Narra Ofelia Blues

Suerte, tenía, subí el primero y segundo piso sola, pero en el tercero se detuvo y las puertas del elevador se abrieron.

Y yo, no me imaginaba ver a quien estaba frente a mi, tal vez nunca de una forma tan elegante y formal.

—Tuve la idea de que no vendrías —hablo secamente.

—Quiero abrir esa puerta Black —me gire para mirarlo. — No pienso quedarme sentada sin intentarlo antes.

sonrió, dejándonos cruzar miradas.—Bienvenida a su nueva aventura Señorita Blues.

—Al parecer ese Blake risueño y encantador no cambia al ponerse un tragué elegante ¿Eh? —nos reímos juntos ante aquel comentario.

—Y al parecer la dulce Ofelia no se le quita el sarcasmo al ponerse guapa.

—Oohh, ¿Crees que son guapa?

—Creo que eres más que guapa.

—Estamos de broma ¿Verdad? —me burle al decir aquello.

—No lo sé, dímelo tú —ladio con una sonrisa de lado.

—Te ves bien Cristian, nunca imaginé verte vestido de esta manera, pero me gusta —sonreí.

—Pienso lo mismo, te ves encantadora —contesto en susurro.

El elevador se abrió, era el quinto piso y seguramente Cristian saldría aquí, pero no lo hizo al contrario alguien entro y todo mi cuerpo se tensó, era él, mi única y horrible pesadilla.

—Alexander Grey —hablo Cristian.— ¿Que tal como está? —cuestiono.

—Un gusto en conocer al jovén Cristian Blake, en unos cuantos años el dueño de este gran negocio —contesto mi más temible pesadilla.

—El placer es mío Alexánder —contesto Blake.

No podía moverme, ni siquiera podía respirar, mi mano comenzó a temblar, mis ganas de llorar estaban llegando, desde ya hace tres años que no lloraba de aquella herida ardiente. 

Deseaba que no volteara a verme, deseaba tanto que no me reconociera, que no me atormentara de nuevo.

Cristian se dio cuenta de mi mano, en el estado que me encontraba, se miró mirándome a los ojos dando una expresión de rareza al principio, pero algo en él entendió que me estaba ocurriendo algo.

Tomo mi mano con fuerza entrelazando nuestros dedos, me hubiera encantado sentir esa caricia insignificante en otro momento, pero aquí lo tenía, su mirada transmitía preocupación y angustia.

Estaba entrando en pánico...

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—No sabía que podía hacerte eso Ofelia, solo no lo sabía... —hablo Alexander con desesperació.

—Estaba a punto de violarme mientras tú estaban enrrollandote con quién sabe quién mujer.

—Solo perdoname, perdonarnos —confeso.

—Yo se que sabías que ocurriría esto, no fue coincidencia y tampoco fui la única víctima.

Fin Del Flashback 

***

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—Estoy cansado de tus maldita berrinches, debes superarlo, deberías estar contenta sabes, has metido a prisión a mi propio padre —exclamo gritando.

—Ahora me doy cuenta, siempre estuviste de su lado, Eres igual a él... —hable con lágrimas en los ojos— Te ame por mucho tiempo, te admire —confese.— Pero esto pasó por estar junto a alguien más mayor que yo, creía que eras lo suficientemente maduro para una relación pero veo que no. No sabes que es apoyar cuando a tu propia novia la han dañado, o cuando está sufriendo por dentro, tu propia padre te a dañado eres su copia barata.

—¿Que quieres que diga? ¿Que no soy como mi padre?, Puede que sea como mi padre, pero nunca, nunca tocaría a alguien sin su consentimiento por más podrido que esté.

Fin Del Flashback

***

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—No podemos seguir estando juntos... —hable con tristeza.

—Te hago daño ¿cierto? Te recuerdo a él.

—Solo... Ya no podemos seguir juntos.

—Entiendo, te amo Ofelia, te amare por siempre...

Fin Del Flashback

Nuevamente se abrieron las puertas y salí de prisa escondiendo mi rostro, sabía que me había observado por milésimas de segundos pero no fui reconocida, pero aún Alexander me recordaba a Fort Grey.

Ahora no solo mis manos temblaban sino también mis pies, recuerdos llegaban a mi, como si fuera solo sueños que me aterraban pero no lo eran, lo había vivido en carne y hueso.

Ver mis manos temblar con vista borrosa, me hacía sentir más desesperación, me hacía sentir más el pánico, más debilidad, más dolor, no sabía cómo controlarlo no sabía que hacer.

No quería volver al psicólogo, no cuando todo comenzaba a ser mejor.

—Ofelia, ¿Que sucede?

—Y-o... necesito un baño... —hable susurrando.

Mi voz no salía, sabía que si hablaba mis voz corromperia en llanto, mi cabeza daba vueltas, mi vista se nublaba, mi cien pulsaba, mi cabeza dolía, mi corazón latía sin control,
mi respiración entrecortada, el aire no entraba a mis pulmones.
Mi cuerpo se desvanecía.

Tenía un ataque de pánico completo, y no podía controlarlo no recordaba como hacerlo no cuando sentía el pánico.

Solo sentí que me desplazaba por el aire y los brazos de Cristian me detuvieron evitando caer al suelo...

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Nota de Autor
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Gracias por leer, no olviden votar y comentar.

¿Qué tal les pareció el capítulo?

No solo me e inspirado en alguien no cercano a mi, también en lo que sentí por primera vez ese nerviosismo que pasó a ser "Pánico" ese sentimiento que te hace llorar al ver tus manos temblar eso es un poco lo que sentí lo que viví.

Tenemos nueva portada, me ha encantado espero y ha ustedes también, ame el coqueteo mutuo que hubo, pero me sentí mal por el pánico de Ofelia.

PD: No se ustedes pero me está gustando dejar breves textos al final del capítulo.

🍁 Gabriela Torres 🍁

Escrito el: 19/02/22