Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

...ᘛ⁐̤ᕐᐷ cuy cuy 05

Taehyung esperó los cinco minutos exactos, con un pie moviéndose nerviosamente mientras veía al pequeño Albertano en la jaula del asiento del copiloto. El cuy parecía mirarlo con una mezcla de impaciencia y algo de juicio.

"Ve por él", parecían decir sus ojos redondos, todo eso te dijo el cuyo mi amor?

— Está bien, voy — murmuró Taehyung, suspirando y bajándose del carro.

Se abrió paso hacia la entrada del museo, su andar decidido y la mandíbula tensa. No le gustaba ser dejado en segundo plano, menos cuando él había hecho el esfuerzo de llegar puntual. 

Así que, con la determinación de alguien que no iba a dejar pasar la oportunidad, se adentró en el lugar y buscó a Jimin pareciendo un novio tóxico.

Para su alivio (o frustración), lo encontró donde lo esperaba, aún sentado con Hoseok, ambos conversando y riendo despreocupadamente. Taehyung sintió una punzada de irritación, pero respiró hondo, tratando de reprimirla. Aún así, no pudo evitar sentirse como un intruso en ese momento.

— ¡Hobi! ¡Cuánto tiempo sin verte, amigo! — exclamó, con una sonrisa amplia que asustó a Jimin por la repentina aparición.

— ¡Ooh, Taehyung! — Hoseok sonrió, sorprendido. — ¡Desde enero que no te veo! Dios, ¿cómo estás? ¿Y los chicos?

— Ellos bien, yo... más o menos — respondió con una ligera sonrisa, pero rápidamente pasó al grano. — Necesito robarte tu compañía un par de horas, ¿no te molesta?

— Nah, es más, ya nos íbamos — replicó Hoseok despreocupadamente, mirando a Jimin que lo miraba con pura indignación. 

— Me alegra saberlo — Taehyung sonrió de nuevo y añadió, con un tono cortés. — Nos vemos por ahí, Hobi, ¡adiós!

Antes de que Jimin tuviera tiempo de procesar la situación, sintió la mano de Taehyung envolviendo la suya, helada y desprevenida. El contacto lo tomó tan por sorpresa que, cuando escuchó el "vámonos" de Taehyung, ya estaba siendo levantado de la banca, arrastrado hacia la salida.

— ¡Oye! — protestó, medio tropezando, mientras veía cómo Hoseok se despedía de él entre risas burlonas, completamente ajeno a su pequeño calvario.

Afuera, el aire fresco no ayudó a calmar su irritación. Taehyung lo soltó justo al llegar al auto, abriendo la puerta del copiloto y señalando hacia adentro.

— Mira, ¿ves quién te vino a visitar? — preguntó Taehyung con una sonrisa.

Jimin parpadeó, confundido. — ¿Ah? ¿Quién?

— ¡Albertano! — Taehyung hizo un ademán hacia el cuy, como si estuviera presentando a una celebridad. — Súbete ya, en el camino encontré una tienda de animales buena

Jimin soltó un suspiro de exasperación, cruzándose de brazos. — No, espera. ¿Subirme a un carro... contigo?

— Sí, ¿y? — replicó Taehyung como si fuera la pregunta más ridícula del mundo.

— No confiaría mi vida a alguien como tú — Jimin respondió tajante

— Mhm, está bien, lo entiendo. — Taehyung asintió, como si realmente lo aceptara, quitándose el cinturón de seguridad y tomando la jaula con Albertano. — Pero él cuy no creo — se refirió al cuyo

Con la misma rapidez con la que había agarrado su mano antes, Taehyung tomó la muñeca de Jimin y, antes de que este pudiera objetar, lo empujó hacia el asiento del copiloto de un tirón. El movimiento brusco hizo que Jimin se quejara y lo insultara entre dientes, pero no fue suficiente para detener a Taehyung.

— Ponte el cinturón — ordenó, mirando hacia adelante.

Jimin no respondió, eligiendo en su lugar abrocharse el cinturón y poner la jaula de Albertano sobre sus piernas, como si el cuy fuera su salvavidas emocional. 

Los siguientes diez minutos transcurrieron en un silencio tenso, solo roto por el suave zumbido del tráfico.

— ¿Estás enojado? — preguntó Taehyung, sin apartar la vista de la carretera.

— ¿No lo estarías tú si un extraño te mete a la fuerza a su carro? — Jimin replicó, su voz cargada de sarcasmo.

— Pero no soy un extraño.

— Sí, eso es peor, creo.

Taehyung apretó los dientes, su paciencia agotándose. — Jimin, ¿podemos hablar? Como adultos, no como el niño berrinchudo que siempre eres.

— No.

— Ah, claro, tú me odias por algo que pasó hace más de una década — soltó Taehyung, su voz cada vez más tensa — ¿Por qué iba a pensar que serías un adulto maduro?

— Lo dices porque tú fuiste el niño idiota que causó todo, no yo. Yo no tengo la culpa de tus problemas y mucho menos me importa seguir odiándote por eso.

Las palabras de Jimin eran como cuchillas afiladas, y Taehyung no pudo contenerse. 

Frenó el auto con un golpe seco cuando se dio cuenta que el semáforo cambió a rojo repentinamente, forzando a Jimin a agarrar la jaula para que no se cayera. El cuy soltó un chillido suave de queja cuando fue a parar hasta la otra esquina de la jaula, Jimin se quedó callado y cuando sus ojos trataron de cruzarse, el simplemente dirigió la cabeza a la ventana, ignorando su pesada mirada

El menor solo suspiro sin hacer nada más que solo mirarse en el espejo retrovisor, pensando, pensando mucho en todo lo que contenían sus palabras

Lo sabía, fue un niño malcriado, insolente, malvado y horrible, claro que lo sabía

Pero él no era una mala persona

¿No es así?

— Ya está en verde — fue todo lo que logró decir Jimin.

Taehyung soltó un suspiro, volviendo a concentrarse en la carretera. El auto reanudó su marcha, pero el silencio que quedó era casi ensordecedor, cargado de palabras no dichas y emociones reprimidas.

— No pelees frente a Albertano, se va a traumar — murmuró Taehyung, con un tono que intentaba ser ligero pero no lograba esconder su vulnerabilidad.

Jimin no respondió. Ambos se limitaron a observar el camino, sumidos en sus pensamientos, mientras el pequeño cuy descansaba tranquilamente en el regazo de Jimin comiendo apio, completamente ajeno a la tormenta emocional que se daba a su alrededor.



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro