Capítulo I 🧡
Un día a la vez:
Entre las sabanas rosadas Blair se levantó y miro a su alrededor, había sido un sueño, no era una "hermosa escena" simplemente era una adolescente con el cabello enredado que se despegaba de la almohada babeada de la noche anterior. Saltando de la cama hacia sus pantuflas de sapito, corrió al baño antes que su hermana entrara antes que ella.
La lucha contra el poder era entre su hermana 5 años menor y ella, siempre había sido la hermana del medio: invisible y promedio, antes de esta lucha con la hermana preadolescente estaba su hermano mayor y éste aunque se había ido varios años de la casa cuando empezó a estudiar en la universidad. Su presencia siempre estaba alli: como si no se hubiera ido.
Ya aseada para desayunar bajo y miró la mesa redonda y llena de contornos para comer, donde estaban sus padres reunidos menos su hermana menor.
— ¿Y la idiota? —Preguntó Blair tomando una tostada y untándole mantequilla.
— Es tu hermana, se llama Beatriz no "la idiota"... y está en casa de tu tía ¿Acaso no te diste cuenta anoche cuando llegó tu tía?— Blair miro a su madre y le hizo un gesto de negación y siguió comiendo.
— Blair, tienes que ir a casa de tu hermano, tienes que llevarle unas cosas— comentó su padre y Blair arrugó el rostro y los miro con desagrado.
— ¿Por qué no va Betty?— se quejó haciendo pucheros.
—Betty tiene 11, tu eres la mayor.— le contestó su madre regañándola.
— Pero mamá... — le reprochó y la señora la miro con seriedad y arrugando la frente y haciendo berrinche acepto su deber subiendo a su cuarto a cambiarse molesta.
¿Por qué todo en esta casa lo tenía que hacer yo? Se quejó molesta y volvió a la cocina a ver los recipientes enormes de comida que le tocaría llevarle a su hermano.
(...)
Blair era la hija del medio, la que no resaltaba en un grupo de personas, la que no era mas inteligente o la que no era mas talentosa de su salón, simplemente era una adolescente que creía que todo el mundo estaba conspirando en su contra ya con apenas 17 cumplidos y que ya dentro de un año tendría 18 pensaba que por fin su vida se "arreglaría" cuando se mudara de casa, estudiaría publicidad y tal vez fuera la community manager de su propia empresa de diseño... pero no, esto sería muy grande para ella y solo se imaginaba en unos años estaría graduándose para trabajar en una oficina o de mesera por un sueldo mínimo buscando el amor en Tinder o en una aplicación igual de desesperante.
Ya imaginaba el final de su vida sin haberla vivido: una vida patética... nada que ver como se lo imaginaba cuando era una niña, a los 5 años pensaba que podía ser la reina del universo y gobernar a todos y castigarlos bajo el látigo de la justicia... mientras disfrutaba de ver Disney.
Su hermano Cole vivía a unas horas de casa, se había casado hace un año con una hermosa chica que no sabía lo patético y apestoso que era su hermano en realidad, Cole era 11 años mayor que ella, no era un hermano para jugar o compartir el autobus al colegio, siempre estaba alejada de él cuando era una niña pequeña, él ya era un adolescente en su propio mundo y con sus amigos, no había espacio para una niña con falta de atención.
— Blair, que agradable sorpresa—‐ dijo mientras abría la puerta del departamento tipo estudió, Cole era muy parecido su hermana Beatriz, de ojos enormes color avellana y piel rosada, con cabello rojizo y bastante atractivo de rostro, el rasgo que compartían Blair y él eran aparte del vínculo sanguíneo y la compatibilidad para ser trasplante de riñón eran los ojos avellanados y a pesar que Blair no se veía como era realmente, ambos eran bastante parecidos en los rasgos perfilados y atractivos. Arreglándose la corbata dejo pasar a la adolescente que miraba el pequeño estudio y lo miro a él escudriñándolo.
— Al menos este si esta limpió, ¿ Y tu víctima?– Se refirió a la esposa de su hermano con curiosidad y él sonrió.
— Te manda saludos, Anna es muy buena persona y sobretodo es limpia, no es una víctima —
— No hablo de ella, habló de ti: cochino — se quejo Blair y se sentó en una silla del comedor y jugueteo con las cosas que estaban encima
— ¿ como vas en clases? ¿Muchos problemas no? –Preguntó mientras abría la bolsa y sacaba los envases de comida.
— Aburrido, mis amigos aburridos... todo aburrido, ya quiero entrar en la universidad — se quejó apoyándose de la mesa, al menos era una charla amable con su hermano la que tenía y no las que acostumbraba tener de niña que era solamente ser la niña de los recados y mandados... justo como ahora, pensó mirando los envases en la mesa.
— La universidad también es aburrida, solo tienes que encontrar un buen grupo de amigos y pasarla bien.. ¿Sigues sin novio? ¿ o prefieres a las chicas? — pregunto guiñándole el ojo y Blair coloco los ojos en blanco.
— Mas bien mi vida es...: papas fritas, dudo que consiga un novio en este lugar, aquí solo quieren sexo y se olvidan de ti, al menos las papas fritas no te usan para satisfacer necesidades primarias — respondió arrugando la nariz
Para Blair una relación era un mito para ella, se sentía sola pero jamás conseguía a alguien que llenara ese vació, nadie la hacía temblar ni siquiera en la cama, sintiendo que el amor no había sido creado para ella o mejor dicho lo que asociaba como su romance ideal era con su almohada, simplemente era una realidad para ella en ese momento, desde el año pasado que había perdido la virginidad por una tonta apuesta con sus amigas, simplemente el amor no era algo que saliera de su boca, levantando la mirada hacia el retrato que colgaba en la pared de su hermano en la secundaría, algo llamo su atención.
Los mismos ojos, el cabello despeinado y una camiseta de nirvana gastada, al lado de su hermano, estaba ese muchacho de cabello largo con una guitarra acústica en su mano . Curiosa, antes de preguntarle por la fotografía el tema de la conversación se desvió en la comida y de como tenía que limpiar los topper para regresarlos o si no su madre no la dejaría entrar a la casa.
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