Muy temprano en la mañana, Víctor se sorprendió como un permiso de salida le recibía en su escritorio junto al rostro sonrojado y nervioso de Yuuri frente a él. Miro el papel y luego volvió a mirar al japonés que pese a la fija mirada que su jefe ponía sobre él, no desvió su mirada.

—N-necesito tres días libres —pidió, Víctor siguió viéndolo fijamente, el pecho de Yuuri se aceleró pero estaba determinado a no echarse—. Sé que es importante mi presencia y que es una solicitud que he realizado en un tiempo muy escaso, pero esta semana no hay muchas pendientes, además he dejado su agenda preparada para el resto de estos días... y h-hay un par de cosas importantes que necesito hacer, así que por favor le pido me conceda estos tres días.

Hizo una reverencia a escasos metros del escritorio de Nikiforov, quien le observo sin decir palabra alguna, razonando por un momento hasta suspirar pesadamente.

— Está bien, no hay ningún problema.

Yuuri alzo la vista, sorprendido, pero luego una sincera sonrisa se posó en su rostro dejando un sentimiento extraño en el pecho del ruso, este nuevamente hizo una reverencia en agradecimiento para dirigirse a su escritorio y seguir trabajando. Víctor no retiro sus ojos de él durante el resto de la tarde mientras dejaba sus actividades a medias, divagando los motivos por los cuales su secretario había pedido aquellos días libres.

Por su parte, un sentimiento de verdadera alegría se posaba en el pecho de Yuuri junto con la expectación de lo que significaban esos tres días que había solicitado a su jefe, ese el comienzo de un plan que Phichit cuidadosamente había planificado para él y que comenzaba esa misma noche en el hogar del tailandés. Ya tenía todo preparado para pasar el resto de la semana con su mejor amigo, llevando en un par de maletas unas cuantas mudas de ropa que servirían para lo que harían, luego de ello, no habría vuelta atrás.

Comenzaban los preparativos para la "operación seducción rusa"

Yuuri por fin había sido sincero, y revelado el gran interés que tenía por su jefe, y el tailandés estaba seguro que el presidente ruso sentía el mismo interés por Yuuri, pero el japonés no se encontraba tan seguro de ello, temía que fuese solo un capricho o un interés momentáneo, por ello, habían ideado un plan infalible que ayudaría al secretario a romper todos sus temores y seducir al presidente de su empresa.

Cuando llego la hora de retirarse de la oficina, Yuuri echo una última mirada disimulada a su jefe que seguía en su escritorio "trabajando", tomo lo que faltaba de sus cosas y se cercioro que todo estuviera en orden para irse con calma.

— Estaré atento al teléfono si tiene alguna duda respecto a su agenda —le miro directamente viendo como Víctor también le veía, ambos desviaron la mirada de inmediato al tiempo que sus rostros enrojecían —. B-Bueno, me retiro entonces, que tenga una buena semana.

— Si —contesto de igual modo el presidente, y al ver como la puerta se cerraba, lanzo un intenso suspiro mientras cubría su rostro con parte de su brazo derecho, no podía creer lo contrariado que se sentía, y lo inmensamente solitario que se veía ahora la oficina.

Al salir del edificio de la empresa, Katsuki tomo un taxi para ir a su departamento por sus cosas, dejo al chofer esperando unos minutos mientras subía por ellas y posteriormente le pedía que le llevara hasta el lugar donde estaba ubicado el departamento que Phichit compartía con Guang Hong y Leo de la Iglesia, todos ellos compañeros de la universidad de Yuuri que estuvieron juntos en el club de danza. Al subir las escaleras del pequeño complejo de departamentos de cuatro pisos, observa como ya desde el balcón Phichit, Guang Hong y Leo le esperaba sonriente, y Yuuri pese a conocerlos tanto tiempo, no puede evitar sentir un pequeño temor recorrerle por la espalda.

¿Había hecho bien en dejarles su plan de conquista a ellos?

Esa sonrisa no le daba buena espina al pobre de Yuuri.

— ¡Yuuri! —salto a abrazarlo Phichit junto a Leo y Guang Hong que tenían tiempo sin verlo —. No puedo creer que estos días te ayudaremos a conquistar a un verdadero genio millonario, Playboy y licántropo Ruso, me siento tan orgullo que hay que inmortalizar este momento ¡Foto!

Y los tres chicos posaron mientras el rostro de Yuuri estaba igual que una cereza.

— Phichit, por favor, Víctor no es un Playboy por el amor a Buda —murmuro el japonés avergonzado, no podía creer que de verdad estaba confiando su deseo más profundo en ellos.

— Sea playboy o no, es un genio millonario —contesto Guang Hong todo excitado, cuando Phichit les cometo a Leo y a él la persona detrás de los deseos más oscuros de su siempre tímido Yuuri, se vieron altamente sorprendidos y mostraron rápidamente su interés en ayudarlo.

— Bueno, bueno, no dejemos que la vieja chismosa nos escuche o creerá que somos un grupo de caza recompensas, así que pasemos para ver que trajo Yuuri.

Los cuatro jóvenes pasaron al departamento, instalando a Yuuri en la misma habitación que Phichit, teniendo unos cuantos años conociéndose, no era raro que el japonés viniera a pasar la noche donde sus amigos y compartiera habitación con el tailandés. Ya entrada la noche, luego de haber cenado y tomado un par de cervezas para entrar en calor, decidieron investigar el guardarropa de Yuuri para ver cuales ropas de aquellas eran salvables para esa operación.

— ¡OHHHH! —fue una exclamación colectiva al abrir las maletas que el secretario había traído consigo, por su parte Yuuri estaba rojo de la vergüenza a un lado de sus tres amigos.

— ¡oh por dios, esta ropa la vi la semana pasada en una revista de modas de Milán, y Yuuri la tiene aquí mismo! —vocifero Phichit mientras alzaba la muda de ropa como Rafiki a Simba en el rey león.

— ¿Todo esto te lo compro tu jefe? ¿De verdad piensas que no te quiere Yuuri? —pregunto ahora Leo sin poder creerlo

— Waaa, mira todos estos ceros, esta tan millonario como Tony Stark de la Marvel. Y coincido con Leo ¿No crees que ya era tu Sugar Daddy Yuuri, y estamos perdiendo el tiempo en esto?

— ¡QUE NO ES ASI! ¡y dejen ya las referencias que me da pena! —exclamo avergonzado y queriendo que la tierra le tragara.

Los tres chicos calmaron su euforia por un momento viendo que de verdad había incomodado a su amigo, Phichit pese a lo raro que sonara, fue el primero en poner orden en la sala. Viendo el nuevo guardarropa que tenía Yuuri, estaban más tranquilos y solo debían entonces superar quizás el muro más grande de toda la operación, la falta de confianza del secretario. Desde muy joven, Yuuri fue el tipo de persona que no destacaba por el único hecho de no ser observado por las personas ya que ello le traía mucha incomodidad, al no gustar ser el centro del ojo público, por ello este había creado esa aura de simpleza muy ajena a lo que verdaderamente era y que sus amigos notaron al formar parte de su grupo de danza en el club mientras cursaban la universidad. Si lograban resaltar la confianza de Yuuri, todo lo demás seria pan comido, por eso Phichit pensó en un ejercicio infalible para que fuera el propio Yuuri el que pensara como seducir a Nikiforov.

— ¡Creemos un cuento! — sugirió el tailandés.

— ¿Un cuento? —preguntaron los demás, y Yuuri no vio con buenos ojos esa propuesta de su amigo.

— Si, Yuuri siempre fue bueno actuando para las obras de teatro que dimos en el club de danza, por ello creo que debe usar un papel seductor para poder conquistar a la mujer más inalcanzable del pueblo, usaremos a Guang Hong en el papel de la mujer y Yuuri obviamente será el seductor ¿Qué les parece?

Guang Hong y Leo se miraron las caras y aceptaron el juego de inmediato, Yuuri solo quería desaparecer de la tierra. De ese modo, comenzaron con la dramatización que sacaría todo el poder seductor de Yuuri. Phichit hacía de director "de la obra" y cuando tanto Guang Hong (con una máscara del rostro de Víctor que imprimieron de internet) como Yuuri estuvieron en sus papeles,

— Y bien ¡ACCIÓN! —grito metido en su papel de director —. Siempre quise decir esto una vez en mi vida —le comento a Leo entusiasmado.

— Y-Yuuri, hazme tráeme unas copias, por favor —pidió Guang Hong desde —. Hoy estas muy guapo

— N-no tanto como t-tú pareces estarlo hoy Víctor —comento forzadamente el japonés mientras veía con tic nervioso el rostro de su jefe impreso en una máscara.

Sin embargo, antes de poder hacer un paso, tropezó con el filo de la alfombra cayendo de bruces contra el suelo.

— ¡No puedo seguir haciendo esto! —grito, y bajo la mirada preocupada de sus amigos, corrió hasta encerrarse en el baño del departamento.

— Yuuri, Yuuri, sal por favor, fue solo un pequeño error, intentemos de nuevo, ya verás que saldrá bien —le pidió Phichit desde la puerta.

— Soy un fracaso en esto chicos, no creo que alguien como yo pueda seducir a Víctor Nikiforov —murmuraba Yuuri desde el diminuto baño, los tres chicos en el pasillo se vieron los rostros con preocupación.

— Eso no es verdad Yuuri, solo estabas un poco nervioso, yo sé que podrás hacerlo, así que sal, te ayudaremos a controlarlo —le dijo Phichit.

— Es verdad Yuuri, yo también me puse nervioso, solo debemos intentarlo de nuevo — comento Guang Hong intentando animarle.

— Guang Hong tiene razón, la practica hace al maestro, solo debemos practicar otra vez —hablo ahora Leo uniéndose a los otros dos.

A unos minutos, y luego de que Phichit, Guang Hong y Leo le convencieran con un poco de chocolate y cerveza, Yuuri salió del baño con el rostro rojo, notándose como había llorado un poco en el tiempo . Intentaron retomar la dramatización pero por más que lo intentaran, simplemente Yuuri no quedaba a gusto. Luego de esa intentaron hacer que Yuuri fuera la dama más bella del pueblo que conquistaba al seductor hasta dejarlo loco por ella, usando ahora a Leo como el seductor, sin embargo, los esfuerzos fueron en vano cuando el nerviosismo del papel se apodero de Yuuri nuevamente, intentando rehuir como hacia un momento a la soledad del baño y siendo esta vez, parado por Phichit. No obstante, ninguna de esas analogías parecía funcionar, aunque lo quisiera, no iban con la personalidad del japonés. Lo ponían más nervioso y eso eran lo que menos querían, por ello, y luego de pensarlo en casi que nada de tiempo, gracias a eso, el ánimo del japonés estaba por los suelos, creyendo que sería incapaz de lograr conseguir un avance con su jefe, especialmente cuando este era una persona tan sensual como él. Phichit estaba tan preocupado por Yuuri como Leo y Guang Hong, de verdad que su intención no era desanimar a su amigo sino ayudarle a retomar su confianza, así que tuvo otra idea, una más sencilla que la anterior. Quizás con ella si podría ayudar a su mejor amigo.

—Dime Yuuri ¿Qué piensas al ver a Nikiforov? —le pidió el tailandés mientras Guang Hong y Leo les miraban atentamente, el rostro de Yuuri enrojeció de inmediato desviando la mirada nervioso —, ¿Qué te atrae en particular de él?

—Yo... no pienso nada especifico—renegó el japonés, recibiendo una mueca disgustada de su amigo y un sonido exasperado de los otros dos.

— Claro que piensas algo —incito, Yuuri le miro temeroso a su amigo que puso frente a su rostro una revista de moda enrollada, y que parecía no tener miedo de usarla si este no respondía al menos algo con sinceridad—. No tengas pena de decirlo ¿Qué piensas?

—Yo...

Sinceramente lo primero que pensaba Yuuri al ver a Víctor, era lo guapo que se veía cada mañana cuando iba a despertarle, envidiaba un poco el hecho de que su jefe pudiera verse tan sexi incluso cuando recién despertaba, cuando iban camino a la oficina en el auto del ruso, su expresión cuando trabajaba, cada acción que hacia la realizaba con una sensualidad implícita en sí mismo, había muchas ocasiones donde este intento acercarse a él con la intensión de avergonzarlo, y él lo noto, no era estúpido, solo fue muy temeroso de aceptar la invitación, pero ahora era distinto.

Los tres chicos vieron satisfechos como su primer objetivo estaba marcado al momento de Yuuri permanecer unos instantes dentro de la nebulosa, el primero en sacarlo de su ensoñación fue Phichit quien le miro con su típica sonrisa.

— Bueno, aunque no nos has dicho nada, el ejercicio ha funcionado. Ahora, quiero que uses ese sentimiento que tienes al ver a Nikiforov cuando lo veas, sedúcelo de la misma forma que él te seduce a ti, se la persona más bella de la empresa siendo tú mismo, seduciéndolo de la misma forma que quieres que tú seas seducido por él.

— Seducirlo como quiero me seduzca a mí... —repitió, e intento crear un mantra dentro de su cabeza, estaba seguro que no sería sencillo pero tampoco tenía pensado echarse para atrás.

El siguiente paso era mejorar su apariencia típica de un japonés y corriente. Luego de haber participado en varias exhibiciones del club de danza, Phichit, Guang Hong y Leo sabían lo sensual y bello que podía ser Yuuri si se arreglaba correctamente, incluso llevar solo el cabello hacia atrás realzaba el sex appeal que traía el japonés implícitamente, en varias ocasiones, y sin que este hiciera nada más que una tímida sonrisa o un gesto durante sus presentaciones de danza, había logrado capturar el corazón de alguna persona por al menos una oportunidad, y ellos no estaban fuera de esa ecuación, Yuuri era persona simplemente irresistible pero que necesitaba mejorar su confianza para realzar todo lo que ya era. Así que comenzaron con pequeños tics, nada demasiado estrambótico para evitar de ese modo que el japonés se cohibiera de sí mismo, solo cosas que estuvieran ligadas al uso y combinación correcta de ciertas mudas de ropa y peinados, el cambio del marco de las gafas también era importante. No podía dejar de usarlos y los lentes de contacto era molestos en muchas ocasiones pero siempre podían ser cambiadas las monturas por unas más esterilizadas.

Y así, tres días pasaron completamente volando, con Phichit generando un listado de combinaciones y conjuntos para que Yuuri usara por semanas (usando por supuesto, el nuevo guardarropa que Víctor había comprado para el hacía pocos meses) mientras Leo y Guang Hong exfoliaban, humectaban la piel y los labios, y retocaban el cabello de Yuuri dejándole videos de cómo debía peinarse y mantener su cutis durante varias semanas. El domingo por la mañana Yuuri repaso todo lo aprendido durante esos días, preparándose mentalmente y tratando de respirar lo más que pudiera, ya no tenía duda en que hacer, era el momento de darle comienzo a la operación.

El lunes comienza sin mayor contratiempo, sin embargo, Víctor nota con algo de preocupación cómo la mañana le recibía con la sola compañía de Makkachin, no era muy tarde, pero Yuuri no había ido a despertarle como todas las mañanas había hecho antes de pedir los tres días libres. El ruso estaba seguro que este había retornado al apartamento de abajo durante el día anterior, le había escuchado, no obstante, no hubo una muestra de su presencia en todo el tiempo que Víctor permaneció en el edificio. Luego de desayunar, darle de comer a Makkachin y despedirse de él, el presidente de la empresa tomo camino hasta el trabajo divagando en medio del tráfico de la capital nipona. Lejos de Yuuri había tenido algo de tiempo para reflexionar sus propias acciones, ya se encontraba preocupado con algunos gestos y acciones por parte de su secretario pero el hecho de no ser despertado por Yuuri esa mañana lo tenía inquieto y le había hecho repensar nuevamente que muchas de sus acciones con el japonés.

— Muy buenos días Víctor. Esta mañana le llamaron para decir que tendría una reunión en el Sunshine Center de Shibuya con el sr. Amamiya para afianzar el acuerdo del segundo trimestre del año.

Víctor estaba aliviado de que Yuuri estuviera ya en la oficina cuando llego, y estuvo a punto de pedir más detalles de su reunión pero de la nada sintió como su corazón casi se sale de su pecho y como otra cosa casi llegaba a despertar por lo que observaban sus ojos, casi no puede creerlo, al punto de que cayó de su silla reclinable. Eso debía ser un sueño.

— ¡Oh por dios Víctor! ¿Te encuentras bien? —corrió Yuuri a auxiliarlo para que se levantara del suelo, y allí Víctor no tuvo duda de que no era un sueño.

Con lentes de montura delgada y de color negro, con sus cabellos peinados hacia atrás y vistiendo un camisa tres cuartos color azul marino junto a un pantalón ajustado que no dejaba nada a la imaginación, y rebozando de una tenue fragancia de mango.

— ¿Se encuentra bien? ¿No se lastimo? —pregunto Yuuri, y Víctor asintió sin decir una palabra, mudo por lo que observaba —

N-No, yo... estoy bien — Víctor observo la nueva apariencia de su secretario.

— Me alegro Víctor, además de que puedo ver que todo está en orden entonces —contesto jovialmente mientras caminaba hasta su escritorio —. Aún tiene algo de tiempo para la reunión, por lo que creo que sería bueno que arreglara un pequeño problema primero.

Yuuri le sonreía algo divertido mientras el rostro del presidente ruso no podía estar más rojo que farol de navidad, notando como su victorconda se encontraba su máximo esplendor, pidiendo atención mientras su secretario le hacía burla de ello, cuando él era el culpable de su sentir. Salió casi corriendo hacia el baño más cercano ante la divertida mirada de Yuuri, quien sentía con júbilo como la primera parte de su plan había sido un completo éxito. La fase sorpresa rusa había resultado mejor de lo que había pensado y con ello, la confianza de Yuuri había subido a niveles exorbitantes. No había nada que lo parara ahora, estaba determinado a conquistar a Víctor Nikiforov. 

¡FELIZ FIN DE AÑO! 

¿Como están mis corazones de cristal? Aquí les presento la ultima actualización del año 2018, y aunque no creí que podría lograrlo, termine de escribir la actualización de OH MY BOSS, de verdad no queria que terminara el año sin poder actualizar este fic y más cuando habia recibido tantos mensajes de apoyo o pidiendo la continuación del fic, me costo un poco porque tenia un vacio que no me dejaba seguir con el fic, ahora ya lo tengo más estructurado así que espero seguirlo con el resto de mis fics este nuevo año 2019 

¿Que les pareció este nuevo capitulo? Quiero leer sus consideraciones al respecto al cambio de nuestro Yuuri y la entrada en acción del trio dinamico, Phichit, Leo y Guang Hong. 

  Un saludo muy grande desde Venezuela, agradeciendo por todo el apoyo que he recibido durante este 2018.   Espero que la salud, la prosperidad y el amor les sonría siempre este 2019 y puedan seguir apoyandome como lo han hecho este año, les quiero mucho y nos leemos muy pronto.