Al llegar a la habitación tuve una vista panorámica de ésta como las otras veces pero fue es especial, el pecho me duele y no soy capaz de describir lo que siento, emoción, miedo, terror, pánico. Bueno si no se entiende estoy tan asustada como la vez que me dijeron que si dormía Freddy Krueger me asesinaria, todavía tengo pesadillas con eso.

Mina me dijo que esperara aquí, que estaeía ocupada haciendo no se qué cosa y que luego vendría, que la espera despierta y lista, se a lo que se refiere pero es que es distinto, tener relaciones sexuales con una persona es normal, todo el mundo lo hace sin ningún problema pero hacerlo con la chica con la que tenías un crush desde pequeña no es fácil.

No quieres arruinar el momento porque sabes que si eso sucede todas las fantasías que tuviste todos éstos años se irán por la borda y es terrible tener esa corazonada de que algo saldrá mal, tal vez el comienzo, el final o todo. He estado toda mi vida idealizando éste momento que será tan preciado para mi.

Suelto el aire que tengo acumulado en mis mejillas y miro la cama, está tan perfectamente acomodada que da miedo, parece que siempre ha estado así, hace unas horas era un desastre y no por qué Mina y yo hayamos hecho algo, si no que nos movemos mucho al dormir.

Definitivamente las empleadas son eficaces, sacudo la cabeza, no debo estar pensando en el personal, si no en la chica que vendrá hoy y la haré mía y ella a mí suya, de solo pensarlo moriré de un infarto, me duele el pecho y creo que necesito tener un momento para respirar.

Aunque ese momento ella me lo está dando, tal vez me vio demasiado nerviosa, que vergüenza puede que sí y por eso me está dando tanto tiempo o se arrepintió, eso pudo suceder, me miró a los ojos y supo que soy demasiado nerviosa con todo y se fue, me dejó aquí en Japón y voy a tener que tomar tanto alcohol como sea necesario para olvidarla, luego tendré días en los que pretendo que lo hice y mi vida se basará en eso, tratar de olvidar a la chica que me dejó plantada.

"Hola mi amor". Pego un brinco al sentir unos labios en mi cuello y unos brazos rodeando mi cuerpo, el suyo se pega automáticamente al mío, y jadeo, el movimiento de sus caderas me está volviendo loca tan rápido, no puede ser que no me pueda resistir aunque sea dos segundos. "¿Te dije lo hermosa que estás?". Abro la boca para negar pero nada sale cuando me da la vuelta y besa mis labios.

Es tan íntimo éste beso que hace que olvide los otros, en los que apenas había un minúsculo roce de lenguas, para mi estuvo bien por todo éste tiempo es que, siempre esperé más y ahora que lo tengo no sé qué hacer, se separa no sin antes morder mi labio inferior y mantenerlo en sus dientes hasta que la miro a los ojos y lo suelta.

Sabe lo loca que me vuelvo cuando hace eso, sus labios bajan a mi cuello y sus manos a mi abdomen, lo acaricia con tanta suavidad que me siento como una bola de algodón. "Me haces tan feliz". Dice y me quita la camiseta, no puedo parar de mirarla a los ojos, parecen más brillosos que nunca.

No puedo hablar por la vergüenza que vuelve a invadir mi cuerpo cuando me deja desnuda del torso, había olvidado el pequeño detalle de que no use brasier hoy. "Mina...". Quise darle una tonta explicación del por qué no lo tenía pero sus labios atacaron mis pechos y fue suficiente para sacar un gemido de lo más profundo de mi garganta.

"¿Que ibas a decirme?". La ausencia de sus labios en mi pezón derecho no se siente bien, así que subo la mano a su cabello y lo enredó un poco en éste, acaricio esa zona y hago que vuelva. "Contesta o no hago nada". Aprieto los labios, se me había olvidado lo testaruda que es.

"Myoui Sharon Mina si no metes mi pezón a tu boca juro que te mato". Con la voz temblorosa logré decir todo y eso fue lo que obtuve, exactamente lo que pedí y se sintió jodidamente bien saber que si le pido algo lo obtendré.

Sus manos bajan a mis muslos y caemos a la cama, yo arriba de ella, no pensé estar en esta posición pero tampoco le encuentro inconveniente, enseguida que puedo le quitó el suéter, se que es caro pero lo lanzó al suelo y bajo mis labios a su cuello, tan suave y delicioso, puedo pasar horas mordiendolo, marcandolo, para que sepan quién es la dueña.

"Oh Chaeyoung". Se que le está gustando, por como arrastra mi nombre por tanto tiempo, comienzo a mover mis caderas su respiración se corta y sus manos bajan de mi espalda a mis nalgas en un parpadeo, me mueve con un poco más de rudeza, sé cuánto le gusta ese roce.

Lo digo porque hace mucho tiempo, me senté en su regazo, apenas éramos unas adolescente pero recuerdo su gemido, fue pequeño pero bastante alto como para que yo me bajara escandalizada de sus piernas y me fuera de su casa, fueron días difíciles.

"Si me permites". Me elevo con mis rodillas para luego levantarme por completo y desabotonar su pantalón, lo hago lento que ella sienta que me necesita tanto como yo a ella, con cuidado se lo quito junto con sus lindas bragas de color rojo, me impresiona que la adorable Myoui use ropa interior así, caras vemos bragas puestas no sabemos.

No hay nada que no pueda sentir o decir que no sea admiración por la perfección que tengo frente a mí, es tan hermosa y no solo lo digo porque sea mi novia, es que Mina lo es, demasiado. "Los roles se invirtieron". Sonríe inclinando un poco la cabeza hacia atrás cuando beso el interior de sus muslos, paso de un lado a otro, a sabiendas de lo sensible que es, ahora me parecen tan interesantes las conversaciones que teníamos acerca de nuestras debilidades. "Se supone que yo ib-...". Le doy una gran lamida a su centro, se sacude y sus manos agarran mi cabeza, siento que quiere que lo vuelva a hacer, así que lo hago esta vez chupo un poco su clítoris. "Dios". Masculla por lo bajo.

"¿Crees estar lista?". Me mira y asiente, subo lento hasta llegar a sus labios los cuales beso con fuerza y necesidad, ella corresponde a medias tal vez es por mi dedo el cual estimula su muy hinchado clítoris, cuanto me gusta tocarla, siento que me volveré adicta a ella si sigue gimiendo de esa forma sobre mis labios.

"Estoy lista". Me asegura, me apoyo de la mano izquierda sin dejar de mirar sus ojos introduzco el primer dedo, veo sus ojos que se llenan de emoción los cuales lentamente cierra al meter el otro y sus labios entre abiertas sueltan gemidos y jadeos, esta es la mejor imagen que tendré en toda mi vida.

No hay palabras coherentes en su lenguaje desde que comencé a embestirla, al principio fue lento y cuidadoso, luego comencé a hacerlo cada vez más rápido al punto de que la cama rechinaba por la fuerza en la que nuestros cuerpos chocaban, ésta sensación en la que sientes que no puedes más es exactamente la que yo estaba viviendo, por más que solo sentía las manos de Mina en mi cuello, sus labios y dientes en éste, no podía evitar sentir que también me iba a venir, sus gemidos, sus jadeos, esos sonidos tan hipnotizantes me estaban llevando a la locura.

Siento su mano bajar y por último como mete dos dedos de golpe, mis piernas flaquean pero me mantengo fuerte, no quiero caerme y golpearla.

Sus gemidos aumentan exponencialmente cuando doblo un poco los dedos y por como sus paredes presionaban mis dedos estoy segura que está a punto de venirse, aumento la velocidad y ella igual, yo también quiero liberarme al mismo tiempo que ella así que me muevo con más insistencia en su mano rozando cada vez más fuerte.

Mis ojos se cierran y mis gemidos salen con fuerza cuando me vengo, no dejo de mover los dedos en ella hasta que escucho mi nombre en mi oído, un pequeño grito y luego un enorme suspiro. "Dios que bien". Dijimos al unísono.

"Fue mejor de lo que pensé". Digo y su mano acaricia mi espalda, pasan unos segundos en los que no responde, subo un poco para verla y meto los dedos que estaban dentro de ella en mi boca. "Y esto está mucho mejor". Sus mejillas están rojas y puedo ver como su respiración vuelve lentamente a la normalidad.

Me da la vuelta con rapidez y se siente en mi abdomen no sin antes hacer exactamente lo que yo hice. "No sabes lo que has hecho".

Sería una noche un tanto agitada.