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Pronto les llegó el día de San Valentín, la escuela tenía adornos rojos y corazones por todos lados

El rubio no había festejado ningún día de los enamorados en su vida y no le molestaba ser espectador

Las chicas estaban emocionadas y vieron como Uchiha Sasuke abría su casillero y salieron cientos de cartas que trato de ignorar pero tuvo que recoger haciendo suspirar a las chicas

Sakura estaba peleando con Ino, para el oji-azul no importaba que hacía ella, siempre era un buen momento para verla, lo que empezó a preocuparle un poco

Al parecer estaban hablando de una confesión pero él no pudo terminar de escuchar pues unas jóvenes le regalaron unos dulces que agradeció al instante

La pareja de amigas se fue y el rubio fue a la sala de maestros

—Realmente creo que le gustas a el maestro— comentó la Yamanaka

—¿Eh?— preguntó sorprendida —No creo— mintió a sabiendas que la forma en que la veía no era normal

—¿Porqué no? "Sakura-chan"— imitó al rubio la de ojos menta

La peli-rosa se enojó y la dejó en el lugar

—Es una locura— murmuró enojada y caminó sin rumbo hasta que se topó con una puerta que había sido abierta de pronto

El Uzumaki había abierto la puerta sin acordarse que esa se abría hacía afuera

—¡Perdón!— gritó y se dió cuenta que era la Haruno

—Estupido— exclamó entre dientes y miró a quién la había golpeado —Tenia que ser usted— enojada susurró —Estoy bien— dijo tratando de irse

Naruto decidió dejarla ir, después de todo solo era un golpe en la nariz

La Haruno fue al baño y miró que su nariz estaba roja y un poco hinchada, trato de bajar el color con maquillaje pero no se podía

El hematoma no podía bajarlo con nada y no iba a desaparecer en ese día, el día que se iba a confesar a Sasuke

El maestro le había arruinado sus planes

Pero pensó que Sasuke no era tan superficial como para no perdonarla porque no se viera perfecta ese día

[...]

La tarde llegó, y también la lluvia, el rubio estaba preocupado por la oji-jade que vió que el golpe si le afecto el rostro.

Naruto tenía que estar hasta la noche en la escuela para estar al pendiente de los que se habían quedado después del festival

El Uzumaki vio muchas confesiones y no todas habían dado un final feliz, revisó todos los lugares de la escuela y de una pareja de traviesos en el baño no pasó

Salió en su auto, mientras miraba la cuidad enmedio de algo que podría resultar romántico para las parejas, hasta que vió a una chica que no estaba usando su paraguas bien

Naruto era amable y se paró a ofrecerle llevarla, sorprendiendose al ver que era Sakura alcoholizada, al parecer había llorado

—Entra Sakura-chan— exclamó el Uzumaki

La oji-jade se sorprendió al escucharlo y se enojó

Sasuke la había rechazado por su culpa y quería golpearlo, lo miró y vio una oportunidad de hacerlo "pagar"

Entró callada y no mostró sentimiento alguno ni una palabra

El oji-azul estaba confundido —¿Dónde vives, Sakura-chan?— preguntó

—No quiero ir a mi casa— respondió con una mala actitud

—¿A dónde quieres ir?— interrogó

—¿A dónde va, usted?— formuló mirando la sombrilla que le había dado el Uchiha

—A mi casa— contestó, pensando lo extraño de la situación

—Quiero ir allá también...hip— soltó sacando un pequeño hipo

El maestro no sabía porque, pero no la iba a contradecir y la llevo a su casa

Naruto pensaba en qué debía hacer algo para evitarlo pero al mismo tiempo pensaba que si él no hacía nada, no tenía porque pasar nada malo

Entraron al hogar del de rayas en las mejillas, quién le dió una toalla a su visitante

Ella se sentó en una silla sin tela o algo que podía mojar y que se tendría mucha tiempo que esperar para secarla

El oji-azul se sentó delante de ella y podía percibir un ambiente extraño

—¿Qué pasó? Sakura-chan— preguntó el de ojos azules

La de cabellos color pastel miró a otro lado —No le importa— contestó de mala manera

—¿Pasó algo con Sasuke?— cuestionó tratando de verla a los ojos

Haruno empuñó sus manos y el rubio se dió cuenta que había acertado

—No le importa— repitió

Naruto sonrió tratando que se sintiera en confianza, ella vio ese gesto y empezó a llorar de nuevo
Naruto tenía a la chica en su casa, alcoholizada y con el corazón roto, no podía dejarla ir, lo tenía claro

Naruto puso su distancia y tenía un poco de miedo por su reacción

Ella limpiaba sus lágrimas sin ponerle mucha atención

—Como adulto...— se regodeo —...te puedo decir que ese Sasuke no tiene idea de lo que se pierde—

La oji-jade lo vió un poco enojada, lo que hizo que como reflejo se hiciera hacía atrás

—Yo soy...hip...quién se pierde...— dijo difícilmente empezando a llorar de nuevo

El Uzumaki quería tranquilizarla pero no sabía con exactitud lo que sucedía y tenía miedo de hacerla huir en ese estado

El rubio sentía algo muy fuerte que le pesaba al verla

—Podrias...volver a intentarlo— soltó el con una sonrisa y cerrando un ojo al recordar que había escuchado de una confesión

La de cabellos rosas sonrió entre su estado anímico extraño y después recordó que estaba enojada y se calmó

Eso desánimo al docente

—Idiota...hip— soltó dejando en el limbo al Uzumaki

—Las mujeres son complicadas— susurró derrotado

—¿Qué dijiste?— preguntó la adolecente ebria

—Nada...Nada...ttebayo— exclamó nervioso

Pasaron unos horas y todo lo que el hombre proponía era rechazado, ya no sabía que hacer y tenía mucho sueño

Sakura no sabía porque que no se iba a dormir para poder hacer lo que pensaba

—Tienes sueño— soltó rápidamente

—No voy a dejarte sola, Sakura-chan— exclamó muy decidido moviendo su cabeza para "espantar" el sueño

Sakura miró hacía abajo mirando sus manos, estaba enojada con el mundo, despechada y borracha, no podía pensar bien

De repente escucho un ronquido, levantó su rostro para ver al rubio dormido en la silla

Era su oportunidad

Sakura se acercó a él y lo miró de cerca

Era un hombre de buen ver, era de piel morena, sus labios en ese momento estaban un poco secos y su olor era muy leve, se sonrojó al verlo más de cerca

Le había arruinado la vida sin saberlo