
001 ━━━ open enrollment
i. inscripciones abiertas
Una Narcissa de catorce años veía a su hermana caminar de un lado para el otro como una maniática frente al diario mural de la sala común de Slytherin. Ella no entendía la importancia que tenían las inscripciones para el equipo de Quidditch para Andrómeda. Por supuesto, sus padres no estaban muy de acuerdo con sus decisiones ni aquella repentina aspiración, pero era un gran paso en la historia de aquella casa que una mujer, en especial una Black, estuviera dentro de una asociación masculina como lo era aquella en esos tiempos. Los 60's estaban siendo furor para su familia, con su hermana mayor a nada de casarse, Narcissa comprometida con un chico de alta alcurnia y después estaba ella, codeándose con impuros como Ted Tonks, queriendo entrar al equipo de Quidditch para probarles a todos que las mujeres podían llegar a eso y mucho más.
Sí, era cierto que en las otras casas había mujeres en los equipos, pero casi todas eran suplentes o cualquier cosa menos buscadoras o golpeadoras, como pretendía ser Andrómeda. Había practicado dos años completos solo para ese momento. Pero había un par de obstáculos en su camino, principalmente el machismo de los años 60, la misoginia disfrazada de preocupación de sus compañeros de casa que le aseguraban que un juego tan brusco como el Quidditch no era apropiado para alguien tan frágil, tan pequeña... tan débil. Veían a Andrómeda como un ser inferior, pero alababan tanto a Jesper Midgen cuando sus contexturas eran similares, y sus estaturas tenían a lo mucho, dos centímetros de diferencia. Eran unos hipócritas que adoraban besarles los pies a un varón, pero menospreciar a una mujer.
── No comprendes, Cissa. Hoy se publican los tableros, y debo ser la primera en colocar mi nombre, así podré mostrar cuánto antes mis habilidades.
── ¿Si recuerdas quién es el capitán del equipo no?
── Midgen podrá ser el capitán, pero en cuanto logré demostrarles a todos, incluso a los profesores que soy excepcional en el campo, van a rogar para que yo sea su segunda al mando, o la primera.
Era un poco arrogante, casi egocéntrica, pero Andrómeda tenía confianza en sí misma. Su seguridad no le permitía titubear, ni siquiera dudaba de sus capacidades y creía estar apta para la posición de golpeadora, incluso para el puesto de capitán; y lo estaba, porque para eso había entrenado duro durante dos extenuantes años sin descanso, descuidando su salud mental y física con tal de estar preparada.
── Jesper te va a exigir demasiado, te hará trizas sin la necesidad de tocarte. Es un bruto, insensible, además te odia y...
── Y es un hombre ── la cortó la mayor, teniendo convicción en sus palabras ──. Aunque lo intenté, no me hará desistir de mi objetivo.
── ¿Incluso cuando puede simplemente ver tu ficha, sin la necesidad de que hagas una presentación de tus cualidades en el campo de Quidditch y te rechace sin piedad? ── inquirió Narcissa, como si escuchar a Bellatrix con sus malditos insultos y su negatividad diaria no fuese suficiente para Andrómeda.
── Él no puede hacer eso.
── Sí puede, Midgen es el capitán del equipo, está en esa posición por algo, sabe qué es lo que le conviene a la alineación y qué no. Da igual qué tan buena seas, o tu destreza en la cancha, Jesper no querrá a una chica ente sus filas, mucho menos a ti. Ustedes dos se odian.
── Bueno, pero no es el único líder ── le recordó ──. El entrenador Ferguson y el cocapitán también pueden tomar decisiones acerca de los integrantes del equipo.
── Lucius es el cocapitán, pero dudo que ponga a una mujer como golpeadora, no creo que él piense que sean hábiles o fuertes como para dar un golpe bien calculado con una bludger a un buscador.
── ¿Tu novio es el cocapitán? ¿No puedes pedirle que me ayude? ── los ojos de Andrómeda brillaban, si Narcissa hablaba con Lucius, estaría a un paso más de obtener un puesto en el equipo de Quidditch pese a las negativas de Midgen.
Pero toda esa ilusión se evaporó al ver la mueca en el rostro de su hermana.
── A Lucius no le agradas, cree que eres una traidora a la sangre por ser amiga de Tonks.
── ¿Ah sí? Bien, esta traidora va a conseguir entrar al equipo y les patearé el trasero, en especial a Midgen y a Malfoy, no importa que estén en mi contra.
── Andrómeda... deberías dejar la idea atrás. Hay otras opciones.
── ¿Quieres que me rinda cuando gasté dos años por esto? He puesto mi sangre, sudor y lágrimas en este objetivo, no pienso detenerme solo porque a Jesper no le parece que las mujeres estén en su equipo o porque a Lucius le caigo mal por mis amistades. El partido anterior, ellos perdieron contra Hufflepuff, están en la cuerda floja, si pierden el próximo encuentro entre Slytherin y Ravenclaw, serán descalificados de la copa de Quidditch.
── ¿Y eso qué?
── ¡No lo entiendes, Narcissa! La reputación de nuestra casa está en juego.
── Todo es un juego ── puntualizó la menor ──. Haz lo que quieras, no me interesa.
Claro, a ella nada le interesaba realmente más allá de ser la hija ejemplar de Druella Rosier, mientras que Andrómeda buscaba serlo por otros medios, incluso cuando ni siquiera ella estaba de acuerdo con eso.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro