O12
Nos miramos y entramos a la oficina, ha nada malo va a pasar, hemos esperado por mucho tiempo y los nervios desaparecieron al abrir la puerta, siento que las cosas ya estarán mejor. Suspiro y espero que el señor Myoui luego de una reverencia nos deje sentar, me encantaría descansar las piernas además de que están empezando a temblar, Mina esta aquí al igual que Sana, ambas a cada lado del señor.
Esto luce más intimidante de lo que pensé, la confianza tenía que permanecer pero en cuanto mire a Mina se me olvidó hasta como escribir, que maldito problema tengo con ella, me está estresando, ahora que lograre uno de mis más grandes sueños todo se va a la mierda gracias a la cosa extraña en mi pecho que le avisa que alguien está cerca.
Es como si fuera una alarma, todo está bien hasta que siento a Mina cerca y parece que todo mi sistema se descontará dando paso a una serie de fallos preocupantes pero a la vez graciosos que me tienen harta.
Tanto que quisiera que se fueran. "Bueno chicas ya pueden irse". Mina y Sana se miran, sin decir una sola palabra se van y sonrío aliviada, ellas dos eran dos pares de ojos más a los cuales debíamos ver, prefiero que este la persona que nos va a contratar aquí, solamente nosotros. Para que sea algo más íntimo. "Mina la recomendó mucho, espero que hagan su mejor esfuerzo y estén a la talla de una empresa tan grande como ésta". Asentimos. "Están contratadas". Antes de que pudiéramos hablar ya nos habían contratado, nos preocupamos por esto, hasta que recuerdo quién fue la que nos recomendó.
Es obvio que tuvo que insistir demasiado, no me gustaría que los demás nos vieran como las que entramos gracias a la hija del jefe. "¿Nos permite hablar un poco acerca de nuestros conocimientos?". Pregunto, Momo me mira y yo también lo hago, quiero que sepa que estaremos bien y que somos capaces de mucho, no solo de esperar a que nos den las cosas.
"Claro". Se acomoda en la silla, esto era lo que quería, tener su completa atención.
"Todo perfecto". Momo abraza a Sana y yo asiento, estoy bastante feliz pero no tengo a nadie a quien abrazar por lo que me quedo en una esquina como si nada, la verdad es que no es nada del otro mundo, siempre me ha pasado lo mismo, todo estaba bastante solitario de mi parte mientras veía como Momo y Sana prácticamente se besaban pero tampoco estaba mal.
A veces celebrar uno mismo es mejor, la sonrisa se me ensancha cuando alguien me abraza por detrás. "Muchas felicidades ahora trabajan aquí". Aplaude. "Siempre quise que estuvieras aquí". Tragó saliva, hasta ahora es que me doy cuenta de cómo sus pechos se aprietan contra mi espalda, es incómodo pero lindo y a la vez desesperante porque no se cómo alejarme sin que sea grosero.
"Deberíamos ir a celebrar". Sana salta de la alegría y agarra a Momo para llevársela corriendo sin decirnos a dónde van, Mina se aleja de mi y empieza a correr detrás de ellas.
Parece que soy la única que no quiere correr o cree que no es necesario menos frente a un montón de personas. "¡Vamos Chaeyoung!".
FlashBack.
"¡Vamos Chaeyoung-ah!". Corre hacia la escuela, la miro con molestia ye cubro el rostro para poder entrar, a veces no se da cuenta de lo molesta que es cuando está feliz, se supone que ella es la mayor y más seria de las dos pero hay días, como hoy, en los que parece una pequeña niña.
Definitivamente es de los peores días de mi vida, rodando los ojos llego a dónde está y me señala la clase que me toca, sabe que odio a ese profesor con todo mi ser pero no tengo de otras más que alejarme de ella y entrar.
"Te voy a esperar aquí, hoy tengo libre hasta las dos". Abro los ojos y una pequeña sonrisa se forma en sus labios. "Antes de que me digas algo, llegue temprano porque quería saludarte y esperarte aquí, se lo mal que te llevas con tus compañeros y con ese estúpido profesor". Aprieta los labios y se me acerca.
"¿Que haces?". Pregunto, me agarra de los hombros y besa mis mejillas provocando un vuelco en pecho que no puedo explicar con simples palabras. "Mina ya pareces mi mamá". Quejarme se había vuelto parte de mi en este último año, con un mohín me solto y se sentó frente a la puerta.
"Anda". Señala y saca su libreta favorita.
Antes de abrir la puerta me doy la vuelta y sonrío. "Te lo agradezco mucho Minari". Nos miramos por unos instantes hasta que se hace la hora de entrar y la dejo atrás.
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