Nos mantuvimos unidos mientras corríamos rápidamente, sentía como mi corazón se aceleraba a cada instante y el aire me empezaba a faltar, me sentía asfixiado. Quería detenerme y descansar un rato pero estábamos en medio de un escape, y solo importaba eso, escapar.

Saori sostuvo la mano de Cris y ellos juntos corrieron apoyándose uno del otro.

—¿Hacia donde vamos? —pregunta Cris agitado y noto que empieza a acelerar su velocidad alejándose más de nosotros y tomando la delantera, aunque sea delgado es demasiado rápido.

—Vi unas motocicletas afuera... ¡Vamos! —le responde Jacob.

Evitamos el ascensor y bajamos hacia el primer piso por las escaleras de emergencia, nos topamos con uno de los hombres que subía las escalas corriendo hacia nosotros con el fin de detenernos, pero Jacob lo empujó y el rodó por aquellas golpeándose más que todo en el cuello.

Evitamos al hombre que ahora se encontraba en el suelo con, seguramente, su cuello fracturado. Y seguimos nuestro camino hasta que llegamos al primer piso.

Cuando nos alejamos de las escaleras, logramos visualizar la puerta de salida, pero desde ella se acercaban tres hombres listos para pelear.

—Mierda... —digo en voz baja —. ¡Ataquemos con toda!

Incito a la pelea y de repente los hombres comienzan a correr hacia nosotros, el primero llega hasta mi y lo golpeo con mis nudillos en su mejilla, luego Saori se acerca hacia el hombre y lo patea en la entrepierna ayudándome a vencerlo.

Por otro lado, Jacob agarra al otro hombre del cuello y por un instante lo alza del suelo, luego lo empuja y el hombre cae a unos cuantos metros de nosotros quejándose por el dolor.

El ultimo hombre escapa mientras informa algo por el radio de comunicación.

—¡A la salida! —grito y mis compañeros y yo nos ponemos en marcha.

Atravesamos la enorme puerta hasta que nos encontramos en las afueras, observo el alrededor y veo que nuestro camino posiblemente se encuentra despejado.

—¡¿Donde están las motocicletas?! —pregunto sintiendo una fuerte presión en el pecho, la adrenalina es insoportable y solo siento como mis piernas tiemblan, esto no es nada comparado a los antiguos robos que hice en mi barrio y en el centro de Nueva York, esto está a otro nivel.

Jacob se detiene un momento y busca las motocicletas, luego de un momento señala hacia una parte del enorme estacionamiento a las afueras del edificio, puedo ver que al lado de las dos motos hay dos hombres conversando y supongo que no se han enterado de la situación.

Me volteo y observo a través de la enorme puerta de entrada del edificio, veo como aparecen varios hombres en compañía de Rusell recién salidos del elevador, y ahora caminan por el pasillo en dirección a nosotros.

—¡Maldición! —exclamo enojado —. ¡Salgamos de aquí de una vez!

Jacob corre en dirección a las motocicletas y los demás lo seguimos, uno de los hombres que se encontraba allí se voltea sorprendido y Jacob se detiene frente a el.

—¿Ustedes que hacen aquí? —pregunta el hombre —. ¡Entren al edificio!

Jacob sonríe y prepara sus puños. —¡Jodete!

Jacob lo golpea en la cara y el hombre retrocede, luego retoma su fuerza y le devuelve el puño a mi compañero.

El otro hombre se aparta de su motocicleta y agarra a Saori por la espalda, me acerco rápidamente y lo empujo con brusquedad, el cae en el suelo golpeándose en la cabeza y Saori logra liberarse, el hombre no se detiene y justo cuando se pone de pie me golpea en la cara, empiezo a sentir como la sangre brota de mi nariz y con ella un fuerte dolor. Lo pateo en la pantorrilla y el pierde el equilibrio, luego cae al suelo y lo pateo en el pecho, el provoca un grito ahogado y escupe un chorro desagradable de sangre, nuevamente le brindo una paliza pero no hay defensa de su parte, el solo grita de dolor.

—¡Chicos, aquí vienen! —nos informa Cris angustiado y señala hacia la puerta de entrada al edifico que se encuentra bastante lejos de nosotros, varios hombres se acercan corriendo mientras Rusell observa desde la puerta.

—¡A las motocicletas, joder! —les ordeno casi gritando, estoy aterrado por lo que está sucediendo.

Jacob deja de un lado al hombre que está golpeando y se sube en una de las motocicletas, Cris se sube con el y yo me subo en la moto restante.

—¡Saori, sube rápido! —le ordeno.

Saori reacciona de inmediato y se sube en la que ahora es mi motocicleta, ella se agarra de mi cintura con fuerza y siento como empieza a sollozar de lo asustada que está. Seguramente es la primera vez que ella experimenta esto, pasó mucho tiempo de su vida hackeando desde su computadora, tal vez no se esperaba enfrentar una situación así en su vida.

Enciendo el motor de esta y a la misma vez las luces, luego empiezo a conducir alejándome del edificio. Veo por un momento, que los hombres corren detrás de nosotros, y muchos se empiezan a subir en sus camionetas.

—¿Jacob va detrás de nosotros? —le pregunto, ella no responde por un momento y no puedo observar a través del retrovisor debido a que está oscuro.

—¡Si, ellos nos siguen!

Jacob iguala la velocidad de su moto con la mía, y ahora conduce a mi lado, observo que Cris se sostiene fuertemente de el mientras observa hacia atrás, varias de las camionetas de Rusell nos están siguiendo.

—¡¿Hacia donde vamos?! —pregunta Saori en voz alta para que podamos escucharla.

—¡Detendremos el camión en donde va el virus! —responde Jacob. Sus palabras me sorprendieron de inmediato. ¿En serio?

—¡¿Qué?! ¿Otra persecución? —pregunta Cris confundido y a la vez exaltado.

La carretera se ha tornado rocosa y en esta es más difícil conducir la motocicleta, con mi esfuerzo logro controlarla para no caernos.

Jacob parece ser muy bueno en la conducción, el conduce a mi lado sin ninguna dificultad.

—¡Ese virus no puede estar en manos de Rusell, detendremos al camión y tomaremos el virus que nosotros mismos robamos, y lo devolveremos! —dice Jacob.

Me siento de acuerdo con él y apoyo aquella decisión, sin embargo... ¿Nos entregaremos a la policía?

—¿Pero y donde está el camión? —pregunta Saori confundida.

—¡El camión hace apenas unos minutos que se fue del edificio, conozco muy bien las rutas y calles, solo siganme! —responde Jacob.

***

El final se acerca, lectores.

Solo quedan dos capítulos más, y tres con el epilogo... ¿Están emocionados por el desenlace de esta historia?.

¡Nos vemos el próximo domingo!