Gulf suspiro frustrado una vez más, su ceño estaba fruncido y tenía un puchero en los labios sin siquiera darse cuenta. Estaba feliz, claro que estaba feliz por su mejor amigo Tul, se iba a casar con el amor de su vida y además le había pedido que fuera su padrino y organizador de bodas. Claro que estaba contento por eso. Pero la razón por la cual a sus 29 años estaba haciendo un berrinche justo ahí en la sala de la casa de Tul y su prometido Max era por el hermano de este último.

Resultaba que Gulf no iba a ser el único padrino y organizador, sino que, además tenía que serlo con Mew Suppasit el hermano menor de Max, el hombre al que más odiaba en el mundo, nadie más sabia esto más que Mew y el propio Gulf. Las tres personas estaban esperando a Mew quien ya llegaba tarde a su "reunión" y donde le habían soltado toda la verdad a Gulf.

Habían pasado años desde que Gulf sentía ese odio a Mew o como lo llamaban en la facultad (Mew), juntos habían estudiado derecho, pero se habían alejado cuando se graduaron y cada uno fue a una firma de abogados diferentes. Se habían topado en algunos juzgados pero no se volvieron a dirigir la palabra.

Gulf no sabía del hermano de Max hasta hace unos meses en la fiesta de cumpleaños de Tul a donde asistió Mew. Y justo ahora tenía no solo que verlo sino que planear una boda y convivir con él. Sería una pesadilla.

-Llego tarde, lo siento – Un Mew que se quitaba su saco y sonreía entro en la sala de estar de la casa, Gulf se quedó ahí sentado, no se permitió mostrar ninguna emoción ante la nueva presencia. – Hola Tul, Max – les dio un gran abrazo, su sonrisa seguía intacta.

-No te preocupes, solo tenemos un rato – Mew se giró y le dio la cara a Gulf quien de inmediato se levantó y atendió a la mano que le era ofrecida, Mew cambio su expresión, parecía un poco más seria y calculadora.

-Gulf – dijo dando una ligera mirada a todo Gulf, de pies a cabeza. Este se ruborizo un poco bajo la mirada, el puchero había desaparecido y trataba con todas sus fuerzas verse como alguien amenazador, odiaba a Mew, lo hacía pero eso no evitaba que su mirada lo pusiera un poco nervioso cuando lo miraba de esa forma.

-Suppasit – respondió Gulf y se sentaron, Mew estaba frente a Gulf. Se miraban desafiantemente.

-Bueno, tenemos que planear una boda – miro a los prometidos. -¿Cómo va a ser esto?

Gulf guardo silencio todo el rato que los demás hablaban, prestaba atención a los deberes que tenían que hacer. Solo tenían un par de meses para tener todo, no pudo ocultar el disgusto que le producía el estar en la misma habitación que Mew más de 10 minutos y sobre todo a las miradas que Mew le propinaba.

Cuando esa tarde llego a su departamento se dejó caer en su cama, resoplo y miro al techo. Esto iba a ser una pesadilla. Esa noche tuvo sueños, soñó con una escuela y la clase de baile de la misma.

Dos semanas después Mew y Gulf se encontraban en la prueba de pastel y el banquete para la boda, los futuros novios no habían podido asistir a la cita por lo que los padrinos lo hicieron.

-Este pastel esta delicioso – dijo Mew mirando al pastel de chocolate.

-A mí me gusta más este.

Llevaban media hora sin poder elegir un pastel por el mero hecho de que Gulf le llevaba la contraria a Mew en todo momento, Mew se dio cuenta de eso y rio bajito.

-Deberías probarlo.

-Prueba este también – Gulf le acerco la cuchara para que Mew la tomara pero este tomo su mano y sin dejar que soltara la cuchara se la llevo a la boca, Gulf paso saliva irritado.

-No vuelvas a tocarme – dijo en un gruñido.

-Oh vamos Gulf, no seas así. ¿Aún me odias?

-No me vuelvas a llamar Gulf – bajo la mirada a su plato y lanzo la cuchara con fluidos de Mew.

-Pero te gustaba que te llamara Gulf.

-Me gustaban muchas cosas y ya no Mew. ¿Contento? – Mew lo miro por un segundo y asintió.

-Si ya han elegido un pastel les traígo otro platillo, pasta con crema...

-Oh, no le des crema a él – Gulf levanto la vista y miro a Mew. ¿Cómo podía recordar que Gulf odiaba la crema? Él chef asintió avergonzado.

Para la tarde salieron del lugar sin haberse dirigido la palabra más, se quedaron de ver en un bar con los futuros novios.

-Aquí están nuestros padrinos ¿Cómo estuvo?

-Delicioso – A Gulf le encantaba ver lo feliz que parecía Tul.

-Espero que eligieran bien.

-Costo algo de tiempo pero así fue.

Se quedaron hablando y bebiendo en el bar por un rato más.

-Mew– Todos giraron al escuchar el nombre. Gulf abrió la boca al ver a Art llegando con una gran sonrisa.

-Art – sonrió Mew, una sonrisa grande. Una sonrisa que recordaba.

-Hola Gulf, ha pasado mucho tiempo.- Este solo se dedicó a asentir.

-Hola Art – su nivel de ira volvió a aumentar, Art saludo a los demás y se sentó a un lado de Mew, su mano viajo al muslo de estelkl

-Tengo que explicarte lo que paso.

-Yo...- el celular de Gulf sonó. Contesto de inmediato, era del hospital

Todos los miraron cuaïndo Gulf pareció preocupado, sus ojos se llenaron de lágrimas. Mew quería saber que pasaba.

-Sí, ya voy – dijo y colgó – Tengo que irme – comenzó a caminar de un lado a otro – Mi madre tuvo un ataque – Tul se acercó, Mew quería tranquilizarlo.

-Tranquilo Gulf.

-No puedo, me tengo que ir – Mew lo detuvo.

-Yo te llevo, no puede manejar así – Gulf lo miro con los ojos lloros y asintió sin más.
Oj que
-Nosotros los seguimos después de cancelar la cita – habló Max.

Mew condujo rápido pero con precaución, Gulf había comenzado a llorar, el corazón de Mew se partía al verlo así.

-Tranquilo Gulf. – Gulf miraba hacia afuera y se limpiaba las lágrimas.

-Mi madre debe estar bien – dijo. – No puede dejarnos solos.

-Estará bien, te lo prometo Gulf – tomo la mano de este y le dio un ligero apretón. Se quedaron así hasta que llegaron al hospital

Al entrar Gulf no podía calmarse, no le daban noticias de nada, Mew opto por abrazarlo aunque Gulf estaba reacio a responder pero lo logro. Lo único que Mew quería era guardar a Gulf en una pequeña cajita y protegerlo del mundo.

-Ella está muy bien, se logró estabilizar – dijo el doctor tranquilizándolos.

-¿Se recuperara?

-Sí, solo fue un susto. Ya sabemos con certeza su condición y podemos recetarle chequeos y medicamento. No será necesario nada más.

Resulta que solo había sido un susto, Gulf estaba más tranquilo pero la adrenalina lo había dejado cansado. Paso la noche con su madre quien sería dada de alta la mañana siguiente.

Mew los llevó hasta su casa, los ayudo y al final se esperó. Quería hablar con Gulf y no perdería su oportunidad, Él tenía que escucharlo.

-Toma un poco de chocolate – Gulf le ofreció.

-¿Iras a tu departamento?

-Me quedare a cuidarla hoy.

-¿Podemos hablar?

-Enserio Mew no tenemos nada de qué hablar.

-Quiero explicarte Gulf – Este lo miro, parecía cansado.

-Está bien, pero tienes que dejar de insistir después.

-Ok, no sé por dónde empezar.

-Empieza por la razón de dejarme.

-El día que te deje, yo... mis padres habían descubierto que estaba bailando, todo fue algo tan rápido, mi padre estaba decepcionado, me pidió inmediatamente que dejara el club y que no me presentara en el festival, me dijo que si no lo hacía nos iríamos lejos. Yo no supe que hacer, era joven, tuve que dejar lo que más me gustaba hacer, al día siguiente te vi y me sentí tan mal, sentía que te había decepcionado y que era un cobarde, no podía seguir contigo, no podía dejar que estuvieras con alguien como yo.

-¿Por eso me dejaste?

-Sí, tenía tanta vergüenza.

-Pero comenzaste a salir con Art. Creí que te habías enamorado de él.

-¿Qué? No, Art solo me apoyo pero jamás salimos. El ni siquiera me gusto nunca. Yo estaba muy mal. Te amaba tanto y por mis cosas te había dejado. Quise volver contigo un tiempo después pero estabas muy pegado a Off que pensé que te había perdido. Y me odiabas.

-Mew, te odiaba, te odiaba porque pensé que me habías engañado con Art. Te odiaba porque no podía amarte – el corazón de Mew dio un vuelco.

-Claro que no, te amaba Gulf.

-También te amaba Mew, pero ha sido mucho tiempo.

-Yo aún te amo.

-Por favor no digas eso.

-Pero es cierto. Te amo aun. El saber que ibas a ser el padrino de la boda de Max, tuve que rogarle a mi hermano para ser su padrino también. Quería tenerte cerca.

-Mew– miro al suelo.

-Te amo Gulf – se acercó y levanto su barbilla.

-Es tarde, ha pasado tanto tiempo.

-¿Ya no me amas?

Gulf paso saliva, estaba débil por todas las emociones que había pasado. Mew aprovecho eso y le robo un corto beso de los labios, Gulf suspiro cuando sintió después de tantos años los labios de Mew sobre los suyos. No tuvo más remedio que cerrar los ojos y responder al beso, un beso lleno de ternura.

Cuando se separaron Mew abrazo a Gulf quien no sabía que pensar.

-Quiero volver a bailar – susurro Mew de pronto.

-Deberías – Gulf se aferró a él.

-¿Qué tal para la boda? – Gulf sonrió.

-Sería perfecto.

-Pero tú tienes que bailar conmigo.

-Imposible- rio.

-Dios Gulf – lo miro serio de pronto – No sabes cuánto te amo.

Sus labios volvieron a encontrarse, esta vez Gulf coopero más con el beso. Esta vez no lo dejaría escapar porque por fin había aceptado que no lo odiaba como pensaba, odiaba no poder amarlo. Y aunque aún no lo perdonaba completamente, su corazón ya lo había hecho. Y Mew podía volver a bailar porque de nuevo tenía por quien hacerlo.