Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

━━━01

━━━Arthit━━━

—Mierda —sacó el sobre del cesto de la basura—. Sólo ábrelo —lo giró y engancho mi dedo justo debajo de la solapa—. Mierda—resopló y lo tiró de vuelta a la basura.

Esto es ridículo. Dejo el cuarto.

Dos minutos después, estoy de vuelta, tomando la maldita cosa de la basura por enésima vez en el día.

—Vamos, Arthit me animo a mí mismo—. Sólo abre el maldito sobre.

Todo esto es culpa de Nayeon. Ella y su "Puedes ser lo que sea que quieras" y toda esa mierda. ¿Quién diablos va a dejar a un chico recién salido de rehabilitación en su escuela? Seguramente esas personas no. Tiro el sobre nuevamente a la basura.

Necesito una bebida. Por supuesto, no tengo una bebida. Sigo teniendo esa tendencia a hacerme adicto a las cosas, así que básicamente: si mucho de algo puede matarte, me mantendré apartado de eso. No voy a volver a rehabilitación.

Supongo que no ha sido del todo malo. Conocí a Im, una omega. Ella es mi consejera al decir no a las reuniones de crack a las que me inscribieron en Corea del Sur. Ella saca lo peor de mí, pero es justo lo que necesito.

Desde que Win y Bright están siempre de viaje y me mandaron a Corea, Nayeon se presenta cada vez, ahora y en ese entonces, para patear mi trasero y asegurarse de que me mantenga limpio. Ella es quien empujó las solicitudes por mi garganta hasta que finalmente las llené. No tenía intención de mandarlas, de hecho. Tuvo que ser Nayeon quien lo hizo.

Bueno, ella puede abrir la maldita cosa. No voy a ser rechazado. Me tumbo en el sofá y tomo el control remoto. Paso por los canales tratando de encontrar algo más que reality shows. ¿Cuántos más programas estúpidos pueden hacer? Tal vez debería mandar una solicitud para eso. Ellos siempre tienen a la gente más jodida que se pueden encontrar. Seguramente, calificaría.

—Carajo—susurro. No puedo evitarlo más. Tomo mi carta de rechazo de la basura y la rasgo para abrirla antes de que pueda evitarlo nuevamente.

Querido Sr. Vachirawit:

—Estamos enojados de que nos enviara su solicitud—murmuro. Entonces inhalo y continúo leyendo la carta

Felicitaciones.

¿Qué diablos?

Es un gran placer ofrecerle la entrada a la generación 2023.

Arrojo el papel. Mierda. Voy a regresar a la escuela. La primera vez no fue un gran suceso. Ahora estos lunáticos decanos de admisiones me están dejando entrar otra vez.

Levanto la carta, tomo un par de respiraciones profundas y sigo leyendo. Esta es mi oportunidad para actuar responsablemente y hacer algo con mi vida, y esto me aterra hasta el tuétano. No quiero hacerlo solo. Win y Bright no van a ser de ayuda. Ellos me han dejado tiempo atrás. Tiran dinero en mi cuenta para mantenerme lejos, de hecho, por ellos estuve en rehabilitación.

Casi quemas una casita, y la gente enloquece. Ni que hubiera sido a propósito. Juro que la gente camina en sueños; tuvo sentido que yo tratara de fumar en el mío. Supongo que no debería bromear al respecto. Esa mierda estuvo a punto de matarme.

Nani probablemente me ayudaría si se lo pidiera. Es extraño que sea más cercano al ex alfa de mi madre que a mis propios padres. Cada vez que me quedo en su casa, él siempre me trata como otro hijo. Es por eso que no puedo llamarlo. No tengo derecho.

Eso deja a Kimi mi lunático hermano. Él incluso vive cerca de la maldita escuela. Él trató de ayudarme en el pasado, pero era simplemente demasiado teniendo un cachorro. Sé que me ama, pero Leeseo es su vida, y la última vez que los vi las cosas no salieron del todo bien.

Estaba visitándolo. Mientras él estaba poniendo a la chiquitina en la cama, yo estaba en el bar, derribado por los tragos. Beber siendo menor de edad era una de mis especialidades. Siendo el buen hermano mayor que es, él dejó a Leeseo con Nani para que así pudiera recoger mi ebrio trasero. Por supuesto, yo empecé una pelea en el bar, y Kimi siendo Kimi no iba a dejar que me patearan el trasero como posiblemente merecía, así que ambos terminamos siendo recogidos por Nani en la estación.

Cuando él entró con la pequeña niña durmiendo en sus brazos, supe entonces que Kimi ya no podía seguir con mi mierda. Él tiene una niña en quien pensar. Él ya no podía meterse en problemas por mi culpa.

Lo extraño horrores, a pesar de todo. Faltan algunas cuantas semanas antes de que pueda mudarme a los dormitorios. No quiero estar aquí más tiempo. Esta mierda es aburrida.

Estoy seguro de que es posible divertirse sin todo eso del abuso de sustancias; sólo necesito encontrar a la gente correcta. Tal vez Kimi podría dejarme quedarme con él hasta que las clases empiecen.

—¿Dónde diablos está mi teléfono? —busco a través de los cojines del sofá. Siempre pierdo la estúpida cosa. Una vez lo encontré en el refrigerador—. ¡Ajá! —lo encuentro arriba del microondas.

Al menos no estaba dentro del microondas.

Recorro a través de mi muy corta lista de contactos y encuentro su número.

—Peor es nada—golpeo llamar y espero.

No te voy a mandar dinero.

Sonrío.

—¿Qué? ¿Ningún "hola hermanito"?

Hola hermanito, no te voy a mandar dinero.

—Veo que sigues siendo un maldito engreído. ¿Nadie te lo ha quitado todavía?

Estoy sorprendido de que ambos hemos pasado por la vida con todos nuestros dientes.

—¿Qué quieres, Arthit?

Eso es lo que esperaba. Usualmente sólo llamo cuando necesito algo. Él no sabe sobre esta increíble nueva faceta que he tomado o lo que sea.

—Estaba pensando que podía pasar a una visita —digo, lo suficientemente inocente.

No.

Él no quiso decir eso.

—Vamos, Mariquita. Es para una buena causa.

No me importa. Me has causado suficientes problemas.

Eso es verdad, también, pero soy un nuevo Arthit

—¿Pero qué hay sobre la faceta? —eso tiene sentido en mi cabeza.

Juro que, si te apareces por aquí, haré que te detengan.

Cuelga. No me va a arrestar. Kimi piensa que yo sigo siendo un adicto.

Supe que se había mudado a un nuevo vecindario en Corea del Sur luego de venir de Tailandia para alejarse de todo el drama sobre el papi del bebé. La gente seguía sin dejarlo ir. Uno pensaría que ser tocado por un alfa misterioso en un baile de máscaras hace siete años, ahora sería noticia vieja.

Sé que él quería un nuevo comienzo para Leeseo. Él no querría que me presentara y arruinara las cosas para él con mis malos hábitos. Solamente necesita ver que ya no soy esa persona nunca más. Por el momento, necesito empacar.

Va a ser infernal tratar de meter todo en una motocicleta. Tengo dos enormes maletas de lona que puedo atar detrás de mí. Gracias a Dios, no tengo una adicción a los zapatos o habría tenido que comprar un auto.

Kimi y yo somos de la misma talla, y él es asquerosamente rico, así que siempre puedo tomar prestadas algunas de sus cosas hasta que vaya de compras.

Si él está en ese modo mamá con su estilo de moda, puedo ir por una playera o dos de mi sobrina.

Me pregunto si Leeseo se acordara de mí. De lo que recuerdo de ella, era sin duda la cachorra más genial del planeta, y apenas tenía cinco años, se presentó como alfa a los dos.

Cuando Kimi orinó en el palo de la prueba de embarazo, estaba convencido de que iba a echar a perder a la pobre niña. ¿Quién iba a saber que, hoy en día, sería una buena mamá?

La perra lo logró.

Mi estómago hace ese aterrador gruntido, recordándome que, aparte de las palomitas que desayune, no he comido en todo el día. Necesito alimento, así que voy al supermercado. Por supuesto, cuando llego ahí no puedo encontrar nada que quiera cocinar.

Sé cómo cocinar, pero a veces soy malditamente muy flojo.

Decido ordenar algo, pero elegir lo que quiero comer nunca es mi punto fuerte. Tomo mi teléfono de nuevo.

—¿Qué?

—¡Nayeon, mi gemela castaño!—Nayeon es una perra difícil. La amo—. ¿Qué estás comiendo?

Comida china, ¿por qué?

Eso suena bien.

—¡Gracias!—cuelgo y llamo a información por el número de un lugar con un buen servicio a domicilio.

Después de comer, termino de empacar y caigo en el sofá. Trato de ver una película, pero mi mente se mantiene distante. Estoy un poco nervioso sobre cómo va a reaccionar Kimi.

De seguro, él no va a hacer que me arresten realmente. Puedo ser un dolor en el trasero a veces, pero sigo siendo su hermano. ¿No hay una regla en contra de este tipo de cosas?

Decido no preocuparme sobre eso y finalmente dormir.

A la mañana siguiente, tomo una soda y una popstart y me dirijo a la puerta. Mi hermosa moto está lista con mis bolsas enganchadas en la parte de atrás. Ni siquiera sé cómo diablos se llama la cosa. Solo me gusta cuán rudo me veo cuando la manejo.

Cuando ruge, volviendo a la vida, agito mi mano como despedida a la casa vacía de mis padres y me pongo en camino.

━━━SooBin━━━

Es un día lento, como la mayoría en este pueblo. La única cosa que pasó interesante fue el secuestro que provocaron Yoo Kimi y Leeseo. Al final resultó ser un malentendido. Esos dos están haciendo rápidamente un nombre por ellos mismos. Por suerte para mí, casualmente son mis vecinos.

Frecuentemente patrullo en nuestro vecindario. Usualmente, es el lugar más interesante para estar. Ver a las personas que viven ahí comunicarse con los otros es mejor que cualquier programa de televisión. A veces, tengo que recordarles ciertas cosas que no pueden hacerse en público.

Mientras manejo por delante de mi casa, algo capta mi atención. Hay una desconocida motocicleta estacionada en la calzada de Kimi.

Reduzco la velocidad para averiguar, y es cuando lo veo. El conductor con casco está husmeando sospechosamente alrededor de un costado de la casa de Kimi.

Está a punto de escalar la barda para entrar al patio trasero cuando estaciono el auto y salto de ahí. Kimi y Leeseo son buenos amigos míos. No voy a dejar que algún cretino les cause algún problema.

—¡Hey! —atrapo al chico por su chaqueta y rápidamente lo jalo de la barda. Es mucho más pequeño de lo que había pensado—. ¿Me podrías decir qué haces escalando la barda de este omega?

El perpetrador alcanza y remueve el casco. Me toma con la guardia baja cuando una ola de cabello multicolor con raíces platinadas cae, soltando las feromonas del omega. Huele a jazmines.

—Soy su padrote—contesta sarcásticamente el joven omega—. La perra me debe dinero.

No tengo ganas de lidiar con delincuentes sabelotodo engreídos. -

—Te sugiero que te subas a tu moto y te vayas por dondo viniste.

—¿Me va a obligar, Oficial?—pregunta valientemente, dando un paso hacia mí.

Para ser un omega, no tiene nada de miedo ante un alfa. Ni siquiera un alfa oficial. Pongo una mano en mi arma.

—Si tengo que hacerlo—contesto.

—Hey, cálmate, amigo. Sólo estoy bromeando. No soy un criminal. Lo conozco—dice, alzando sus manos en rendición. No le creo ni por un segundo

—Vete—ordeno. Él bufa.

—Bien. Me voy—lo veo de cerca mientras camina lejos. Conozco a los de su tipo. Es solamente otro irrespetuoso universitario que piensa que puede salirse con la suya.

Juzgando por la calidad de su moto, podría apostar que sus adinerados mami y papi gastan un montón de dinero para mantenerlo lejos de los problemas.

De pronto, arroja su casco en el pasto y se suelta a correr.

¡Mierda! Se dirige a mi carro. ¡La pequeña perra está robando mi carro!

Corro después que él, pero no hay ni una maldita forma de que sea capaz de atraparlo.

Afortunadamente, el chico no es de por aquí, así que da una vuelta en una calle sin salida. Atravieso una grieta. Lo sujeto justo cuando se dispone a escapar de ahí, y lo fuerzo a reclinarse contra el capó.

—Tu trasero irá a prisión—gruño.

—Como si no hubiera escuchado eso antes—ríe—. Llamaré a Kimi. Él me ha sacado de apuros en algún momento.

Así que, él sabe el nombre de Kimi. Pudo haberlo aprendido mientras estuvo fisgoneando. Lo esposo, probablemente con un poco más de fuerza de la necesaria.

—Ya veremos eso.

Tendré que volver por el maldito auto. Al menos tengo la tranquilidad de que tengo las llaves conmigo esta vez mientras llevo al molesto drogadicto de regreso a casa de Kimi.

—¿Todos los visitantes de Kimi son maltratados así, o solamente es mi día de suerte?—pregunta, apoyándose perezosamente contra la casa. Lo ignoro y toco el timbre. Kimi abre momentos después.

—Hey—su sonrisa se desvanece—. ¿Pasa algo malo?—pregunta preocupado.

—Atrapé a alguien merodeando alrededor de tu casa. Dice que te conoce—sujetó al pequeño delincuente y lo jalo hacia mí, para que así Kimi pueda verlo—. ¿Te parece familiar?—lo dudo, pero quiero asegurarme.

—Te dije que iba a hacer que te detuvieran si te aparecías por acá.

Kimi lo mira. Bueno, lo conoce después de todo, pero obviamente no son amigos. Veo que Yeonjun viene tras él, tratando de ver qué está pasando. El dolorcito en el culo no parece del todo enojado.

—Es bueno verte también, Mariquita.

¿Qué demonios?

—¿Mariquita?

—¡AH! ¡Tío Arthit!—grita Leeseo, apareciendo desde las escaleras. No puedo creer esta mierda.

—¡Leeseo! Te abrazaría, pero este fino oficial sintió la necesidad de esposarme—me mira impacientemente antes de girarse hacía su hermano—. ¿Un poco de ayuda por aquí, Kimi?

—Soobin, puedes soltarlo. Este único jovencito es mi hermano menor, Vachirawit Arthit Chaisai—¿Quién demonios llama a su hijo Chai- cualquier maldita cosa que él ha dicho?—. Nuestra madre estaba claramente bajo los efectos de la anestesia cuando lo nombró.

Él sonríe.

—No todos podemos tener nombres elegantes como Hirunkit Kimileit.

—¿Hirunkit Kimileit?

Jamás habría sospechado que él tuviera un nombre tan de la realeza. Aparentemente, Yeonjun tampoco. Kimi está cada vez más y más irritado. No puedo culparlo.

—¿Qué se supone que estás haciendo aquí, Arthit? ¿No se supone que estabas en rehabilitación?

Ahora, eso explica bastante. Tal vez puedo ser quien lleve su trasero de regreso a la clínica.

—Estoy limpio—demonios. Suelto el aire difícilmente y le quito las esposas—. Sólo necesito un lugar para quedarme por unos días antes de mudarme a los dormitorios. Me voy a la Universidad.

Ruego para que Kimi diga que no. No quiero a este omega viviendo a mi lado.

—Aquí están las reglas—empieza Kimi. Mierda—. No fumar, no beber, y no maldecir en frente de los niños a menos que quieras perder todo tu dinero. Si nos arrestan por alguna de tus brillantes ideas, tú tendrás que sentarte junto a la omega rara la próxima vez.

No me sorprende que esos dos hayan sido arrestados antes.

—¿Niños? ¿Hiciste aparecer otro mientras estaba en rehabilitación?—es un delicado jovencito—. ¿Y quién es el bombón que no se decide si mirarme a mí o a tus nalgas?

El haber sido atrapado ni siquiera preocupa a Yeonjun. Da un paso al frente y sacude su mano con una sonrisa. Se presenta a sí mismo y explica cómo conoció a Kimi. Él parece divertido con la idea de obtener información sobre Kimi de su hermano. Incluso hasta le ofrece prepararle la cena.

—Hay suficiente por si quieres unirte, Soobin. Estoy haciendo omelette.

—Creo que he tenido suficiente por un día, gracias.

Ni de coña, todavía tengo que sacar mi auto del maldito bache.

—¿Por qué estás tan encabronado? Yo era el que tenía su trasero perseguido por la calle porque te negabas a creer que no era un criminal.

No puedo creer las agallas que tiene.

—¡Tú trasero estaba en mí auto que tú robaste!—grito.

—Tomé prestado—sonríe. No voy a golpear a un omega, pero soy un policía; no me niego a dispararle a uno.

—¿Eso es un no para el omelet?—pregunta Yeonjun.

También le voy a disparar.

Al menos Kimi parece estar de mi lado.

—Mete tu trasero en la cocina—le dice a Yeonjun. Leeseo está contando algo con sus dedos.

—¿"Encabronado"es una mala palabra? Sí es así, tengo cinco dólares—Kimi la sujeta y le escolta hacia fuera del cuarto. Su hermano se gira hacia mí.

—Fue un placer conocerlo, oficial. Deberíamos hacer esto otra vez algún día.

Mi mano se tuerce hacia mi pistola mientras él se pasea hacia la entrada de la casa.

—Soobin, parece como si quisieras un trago. ¿Estás seguro de que no quieres quedarte para la cena?—pregunta Yeonjun—. Estoy seguro de que Kimi tiene algo por aquí.

—No, gracias—contesto de forma mecánica. No estoy seguro de que mi auto control dure por el resto de la noche.

Kimi es mi amigo. Los amigos no les disparan a los hermanos de otros amigos.

Toma un pequeño movimiento estratégico, pero me las arreglo para sacar mi patrulla atorada sin tener que llamar a los refuerzos. Esta es una historia que los chicos de la estación no necesitan escuchar. No voy a explicar cómo un joven omega se las arregló para robar mi auto.

Ya casi termino de patrullar, cuando recibo una llamada. Song Hayhing reportó una riña doméstica. Sé que el omega nuevo va a causar problemas.

Los encuentro a él y a Kimi tirados en su propio patio trasero. De hecho, es divertido de ver, haciendo un lado mi previa irritación.

Detengo el auto y los alumbro con la linterna.

—¿Qué está pasando aquí?

El dolorcito en el culo sonríe sinuosamente.

—Bueno, pero si es el Oficial Buenote.

A Kimi no le importará si me deshago de él.

—Tuve una llamada por una riña doméstica en el vecindario.

—¿Cuál de los chismosos nos delató?—pregunta Kimi, irritado.

—Sabes que no puedo decirte eso.

Puedo darle una pista de todas formas. Señalo la casa de Hayhing cruzando la calle. Los ojos de Kimi se entrecierran en frustración. Hayhing está en problemas.

—Gracias Soobin. Ya nos vamos para adentro.

—Buenas noches, omegas —regreso al auto y lo muevo.

Observo por el espejo retrovisor para ver mejor. La sensación de peligro se apodera de mí, mientras lo veo ordenar su cabello.

Los problemas tienen un nombre, y es Arthit.

Con esta adaptación
de la duologia de
Yoo Kimi, Secuestrador,
empiezan las actus en el
otro libro desde el
miércoles

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro