Punto de vista de Alejandra.

Agosto era un mes de nuevos comienzos, casi más comienzo de año que enero. Así que no os imagináis cómo debe ser septiembre. Era día uno, día en el cual declaro uno de los más felices de 2021, hoy la selección española se volvía a concentrar para jugar dos partidos de clasificación para el mundial. No solo era la concentración de España nuevamente tras la Eurocopa, sino que también era el reencuentro con mis amigos, aquellos que he echado tanto de menos.

En menos de una hora teníamos que estar en la ciudad deportiva de las Rozas, y Marcos se estaba tomando su tiempo, menos mal que vivimos cerca. Mientras mi querido novio decide tomarse su tiempo, pues yo hago un resumen de agosto.

Para empezar, comenzó la liga, y yo me había negado rotundamente a ponerme una camiseta del Atlético de Madrid, lo siento soy del Sevilla. Si Marcos quiere que me ponga una camiseta suya o es la de la selección o que fiche por el Sevilla, pero no pienso ponerme una camiseta del Atlético. Admití un poco en acompañarle a los entrenamientos a puertas abiertas y a los partidos en el Metropolitano, aunque me sentía rodeada de novias y mujeres de futbolistas a los que no conocía a ninguna salvo a Sofia, la mujer de Luis Suárez, por haber coincidido las dos en el Camp Nou cuando yo estaba con Neymar.

En cuanto al rendimiento de Marcos, el hecho de ser lateral le supera, porque él no es lateral y le entran ganas de pinchar el balón cada que le ponen en esa posición, además de un penalti bastante polémico que hubo por ahí, pero confio en él sé que sacará su mejor versión.

—Ya estoy. —dijo bajando su maleta y le miré en cuestión, estaba vestido normal y corriente, no se había cambiado nada y me tenía aquí con el corazón en un puño pensando que no íbamos a llegar y en el miedo a recibir una llamada de mi hermano gritando.

—Yo te mato. —dije, mi novio se ríe.

—Que no, que ya llegamos.

Yo no daba crédito a nada de la tranquilidad de este chico.

—Marcos, que Lucho nos va a matar.

—Pues le decimos que estábamos follando. —empieza a reírse a carcajadas él solo, le pego en el brazo. —Ay, que es broma. Alejandra relájate. ¿No te hace ilusión volver a reponer botellas?

Hice una mueca. —me hace más ilusión darte una hostia, sinceramente.

—Huy, que agresividad. ¿Tienes la regla? —me giré a mirarle como si lo fuera a matar.

—Como vuelvas a decir una frase de esas, te tiro la puerta a la cabeza. —Marcos tragó un nudo.

—Perdón.

—Arranca el coche ya.

El que llegábamos tarde eso lo sabía yo, menos mal que viajar, viajábamos mañana, sino en tierra nos quedábamos.

Al llegar a la ciudad deportiva había como mil quinientas cámaras grabándonos, coño me siento un poco Beyoncé.

—¡La pareja del año! —escuché a César gritar desde la puerta. Dios, ya quiero pegarle.

—Joder, que llegáis los últimos tío. —replicó Pablo.

—Que ha tardado tres horas. —respondí indignada.

—¿en correrse? —rio Pedri.

—No, gilipollas. En prepararme. —dijo Marcos haciendo una mueca. —Vosotros como sois feos no entendéis nada.

De repente escuché un grito femenino tras mí y al girarme no me dio tiempo al abrir los ojos cuando ya me había caído de culo, Carla se había enganchado a mi. Yo la recibí con los brazos abiertos. Habíamos estado en contacto todos los días, pero la había echado tanto de menos como a nadie.

—Bueno ya. —dijo Unai separándonos. —Que parecéis dos lapas y da mucha grima.

—Tu sí que das grima. —dijo Laporte a Unai.

—Cállate, español adoptado.

—Al final te doy de ostias. —dijo Jaime poniéndose total agresivo.

Luis Enrique interrumpió en la reunión. A este si que les echaban mas cuenta que a nadie, era el que los ponía a jugar y no se podían permitir las suplencias.

—Bueno chicos, que alegría veros. Espero que hayáis tenido unas buenas vacaciones, un buen comienzo de liga y sobre todo que hayáis olvidado el partido contra Italia...

—No lo he olvidado, ya les pillaremos en la Nations League. —habló mi hermano -no me ha saludado, por cierto-.

—Buah, ya ves. No se los van a ver venir. —dijo Morata.

—Tú mejor, cállate que fallaste el penalti. —dijo Dani. Él tampoco era el indicado para hablar.

—Tu también fallaste. —dijo Pau.

—¿alguien te ha preguntado? —dijo Olmo.

—Dejad de pelearos ya, que parecéis críos. —dijo Carla indignada porque es que no paraban de discutir, yo sinceramente echaba de menos los piques.

—Mírala, ahora que es una señora ya no quiere saber de la juventud. —Dijo Gerard, haciendo tono de burla.

—¡Moreno, deja en paz a mi mujer! —gritó mi hermano amenazante.

—¡concentraos! —gritó Luis Enrique. —Que nos jugamos el mundial, que es muy fuerte. Lo que os decía, que olvidéis la Eurocopa, que eso ha tenido que quedar atrás ya. Concentraos en estos partidos y hala a disfrutar. Por cierto, Eric y Carla, felicidades por vuestro matrimonio.

—Gracias. —respondió la chica que estaba a mi lado.

—Alejandra y Marcos, menos mal por dios que nos teníais en un sin vivir, todo el día pendientes cuando era el Morreo y cuando no. —dijo Lucho suspirando. Marcos y yo nos miramos en cuestión.

—¿pero bueno todos shippeabais Marcale o que? —dijo Marcos incrédulo.

—Ay, Marquitos no te hagas, que tú lo sabías. Aquí la que no se enteraba de nada era esta. —dijo Carla señalándome.

Me empecé a reír, él por qué pues bueno, muchos factores, para mí la selección podía estar resumida en una cosa: hogar.