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El día de hoy fue uno de los más pesados desde que me uní al aquelarre del emperador. No sé si es por el hecho de que apenas empezando el día me vi hasta el cuello de papeleo por parte de Kikimora la cual se fue a hacer quien sabe que al otro lado de la isla, agregando trabajo extra al que ya tenía encima y si por si fuese poco se me requirió en el jodido comformatorium en donde hubo problemas con algunas brujas salvajes a las que tuve de convencer de que se unieran a un aquelarre.
Me sentí Lilith en esos momentos y, como si fuera una especie de maldición. Me llegaron los papeles de inscripción que pedí a Steve para poder meter finalmente a clases a King.
Y como la maldita corona del jodido pastel... Tuve que pelear con un estúpido monstruo en los muelles. En pocas palabras fue un mal día. Fue estresante y agotador a no más poder.
Al llegar a casa (casi arrastrando los pies) Es que veo la puerta abierta y escucho la risa de Hooty junto a otras más. No puede ser Camila ya que ella me conto que tenía una operación a un perro y Lilith se fue directo a casa después de maldecir a Kikimora cuando esta le llevo una botella de agua a la mitad que ella le pidió de favor.
-¿Qué días es hoy?- pregunto mirando mi pergamino –Miércoles...-
-¡Mamá!- grita Luz en la puerta de la casa, da saltos de emoción y me enseña la fuente de estos. Es madera para hacer un palisman –Vino el abuelo-
-Olvide decirlo- digo revoloteando su cabello, veo a mi papá sonriente al ver a King enseñándole sus libretas de demonios –Hola Pá-
-Te ves cansada- dice con su apagada voz -¿Mal día?-
-Si no los hubiera no tendría trabajo- respondí quitándome las botas del uniforme a saltos, las lance lejos haciendo un ruido tosco y me tumbe en un sillón –Perdón. Le iba a decir a Luz que venias hoy pero se me paso-
Papá levanto su mano en señal de silencio y negó unas cuantas veces.
-No hay necesidad de explicar hija, entiendo. Bueno- dice levantándose como puede –Vamos hija, te voy a enseñar a tallar-
-Voy a hacer mi palisman- susurra Luz con emoción. Sigo a ese par a la mesa de la cocina en donde las cosas ya están puestas para lo suyo, desde; Gubias, mazo, limas, serrucho, formones y cepillos -¿Todo esto se usa?- pregunto Luz curiosa tomando un gubia.
-Es lo necesario, sí. Entonces- papá toma la palismadera y le pasa el cepillo unas cuantas veces –Un palisman es personal Luz, no hay uno igual por más que se busque. Es lo que hace a una bruja una bruja, te guiare pero no seré tu mano-
-¿Dices que hare todo yo? Pero jamás he hecho esto-
-Yo tampoco- digo recordando que en mi vida me había interesado esto –Literalmente es magia hija, esta te guiara o algo así-
Luz miro la madera, trago saliva y asintió. Tomo una gubia, luego el mazo y dio temerosa el primer golpe. Al ver que nada malo pasó sonrió y dio otro más y otro más. Yo solo miraba a esta chica hacer lo que alguna vez pensé que terminaría en mí.
Nuevos golpes eran dados, siendo guiados por papá el cual con sus temblorosas mano hacia leves señas a Luz la cual solo asentía. Un sentimiento nostálgico me mando a esa tarde en donde dije tantas malas palabras que incluso papá anoto algunas que no sabía, fue un día largo pero al final lo valió al ver a Owlbert abriendo los ojos por primera vez.
-Oh cierto. Saque una "C" en pociones-
-¿Qué? ¡Pero si tu novia supuestamente es la mejor en esa clase!-
-Nos sentaron en otros lugares... Pero pase y eso es lo importante ¿verdad abuelo?-
-Me recuerdas a tu madre-
-Gracias al titán no tanto... Como sea, tu mamá es la de las calificaciones-
-Uy-
Luz siguió picando la madera, papá solo miraba y yo. Yo solo quiero algo de comer y dormir un rato bastante largo.
.......
-Mamá... má...má...má... ¡EDA!-
Lance golpes por todas partes con quejas y una patada que me tumbo de nuevo a mi nido. Prendí las luces y vi a Luz. Tenía unas cuantas curas en las dedos, lucia desalineada y nerviosa.
-Termine-dijo sonriendo.
-¿Qué?-
Luz me mostro un huevo en sus manos, era grande y con algunas protuberancias. En el se notaban tallados algo bruscos pero medianamente uniformes. Lo elevo como el triunfo que es y no borro su sonrisa en ningún momento.
-Quiero que el elija lo que quiera ser-
-Suena dulce cariño... ¿Qué hora es?-
-Como las diez de la noche-
-Oh-
-El abuelo se fue y nos dejó caracoles a King y a mí para pedir pizza o algo parecido ¿Quieres?-
-No, yo. Solo quiero dormir un rato más-
-Bien, si... Recuerda que mañana es mi partido-
-Lo hago hija-
La luz se apagó y se cerró la puerta, gire un par de veces en mi nido hasta que la realidad vino de golpe. Luz tiene su palisman... No sé si hay una contraparte a esto en el reino humano pero sin duda hace pensar en que aquella niña asustadiza que conocí ahora es una adolecente segura de sí que tiene que recordarme que tiene un juego.
-Cielos Eda- susurro buscando mi pergamino entre el nido. Al encontrarlo y prenderlo veo un número desconocido, abro sus mensajes y son fotos de Luz tallando o de King intentando ayudar a su hermana mayor. Bajo de la última foto enviada dice la leyenda: "Siempre crecen" –Si... Si, lo hacen-
Con pesadez me paro y salgo a rastras del nido, abro la puerta y bajo a cenar. Al llegar a la sala veo a dos chicos comiendo mientras ven la esfera. Me siento a su lado y tomo una porción de esta.
-Sabe bien-
-Si- repiten los dos sin dejar de ver la película.
Mis dos hijos, mis dos idiotas. Un chico y una adolecente, mi maldición y condena.
Los dos comiendo y yo disfrutando de ellos.
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