Minho salió rápidamente de su salón para dirigirse al comedor.

—¡Maldita sea, Linorin, espérame!—gritó Changbin empezando a perseguir a su amigo, aunque el alfa mayor era más rápido.

Al llegar, Minho se sentó en la mesa más cerca de donde estaba Jisung, un Changbin agitado y cansado llegó momentos después.

—La próxima vez que corras... —Hizo una pausa más larga para tomar aire— te voy a cortar tu...— No pudo terminar, pues alguien lo abrazó por detrás haciendo que estuviera a punto de caerse.

—Hola Binnie bonito.—El coreano volteó encontrándose a Yang Jeongin, un omega rubio y bastante lindo para ser sinceros.

—No vuelvas a hacer eso, Jeongin, casi me parto la— Suspiró sin terminar lo que iba a decir para luego sentarse una vez por todas.

—Lo siento mucho, alfa.

El rubio se sentó a su lado casi como chicle pegado a un zapato.

—Yo los dejo porque voy a ir con el amor de mi vida.

Minho se paró de su asiento y se acercó sigilosamente a Jisung.

—Hola Sung, quería ver si podía sentarme contigo.—preguntó el alfa tímidamente.

—Oh, hola Minho, pensé que hoy ibas a comer con Jeongin... y con Changbin.— El Omega habló de una manera en la que parecía un novio celoso.

—No, no, esta vez no voy a estar con Changbin, quiero dejar que pase un rato con Jeongin.—El coreano estaba nervioso, tenía la duda sobre si Jisung estaba enojado o era su imaginación—. Sospecho que van a tener una cita.

El castaño lo pensó un momento, el pensamiento de que Minho y Jeongin tuvieran algo era muy tonto.

—Está bien, siéntate. —Accedió con una pequeña sonrisa, al parecer el "Jisung normal" había vuelto.

Cuando Minho se iba a sentar a su lado, Jennie llegó corriendo rápidamente empujando a él alfa.

—Lo siento, Minho, enserio no me fijé.—Una Jennie avergonzada se disculpó rápidamente.

El coreano no le creyó y solo soltó un gruñido retador a la alfa contraria, la cual no quería problemas por lo que no le siguió el juego.

Changbin veía todo lo que pasaba a lo lejos, y al notar lo que su amigo hizo fue rápidamente hacia donde estaba.

—Minho, creo que es mejor irnos.—Agarró a su amigo alejándolo poco a poco de la coreana, en cualquier momento iba a ir contra ella como un perro rabioso.

—Minho, Jennie no te empujó intencionalmente, no sé porqué te pones así.—Jisung defendió a su amiga haciendo que Minho se enojara más.

Se fue casi corriendo de ahí soltando feromonas que denotaban su enojo e irritación.

—¡Minho, espera!—Jeongin, que veía todo desde lejos, fue detrás del mayor para intentar calmarlo.

El Omega castaño solo volteó los ojos al ver eso. El momento era un mar de celos.

—Disculpen a Minho, es que tuvo un día pesado.—Changbin pidió perdón por parte de su amigo para luego salir corriendo a buscarlo a él y a Jeongin.

Minho, Changbin y Jeongin se encontraban en el parque.

Minho fue porque quería despejar un poco su mente, Changbin porque quería hacerle compañía a su amigo y Jeongin porque simplemente quería estar con Changbin.

—Me comporté como un idiota, ¿verdad? —Preguntó el coreano con un tono apagado.

—No.

—Sí.

Los dos coreanos respondieron cosas diferentes haciendo que se miraran fijamente.

—Digo, solo un poquito.—El único omega del lugar se retractó.

Minho sentía una fuerte combinación de sentimientos. Solo pensaba en que había arruinado las cosas con Jisung.

Tenía una larga lista de desamores que le habían terminado por lo mismo.

Y ahora había hecho pedazos sus oportunidades con el Omega que le gustaba por lo mismo.

Y era de esperarse. Jisung era un hermoso sol y él era como un rayo de lluvia.

—Minho, no te vayas a rendir por esto. Mañana pídele perdón a Jennie y listo.—Changbin intentó apoyar a su amigo, odiaba verlo tan decaído.

—No es tan fácil, Bin.

—Hazle caso a Binnie, Minho. Yo conozco a Jisung y sé que él comprenderá tu error.—Aconsejó Jeongin después de un buen rato estando de colado.

Le haría caso a sus amigos, se disculparía con Jennie y también con su lindo Jisung.