one hundred eighteen.

más tarde ese mismo día, el rubio se encontraba con melody y liz, mirando fijamente hacia el frente y pensando bien lo que estaba a punto de hacer.

"puedes seguir quedándote en la casa si eso quieres, hijo." la señora le apretó la rodilla cariñosamente. "aunque ya hablamos esto, sabes que siempre tendremos las puertas abiertas para ustedes."

"gracias, mamá." cogió la mano de su madre entre la suya. "intentaré hacer esto, y si no funciona, ya sabes que ahí estaré."

el chico tomó una gran bocanada de aire y la dejó salir lentamente, cerrando los ojos y recostando su cabeza contra el asiento del auto.

"vamos, melody. seguro tu padre estará muy feliz de verte."

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feliz cumpleaños a mi, i guess.