one hundred.

luke se quedó en el mismo lugar por mucho tiempo, se sentó en el suelo, cuidadoso de no hacer ningún ruido, y esperó a no escuchar más sollozos -que sabía que eran emitidos por michael- para terminar de entrar en su casa. se levantó del suelo y dejó sus llaves en su lugar.

"mike, estoy en casa." gritó, respiró profundamente y caminó hacia la sala, haciéndose el sorprendido cuando vio a calum. "uh, hola, cal. justo vengo de tomarme un café con ashton." sonrió, o al menos intentó hacerlo. 

se acercó a michael y dejó un beso en su frente luego estrechó la mano del moreno amistosamente. 

"hablando de ashton, le dije que iríamos a cenar hoy. mejor me voy, si me quedo acá se me va a pasar la hora." calum rió levemente.

michael y luke lo acompañaron hasta la puerta, despidiéndose de él al unísono y volviendo a la sala una vez que se encontraron solos de nuevo.

"¿estabas llorando?" el rubio inquirió, detallando los ojos y la nariz de su esposo -los cuales se encontraban rojizos-. 

"alergia." el oji-verde respondió con simpleza, sorbiendo su nariz.

mentiroso, pensó luke.

"¿ya te tomaste algo?" 

michael asintió con la cabeza, después el silencio invadió el lugar. 

el oji-azul miró por el rabillo de su ojo a su compañero, jugando con sus dedos y mordisqueando la esquina de sus labios nerviosamente, sin saber si debía preguntarle lo que quería preguntarle es ese mismo momento.

"michael, ¿hay algo que quieras decirme?" lo enfrentó, girando su rostro para poder tener contacto visual con él, vio miedo en sus orbes verdes.

"n-si. de hecho si." el chico estaba vuelto un manojo de nervios, y se notaba hasta china. "luke, y-yo, uhm." apartó la mirada. "mierda." el menor se atrevió a tomar su mano, fría como un hielo y sudorosa. encarnó sus cejas, animándole a continuar.

¿tan malo era lo que tenía que decirle?  

"ashley está embarazada."