiene el rostro sonrosado por los movimientos desastrosos e impacientes. Los labios maltratados por tantas mordidas e innumerables besos de ambos. Los muslos marcados por su boca anhelante de su sabor. El cuerpo tembloroso por las olas de placer. La voz rota e inestable por los gemidos que se encarga de provocar. Y esos iris inundados en un llanto sumiso que lo vuelve loco.

—He... He intentado controlarme tanto—emite. Kim es un desastre de gemidos roncos por lo glorioso que se siente estar entre las piernas de su novio. —Pero no puedo hacerlo si me provocas de esta manera tan especial.

—H-He intentado que me folles en repetidas- ¡Ngh!... Repetidas ocasiones—Kim arremete otra embestida contra su cuerpo e inevitablemente se retuerce entre los morenos brazos. —Pe-Pero nunca lo notabas- ¡Ahh! ¡Idiota! ¡Eso duele! —el moreno recorre su cuello con su lengua de una mordida considerablemente fuerte pero no lo suficientemente profunda para enlazarse.

—Lo siento—. Kim no se escucha realmente arrepentido por sus acciones. Disfruta del chapoteo caliente que provoca el impacto de su pelvis contra la sensible entrada de su novio. Y por supuesto que ama escuchar a su novio gemir su nombre por sus movimientos ciertamente bruscos.

Algunos documentos yacen en el suelo sin ser tomados con la importancia que deben ser considerados. Las embestidas provocan que el escritorio se mueva constantemente al menos unas cuantas pulgadas. Los pantalones pegados de su novio se encuentran tirados sobre la alfombra de centro. Su blusa ha sido desabotonada por completo. Sus zapatillas coloridas han terminado en alguna parte escondida del lugar.

—N-No te animes demasiado—el tono quebrado del menor lo hace suspirar inconscientemente. —No queremos dar un show a tus empleados—. Y las risitas agotadas le contagian la felicidad.

—Eso es imposible si te tengo tan sumiso—dice. Sus manos aprietan las caderas del chico e inmediatamente el ritmo empieza a acelerar. —T-Te ves tan malditamente bien sobre mi escritorio.

—Per-Pervertido—el grito que lanza luego es digno de ser recordado por el moreno. Kim lo ha alzado entre sus brazos antes de recostar su pecho contra la madera fina de su escritorio. —Tae—el mencionado no responde. Kook logra verlo de lado e inmediatamente la imagen lo humedece. El hombre ha hecho sus cabellos a un lado descubriendo su frente. Es tan guapo.

Puede notarse el sudor sobre su cuerpo. Las gotas haciendo un recorrido por su pecho descubierto hasta los pantalones sueltos que no retienen el miembro caliente que vuelve a arremeter contra su culo. Su rostro es empujado contra el escritorio antes de que pueda reclamar por las acciones desesperadas del empresario.

—N-No anudes dentro—. Kim lanza un bramido en desacuerdo pero Kook vuelve a hablar. —¡N-No pienso quedarme en tu oficina por horas idiota! —su respuesta es una embestida fuerte contra su cuerpo. Las piernas le tiemblan antes de empezar a sollozar.

—Me pregunto que puede haber pasado con mi novio cohibido y que se avergonzaba con cada detalle de mi parte—el tono burlesco del moreno lo hacen bufar por un breve momento. No puedo callarse los sonidos morbosos aunque lo intente. —Aunque debo admitir que este lado atrevido y rebelde me hace perder el control—el menor siente un cosquilleo recorriendo su cuerpo al sentir el susurro contra su cuello. —¿Esperaste mucho por esto? —el tono meloso es esperado.

—E-Eres un tonto.

La oficina del CEO fue un refugio de gemidos e inestables sonidos por el encuentro pasional de los destinados. El ambiente estaba caluroso e inevitablemente cargado de feromonas. Kook quiso burlarse del rostro de Seulgi al salir de la oficina de su novio. No hizo esfuerzo por tratar de ocultar que estuvo cogiendo con su ex prometido por unas buenas dos horas.

—Ten una bonita noche Kang—el rostro de la mencionada se descompuso en una mueca desagradable que para su conveniencia no fue vista por el alto. —Aunque posiblemente esa la he tenido yo—. No es malo con las personas. ¡Si lo conocen bien saben que no es de esa forma! Pero esa chica realmente se lo ha buscado.

—¿Listo bonito? —Kim cierra la puerta de su oficina con el saco colgando en un brazo. Kook no tarda en colgarse de su brazo antes de suspirar por la tibia mano rodeando sus caderas.

—¿Podemos ir a tu departamento? —dice de pronto. Lo ha dicho tan alto que sabe que la secretaria ha escuchado claro. —No quiero estar solo—sus manos se pasean por el pecho ancho del alfa que se sorprende por la propuesta pero no duda en asentir.

—Sabes que puedes ir todas las veces que quieras—. Y el beso que le da su alfa es suficiente para sentirse complacido.

Kang Seulgi puede irse al demonio. Va a cuidar de su destinado con garras si debe hacerlo. 

El menor se aferra al moreno buscando esconderse inconscientemente tras su firme porte. El enorme lugar lo aturde con levedad ante tanto glamour e indiscutible formalidad establecida por todos los presentes. Puede escuchar el sonido de las copas chocando entre ellas. Las charlas de negocios entre algunos presentes. El efecto visual de toda la ropa elegante e incluso el fondo musical del piano que terminan por intimidarlo.

Han pasado al menos unos dos meses desde aquella vez en la que el CEO Kim Taehyung puso las manos sobre la cintura de su novio antes de hacer un desfile improvisado presentando al chico ante todo su personal. Kook supo de las intenciones del alfa pero no se opuso a sus decisiones. De alguna forma eso solo le confirmaba que el hombre no se avergonzaba de su noviazgo. Estaba bien que lo quisiera presentar ante sus empleados e incluso ante su odiosa secretaria de cabellos despintados... pero ahora siente que va a morirse de los nervios en esa asamblea de negocios. ¡Y va de la mano del mismo CEO! ¡Todos tienen sus miradas sobre ellos aunque intenten disimularlo!

—¿Te sientes mal? —el tono grave de su novio lo saca de sus pensamientos. Kim lo mira por unos segundos antes de hacer que suelte su brazo para abrazarlo por las caderas. —¿Vamos a tomar un poco de aire?

Kook se ruboriza por el tono preocupado. Aquello le ha calentado el pecho. —No podemos hacer eso Tae. Todos esperan cualquier movimiento para acercarse a charlar contigo—responde. El moreno resopla antes de soltarlo para verlo de pies a cabeza sin disimulo alguno. —¡Taehyung! —emite en un susurro escandalizado.

—Te ves tan precioso—dice. Puede asegurar que los cercanos han escuchado el comentario e inmediatamente han soltado risas por el momento dulce. —Estoy completamente seguro de que todos me envidian esta noche—. Kook se avergüenza ante la vuelta que el moreno le hace dar sobre su sitio para apreciarlo correctamente.

—Adulador—responde. El rubor no ha abandonado su rostro e incluso se hace fuerte ante el silbido travieso que le lanza el hombre. —Y-Ya es suficiente. Tus socios nos miran.

—Ellos pueden ver lo loco que me tienes—responde. El omega es acercado por la cintura antes de apoyar sus manos sobre el pecho amplio de Kim. Las caricias sobre su espalda le provocan cosquillas. —No sabes lo mucho que quiero gritar al mundo que tengo a mi destinado entre mis brazos.

Y para dar inicio a esta asamblea XVIII de la empresa Nintendo... invitamos a nuestro CEO a dar las palabras de bienvenida.

—Lo mucho que quiero decir que tengo a un chico precioso en mi destino—el susurro sobre su cuello lo estremece. —Lo mucho que lo amo y lo perdido que me tiene—el beso lo pone sensible. —Lo especial que es.

¡Aplausos!

—Y creo que debo aprovechar esas palabras de bienvenida para decirlo—el menor se alarma ante aquello. Es tarde cuando quiere detenerlo porque Kim lo suelta antes de dirigirse al escenario.

Kim se ve tan imponente subiendo al escenario hasta tomar el mando e inmediatamente eclipsar a todos con su presencia tan exquisita e inigualable. Todos se han ido acercando a su alrededor e intentando estar cerca al escenario donde el CEO estaba a punto de hablar.

Nadie esperaba que este decidiera ser un poco dulce con sus palabras.

—Es un honor recibirlos para celebrar otro logro en nuestras filas—el silencio se hace ante lo profundo del tono. —Nuestra empresa sigue creciendo gracias a su esfuerzo e indiscutibles mentes brillantes entre nuestro personal. Su entrega a sus responsabilidades es motivo de mis felicitaciones—. Kook no puede quitarle el mirar. —Y por eso quiero dar la bienvenida a todo el personal de esta gran casa insuperable. A nuestros socios que nunca han perdido su confianza en nosotros. A nuestros fieles inversionistas que siempre se encuentran dispuestos a esperar futuros proyectos. A nuestros colaboradores que nos tienen siempre primeros. Y finalmente... —el curioso mirar bicolor se posa sobre Kook.

Oh diosa Luna. No piensa hacerlo.

—A mi precioso destinado—los susurros no se hacen esperar. —El chico al que dedico todos mis logros... Y del que me he enamorado profundamente.

Los aplausos no se hacen esperar.

Fin.

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