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1° Kim TaeHyung 99 puntos.

Myoui Mina 96 puntos.

3° Kim Min Gyu 94 puntos.

Logra leer en el enorme mural, su mirada cae y suspira. La clase del día fue cancelada y para variar no fue avisado. Presiona el papel que dejaron sobre su asiento, donde se puede ver un insulto y entonces está listo para marcharse.

95° Jeon JungKook 20 puntos.

Las celebraciones de aniversario se acercan, es por esto que no le sorprende las prácticas y como suele sentirse silencioso por estos días.

— JungKook — Escucha de un murmullo, solo siendo capaz de ver y escuchar sombras reír.

No es un buen día para correr, pero tampoco se siente preparado para lidiar con ello y de todas maneras lo hace, ocultándose en el salón de Artes.

Un pequeño taller que muchos suelen usar de excusa para saltarse algunas clases, y JungKook sabe y es consciente de su poco interés por el arte. Debido a que teme no ser bueno en ello.

Pero entonces decide darle una oportunidad, siendo atraído por una melodiosa sinfonía de piano. Suave y de un compás que le causa ligera alegría. No es sorpresa descubrir al perfecto Kim tocando lo que se asemeja a cantos del cielo. Lo observa a detalle, ve sus esbeltos dedos moverse apenas tocando las teclas en una especie de danza.

Y es tan dejado que rápidamente atrae la mirada del de cabellera castaña.

Ojos oscuros contrastando con el claro de su cabello. JungKook incluso pierde el aliento, sintiendo al corazón escapar del pecho y sus mejillas calientes por su reciente osadía.

Oculta su rostro entre algunos anaqueles, viéndolo reír muy lejano a su dirección. Una sonrisa pequeña dirigida a Mina y a los halagos que recibe.

"Que esperabas es el número uno" — Se consuela.

— Es Jeon JungKook ¿Cómo se atreve? No debería dar un paso sin sentirse avergonzado.

— Jeon, el que robó el examen. Es tan injusto.

— Como si no fuera suficiente, su familia se enriquece con los impuestos. Deberían echarlo.

Logró escuchar entre la multitud que antes aplaudía. De pronto todo se sintió abrumador. El mismo TaeHyung se puso de pie, el pelinegro sintió el aire faltarle, sofocandose con las innumerables voces murmuradas.

Adentrándose — en un intento de escapar — a los estantes llenos de pinceles y tallados hechos de madera. Donde estaban las acuarelas y pinceles, hasta las herramientas para el tallado.

Por otro lado estaba Taehyung, el cual tocaba frente a la multitud que le gustaba alabarlo, frente a todas esas personas que veían a Kim y no al pianista, veían su rostro y de inmediato asociaban el espectáculo que sería verlo ser bueno en algo más que ellos no.

Su mirada siendo atraída por unos ojos claros y avellanados, aquellos que miraban sus manos moverse, que se movían en son de la música, cerrando los ojos entre tantos, escuchando la melodía que el propio disfrutaba y sonrió por puro instinto al solo verlo balancear la cabeza y tararear la melodía.

— Oh, es Jeon JungKook — Señala y un gesto de disgusto llamando la atención del castaño.

— ¿Jeon? — Pregunta Kim, observando al azabache ocultarse en los estantes — ¿Quién es? — Pregunta verdaderamente curioso de la sorpresa en los demás.

— Jeon, el que robó el examen. Se rumora que su madre lo ha hechado de casa y si no tiene nada ¿Qué valor tiene? — El rostro de Taehyung se vuelve serio, observa a HiSoa frente a él sonriendo mientras juega con su cabello.

— No creo que sea un articulo para presumir de un valor — se ríe y entonces la deja pensativa.
Sola, entre aquella duda en la mirada despreocupada del castaño.

Con pasos firmes y es que no duda un segundo en acercarse al pelinegro, es entonces que lo ve extender sus manos y toma antes que él — en un gesto rápido — las cuchillas del tallado.

— Voy a usarlas — Se apresura a decir sin pasar desapercibida aquella mirada triste, perdida. Unos ojos claros que lo miran y luego ven sus manos.  Y luego un — Te lastimaras — que no se atreve a pronunciar.

JungKook se encoge, pensando en que no está listo para llorar frente a un total desconocido. Intenta hablar, pero entonces sus ojos se nublan y empieza a sentir su garganta secarse y las gotas frescas resbalar por sus mejillas.

— Yo- yo no robé ese examen.

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