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Capítulo 2:Otro Día Agitado

Sentí que caía, mis gritos se escuchaban bajos, como si fueran lejanos. El miedo me reinaba hasta que me vi iluminada por una cálida luz blanca, acabe flotando en medio de aquel vacío. Escuche risas infantiles desde mi espalda, de un niño o quizás...una niña. Cuando me iba a girar una voz llamo mi atención, estaba distorsionada, pero pude escuchar exactamente mi nombre. Exaltada me despierto quedando sentada, sudaba frío y mi respiración era agitada, miro mi reloj en la mesa de noche, los números marcaban las 3 en punto de la mañana. Me vuelvo a acostar y trato de dormir, ¿qué había sido eso? No era de tener malos sueños y nunca nada como este, se sentía distinto a una pesadilla normal.

Luego de unos minutos de pensar fui quedándome dormida, no recuerdo bien lo que soñé después, pero fue algo común. Escucho la alarma y me despierto lentamente, cuando voy a desactivar el estruendoso sonido veo la hora, me había quedado dormida unos 20 minutos. Rápidamente me levanto y realizo mi rutina diaria lo más aprisa posible; acabé con el pelo medio arreglado y el uniforme más o menos. Mi desayuno lo preparé, lo guardé todo en una bolsa y me lo llevé para comerlo en el tren. Caminé de tal forma que no me fuera a torcer el pie por los tacones debido al apuro, por suerte pude llegar antes del que el tren se marchara. Agitada subí y mostré mi pase de la empresa, el director Ink me explico que no hacía falta otro ticket, que con solo eso bastaba para el viaje. Caminé hasta el mismo asiento de ayer y me acomodé para poder desayunar, me había hecho un sándwich con mis ingredientes favoritos y en un termo puse mi bebida de la mañana. Empecé a ingerir el alimento mientras veía la ventana como nos movíamos, me recuerda mucho a cuando tomaba el tren para visitar a la familia de mi madre cuando era pequeña. Me trae buenos recuerdos de aquellos momentos.

Veo que pasamos al Au de Blue y justamente este mismo estaba en la parada. Subió al tren y cuando me vio fue directo a sentarse junto a mí con su ya común energía resplandeciente. Había terminado mi comida y guardaba cosas de mi desayuno en mi bolso.

-Hola T/N, cómo estas?¿Cómo te fue ayer? -preguntaba con emoción, sus ojos formaban estrellas.

-Bien, bien-le sonreía-Entre lo que cabe estuvo bien.

-Me alegro mucho. Me hubiera gustado verla de nuevo, en que piso se encuentra?-preguntó con interés.

- En el B-1, el más abajo-le respondí y su expresión se tornó de preocupación.

-En el..B-1? Estás en ese piso?-sus manos se posaron en mis hombros, me estaba asustando-Estás bien?! ¿No te ha pasado nada de verdad? ¿Te falta algún pedazo? -preguntaba nervioso.

-Por qué...me faltaría un pedazo? -le pregunte de vuelta muy preocupada.

-Es que en ese piso están ellos, son demasiados peligrosos para ti, ¿por qué estás ahí?

-Ese era el puesto libre, hago papeleo y más cosas que me manda mi superior. Se llama Error y_

-¡¿Error es tu superior?!-exclamó interrumpiéndome-Y cómo te trata? ¿Te ha dicho algo malo?

-No, me trata ...normal. No es muy amigable que digamos, ni le he visto sonreír, solo pura seriedad-le respondo.

Este se calma un poco.

-Creo que es mejor así... -me dijo acomodándose en su asiento.

-Blue, me puedes hablar de...mi superior-me dirige la mirada-o de mis demás compañeros? -le pregunté, en verdad sentía curiosidad después de haberme hecho esas preguntas acerca de mi estado.

-De acuerdo, ¿qué quieres saber?

-Pues...-y de esa manera empecé a hacerle una serie de preguntas, claramente había cosa que evadía, pero me conto lo necesario.

Al final entendí porque le había molestado tanto lo del batido a mi superior, le gusta mucho el chocolate, algo que me parecía bastante raro para su tipo de personalidad. Me quedé pensando en las demás cosas que me decía a medida que llegábamos a la empresa, a veces cambiaba el tema, pero no importaba, tenía lo suficiente para saber cómo actuar a partir de ahora. Llegamos unos minutos después y al entrar en el edificio nos separamos en la entrada, me dijo que tenía unos papeles para entregar y seguí para el elevador. Caminaba sobre el reluciente suelo, pensaba comprar de nuevo el batido de chocolate para él, a modo de ir ablandándole a pesar de que algo me decía que no lo lograría. Me detengo al frente del elevador y presiono el botón para el piso de abajo, veo que se detiene en el piso de arriba, alguien se había subido o bajado de él.

-Mira eso, hoy es mi día de suerte-me volteo en dirección a aquella ronca voz y me encuentro con otro trabajador de la empresa; vestía de manera desarreglada, con la camisa por fuera, en vez de unos zapatos de los que se suele usar en las oficinas, él usaba unas botas de cuero negro y de su cintura colgaban unas cadenas doradas. Estas hacían juego con una que tenía en el cuello, sobresaliente en medio de la camisa medio abierta, y un colmillo que relucía en su sonrisa, parecía un maleante- Qué hace una humana como tú en lugar como este? ¿Te has perdido preciosa?

Me equivoque...es un idiota.

-Trabajar-le respondí secamente.

-A sí? ¿Desde cuándo se aceptan humanos? -se me acerca sonriente, qué rayos le pasa?

-Ayer quizás?

-Sarcástica? Me gusta-toma mi pase del cuello y lo lee-Con que T/N la pasante, dime, te interesa tomar algo al salir de aquí-pregunta con cierto tono que me produce incomodidad.

-No, muchas gracias-le respondí amablemente con una leve sonrisa.

En eso escucho el sonido de la llegada del elevador, se abren las puertas y veo que adentro se hallaba mi superior, lucia algo molesto hasta que nos vio y su expresión se tornó seria, esa fría seriedad.

-Buenos días superior-expresé sonriendo felizmente mientras le arrebato mi pase al molesto sujeto.

-Sí, buenas...-dijo con tono desinteresado.

Camino hasta ponerme a su lado y veo como las puertas se cierran quedándose el molesto sujeto del otro lado. Al casi cerrarse por completo unas manos las detuvieron, eché un paso atrás por la impresión de aquello tan repentino. El sujeto con el colmillo dorado volvió a abrir las puertas y se metió en el elevador.

-Fell, deja de molestar. Nos estamos demorando por tu culpa-expresó seriamente mi superior.

-Veo que sigues igual de aguafiestas Error-menciona dirigiéndose al contrario, las puertas a sus espaldas se cerraron.

-Y tú sigues igual de idiota-le responde.

Ambos se miraban como si se desafiasen, la tensión se notaba en el pequeño espacio y yo esperaba que se fueran a calmar. En unos minutos se detuvo el elevador y las puertas se abrieron, salí primero y me ubiqué en mi escritorio. Los otros dos salieron y fueron a sus respectivos escritorios, para mi mala suerte, quedé en medio de ambos. El escritorio del llamado Fell era a mi otro lado, hoy seria otro día difícil. Me acomodo en mi asiento poniendo mi bolso sobre el escritorio y escucho como nuestro jefe llama a través del intercomunicador a mi superior.

-Maldición...-expresa poniéndose de pie y se dirige hasta la oficina del director adjunto Nightmare.

Le miro marcharse para a continuación ponerme a organizar los papeles que quedaron ayer en mi escritorio.

-Pss, oye, pasante-me llama el recién conocido compañero.

-Si?-pregunte girándome en su dirección, veo como sonriendo pasa una nota de su mesa a la mía.

-Ten-extrañada la tomo con mi mano y leo su contenido, era un número telefónico-Para que puedas llamarme y así pasar un buen rato juntos-menciona con tono sugerente.

-Ya veo-le respondí sonriendo ligeramente, ni muerta le llamo para algo de ese estilo.

Guardé la nota en mi agenda y continúe con los papeles, aunque Fell no dejara de seguir hablándome y preguntándome cosas. En unos minutos veo a mi superior volver y cargando unos documentos que fue repartiendo a cada uno de los escritorios.

-Eso no se supone que era para dentro de un mes-pregunto tomando los documentos que se le entregaban el esqueleto que poseía una marca roja en una de sus mejillas, Cross creo que se llamaba.

-Sí, pero Nightmare lo quiere para hoy-le responde y sigue repartiendo las demás hojas.

-Parece que se levantó como dictador hoy-dijo Dust, uno que tenía un ojo de color rojo con azul en el centro.

-No lo es siempre-le complementa el llamado Horror con una sonrisa.

-Sí, es verdad-respondió el contrario sonriendo.

Mi superior termina de entregarle a todos las correspondientes hojas y cuando regresa a su asiento me da indicaciones de los que nos dejó el director Nightmare, algo que nos llevaría todo el día por hacer. Bajo su guía empecé a trabajar, siempre que tenía duda le preguntaba y le daba cada papel cundo le terminaba para que le revisara. No es tan gruñón cuando trabaja, aunque si trataba de decir algo fuera de ello volvía la frialdad, ciertamente se niega a socializar conmigo.

-Saca copia de estos documentos- me ordenó dándome una mediana pila de hojas.

-Si-las tomé mientras me levantaba de mi asiento y fui directo a la impresora.

Preparé el equipo y empecé a sacar copias, observaba para evitar de que hubiera error cuando siento cierta sensación extraña, como si alguien me observara fijamente. Justo me iba a girar hasta que escucho como una voz demasiado cerca de mi espalda dice: dulce. Solté un pequeño grito y un codazo que fue detenido por el que provenía la voz, miré que ese esqueleto era Horror. Un escalofrió recorrió rápidamente mi cuerpo y en cuanto noté como su vista se me clavaba, me recompuse y empecé a disculparme.

-Lo siento mucho, no era mi intención golpearle. Lo siento-estaba nerviosa y avergonzada-Me había asustado, en verdad lo_

-Hehe, es divertido-me interrumpió con cierta alegría que me asustaba-Eres de las que se defienden-se me acerca más-eso es bueno "dulce", muy bueno.

-Eh? ¿Dulce?-pregunté dando un paso atrás, inconscientemente mi cuerpo quería huir.

-Sí, así es el olor que desprendes-sigue acercándoseme- un dulce y exquisito aroma-me contesta con un tono de voz grave.

-Horror, déjala respirar-escuché a mi superior y le vi separar de mi al esqueleto con el cráneo quebrado-No puedes acercarte así a la nueva, le asustas-me mira-Discúlpalo, no está acostumbrado a tener de compañero a una humana-me explica.

-Entiendo, no importa-expresé nerviosa sonriendo.

-Horror, ¿no tenías que ir con Dust a organizar la papelería? -le dice al contrario.

-Sí, es verdad. Hablamos luego Dulce-me dijo sonriendo y se fue a por Dust.

Respiré más calmada, casi se me paraliza el corazón, definitivamente Blue tenía razón al decirme que mantuviera cuidado con él.

-Pasante, termina con las copias-me llama la atención mi superior y se marcha a su escritorio.

-¡Ah, sí! -volví a poner las demás hojas a copiar-En seguida voy- ya se me había olvidado lo que hacía.

Pasaron unos minutos para que las copias se terminaran, las tomé junto las originales y fui hasta mi puesto. Se las dí y me senté para continuar con lo que me ordenara. Ciertos ratos Fell me llamaba para pedirme cualquier cosa o simplemente para perder el tiempo. Pasaron las horas y decidí ir a comprar algo para bebef o comer. Me levanté y agarré mi cartera, Fell me ve caminar y me pregunta:

-A dónde vas?

-Voy a comprar algo- le contesté y seguí caminando.

-Te acompaño-se levanta y camina tras mío.

-No es necesario- le digo mientras caminaba-Puedo ir sola.

-Igual voy a ir, quiero comprar algo-me contestó sonriendo, imposible razonar con él.

Llegue al elevador y presione el botón, en lo que esperaba los demás compañeros, siendo Killer el que comenzó, me dijeron que les trajera lo mismo que ayer. Ni me inmute en decirles algo, solo asentí. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, ambos entramos y Fell presionó el botón del primer piso. En ello me arreglé el uniforme, tenía la falda un poco subida y la camisa salida tenuemente afuera. Él se mantuvo en silencio, a veces me miraba, pero no me decía nada. Al abrirse las puertas salimos y nos dirigimos hasta la cafetería, me daba curiosidad por lo que ofertarían hoy.
A medida que llegábamos se sentía un dulce aroma a café y batidos, creo que lo más lindo que tiene este lugar es la cafetería. Su ambiente cálido y apariencia agradable me gustaba mucho.

-Hola, bienvenidos-saludó el amable dependiente de ayer con una sonrisa-en que les puedo ayudar?

-Sí, me gustaría un batido de (tu sabor favorito), un sándwich y un batido de chocolate, café...-decía tratando de recordar los demás pedidos.

-Y lo mismo de ayer? -me complementa.

-Sí, exacto-le respondí sonriendo un poco nerviosa.

-A mi dame lo de siempre-pidió el desarreglado esqueleto a mi lado.

En unos 20 minutos nos dieron las bebidas y los sándwiches, parece que el pedido de siempre de él era un sándwich de mucha mostaza. Ambos pagamos y tome la bolsa con mis pedidos, ya quería llegar y comer con tranquilidad. Caminamos hasta el ascensor, Fell no se pudo aguantar y comenzó a ingerir su sandwich, se veía muy feliz degustándolo. Parecía más relajado y menos insoportable. Cuando subimos al elevador había terminado, pero tenía algunas manchas de mostaza en el rostro.

-Fell, tienes unos restos de mostaza-le dije.

-Eh, ¿dónde? -preguntó tocándose la cara.

-Cerca de la comisura izquierda-le dije señalándoselo.

-Me lo puedes quitar tú?-me dice sonriendo con un tono provocativo acercándoseme.

Me corrí a un lado y le señalé la pared.

-Mejor mírate aquí-le dije sonriendo señalando la pared reflectante.

-Si, pero prefiero que seas tú-insiste mostrando su dorado colmillo.

-Pero no lo hare-le respondí sin dejar de sonreir.

En ese momento se abrieron las puertas y salí primero dejando al desastre de compañero en esas, esperaba que sucediera algo igual que ayer, pero estaban tan concentrados trabajando que ni se levantaron. Fui entonces mesa por mesa repartiéndo las cosas, me puse un poco nerviosa cuando me acerqué a la de Horror, aunque simplemente me llamó dulce y me agradeció. Así fue con todos a medida que pasaba por sus mesas, por último llegué a la mía y le deje a la del serio esqueleto Error su batido de chocolate, este usando unos lentes me mira extrañado por la bebida.

-Yo no te pedí que me trajeras una-me dijo repelentemente.

-Quise comprártela debido a lo de ayer-le contesté siendo agradable.

-Gracias, pero igual no debiste-volvió a cuestionarme tomando el recipiente con la cálida y dulce líquido.

-De nada-me senté y comencé a comer.

"Se puede ser más odioso" pensaba en lo que masticaba el delicioso sándwich, Blue me dijo que antes de la oficina su personalidad era un poco distinta a la de ahora, algo había cambiado en él desde que trabaja aquí. Mis ojos voltearon a verle, a medida que escribía en el teclado le daba un sorbo al chocolate, al menos le gustaba, aunque la concentración que se reflejaba en su rostro no diera muchas señales de eso. Pasaron un par de minutos y termine mi comida, ahora reanudaba mi trabajo y tomaba mi bebida, ciertamente era mi batido favorito con un toque más gustoso, el mejor que había probado siendo sincera. Me lo termine de una sentada al poco rato.

Luego mi superior volvió a darme indicaciones: más relleno de planillas con estadísticas e impresiones. Nunca pensé que ver tantos números me llegara a cansar, siempre que terminaba uno se lo daba para que los revisara y si cometía algún error de cálculo tenía que arreglarlo enseguida. A parte, tuve que firmar y repartir documentos a los demás. Cuando llego la hora de salida todavía me quedaban cosas que revisar con Error, vi como los demás se despedían de nosotros y se marchaban. Quedamos igual que ayer, el director Nightmare en su despacho y nosotros en nuestros escritorios. Le dí los últimos que faltaban y los empezó a revisar.

-Están bien, guárdalos en esa carpeta-me dijo al cabo de unos minutos dándomelos de vuelta.

-Sí-asentí y los tomé.

Con cuidado los guardé donde me dijo y coloqué entonces la carpeta sobre mi mesa. Recogí las cosas y con mi bolso en el hombro me dirigí al elevador, junto a mí se hallaba el oscuro esqueleto. Esperamos unos minutos hasta que se abrieron las puertas, entramos y fuimos a la planta correspondiente. Fue silencioso el camino hasta el tren, quería hablarle, pero no sabía bien de qué. Nos volvimos a sentar en el mismo lugar de ayer, observaba el exterior y luego le miraba, en verdad quería deshacer este silencio así que respire hondo y:

-Superior, eh, quiero decir, Error-dije nerviosa.

-Si?

-Qué hará ahora cuando llegue a su casa? ¿Comerá algo y se relajará? -le pregunte tratando de iniciar una conversación.

-Tal vez-se mete la mano por dentro del saco, buscando algo en los bolsillos interiores-Necesito relajarme después del día de hoy-saca una caja de cigarrillos del bolsillo-Por cierto, ¿no te había dicho que no me hablaras de nada que no fuera del trabajo? -me dice sacando un cigarrillo y poniéndoselo en la boca.

-No he dicho nada. Además, si le hablo del trabajo no podría relajarse-le respondí observándole como prendía el tabaco con un encendedor.

Le da una suave aspirada y deja salir el humo con lentitud.

-No importa, simplemente no trates nada que sea amistad, no lo soporto-me contesta con cierto tono de molestia.

"Quién quiere eso contigo? " me dije en mi mente.

-Tranquilo, no lo hare-le contesté.

-Bien-volvió a fumar.

-Siempre eres así con todos? ¿Incluso con los demás del piso? -pregunté.

-Sí-afirmó con frialdad dejando salir el humo.

-Entonces ni amigos tienes.

-No los necesito-me contesta soltando las colillas por la ventana-Es mejor estar solo que con idiotas a tu alrededor.

-Supongo-miré al exterior-Aunque es divertido a veces tener algo así- volví a mirarlo- o solamente alguien con quien hablar-enuncie.

Se queda mirándome.

-He he-ríe levemente sosteniendo el cigarrillo junto a su boca-Ya he escuchado algo parecido antes-aspiró el tabaco y a los segundos soltó el humo-Convencer a los demás no se te da muy bien niña-me responde.

-No sé a qué se refiere-me voltee a ver el letrero, todavía nos faltaba para llegar a mi Au-Solo fue un comentario-le dije.

-Por supuesto-vuelve a expulsar humo-dime algo, ya que estamos hablando-se hecha hacia atrás, pegándose al espaldar-Por qué aceptaste este trabajo?-preguntó con seriedad.

-Pues este es mi primer trabajo desde que termine mis estudios, las demás empresas me solían rechazar por mi falta de experiencias y cuando vi que solicitaban empleo en esta no lo dude-le respondí.

-Ya veo, ¿y lo aceptaste sin saber que podría pasar aquí adentro? O Ink te explicó eso?-volvió a fumar el cigarrillo, se sentía cierta tensión en el ambiente.

-Vi las advertencias en el contrato y el director me pregunto de nuevo ayer cuando llegué-sentía mi corazón latir fuerte-Y lo reafirme -le contesté con seguridad.

Su mirada se clava en mí; ante todo lo que me había dicho hoy Blue, como interactúe hoy con los demás y ahora sus preguntas solo me hacían pensar...en qué lugar tan peligroso me vine a meter?

-Escucha, no es por asustarte ni nada, eso no ayudaría-aspira por última vez el cigarrillo y lo arroja por la ventana- Es solo un consejo como tu superior y encargado de ti-entrecruza sus brazos-Ten cuidado con tu forma de actuar con los del piso, más si no estoy cerca para ayudarte-me dice con seriedad.

-Está bien-afirmé sintiéndome algo extrañada por su preocupación tan repentina.

-Me daría muchos problemas con Nightmare y los demás directores si llegara a ocurrir algo-finalizó con un tono de voz que indicaba molestia-Sería un fastidio.

-A...era eso-murmure tratando de ignorar lo que acababa de decir.

Sentí entonces como el tren se detenía, miré la ventana y habíamos llegado. Tomé mi bolso y me despedí de mi superior, al bajarme del tren volví a mirarle y luego caminé para mi apartamento. Sentía molestia verdaderamente, le preocupaba más que le reprendieran a que me ocurriera algo, a mí que soy su compañera. Con razón es solitario, nadie puede soportar a alguien así. Al cabo de unos minutos llegué a mi hogar, abrí la puerta y tiré mis cosas sobre el sofá.

-Insoportable y seco esqueleto-refunfuñaba quitándome los tacones.

Los tiré a un lado y me dejé caer sobre el sofá, miraba el techo de nuevo y cerré mis ojos, el día de hoy había sido casi igual de cansino que el de ayer. Tan solo de volver a pensar en la conversación de hacia un rato me volvía insultar, es inútil relacionarse con él. Siempre con esa expresión, aunque le vi reír brevemente. En ese momento no lo noté, estaba distraída escuchándole que no me fije, pero recordando su rostro en ese instante, se siente extrañamente familiar. Por qué? De dónde lo conozco? Esas preguntas me llenaban la cabeza hasta que de la nada, el sonido de la puerta del baño al abrirse me saca de mis pensamientos. Abro los ojos y miro en esa dirección mientras me pongo de pie. Una chica envuelta en una toalla sale de allí, su pelo rojizo y piel pálida son inconfundibles, mi compañera de apartamento y amiga había vuelto.

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