Luz tenia puesto el casco que usare el lunes, jugaba con el mientras que King tenía la capa puesta diciendo sus tonterías sobre ser el amo y señor de todo ser vivo sobre las islas. Por otro lado un poco más importante. Camila picaba algunas frutas y verduras junto a carne que tomo del mundo humano pues no estaba segura si la de aquí era segura para ella, Luz se adaptó pero a ella le tomo meses el digerir de forma correcta la carne de estos lugares.

-La ventaja de que solo debas cruzar unas calles para ir a casa en tus vacaciones- bromeo viendo como comienza a picar la carne en cuadros.

-Una ventaja inigualable- dice apuntándome con el chuchillo –Entonces ¿ahora eres como un policía?-

-Tal vez-

-¿Así que vas a atrapar a Luz cada cuánto?-

-Las veces necesarias como para que tenga un nuevo cartel de se busca, ósea... Como dos o tres veces por semana-

Camila comenzó a reír mientras echaba las cosas picadas en la sartén. El chispar del aceite y la carne comenzaron a hacer un aroma tan fuera de lugar en las islas que solo pude imaginar lo que haría ella. Comenzó a tararear una canción desconocida, tengo la idea de sacar plática, de contar una tontería que me haga parecer o una idiota o alguien con la comedia de su lado. Pero en lugar de eso prefiero verla relajada, haciendo algo que aparentemente le gusta con sumo cuidado y cariño. Por el titán que patética que soy en estos momentos.

-Ya paso un tiempo de lo de Luz- dice sin dejar de mover las cosas dentro del sartén –Y aun no puedo creer ciertas cosas-

-Siento eso. Pude haber hecho algo-

-No me refiero a la desaparición de Luz sino a la manera en la que cambio. Ella era alguien cerrada y todas esas cosas que ya dije hace tiempo... Si soy honesta conmigo misma, debo admitir que tengo celos. De ti-

-¿Celos?-

Esto si me tomo por sorpresa. Espera que dijera que me odia o en el mejor de los casos y más fantasiosos también el que siento algo por mí, si ese hubiera sido el caso Luz y ella me tendrían que llevar al aquelarre de curación.

-No entiendo-

-Vamos Eda. Velo de esta manera: La hija con la que has vivido todos estos años desaparece después de que la mandaste a un campamento y para cuando te das cuenta esta en la casa de una "extraña" durante tantos meses y no solo eso sino que esa persona y tu hija tienen una relación más fuerte que la tuya... Es duro Eda, debo admitir que al inicio quise odiarte o culparte de lo que fuese pero simplemente no puedo. No tengo odio hacia ti pero... Olvídalo, es una tontería-

-Cuando me maldijeron- dije tomando asiento sobre una banca de la cocina –Me cerré ante. Bueno, todo y eso claramente incluye a mi familia. Pase años escapando, haciendo cosas de muy dudosa moralidad ¿Qué quiero decir con esto? Bueno en parte no lo sé pero... Cuando conocí a Luz, vi a una joven yo, era como tenerme pero algo menos "explosiva" Pensé por mucho tiempo el que Luz había escapado, que no tenía el porque volver pero no es así Camila. Esa niña lo que tenía era miedo, miedo de que la vieras y sintieses vergüenza, que estuvieras decepcionada de ella-

-Lo dices para hacerme sentir bien Eda, seamos adultas-

-Eso hago. Esa niña te ama y aun con todo lo que pudo perder ella fue por ti, ella tomo con miedo una de sus opciones y lo enfrento porque ella quería estar contigo de nuevo. Eso te lo digo como adulto-

Camila apago la estufa, se giró para verme con una sonrisa. Me acerque con una sonrisa, le quite las gafas y pase mis dedos por sus ojos con la esperanza de evitar el llanto en ella. Una vez hecho eso la abrace escuchando leves quejidos entre cortados.

-Me siento una adolecente- dice entre risas –Están pasando cosas que ni en mi adolescencia cruzaron alguna vez-

-¿Si? ¿Cómo qué?-

-No sé decirlo o mejor dicho no encuentro la manera sin cagarla-

-Entonces será para luego-

-Si-

-... Es como cuando alguien te invita al baile. La emoción, es parecida en mi caso-

-Nunca fui al baile pero si lo equiparo, supongo que... Sería como mi primera cita-

-¿Cómo si quisieras vomitar de la emoción?-

-Si- responde a risa suelta, se aparta un poco y me mira alegre -¿Por qué no me dejas comportarme como adulto?-

Se alejó y fue a la estufa de regreso, la volvió a prender y siguió cocinando. Salí de la cocina con tal vista solo para toparme con una Luz y un King botados en el piso de la sala con claro cansancio. Me senté en el sofá y ambos se pararon para acusar al otro.

La sensación de toda esa molestia es... Cálida, hogareña.

Camila nos llamó a todos a comer al poco. Al sentarme, al verlos. No podía creer lo que veía, sus sonrisas, sus juegos y sus quejas. Todo parecía ser irreal y gracias al titán no lo es, gracias a Luz. Esto es real.