Capítulo III
- Yo...
- Hablaremos cuando la comida acabe... a solas.
JungKook tragó saliva, dejó salir a su suegro, entró en el lavabo y se demoró para salir.
- Estaba a punto de ir a buscarte- dijo YoonGi, cuando le vio.
- Había mucha gente.
- ¿Te encuentras bien?- preguntó Joline, con discreción.
- Sólo cansado.
La joven le acarició la mano y sintió como una profunda mirada se clavaba en él. Miró a su suegro y, por inercia, miró a TaeHyung que miraba a su plato, parecía aterrado. TaeHyung fue el primero en llegar a la mesa, debió imaginar que Nikki estaría en el baño en el momento en el que ellos dos discutieron.
- ¿Quieren algo de postre?- preguntó la camarera.
Joline, JungKook, TaeHyung, YoonGi y Nikki negaron. Courtney y los Jeon al ver que el ambiente estaba cargado decidieron no pedir nada salvo la cuenta.
La cuenta vino dentro de un sobre de cuero. JungKook la cogió al vuelo, metió su tarjeta bancaria y se la devolvió a la camarera, sin siquiera mirar la cifra.
- ¡JungKook, no es necesario!- dijo Nikki.
- Podríamos haber dividido la cuenta- dijo la Sra. Jeon.
- Es igual- dijo el muchacho.
A éstas alturas, JungKook estaba a punto de sufrir una crisis de ansiedad, estaba mareado, no podía respirar y apenas podía ver bien. Se desabrochó el primer botón de su camisa y bebió un poco de agua.
- JungKook... estás muy pálido- dijo TaeHyung, a pesar de que no quería hablar y menos al propio JungKook.
- Estás muy raro desde que volviste del baño, ¿todo bien? ¿alguna mala noticia?- preguntó Joline.
Por inercia, la chica miró a YoonGi, si fuera algo del trabajo, YoonGi lo sabría, pero éste tenía la misma cara de desconcierto que ella.
Por otro lado, la cabeza de JungKook era un torbellino, su suegro sabía que había engañado a su hija con el mejor amigo de la familia.
- Señor Jeon- dijo la camarera con el aparato para cobrar- marque el pin, por favor.
JungKook marcó el pin, recibió el ticket y los miró a todos.
- Estoy bien, de verdad, sólo cansado.
- Ambos estaréis cansados- dijo Courtney comprensiva- vuestras carreras, los preparativos y ayer volvisteis de la despedida.
- Sí, JungKook habrá vuelto cansado- dijo Nikki y, sin más, le puso una mano en el hombro a TaeHyung.
Mierda, tenía que solucionar esto, TaeHyung tenía pocas cosas, no podía perder a los Sixx por culpa de él.
Salieron del restaurante y JungKook sintió como el mareo iba a más.
- Deberías tumbarte, hermano.
- Me voy a llevar a JungKook a casa- dijo Joline, nerviosa.
- Te acompaño- dijo YoonGi. Ambos se miraron, nerviosos- quiero decir, quiero saber si está bien...
- Claro.
- Estoy bien...
Nikki se adelantó y cogió a JungKook del brazo y tiró levemente de él.
- Mi coche está justo ahí, yo le llevaré. TaeHyung, ven conmigo, luego te dejaré a ti también en tu casa. Joline, querida, ¿podrías dejar a Courtney en casa?
- Claro, pero...
La chica miraba a su prometido, preocupada.
- No pasa nada, llegaré y me tumbaré.
Joline, bastante inquieta, se despidió de sus suegros al modo asiático, le dirigió una mirada a YoonGi y salió de allí junto a Courtney.
- Yo los llevaré al hotel- dijo YoonGi.
- ¿Seguro que estás bien cariño?- preguntó la Sra. Jeon, preocupada.
- Cansado, necesito dormir.
Su madre le abrazó, seguida de su padre.
- Duerme y llámanos, nos quedamos preocupados.
- Todos nos quedamos preocupados- dijo YoonGi.
YoonGi se despidió de los presentes y salió rumbo al coche con los señores Jeon. Nikki Sixx, por su parte, cruzó la calle, abrió su coche y JungKook entró en el asiento de adelante y Taehyung en el de atrás.
Nikki arrancó, suspiró y decidió hablar con esos chicos como si fueran sus hijos porque, para él, uno de ellos sentía que lo era.
- Bien, JungKook celebró su despedida de soltero en el club donde trabaja TaeHyung, os conocisteis y follasteis. No podéis cambiarlo, ¿qué vais a hacer?
- Yo ni siquiera había pensado en él hasta que Joline me lo presentó- escupió TaeHyung.
Nikki miró por el espejo retrovisor, el tono con el TaeHyung había dicho aquello era nuevo para él.
- ¿Y tú?- preguntó a JungKook. No sonaba duro, era como un padre haciendo pensar a un hijo.
- Estuve a punto de irme... antes e incluso durante...
- Eso es cierto- dijo TaeHyung, rascando su nuca.
- Tenía que haber parado.
- No te lo puse fácil.
- Pero la responsabilidad era mía.
Por fin estaban teniendo la conversación que debían de haber tenido y, aunque su suegro estaba delante, JungKook no se sentía extraño, sólo triste.
El coche paró en un semáforo y Nikki se dedicó a mirar a los viandantes.
- Cómo os he dicho, lo que pasó es historia, no podéis cambiarlo- dijo, con la vista fija en la luz roja para los coches- os podría preguntar ¿os arrepentís? Si pudierais volver el tiempo atrás, ¿cambiaríais lo hecho? Pero ¿para qué preguntarlo? Lo hecho, hecho está. Así que voy a preguntar lo verdaderamente importante en éste asunto... ¿lo volveríais a hacer?
Tras aquella pregunta, el silencio inundó el coche. JungKook no pudo evitar acordarse de aquella noche, el momento donde, por fin, estuvo dentro de TaeHyung y sintió un escalofrío en la espalda. TaeHyung, por su parte, miró por la ventana y una triste y solitaria lágrima surcó su mejilla.
El coche arrancó y la voz de Nikki rompió el silencio.
- Tenéis un problema.
Nikki se desvió y dejó primero a TaeHyung en su casa.
- Gracias- dijo TaeHyung con la voz tomada y evitando llorar.
El chico se bajó del coche y Nikki se bajó también.
- TaeHyung...
- Lo siento...
Nikki le abrazó y sintió como el frágil cuerpo de TaeHyung se rompía bajo aquel abrazo.
- Lo siento...
- Descansa y deja de pedir perdón.
- Me voy a duchar y en una hora me voy a trabajar.
- Deberías quedarte en casa, no parece que estés bien.
- No, no lo estoy, pero... lo estaré.
- ¿Te has planteado otro trabajo? Mira, TaeHyung, basta de ego, tengo dinero suficiente para montarte un estudio aquí o en Corea y que vivas bien.
El chico negó.
- Si antes no lo merecía, ahora menos.
- Voy a matar a JungKook.
TaeHyung negó con la cabeza y más lágrimas salieron de sus ojos.
- Mi hija se va a casar con ese chico y mi ahijado está enamorado de ese chico- dijo Nikki- no sé que hacer.
- Ella se tiene que casar con él.
- ¡Vamos, TaeHyung, tú sabes que no se aman!
- Se tienen cariño...
- Me he casado tres veces, puedo jurar que a base de cariño no se mantiene un matrimonio y menos cuando una de las partes le gustan las personas de su mismo sexo.
- Pero los fans de él...
Nikki chasqueó la lengua, sacó su cartera y le dio unos billetes a TaeHyung.
- Toma esto, es lo que ganarías en un día en ese club de mala muerte.
- No es de mala muerte.
Nikki Sixx alzó las cejas.
- He pasado mi vida en sitios como esos, créeme se reconocer los de mala muerte y el tuyo es de los peores.
- Esto es más de lo que ganaré en un día.
- Pues así descansas dos.
- Yo...
- Me voy ya, descansa.
Nikki se fue antes de que a TaeHyung le diera tiempo a devolverle el dinero. Se subió en el coche y se fijó en que JungKook parecía apunto de suicidarse.
- ¿Cómo está?- preguntó, cogiendo aire.
- Mal.
Se quedaron en silencio, JungKook sabía que su suegro tenía muchas preguntas, pero no se lo iba a poner fácil.
- Explícamelo.
- ¿El qué?
Su tono era de derrota.
- ¿Cuándo supiste que eras gay?
- Soy bisexual. Siempre lo he sido y Joline lo sabe, siempre lo ha sabido- al ver que su suegro alzaba las cejas, continuó- un día, cuando aun no habíamos empezado a salir, hablamos de nuestras ex parejas y me preguntó con cuantas chicas había salido. Le respondí que con ninguna y no me creyó, fue ahí cuando le confesé que era bisexual. Que había estado acostándome con un chico durante unos años en el instituto- decidió obviar el nombre de JiMin- le comenté que sí sentía atracción por las mujeres pero que en Corea no había conocido a ninguna que me hablara de cosas interesantes...
- Luego empezasteis a hablar, a ser más amigos y luego a salir.
- Sí.
- ¿La quieres?
- La quiero mucho, sí.
- ¿La amas? ¿Estás enamorado de ella?
- ¡Quiero que ella sea feliz! ¡Merece serlo!
- No te estoy preguntando si quieres que ella sea feliz, aunque me alegro que quieras que lo sea. Te estoy preguntando si estás enamorado de ella.
- Hace tiempo que dejé de sentir lo mismo por ella, pero eso es normal, en todas las relaciones pasa y ahora... nos tenemos cariño.
- Os tenéis cariño...- tomó aire y condujo en silencio mientras ponía sus ideas en orden- tú lo has dicho, JungKook, ella merece ser feliz, merece casarse con alguien que la quiera, alguien que esté enamorado de ella, no con alguien que sólo le tenga cariño. Y TaeHyung no merece ser el segundo plato de nadie.
Antes de que se pudiera dar cuenta, ya habían llegado a casa de JungKook.
- Reflexiona, JungKook. Eres un buen chico.
- No me siento un buen chico...
- Los accidentes pasan, está bien, no significa tu vida entera y que cambies de opinión y que no te cases con Joline, tampoco te va a convertir en una mala persona. Medítalo y descansa.
Joline, por su parte, había dejado a Courtney en casa y, tras recibir una llamada de su padre diciéndole que JungKook estaba bien, entró en casa de su padre.
- ¿Sabes si Gunner está en casa?
- Está en su cuarto, éstos días está aquí hasta después de la boda.
- Gracias, subiré a hablar con él.
- ¿Todo bien?
- Sí, sólo estoy...
- Cansada- terció Courtney.
- Cansada- finalizó Joline.
La joven subió las escaleras de la mansión Sixx y se dirigió a la habitación de su hermano, llamó a la puerta y entró.
- Hermanita...
Un chico de pelo castaño y aspecto estrafalario estaba tumbado en la cama, leyendo un libro de arte.
- Vengo a hablar con mi hermano y a despejarme del mundo.
- ¿Te está tratando mal el mundo?- preguntó, dejándole un hueco en la cama.
- Yo me lo he buscado.
- Papá siempre nos ha dicho que, si nos buscamos problemas...
- Debemos encontrar soluciones.
- Eso es.
- Pero es complicado.
- ¿Me lo quieres contar?
- No me quiero casar- dijo, llorando- y me siento fatal porque queda un mes y JungKook es increíble pero no siento que haya un amor de pareja.
Gunner se quedó helado, aquello no se lo esperaba y, lo que era peor, no sabía como ayudar a su hermana.
- Joline... no sé como ayudarte pero no puedes casarte sin estar enamorada- se sentó en la cama y le miró- es decir, ¿te vas a acostar y levantar todos los días de tu vida a su lado sin estar enamorada? ¿Qué pasa cuando encuentres a otro? ¿Y si te dice que quiere hijos? ¿Le darás un hijo y formarás una familia sin amarle? ¿Estarías dispuesta a darle un hijo, con todo lo que ello conlleva y siendo tú modelo, sin amarle?
Y la respuesta salió del fondo de su ser.
- No.
- Joline, si hay algo que hemos aprendido los Sixx de papá es a no casarnos. Mira Frankie, lleva mil años con su novio, viven juntos y...
- Frankie tiene dieciocho años, si ahora me dice que se casa, la ato a la pata de mi cama.
- Papá se divorció dos veces y el divorcio le salió caro y, en cuanto a divorcios caros, nuestro tío Mick, que aun vive endeudado y como olvidar a tío Tom.
- Pamela...
- Sí. No cometas el mismo error, aun no estás casada, habla con JungKook, podéis parar esto a tiempo.
Aquella noche Joline llegó a su casa y fue derecha a su cuarto, le preocupaba JungKook. Le vio profundamente dormido y decidió no molestarle. Se dio una ducha, se puso el pijama y, cuando salió del baño, el teléfono móvil de su prometido estaba sonando. Lo miró y decidió dejarlo donde estaba al ver las palabras "Min YoonGi" escritas en la pantalla. Se sentó en el sofá para desenredarse el pelo pero no había empezado cuando el móvil de JungKook volvió a sonar, era YoonGi otra vez. Lo cogió, a lo mejor el chico estaba preocupado por su amigo.
- ¿Diga?
Silencio.
- ¿Hola?
- Joline... ¿Cómo está JungKook?
- Dormido. Dejé a Courtney en casa y me quedé un momento en casa de mi padre para hablar con mi hermano mayor y, cuando vine, estaba dormido. Mi padre, que le trajo a casa, me dijo que estaba mejor, supongo que le haría falta descansar.
- Bien... yo... estaba preocupado.
- Eres un buen amigo.
- Me acosté con su prometida, no soy tan buen amigo.
Joline echó una ojeada al cuarto, JungKook estaba profundamente dormido.
- YoonGi yo... no soy muy consciente de lo que pasó aquella noche, no te hecho la culpa a ti ni al alcohol, no estaba borracha... te vi ahí, hablábamos, me pareciste interesante y me propusiste de aquella forma tan directa que me acostara contigo... no lo pensé.
- Él siempre me ha hablado de ti, puede que me haya enseñado alguna foto tuya, siempre me decía que le acompañara a tus desfiles pero no lo hice porque esas cosas sociales me estresan, no te reconocí.
- Sé que quien hizo mal fui yo.
- No se lo voy a decir, tranquila, se os ve bien.
- JungKook es tu mejor amigo, YoonGi, y yo me acosté contigo. Algo mal tiene que estar en mi o en éste noviazgo para que lo haya hecho...
- ¡No te precipites! ¡Sólo fue una noche! ¡Ambos lo dijimos!
- Tengo que colgar.
La joven cortó la comunicación y comenzó a peinar su larga melena rubia sin ser consciente de que JungKook nunca había estado dormido, sólo lo había fingido para que Joline no le hiciera preguntas. Y ahora, por obra del destino, se acababa de enterar que su mejor amigo, YoonGi, se había acostado con su prometida y, lo que era peor, no le dolía sentimentalmente, le dolía que Joline se lo ocultara. Miró hacia arriba, ya no estaba tan seguro si Joline merecía tanta compasión por su parte, a fin de cuentas, ambos habían hecho lo mismo y parecía que sólo él estaba viviendo un calvario.
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