Jimin negó con la cabeza al ver a Taehyung acercarse, con los brazos cruzados y el ceño fruncido. 

Parecía completamente despreocupado, luciendo radiante como si no fuera el mismo que esa mañana había mostrado una vulnerabilidad que él jamás imaginó. Recordar la escena le arrancaba una mueca involuntaria de disgusto.

"Maldito ojo alegre" pensó con fastidio, mordiendo su mejilla interna y suspirando por milésima vez en el día, ni siquiera había llegado a su primera clase y ya estaba haciendo corajes.

— Tu mochila —dijo Taehyung, entregándosela con una sonrisa que dejaba claro que, al menos esta vez, intentaba no llamar demasiado la atención. Jimin tomó la mochila con un asentimiento rápido, poniéndosela al hombro.

— Y tu desayuno —agregó Taehyung, sacando un tupper que había preparado para él.

— No hacía falta —respondió Jimin con voz seca.

— Sé que no. — lo detuvo — Pero me molesta que no comas y tu mamá me pidió que te vigilará. — respondió Taehyung, encogiéndose de hombros como si le estuviera haciendo un favor. Estaba claro que trataba de lucir despreocupado y hasta "genial", pero Jimin no podía evitar recordar las palabras que había dicho esa misma mañana.

Recordó el tono de voz serio y casi derrotado de Taehyung cuando mencionó lo mucho que lo había lastimado de niños.

"Sé lo mucho que te jodió todo lo que hice. Si yo fuera tú, también me preferiría muerto."

El recuerdo le hizo latir el corazón un poco más rápido de lo que quería admitir. ¿Por qué habría dicho algo así? ¿De verdad pensaba que su presencia era una carga? Tal vez solo estaba recién despierto o, como le gustaba pensar, simplemente decía tonterías sin pensar. 

Pero esas palabras no dejaban de rondarle la cabeza.

— ¿Dejaste a Albertano en el piso? Le dejé comida suficiente y su programa de animal planet

Taehyung soltó una risa corta y asintió. Sin embargo, la expresión de Jimin seguía seria, estaba claramente molesto

—¿Estás enojado conmigo? —preguntó Taehyung, inclinándose hacia él con un gesto de preocupación.

Jimin arqueó una ceja. —¿Y por qué debería estar enojado contigo?

—No sé, por eso te pregunto. ¿Lo estás?

Jimin entrecerró sus ojos levemente, mirándolo detenidamente mientras negaba, solo suspirando porque no podía seguir así. — Taehyung...

— ¿Mhm?

— Sobre... lo de la mañana...

— Te dije que no hablaras de eso —lo interrumpió Taehyung, desviando la mirada y arrugando los labios en una mueca. — Fue solo un momento de debilidad. Estábamos hablando de la escuela y me puse sensible, ¿no te pasa también a ti con tus propios problemas?

— Sí, pero no es lo mismo. —Jimin negó, cruzando los brazos. — Hablabas cosas que me dejaron preocupado, ¿entiendes?

La expresión de Taehyung cambió, volviendo a esa mirada coqueta y despreocupada que tanto lo irritaba. —¿Ah, sí? ¿Te preocupas por mí?

— En que no tenga que perder mi tiempo dando explicaciones de tu muerte.

— Jimin...

— Ya, ya. Cállate.

La risa de Taehyung era contagiosa, y aunque Jimin intentó mantenerse firme, no pudo evitar sentir una chispa de algo más cálido. Aún así, se obligó a mantener su cara de fastidio. 

— No me refería a que quisiera morir —explicó Taehyung, todavía con una sonrisa en los labios— Solo estaba... imaginando. Si nunca hubiera estado, tal vez tú habrías tenido una vida más tranquila, sin tanto que aguantar.

— ¿Puedes dejar de decir esas estupideces? — soltó Jimin, ahora sí visiblemente molesto.

Pero Taehyung parecía más entretenido que arrepentido. — ¿Y qué puedo hacer para quitarte el enojo? —susurró, alzando la mano con lentitud hasta que sus dedos rozaron suavemente un mechón suelto del cabello de Jimin, apartándolo tras su oreja con una caricia lenta. Su dedo índice recorrió la línea de su mandíbula hasta detenerse en su mentón, dibujando un pequeño rastro de calor que Jimin apenas podía ignorar

Jimin reaccionó con un manotazo, apartando su mano de inmediato. —Taehyung, si sigues con esas, te vas a dormir afuera esta noche.

—Está bien, me callo. —rió Taehyung, rió, pero siguió hablando. — Te aviso que hoy en la tarde voy a salir. Te dejaría las llaves del carro para que te vayas solo, pero aún no te he enseñado a manejar —dijo Taehyung con una sonrisa divertida mientras se apoyaba en el muro, mirándolo con descaro. —. Así que, saliendo de aquí, te llevo al apartamento y luego me voy.

— ¿A dónde vas? —preguntó Jimin, intentando sonar desinteresado, aunque su mirada traicionaba una pizca de curiosidad.

Taehyung se encogió de hombros con aire despreocupado.

— Tengo un compromiso con alguien.

— Mhm.

— No es una mujer —añadió Taehyung, mirándolo de reojo para captar su reacción.

— ¡¿Y a mí qué me importa si es mujer o no?! —exclamó Jimin con el ceño fruncido, apretando los labios para evitar decir algo de lo que luego pudiera arrepentirse.

Taehyung alzó una ceja, claramente divertido.

— Tampoco es tan lindo como tú —soltó con una sonrisa ladeada

Jimin bufó, poniéndose rojo, pero fingiendo que no le afectaba.

— Eso me importa menos —replicó, esforzándose por sonar indiferente—. Tú... uhg, ¿siempre le dices eso a todos? Eso es tan...

— ¿A todos? —Taehyung se inclinó hacia él, acortando la distancia entre ellos—. Solo a ti, Minnie

El uso de ese diminutivo hizo que Jimin se tensara y se sonrojara aún más, aunque rápidamente trató de recuperar la compostura. 

Claro, no iba a darle el gusto.

— Albertano y yo vamos a estar en el apartamento entonces —dijo, tratando de cambiar de tema de forma brusca—. Recuerda que después de las once se cierran las puertas del edificio.

Taehyung asintió, todavía con esa media sonrisa que parecía querer decir más de lo que Jimin estaba dispuesto a escuchar.

— Mhmj, ya lo sé. ¿Necesitas que les deje algo? 

— Nada. Nada, ya vete — respondió Jimin, agitando una mano para ahuyentarlo.

Taehyung dio un paso hacia atrás, sin perder el contacto visual.

— ¿Entonces ya no estás enojado conmigo? —preguntó con una dulzura que, a pesar de todo, parecía genuina.

Jimin apretó los labios, luchando por contenerse.

— ¡Ya vete! —exclamó al fin, sintiendo que si seguía mirándolo de esa forma, podría bajar la guardia de más.

Taehyung se rió con esa risa despreocupada que le encantaba y exasperaba a Jimin al mismo tiempo.

— Jimin, eres tan adorable. No puedo...

— No, no lo soy —respondió Jimin rápidamente, alzando la barbilla para reafirmar su postura — Tú, en cambio, eres un insoportable. Ahora sí, por favor- ¡ya vete!

Taehyung, aún riendo, levantó las manos en un gesto de rendición, pero no sin antes lanzarle una última mirada traviesa.

— Te escribo cuando llegue a casa, ¿sí? No me vayas a extrañar.

Jimin rodó los ojos, tratando de parecer indiferente.

— Ni te topo 

Taehyung soltó una risa baja, claramente complacido por la respuesta, y finalmente se alejó, subiendo al auto. 

Jimin se quedó mirando mientras el auto se alejaba, sin poder evitar una mezcla de frustración y una pequeña, casi imperceptible, sensación de vacío. 

Taehyung realmente sabía cómo ponerlo nervioso, de buena o de mala forma.

Pero no podía evitar que en sus palabras hubiera verdad

Si estaba preocupado por el

Y probablemente, iba a extrañarlo estas horas, solo porque no iba a poder seguir hablando con él sobre todo aquello.

Era buen conversador, si era honesto

Y gracioso, tenía que aguantarse la risa porque no iba a darle el gusto de hacerle saber que rió por algo que dijo

Pero, muy en el fondo, así era

Le gustaba pasar tiempo con él

Y quizá la plática de la mañana somo le confirmó la misma idea que rondaba su cabeza desde hace más de una década

— Si Taehyung y yo hubiésemos sido amigos... esto sería más fácil para mi.

En el fondo, una pequeña parte de él quería creer que Taehyung hablaba en serio, que realmente sentía el peso de su pasado. 

Tal vez por eso sentía algo de ternura por él, aunque aún no estuviera dispuesto a admitirlo.

No se refería solo a sus problemas familiares.