Alisson

-De acuerdo, de verdad que necesito darte clases acerca de cómo podemos ser los hombres para que no te vuelva a suceder lo mismo- trató de bromear Mike cuando escuchó todo lo que le conté acerca de lo ocurrido con Kyle

Ya habían pasado alrededor de dos semanas desde la última vez que hablé con él por teléfono, donde me terminó mandando a la chingada porque al parecer estaba con sus amigos. Aunque las cosas con mi hermano van mejorando, la idea de no tenerlo a mi lado es una carga para mí.

¿Dónde está el "siempre voy a estar a tu lado"? Cuando más lo necesito, huye y a pesar de que le di el tiempo del mundo para pensar: No veo ninguna respuesta de su parte,

¿Por qué tuve que enamorarme tanto?

-Ya es cosa del pasado. Sólo espero a el próximo domingo que será el juicio de mi hermano, pueda salir con bien y me libraré de todo esto- repliqué mientras me pintaba las uñas sin mirarlo a los ojos

En unos días volveríamos al nuevo semestre y la verdad no tenía ganas de ir debido a que ya todo el mundo sabe acerca de lo que pasó con mi familia.

Los chismes corren como agua y sé que es mejor que me vaya preparando para todas las miradas y molestias que voy a sufrir los primeros días.

Espero que con el tiempo lo olviden como siempre hacen con los chismes y así poder seguir mi vida. De verdad deseo que fuese así.

-Sé honesta. ¿Cómo te sientes, Alisson?- preguntó mirándome fijamente a los ojos, ya que sabía que estaba colocando muros para que no vea lo débil que todavía me sentía

-Estoy bien- dije evitando a toda costa el ponerme a llorar

Sí, había estado llorando mucho últimamente por todo. Descubrí que sobre prensar las cosas realmente puede matar tu felicidad

¿Pero cómo no pensar en todo? Son demasiados problemas y demasiadas cosas malas que me ahogan y no veo salida. A nadie le deseo este tipo de sentimientos y menos estar solo en ellos.

-Sólo dale tiempo a las cosas, respira- recomendó mi amigo al verme callada en respuesta a su pregunta y los ojos se me llenaron de lagrimas que no pude evitar soltar en cualquier momento

-Estoy muy vulnerable, no quiero volver a la universidad- sollocé cuando me arrojé a los brazos de Mike con mis lagrimas sobre mis mejillas.

Michael no dijo nada y seguí hablando hasta haber dicho la última cosa por más mínima que fuera pero que me asustaba por dentro y el chico simplemente se quedaba callado para dejarme ser, justo como solía hacer Kyle.

Mike soltó un suspiro cuando terminé con mi drama emocional de ahora.

Qué patética debo de estar viéndome.

-¿Quieres que te diga lo que pienso?-preguntó no muy seguro de su pregunta y lo miré asintiendo preparada para la pedrada que me iba a lanzar.

Michael solía ser muy directo y lo peor es que nunca se equivocaba cuando hablaba. Siempre era muy asertivo y podía ser hiriente cuando haces algo malo o estúpido.

Simplemente te dice todas tus verdades que no quieres saber.

-Puede sonar malo pero me alegro de que Kyle te haya demostrado qué tipo de persona puede llegar a ser. Te lo advertí y no quisiste escucharme pero ya te has dado cuenta de toda la verdad ahora- se explicó sin rodeos mientras sus brazos me rodeaban y miré hacia alrededor sin separarme

-Fui muy estúpida, Michael. Las cosas con él no siempre fueron de color rosa, fueron más oscuras que rosas y sin dudarlo lo seguí porque creía demasiado en él. Ahora puede resultarle tan fácil irse con otra chica y hacer como que nada pasó- protesté negando con la cabeza pensando en las mil maneras que el chico iba a actuar cuando regresemos a la universidad

Lo más lógico era que se iba a olvidar de mí como con todas hace y seguiría su misma maldita rutina para evitarme a toda costa.

¿Cómo tendría que actuar yo? Me queda claro que primero tengo que afrontar mi realidad general en la escuela y posponer lo nuestro pero enserio no sé cómo va a ser mi futuro y estoy aterrada.

-Sinceramente, no creo que encuentre a ninguna chica que lo ame como tú lo hiciste por más que se esfuerce- argumentó alzando una ceja y prosiguió antes de que pudiera replicar- Y tampoco va a encontrar a nadie como tú- aseguró al final.

Quería sentirme bien a causa de su comentario pero me fue imposible. Michael se quedó en mi casa, ya que mi familia seguía con el asunto penal de mi hermano y decidieron no meterme mucho en ello porque podría resultar afectada por todo el proceso.

Mi noche consistió en tener vino a cada rato e hicimos una especie de concurso de maquillaje para relucir mis ánimos. Debo de admitir que lo consiguió bastante pero no lograba estar feliz del todo, hablamos acerca de Kyle para desahogarme y de cómo es un idiota que no supo valorarme mientras comíamos un helado que no sabía que tenía en el refrigerador.

-Ya dejemos de hablar de la basura. Hay que ser honestos, su mejor amigo estaba más bueno que él- aseguró al final cuando nos fuimos a dormir: Él en el sofá de mi cuarto y yo en mi cama.

Era gay. Bueno, estaba como que quedando con Monse y ya no sé qué orientación sexual tiene pero no me incomodaba compartir cuarto con él.

-¿A cuál de los tres te refieres?-pregunté alzando una ceja y reí levemente por ello.

Él abrió los ojos como platos con obviedad.

-Alex Smirnov, obviamente- respondió al final y solté una carcajada negando

-Lamento decirte que está muy centrado con Andrea y no tienes oportunidad- aclaré entre risas y causando que el chico hiciera una mueca

-Lo sé. Lástima que no es gay, es mucha carne perdida- habló rodando los ojos y reí de nuevo para hacerlo sonreír- Así me gusta: Una Alisson sonriente es mejor que una Alisson triste.

-Eres mucho más para alguien que miente y engaña para crear escenas cada fin de semana y que sólo te hace sufrir- protestó después sin quitarme la mirada de los ojos

Iba a decir algo más pero el timbre nos sacó de nuestra conversación y suspiré diciéndole que bajaría yo para ver quién era y subiría con él después para dormir.

Bajé las escaleras pensando en quién podría ser y cuando abrí la puerta, mi corazón se hizo pedazos cuando me encontré con un Kyle completamente borracho frente a ella.

-¿Qué demonios haces aquí?- le espeté con el corazón latiendo a mil por segundo

Estaba de nervios y las piernas me comenzaban a flaquear otra vez de manera muy estúpida, que me odiaba a mí misma.

-Mañana es mi cumpleaños- habló con una sonrisa ladina para recordármelo y lo miré con horror.

-Vete al carajo- dije molesta a punto de cerrarle la puerta en la cara y puso la mano antes de que pudiera hacerlo.

No bajes, Michael, por favor no bajes.

-¿No irás mañana a la fiesta que mi madre me está organizando?-preguntó con un semblante confundido como si yo supiera de ese plan

-No. Largo de mi casa- le volví a ordenar sin querer dejarlo pasar más y para poder huir de todo. Sabía que después iba a estar llorando en los brazos de Mike mientras lloraba a moco tendido.

Sin embargo, Kyle se quedó contemplándome por unos segundos mientras yo me esforzaba por no mantenerle la mirada.

-¿Ya no me quieres?-me preguntó sutilmente haciendo una mueca seguida de su pregunta

Maldita sea.

-No. Ya vete- le dije mintiendo con el tono más cruel que pude hasta lograr que su mirada se pusiera delicada, dando a conocer que lo había herido.

Me sentí mal pero al momento me recuperé porque esto que él sentía no se compara a todo el dolor que me hizo sufrir en éstas semanas.

-Mientes- aseguró al final con seguridad y lo miré con sorpresa

Claro que miento pero no se lo voy a decir jamás.

-No lo hago. Kyle, estoy ocupada, así que enserio necesito que te vayas- le advertí con un tono de voz más fastidiado porque ya no podía soportar más su presencia sin querer tirarme a sus brazos de nuevo

-¿Por qué insistes en que me vaya? ¿Estás con alguien arriba?- me interrogó frunciendo el ceño con confusión al escucharme de nuevo con mi petición

Tragué saliva con nerviosísimo sin poder evitarlo.

-Sí, pero eso realmente no te importa- protesté rodando los ojos y quise tomarlo del brazo para hacer que se fuera. Sólo que el chico aprovechó la oportunidad para jalarme a mí y así poder estrecharme fuertemente contra su cuerpo

Me sorprendí por su acto y juro que por un momento me sentí el doble de aliviada de lo que nunca me había sentido en éstas pocas semanas. Me costó demasiado pero logré tomar la parte racional de mí y me alejé de él a como pude como si él tuviera alguna enfermedad que me pudiera contagiar con el tacto.

-No huyas- pidió con tristeza para intentar tomar mis manos otra vez pero se las negué a cada rato que lo intentó- Sólo déjame hablar, ésta vez no quiero pelear- aseguró

Yo solté una risita tonta.

-Oh, Kyle. Créeme que ésta vez no voy a caer- le aseguré yo ahora mientras negaba con la cabeza y el chico me miró con desesperación.

-Por favor, mañana es mi cumpleaños- volvió a recordar

-¿Y eso qué tiene que ver?-le pregunté con molestia en respuesta y tomó mi mano rápidamente aunque obviamente la quité.

No quería nada con él aunque por dentro me moría por sentirlo contra mí de nuevo.

Él mismo se lo buscó.

Las cosas podrían ser diferentes ahora, vaya que muy diferentes.

-No quiero ningún regalo de parte de nadie. Sólo quiero que me dejes hablar y con eso tengo el mejor regalo que me puedas dar- insistió sin quitarme la mirada de encima

Una parte de mí quería decirle que sí pero la otra que no.

Obviamente le dije que no.

No iba a acceder de nuevo. No iba a cometer el mismo maldito error con él.

Por eso, ahí fue cuando exploté.

-No, Kyle. Tú no estuviste en mis tiempos más oscuros y ya te he pasado bastantes cosas que nunca te tuve que haber perdonado. Tuve que haberte rechazado desde el principio y no sabes cómo me arrepiento por haber creído que valías la pena- le espeté queriendo demasiado poder herirlo con cada una de mis palabras

Cuando lo logré, no se sintió tan bien como yo esperaba porque cuando lo vi con los ojos empapados, yo también quería llorar.

-No digas eso- me rogó soltando una lagrima de sus ojos para caer sobre su mejilla y así fueron cayendo más

Cada una también iba acabando conmigo y no sé dónde sacaba el valor para sólo mirarlo y no hacer nada.

-Te diste cuenta tan tarde que ahora ya no siento lo más mínimo por ti- concluí queriendo lastimarlo como él me lastimó y soltó un gruñido

-¡Tampoco yo soy el culpable aquí!- se defendió con un grito ante mis palabras demasiado hirientes

Yo lo miré pacientemente pero con miedo por dentro.

-No vas a venir a hablarme así en mi casa- le advertí de mala gana

-Alisson, realmente pensé que tú y yo teníamos un lugar en el que ambos podemos ser libres. Tú lo sabes todo de mí y yo de ti, sé libre conmigo otra vez. Prometo no decepcionarte y prometo estar contigo en cada batalla que tengas- pidió con desesperación mientras trataba de acercarse a mí y yo retrocedía con mi respuesta segura

-No. Ya es bastante tarde para eso y no doy terceras oportunidades- respondí cruzándome de brazos atenta a lo que tenía que decir

Un simple perdón no iba a arreglar las cosas.

-Puedo ver en tu rostro que aún me quieres y la verdad, esto no es mi culpa del todo; Ambos dijimos que nos querríamos más de lo que cualquier persona podría hacer, pero tú querías ir cada vez más y más lejos que me aturdías, así que yo te decía que sí a todo con tal de que no hicieras tus típicos escándalos. Tú tampoco eres perfecta y yo no soy el villano por completo- habló queriendo llegar a un punto que realmente no quería saber porque tenía razón

-La parte más difícil es saber hasta dónde parar y ese momento es ahora- respondí con seriedad sin quitarle ahora la mirada

-Sabes que eso no es lo que quieres. Ambos destruimos lo que queríamos, así que ambos podemos arreglarlo- aseguró con una mirada de esperanza, a lo cual negué por completo

-Tuve muchos momentos increíbles y sí, como todos cometemos errores pero qué lástima. Hicimos un fuego demasiado brillante y lo apagamos por eso. Ahora nos queda ver cómo todo se va al carajo. La llama se ha ido, Kyle

-¡No es cierto! Ambos estamos cansados y enserio que desearía encontrar algo para empezar de nuevo.

-Las chispas se han ido.- le dije de nuevo sin quitar mi postura aunque me dolía en el alma por dentro

Estaba siendo de nuevo muy cruel pero enserio que se lo buscó.

Kyle me miró por unos segundos sin saber qué demonios decir para hacerme cambiar de opinión mientras yo lo observaba seria y expectante a cualquier cosa.

-Puedo estar borracho pero cuando te digo que enserio quiero que vayas mañana a la fiesta, lo digo de verdad- habló al final

Eso no era lo que esperaba.

-No tengo a nada qué ir- le dije encogiéndome de hombros

-Me amas y quiero que estés ahí. No me arruines el cumpleaños, ódiame todo lo que quieras después pero mañana al menos déjame verte porque te aseguro que no te voy a dejar en la escuela hasta que me hayas perdonado- habló en con seguridad

-Buena suerte con ello- le dije sólo a su última parte y tragando saliva porque todavía más problemas se venían a mí.

El chico bufó al ver que ya no tenía nada más que decir y terminó dándose la vuelta para marcharse de una vez por todas, no sin antes decirme que pasaría por mí de ser necesario por si no iba a su fiesta.

Ahí fue cuando todo mi mundo se derrumbó.

Ahora fui yo la que se puso a llorar y sentí los brazos de Michael abrazarme diciéndome que había hecho bien por no ceder tan fácil como siempre y que me apoyaba en todo. Mi situación no era fácil pero así me sentía.

Lo único que odiaba es que Michael siempre tuvo la razón y era incapaz de decirme "te lo dije". Me avergüenzo mucho estando frente a él por ello.

Sentí demasiado amor cuando vi el rostro de Kyle pero todas éstas heridas que él provocó no las puedo borrar.

Me lastima tanto que termino sin saber qué hacer o decir.