Admito que me siento mal por la muerte de la chica, sus palabras me han hecho dudar nuevamente de todo lo que estoy haciendo, pero sin embargo aunque haya pensado detenerme, tal vez ahora ya no es posible, ya es muy tarde para hacerlo.

Saqué de mi mochila mi pasamontañas y cubrí mi rostro a pesar de que estas personas ya me habían visto, también me puse un chaleco negro y unos guantes del mismo color.

Sostuve una parte de la capsula y Brayan sostuvo la otra, el tamaño de aquella era aproximadamente un metro, no era tan alta para nosotros pero si un tanto pesada.

—Recuerda, salimos hacia al salón de al lado —le digo mientras siento como gotas de sudor ruedan por mi frente —. ¿Como haremos para que nadie nos vea?

Brayan saca su radio de comunicación y se comunica con Cris. —Abre la puerta del salón de al lado, ya vamos para allá.

Sostengo la capsula con más fuerza y Brayan corta la comunicación por el radio para enfocarse en nuestro escape.

—¿Crees que puedas sostener la capsula tu solo? —pregunta Brayan y saca de su mochila una arma, una AK 47 —. Yo apuntaré a los que se encuentren en ese salón, las paredes de todo el laboratorio son a prueba de sonido.

Asiento un poco inseguro del plan, pero es nuestra única opción. El suelta la capsula y yo la sostengo con todas mis fuerza, la pongo horizontalmente en mis brazos como si cargara a un bebe.

Los dos salimos del lugar en donde anteriormente estaba el virus, ahora solo debíamos entrar al salón de al lado, las personas que hace un momento teníamos de rehenes las dejamos encerradas en el lugar, y aunque pusieran su huella dactilar, Cris y Saori impedirían que la puerta se abriera.

Ahora nos encontrábamos en el pasillo, caminamos un poco hasta que llegamos a la puerta de nuestro escape. Brayan apunta a todo su alrededor, y suspiramos aliviados al ver que no hay nadie en los pasillos. De repente la puerta se abre, y logro ver que el interior esta repleto de mesas de laboratorio, camillas entre otras cosas.

Todas las personas presentes se encuentran concentradas en su trabajo y no notan nuestra presencia.

—Esto será interesante —murmura Brayan a mi lado.

El de inmediato entra gritando unas amenazantes palabras y las personas retroceden gritando, soy el siguiente en entrar al salón que ahora se que es un enorme laboratorio, y las personas me miran sorprendidas al ver que sujeto el virus en mis brazos.

Muchos se tiran al suelo, y la puerta se cierra nuevamente por obra de nuestros compañeros hackers.

—¡Que nadie se mueva o le disparo! —amenaza Brayan.

Observo hacia arriba, logro ver la ventana que está allí y que lleva hacia el techo, por allí será nuestro escape. Logro ver que ya ha oscurecido. Camino hasta encontrarme justo debajo de la ventana que por cierto está muy alta y dejo el virus en el suelo con cuidado.

Agarro mi mochila y de ella saco un material un tanto peculiar, este puede ser confundido por un arma, pero en vez de balas, es un gancho. Apunto hacia la ventana y disparo, el gancho sale disparado y con el una cuerda bastante resistente. El gancho sube hasta la ventana y la atraviesa haciendo que esta se rompa por completo y que varios pedazos de vidrios comiencen a caer.

Todos se cubren, incluido yo junto con Brayan y los nuevos rehenes.

Cuando la lluvia de cristales se ha detenido miro hacia arriba y logro ver que el gancho está asegurado.

De repente Brayan dispara su arma, me sobresalto de inmediato y lo observo, el le acaba de disparar a un hombre que ahora se encuentra mal herido en su pecho y nuevamente la escena de la sangre esparciéndose por el suelo llega a mi mente.

Brayan comienza a reírse con satisfacción y le dispara a otra mujer más mayor...

—¡Detente de una maldita vez! —Le grito y corro hacia el, le quito el arma y lo empujo hacia el suelo, el cae a unos cuantos metros de mi y se golpea la cabeza nuevamente.

Mientras el se queja del dolor, noto que de repente mi radio comienza a hacer interferencia.

Lo tomo de inmediato mientras Brayan se ríe en el suelo.

—¡¿Que ha pasado?! —pregunta Jacob preocupado a través de la radio.

Miro a todos los presentes y a las dos personas heridas, todos están en el suelo.

—¡Brayan le ha disparado a tres personas! ¡Es un maldito loco!

Jacob maldice a través de la radio. —¡Solo apresúrense en salir, creo que se han escuchado los disparos en todo el laboratorio!

Maldigo en voz baja y corro hacia la capsula. —¡Brayan, joder levantate!

El sigue en el suelo riéndose a carcajadas, pero de un momento a otro se levanta corre hacia mi y me arrebata el arma que hace un momento yo le quite.

—Sube tu primero con la capsula, nos vemos arriba. —me dice y observa a su alrededor, sus ganas de reírse han desaparecido y ahora está asustado.

Su cambio de humor me sorprende, es un bipolar psicópata supongo.

Suelto mi mochila. —Tú subes las dos mochilas, no puedo con tanto peso.

El asiente y toma mi mochila junto a la de el. —¡Rápido, sube!.

Sostengo el aparato que me llevará hacia arriba, con tanto solo oprimir un botón empiezo a subir automáticamente mientras sostengo la pesada capsula con una sola mano mientras que con la otra sostengo el aparato.

Grito del dolor por estar sosteniendo la capsula, pero aún así, aunque sea muy pesada la sostengo fuertemente y con cuidado de que no se vaya a caer, subo lentamente y aún sigo lejos de la ventana rota.

Observo hacia abajo mientras miro como Brayan está nervioso, de repente se escuchan fuertes golpes desde la puerta.

—¡Somos seguridad, abran la puerta o la haremos volar!.

Uno de los rehenes corre hacia la puerta e intenta abrirla, pero no da resultado y Brayan le dispara justo en la espalda.

Observo todo el caos desde aquí arriba.

Las personas comienzan a pedir ayuda casi a la misma vez y es ahí cuando Brayan llega a sus limites de paciencia, el empieza a disparar a todos los presentes y puedo ver como el lugar, las mesas, todo se empieza a llenar de sangre, ahora hay como cinco cuerpos inmóviles y sin vida en el suelo mientras más y más sangre se hace presente.

La seguridad al otro lado de la puerta sigue golpeando, y esta vez creo que tienen planeado tirar una granada.

Llego hasta la ventana, subo el virus con todas mis fuerza y luego me subo yo, ahora me encuentro en el techo.

—¡Rápido! —grita Brayan a todo pulmón.

Tiro la arma con el gancho y Brayan la atrapa rápidamente, el la vuelve a disparar hacia arriba, el gancho no se sujeta al primer instante y vuelve a bajar, Brayan hace un segundo intento, logro ver como el gancho aparece frente a mi pero no puedo agarrarlo ya que es posible que pierda una mano en el intento... El escape de Brayan depende de el mismo.

A la tercera vez, el gancho de la pistola logra sostenerse en uno de los barrotes que están alrededor de la ventana, y Brayan comienza a subir, pero al mismo tiempo una explosión se hace presente.

Me levanto rápidamente sin ser del todo consciente, mientras escucho un pitido en mi oídos agarro la capsula, camino un poco en el techo alejándome de la ventana buscando protegerme.

El pitido en mis oídos ha desaparecido y ahora puedo escuchar los varios sonidos del caos, escucho gritos y disparos a la misma vez.

Me volteo hacia la ventana y logro ver que Brayan a logrado subir con las dos mochilas en sus manos, y el dispara con su arma desde arriba.

—¡Brayan no hay tiempo! ¡Ven aquí! —grito.

Una alarma empieza a sonar, es tan fuerte que se escucha desde la cima del edificio que es donde nos encontramos nosotros. Agarro mi radio y me comunico con Jacob.

—¡Ya estamos en el techo! —informo casi gritando y observo como Brayan corre hacia mi con su arma en mano y las dos mochilas en la otra —. ¡La camioneta, Jacob! ¡Trae la camioneta!

—¡Ya voy para allá! —me informa.

Brayan me entrega mi mochila y la pongo en mi hombros, esta vez los dos sostuvimos la capsula y fuimos hacia el borde del edificio, mire hacia abajo y logré ver que estaba muy alto, el faro de vigilancia estaba casi frente a nosotros y de pronto notan nuestra presencia y nos empezaron a iluminar con esa potente luz.

—¡Estamos jodidos! —exclama Brayan asustado y nos mantenemos inmóviles.

Puedo observar el puesto de vigilancia para permitir el acceso o no en donde conocí a los dos guardias, puedo ver que en la lejanía se acerca una camioneta a toda velocidad, son nuestros compañeros.

—¿Qué hacemos?. En cualquier momento nos van a disparar —me pregunta Brayan angustiado.

Observo a mi alrededor y mi mirada se posa en la capsula, la sostengo fuertemente y la estiro hacia el borde mientras Brayan me ayuda.

—¡Si nos disparan, el virus se cae! —grito lo más fuerte que puedo y al parecer los que están en el faro no logran escucharme debido a que la alarma lo impide, pero creo que entendieron mi acción.

—¡Si dejan caer la capsula prendemos fuego! —nos advierten los del faro.

De repente, la camioneta traspasa la zona de seguridad, puedo ver desde aquí que atropellan a un hombre... Tal vez fue Roberto.

Ya ahora la camioneta comienza a conducir por todo el lugar, el faro de vigilancia deja de centrarse en nosotros y ahora ilumina la camioneta.

—¡Es ahora o nunca!

Agarro mi mochila y saco las cuerdas para escalar, amarro una de ellas en la capsula y la otra en Brayan, luego ajusto el aparato que sostiene la cuerda para bajar al borde del edificio.

—Tu bajas primero con la capsula —le indico.

El se agarra de la cuerda y luego con la otra agarra la capsula, poco a poco comienza a bajar el y la capsula también mientras yo me quedo observando como conduce la camioneta.

Jacob está conduciendo ferozmente por todo el territorio del laboratorio y ahora son dos alarmas que suenan a la misma vez, el faro ahora se centra en la camioneta y no en nosotros.

—¡Vas tú! —grita Brayan quien ya se encuentra abajo con sus pies en el suelo.

Me agarro de la cuerda y sostengo mi mochila, bajo rápidamente del lugar.

—¡Informa a Jacob que ya puede venir a por nosotros! —ordeno

Ahora solo nos queda escapar...