Pov. Cray

Paso una semana desde que vi a Rurik aquí en la casa con Cupcake tengo un presentimiento sé que mi pareja no olvido a su antiguo novio cada vez que estoy con mi amado siento que está muy triste siempre ve por la ventana inclinado sobre una silla... en verdad odio verlo de esta forma no lo soporto si tengo que dejarlo ir lo hare no importa yo solo quiero verlo feliz, un día estaba en la florería acomodando algunas vasijas de repente escuche algunos sollozos al asomarme era Cupcake diablos me sentí culpable, suspire profundamente tengo que hablar con él sobre esto... no hable durante todo el camino ambos estamos sufriendo él por no ser feliz y yo por no tener su amor, no podemos seguir de esta forma, me senté en la mesa comedor para así llamar su atención.

-Ahora no Cray, solo quiero ir a dormir-

-¡No! ¡Te sentaras y hablaremos de todas las cosas que están pasando!- lo agarre del brazo para sentarlo en una silla.

-¡Oye que te pasa!-

-¡Dime la verdad! ¡Tú amas a Rurik, no quiero que me mientas!- lo agarre con fuerza de los hombros para comenzar a sacudirlo.

-...- luego de gritarle un silencio se presentó, luego vi como algunas lágrimas caían al suelo.

-No, nos engañemos más... lo nuestro nunca podrá ser, tu corazón pertenece a alguien más- agarre su mentón para así darle un beso necesito sentir que nunca me amo.

-Tengo miedo...- escuche en un susurro casi inaudible, su voz se quebró por completo.

Solo me arrodille para verlo al rostro seque sus lágrimas con mis falanges para después besarlo en ese momento sentí que no me amaba porque engañarnos esto es muy estúpido no puedo soportar tenerlo y no amarlo, me levante con la mirada baja apreté mis puños le dije que buscara a Rurik ya entre nosotros no hay ni hubo nada, él me abrazo para disculparse muchas veces simplemente le di un último beso uno donde mis caricias eran románticas tal vez de esta forma se quede a mi lado... terminamos en la cama necesito hacerlo sentir especial antes de que se vaya de mi vida no puedo creer que este tan perdidamente enamorado de Cupcake, sin embargo no me pertenece tengo que dejarlo ir.

Besaba su cuello delicadamente, estaba entre sus piernas sintiendo cada parte era tan tentador sentir como temblaba podía percibir nerviosismo, una sonrisa se posó en mi rostro amo cuando me mira con aquellas pupilas destellantes me sonreía para así besarme, bajaba mis besos por todo aquel cuerpo nuestros huesos hacían un contacto exquisito de verdad, no podía dejar de amarlo es inevitable quiero hacerlo sentir el esqueleto más especial de todo el mundo... se veía tan tierno recostado entre mis brazos, Cupcake estaba dormido abrazándome mi alma duele tengo que irme debo dejarlo decidir entre Rurik y yo me levante con cuidado no quiero despertarlo, solamente me vestí para así escribirle una carta donde describía todo lo que sentía...

Pov. Narradora

Después de unas horas despertó asustado se sentía vacío y triste no encontró a Cray por ningún lado de la casa eso destrozo sus nervios se arrodillo en el suelo para comenzar a llorar, tenía que solucionar su vida necesitaba un tiempo a solas para pensar en todo... meses habían pasado lo único que le dejo fue aquella carta donde Cray expresaba sus sentimientos, la leía antes de dormí era lo único que le había quedado todos los días lloraba desconsolado simplemente debía olvidar... una semana más había pasado Cupcake ya estaba cansado, se encontraba en la planta baja de su casa mirando a la nada hasta que escucho una hermosa música clásica eso provoco algo de calma en su alma, necesitaba bailar.

El baile era todo en su mundo nunca debió dejarlo, se levantó de forma firme debía enfrentarse a sus problemas sin embargo antes de salir tropezó con unos armarios provocando que se callera en el suelo, algunas cosas salieron de los cajones, toco su cabeza donde se había golpeado al abrir sus cuencas noto las fotos... esas fotos donde Cupcake estaba con Rurik... lagrimas agrias bajaron de sus cuencas, las limpio con rudeza para después recoger todo algo en su interior se aclaró como el cristal debía dejar su arrogancia a un lado quería volver a tener una relación amorosa, quería volver a ser normal no sabía dónde buscar al chico de traje militar pero no se rendiría tan fácil, recorrió casi todo el pueblo pero nada... se sentó en una banca del parque mientras suspiraba cansado.

-Es inútil... tal vez ya se fue de aquí, a quien engaño...- coloco las manos sobre su rostro estaba muy agobiado, escucho una voz le resulto bastante familiar.

-Cupcake... eres tú- era su antigua maestra de ballet, sorprendido se levantó para abrazarla.

-Señorita Toriel, me alegra mucho volver a verla-

-Cariño que fue lo que paso, abandonaste la academia y ni siquiera me dijiste porque-

-Me pasaron muchas cosas deprimentes, no sé si te enteraste que rompí con Rurik- la dama asintió entristecida para así abrazar al menor -Desde entonces no quiero bailar...-

-Cupcake el baile te ayuda a expresarte y desahogarte... no sé si te interesa pero dentro de un mes habrá una competencia, que te parece si compites-

El joven sonrió de forma cálida le vendría bien retomar su profesión así que decidido acepto, estrecho la mano de la mujer para decirle si podía volver a entrenarlo con mucho gusto la dama asintió encantada por enseñarle de nuevo ambos hablaron por un rato hasta que una tenue lluvia descendía de los cielos, el chico de capucha se despidió de su contraria para así irse a refugiar... logro esconderse en una cafetería, termino empapado tenia frio y la brisa gélida no ayudaba se abrazó a sí mismo para darse algo de calor al notar el lugar no había mucha gente solo un chico sentado en la barra bebiendo algunos tragos... no le tomo importancia solo se acercó a la chimenea para entrar en calor.

Dos días después Cupcake estaba practicando sus pasos en un estudio alquilado por Toriel, era increíble que después de tanto tiempo aquellos pasos no fueran olvidados por el chico de capucha realizaba pasos de grand jeté, caía sobre el suelo con gracia manteniendo el peso de su cuerpo durante minutos no se movía parecía una hermosa estatua ejecutando aquellos pasos complicados de ese baile tan hermoso... sus movimientos eran espectaculares Toriel lo observaba con asombro siempre supo que ese chico estaba destinado al baile clásico nunca perdió la fe en Cupcake además lo consideraba como un hijo, entro cautelosa para después comenzar a aplaudir.

-Bravo Cupcake, eres espectacular- menciono eufórica para así abrazar al menor y darle varias palmaditas -Mira cariño, habrá una parte de la competencia que será en pareja...- desvió la mirada algo apenada por decir esas cosas -Necesito que bailes con alguien en ese momento-

-... Y quien sería mi pareja- pregunto algo nervioso, su alma palpitaba alegre quizás podía ser Rurik.

-Adelante- menciono con una hermosa sonrisa materna, dando paso a un joven apuesto de un semblante educado -Se llama Cotton Candy-

-Mucho gusto, me llamo Cupcake- se decepciono un poco sin embargo dejo eso de lado para estrechar la mano de su acompañante.

-El gusto es mío Cupcake- agarro la mano del menor para así besarla con picardía, luego lo agarro de la cintura para comenzar a bailar.

Ambos comenzaron a practicar una típica danza de ballet donde el mayor ayudaba a su compañero a realizar varios movimientos sin tocar el suelo... al paso de los días ambos se hacían muy amigos hasta el punto de que compartían todo juntos, reían mientras veían una película de comedia en la casa del menor el alma de Cupcake dejo de sentir tristeza por lo menos tenía un amigo con que compartir sus secretos y dolencias, comían algunas botanas con bebidas gaseosas se estaban entreteniendo, eso hacia olvidar todos los problemas que tenía Cupcake además no quería arruinar esa compacta amistad que había fortalecido durante días... solo quería eso, una simple y hermosa amistad...