𝟢𝟤. 𝖢𝗎𝗋𝗂𝗈𝗌𝗈 | 𝗣𝗲𝗻𝘀𝗮𝗿 🐸
02. Enorme curiosidad e impaciente actuar: Trata de lo mucho que estabas en mi mente.
El alfa hace chocar sus dedos largos contra su escritorio en un ritmo constante que solo pone nervioso a la confiable mano derecha del CEO de la gran empresa Nintendo Entertainment.
—Eres todo un caso Kim—el alfa vuelve a soltar un suspiro mientras revuelve sus cabellos por octava vez. —No puedo simplemente decirte. Es complicado.
—Claro—dice. El alfa se cruza de brazos haciendo marcar sus brazos tras su terno. —Debe ser complicado abrir la boca e intentar pronunciar un nombre. Totalmente de acuerdo contigo—. Hoseok bufa ante el evidente sarcasmo empleado en el tono de voz.
—Va a matarme si se entera de que le he dado su nombre a un completo desconocido—. Hoseok lo mira e inmediatamente se sorprende al ver la sonrisa disimulada en el otro. —¡Hablo en serio Kim! No me habló por casi un mes cuando le di su perfil de Instagram a uno de mis amigos. ¡Estaba intentando conseguirle una cita con un buen tipo! ¡Y a cambio estuve recibiendo su mal humor! No pienso ganarme su odio de nuevo.
—Hoseok—el nombrado observa la determinada mirada del moreno. —No creo ser un desconocido.
—Para ese chico lo eres—responde de inmediato.
—No por mucho tiempo—el hombre se recuesta en su gran silla verde antes de soltar un inconsciente suspiro ante el recuerdo. —Solo dame su nombre. Dile que he insistido de ser necesario.
—Pareces demasiado desesperado.
—Es un omega precioso—el moreno se pierde de tan solo pensarlo. Ha fantaseado con esas delicadas facciones e incluso se ha perdido en innumerables reuniones de solo pensar en las miles de formas posibles para tener a ese omega entre sus brazos. Nunca se ha sentido de esa manera con nadie. Ni con Seulgi en sus primeros meses de noviazgo. —Es realmente precioso.
El omega tararea al ritmo de un gracioso cha cha mientras bate la mezcla en el envase con un evidente entusiasmo. Puede oler el delicioso aroma de las galletas con coco rallado en el horno e inmediatamente se emociona por terminar la mezcla para el pastel que sigue.
—¿Horneando de nuevo? —el menor da un ligero salto en su sitio por el susto. Su amigo de radiante sonrisa ha ingresado al apartamento depositando la pesada cartera sobre la barra de la cocina.
—No me vuelvas a asustar... animal con patas—el omega resopla en su sitio antes de volver a ignorar al intruso. —Solo hago uno que otro postre—Hoseok no se abstiene de soltar unas fuertes risas ante lo dicho. —No encuentro lo gracioso.
—Es solo que... —el alfa se acerca a despeinar los cabellos sedosos del omega ante los bramidos graciosos del mismo. —No creo que seis cupcakes con abundante crema de colores—dice. —Doce galletas de coco en el horno—el omega lo mira mal. —Ese pastel de manzanas—observa el postre en la mesa. —... Y esa mezcla para otro pastel sean solo uno que otro postre.
—Espero que digas lo mismo cuando termine de hornear.
—¡Estaba bromeando! —el omega lo ignora volviendo a retomar sus deberes. No se siente realmente culpable. Disfruta de hacer postres cada que tiene oportunidad.
Hoseok rodea la barra de la cocina hasta desplomarse en el mueble con evidente cansancio. El otro voltea a darle una corta mirada antes de vaciar la mezcla al envase de metal.
—El jefe Kim debe ser bastante riguroso con sus empleados—dice. No es novedad ver a su amigo tan exhausto luego de regresar de la inmensa empresa en la que labora hace mucho tiempo.
—Lo es—. Hoseok confirma sin voz de reclamo. Solo es sincero. —Pero precisamente por ello es por lo que tiene el lugar que tiene.
—Pensaba que era herencia familiar—el omega saca las galletas del horno. —Oh Luna. Esto huele delicioso—el susurro es adorable. —Ya sabes. Los que reciben todo en cuchara de oro—el omega deposita los aperitivos sobre la mesa de centro.
—Absolutamente no—responde. —Fue un becario en su momento—el omega se sorprende ante lo dicho. —De hecho... estudiamos en la misma universidad. Tuvo que ganarse su puesto de alguna forma.
—No me esperaba eso—responde el menor. En el horno empieza a cocinarse la mezcla del nuevo postre. —Debe haber pasado mucho desde ello—vuelve a hablar. —Los ancianos son algo complicados—hace un gesto gracioso.
—Apenas ha llegado a la base tres—el menor casi tira los cupcakes al piso. —Tiene una gran habilidad para ganarse la confianza de las personas. Se hizo su propio camino hacia los altos mandos.
—Debe... ser un alfa poco agraciado entonces. —¡No puede existir un hombre tan perfecto!
—No puedo responder eso—dice burlesco. —Yo solo aprecio la belleza de los omegas—el menor lo mira feo. —Pero puedes averiguarlo por ti mismo. —¿Uh? Hoseok nota de inmediato la cara confusa e internamente se burla por ello. —Es el alfa que te tuvo como idiota toda la semana.
El rostro del aludido explota en todas las tonalidades posibles antes de poder controlarse. No puede ser. No puede ser.
—Te lo recuerdo mi estimado—Hoseok se aclara la garganta disfrutando del rostro impactado de su amigo. —No puedo negar que es usted un omega hermoso-
—¡No hables! ¡No hables! ¡No hables! —el omega corre de inmediato a tapar la boca del alfa. ¡Va a morir de la vergüenza en ese instante si el idiota de su amigo le recuerda ese bochornoso momento! —¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede-! —. El sonido de dos notificaciones interrumpe la mini pelea. —¡Puta madre! —el chico libera al alfa antes de correr hacia su celular. —¡Hoseok eres un idiota!
—Lo que digas—responde burlesco. Puede observar al omega intentar calmarse mientras desliza los delicados dedos sobre la pantalla de su celular.
Desconocido.
Buenas tardes.
Recibido 6:03 pm.
Espero no importunar ni incomodar.
Recibido 6:03 pm.
Solo le escribo para avisar que a pesar de las insistencias de mi asistente... No he podido evitar comprar algo.
Recibido 6:04 pm.
Considero irrespetuoso llegar sin nada que ofrecer.
Recibido 6:04 pm.
El omega hace una mueca en el rostro que no pasa desapercibida por Hoseok. El alfa se acerca de inmediato a curiosear.
Omega precioso.
Creo que se ha equivocado
Enviado 6:05 pm.
Desconocido.
No creo haberme confundido al agendar su contacto.
Recibido 6:06 pm.
Cielos.
Desconocido.
Hoseok me dio estos datos.
Recibido 6:06 pm.
¿No es usted el omega que vi la semana pasada en nuestra asamblea por Zoom?
Recibido 6:07 pm.
—Creo que me llaman—el alfa empieza a silbar nervioso intentando escapar. Lo han delatado de lo lindo.
—Vas a morir Hoseok—dice el omega entre dientes. Su rostro se encuentra tan caliente que no sabe si va a estallar en cualquier momento.
—Po-Por cierto... —interrumpe retrocediendo lentamente al menor acercarse con intenciones nada amistosas. —¿Crees que la cena alcance para tres? —el menor quiere matarlo. —Es que puede que por un ligero error... ¡Por cosas de la vida! Puede que-
El sonido de las notificaciones vuelve a interrumpir su intercambio de palabras. Hoseok suelta un suspiro aliviado por verse interrumpido. Salvado por la campana.
Desconocido.
Deduzco por su falta de respuesta que Hoseok no le ha comentado sobre mi visita esta noche.
Recibido 6:10 pm.
Espero no causar molestias.
Recibido 6:11 pm.
—Solo espera a que sea mañana para que pueda asesinarte con gusto —el nervioso hombre se toma del cuello con terror. —Debo ir a alistarme.
—¡Oh! Vas a ponerte bonito- Claro. V-Ve tranquilo querido amigo. Kim va a tardar al menos una hora en llegar—. Hoseok responde de inmediato al recibir la mirada furiosa del otro.
—No toques absolutamente nada de lo que preparado—. Y con ello sube las escaleras.
El hombre que lo ha tenido perdido va a venir a su departamento. Ese alfa va a llegar en menos de una hora a verlo. ¿Este no es otra de sus tontas alucinaciones?
Maldito Hoseok.
Omega precioso
¡No es ninguna molestia!
Enviado 6:15 pm.
Es solo que me ha tomado por sorpresa.
Enviado 6:15 pm.
Hubiera preparado algo elaborado de saber que iba a visitarnos. Lo lamento mucho :c
Enviado 6:16 pm.
Guardar contacto como:
Alfa apuesto
Guardar | Cancelar.
Alfa apuesto.
Me alegra mucho escuchar eso.
Recibido 6:17 pm.
Lo que menos quiero es incomodar a un omega tan bonito.
Recibido 6:17 pm.
Oh. Maldita. Sea.
El celular sale disparado contra las sabanas azules.
¿Una ducha iba a ser suficiente para calmar el horrible calor en su rostro?
El hombre suelta un suspiro por quinta vez mientras vuelve a acomodarse en el mueble e intenta ver el partido con Hoseok al lado. Hace exactamente unos ocho minutos que ha llegado al departamento con un costoso vino en manos e incluso un postre que posiblemente no iba a probarse porque la mesa estaba llena de dulces.
—Te vas a desinflar si sigues suspirando—dice Hoseok al escuchar el sexto suspiro emitido por el ansioso moreno.
—Lo lamento. Es solo que... —los nervios son notorios. —Me encuentro algo impaciente.
—Puedo notarlo—Hoseok suelta una breve risa antes de voltear a ver hacia las escaleras. —Oh. Por fin.
Al final de las escaleras se encuentra un chico nervioso que intenta con todas sus fuerzas no apartar la mirada del hombre presente. Ha empezado a cuestionarse si fue correcto elegir esa blusa vino o si el collar plateado le queda bien. ¿Los pantalones que se ha puesto hacen que sus muslos se vean gruesos?
—Lamento el retraso—el menor ha descendido finalmente las escaleras. Los nervios han aflorado por el intercambio de miradas e intenta acomodar algunos cabellos largos sobre su frente para disipar los cosquilleos. —U-Un placer—le ha costado mucho ofrecer su mano como saludo.
El hombre hace explotar sus emociones cuando lo ve acercarse otros dos pasos.
Es tan alto e indudablemente apuesto. Su porte firme ha cautivado por completo a su lobo. Sus cabellos ligeramente ondulados le dan un toque seductor precioso. Incluso puede asegurar que tras esas ondulaciones—seguramente provocadas por un artefacto de planchado—se esconden rizos graciosos. Y ese mirar... Puede perderse en esos luceros todas sus vidas posibles. Tiene un iris verde que le recuerda lo precioso de un bosque. Brillante como las esmeraldas que tanto prefiere. El otro iris tiene una tonalidad similar al chocolate. Tal vez no tan oscuro como lo percibe al inicio. Es como la tonalidad luminosa de una apetitosa almendra.
—Creo que me ha robado las palabras—. ¡Y su voz! Nunca ha escuchado un tono tan profundo e intenso como aquel. Solo sabe que en un futuro no le va a importar escuchar las vibraciones graves de esa misma voz mientras se recuesta sobre ese amplio pecho. —Su belleza no se compara a lo que pude apreciar anteriormente—. Y con ello el hombre toma su mano en un delicado roce. —Espero que podamos estrechar nuestros caminos... omega.
Los hormigueos en su vientre no se detienen luego del tibio beso sobre el dorso de su mano.
©lduhn2here.
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