Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 47

Punto de vista de Alejandra.

Estaba sentada en la cama, con el predicto aún en mis manos, lo miraba queriendo hacer desaparecer una de las dos lindas líneas que había ahí, lo que indicaba que estaba embarazada. Coño, yo daba la vida jurada a que no. ¿Para que coño sirven las pastillas entonces?

—Yo sigo en shock, eh. —dijo Pedri, mirando mis manos. —Es que joder, uno vale, ¿dos? ¿Que somos ahora una guardería?

—Cállate. —dijo Carla, luego me miró. —Alejandra, ¿qué vas a hacer?

No respondí, es que literalmente no sabía que iba a hacer, quería comprarme otro test pensando que este podía fallar, agarrarme a ese 1% de probabilidad de que esto fallara, pero es que sería totalmente inútil.

—Dios, me quiero morir. —dije llevándome las manos a la cabeza. —¿Qué se supone que debo hacer ahora?

—contárselo a Marcos, lo primero. —dijo el canario.

—Si, pero con sutileza y cuando estes lista.

—No quiero que Marcos lo sepa, no aún.

Como si lo hubiésemos invocado por la puerta apareció Marcos, corriendo me escondí el test debajo del culo, caja incluida. Recé para que no se hubiese notado el movimiento brusco.

—Hola, lamento interrumpir vuestra sesión de cotilleo, pero me gustaría salir a dar una vuelta con Ale. —dijo en la puerta. Pedri y Carla disimularon lo máximo que pudieron.

—¿un paseo en Nochevieja? —dijo Carla.

—Como si es domingo de Resurrección. —finalizó Marcos, mirándome.

—Sí, espérame abajo. —le dije, él me hizo caso y saqué el test.

Le di a Carla todo.

—Guárdalo, me da igual donde, que nadie que no esté aquí presente descubra esto. De lo contrario os mato.

Les dije amenazante.

—Tranquila, anda vete con Marcos. —Carla y Pedri me dieron un abrazo, en realidad iba cagada de miedo, estaba al borde del infarto.

Luego me reuní con Marcos y por un momento me sentí cinco meses atrás, Londres volvió al seis de julio y estábamos en semifinales de Eurocopa, tuve un dejavú de esos. Aunque esta vez era todo diferente, Marcos agarraba mi mano y estaba todo lo enamorada de él que aquel día no podía jurar que estaba, aunque lo estaba.

Mientras paseábamos veíamos todos los lugares que vimos aquel día, esta vez como pareja. Incluso nos paró el mismo señor de la foto que la otra vez, aunque esta vez la foto la tomamos dándonos un beso. Era como si todo se repitiese. Pero no podía dejar de pensar en el problema que tenía encima. Acabamos nuevamente en el rio frente al Big Ben, donde se cumplió uno de mis grandes sueños: un beso en el Big Ben.

— Lo siento mi amor, siento mucho que a veces no sea lo que esperas. — me dijo con sus ojos brillantes y pude ver humildad en ellos. — te prometo que a partir de ahora te voy a acompañar en todo, vamos a sufrir los dos juntos.

Os pondré un poco en contexto: llegamos a Londres, pasó de mí, se fue a jugar a la play, yo me enfadé y el resto ya lo saben.

—Ya, bueno hay cosas peores.

— no digas nada, Ale. — saca una cajita de cuero rojo. — Alejandra González , ¿te quieres casar conmigo?

Las palabras se atoraron en mi garganta y no podía creer lo que estaba sucediendo, Marcos Llorente,estaba dispuesto a comprometerse conmigo.

— Pero...

Es que de verdad no puedo con más emociones hoy, estaba él aquí, donde me había dado su primer beso, pidiéndome que me casara con él, él mismo día que me entero que estoy embarazada.

— No tiene por qué ser ahora, podemos esperar unos años más, los que quieras... pero necesito saber que estás dispuesta a estar conmigo y para siempre. — miles de lágrimas comenzaron a rodar por mi mejilla. —Ale, cuando te vi en Sevilla la primera vez y te conocí, eras tan frágil que tenía miedo de acercarme a ti y romperte, tuve miedo de quererte y fue exactamente lo primero que hice, la gente inventó nuestro ship porque sabían que nos queríamos y teníamos miedo de hacerlo,sabemos que nos comíamos con las miradas, y ahora ya no tengo miedo, míranos, estamos viviendo juntos una vida de ensueño, y una relación, y la verdad no he superado una lesión que casi me deja fuera del campo, para acobardarme a prometerme con la mujer que más he amado en mi vida, así que Ale, mi amor, en tus manos queda la respuesta.

No supe qué responder, es más me daba miedo qué responder. Ya no solo tengo que pensar en qué hacer con una cosa, también tengo que pensar que hacer con dos.

—¿podemos volver a casa de César? —Marcos me miró confundido.

Así que volvimos a casa de César, durante el camino estuve muy callada, es más llegué a casa y me encerré en el cuarto.

Quería tener ambas cosas, esa boda y ese niño, porque con Marcos merece todo la pena, pero ahí estaba la duda de todo, ¿Marcos querría tenerlo?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro