El silencio abundaba en la aldea de Konoha, el viento soplaba con serenidad mientras que las estrellas brillaban junto con la luna, pero la noche era acompañada por un rubio de ojos azules fríos. La noche era en donde podía estar en paz sin que nadie lo molestara o lo insultaran, solo su odio lo acompañaba y nada más a excepción del Bijuu que esta en su interior pero poca cosa le importaba. Tanto años de sufrimientos sin sentido para el, miles de intentos de asesinatos que sinceramente ya perdió la cuenta, su abuelo lo trataba de mantener en el camino de la bondad pero el Uzumaki cada vez más cae en las garras del mal gracias a los aldeanos y sus negligencias que no saben en diferenciar del Kunai y el pergamino de sellado. Su vida siempre fue una misión de rango S pero gracias a eso su conocimiento creció ya que cuando ingresaba a la biblioteca usaba un Henge haciéndose pasar por Menma como un Genin común y corriente o de vez en cuando usaba otra apariencia haciéndose pasar por Boruto un simple civil cuando iba a comprar pero por las noches podía ser el mismo, podía ser Naruto.
Su nivel ninja era la de un Chunnin alto a un Jounin bajo gracias a sus constante entrenamientos que el hacía ya que no quería ser el más débil de esta maldita aldea, a su punto de vista. Naruto nunca durmió desde que cumplió los cuatro años gracias a una turba que hicieron los aldeanos para "terminar lo que el Yondaime empezó" dejándolo en un charco de su propia sangre, pero ante que pasarán a mayores el tercero apareció matando a esos idiotas para que dejaran al niño en paz.

Sinceramente su vida es un infierno, solo quería cariño como aquellos niños que el ve de lejos escondido ¿es tanto pedir un poco de cariño o existencia?, el pensaba que la única forma para demostrar su existencia era matar a aquellos que lo atacaban o intentaban asesinar, pero eso solo aumentaba su odio que de apoco se volvía más y más oscuro. El niño pensaba que los sentimientos solo eran un estorbo y nada más, que no tenia que sentir nada ya que era un Jinchuriki un sacrificio humano en donde dejaba de ser como los demás y era tratado como demonio.

Una vez le dijo a Hiruzen cuando tuvieron una platica: —“Los sentimientos son para los débiles, nada más es un estorbo y parte del ser humano, yo por lo contrario no soy humano ni tampoco demonio por lo cual solo puedo sentir odio”— eso había deprimido al viejo mano ya que el chico imperativo que conocía se había ido siendo reemplazado por un Naruto que no siente casi nada, obvio que eso ni le importo al Uzumaki que solo le importaba entrenar y nada más, solo eso le quedaba mientras maldecía miles de insultos a la mujer que lo trajo a la vida y el bastardo que era el "donante de esperma" ya que solo lo trajeron a un infierno en donde era despreciado por casi toda Konoha. Lo primero en su lista era irse de la aldea y no volver jamas, ese era su objetivo y lo cumpliría a toda costa sin importar a quien tendría que matar para alcanzarlo, destruiría a cualquier ser de este podrido mundo para irse y hallar un lugar en donde pueda estar en paz, pero no sabia que sus acciones tendría consecuencias para el futuro cosa que preocupaba a su Bijuu ya que por más raro que suene no odiaba a su contenedor, es algo que jamas pidió ser llevando esa carga en su espalda mientras que los demás son felices y el sufre de la injusticia que le dio la vida luego de nacer.

Pero el Kyuubi presentía que algo muy malo se acercaba y no era nada bueno ya que sentía que están relacionado con el niño cosa que no le daba muy buena espina ante eso ya que cuando se trataba de Naruto las cosas eran complicadas y difícil de resolver.

Ya estaba amaneciendo, el rubio cerro los ojos recibiendo aquella suave brisa correr por su rostro estoico, dio un suspiro de pesadez para luego dirigirse al campo de entrenamiento número siete en
donde estaría el Jounin-sensei y sus compañeros de equipo que le tocó un día después de graduarse e salir como novato del año cosa que tan solo le repugnaba ya que era un Genin de una aldea que le hizo la vida imposible.

Mientras saltaba por las casas miraba las calles recordando los días en donde era perseguido como un animal causando que su rabia su aumente y se coloque en su corazón, en donde habita el odio mientras que los demás sentimientos eran olvidados en el interior del joven rubio.

***

Cuando llego al campo de entrenamiento se encontró con el Uchiha y la Haruno que como siempre esos dos estaban en su mundo de peleas cosa que no le importo al Jinchuriki así que paso de largo directo a un árbol en donde se sentó en una rama para esperar al Jounin, solo esperaba que no lo molestaran ya que sólo quería estar solo—como siempre—.

El oji-azul sabe bien que sus compañeros se pegan a el como garrapatas, lo tratan de integrar a sus absurdas actividades—a su punto de vista— cosa que las rechazaba rotundamente o cuando era arrastrado por ellos dos se escapaba cuando bajaban la guardia y/o se distraían por una estupidez sin sentido alguno, solo quería entrenar para volverse más fuerte e irse de la aldea que siempre lo mal mataron, pero como dice el dicho; Da odio y recibirás odio, da amor y recibirás amor. Naruto siempre recibía el odio, ahora todos y cada uno de la aldea de Konoha recibirá la del Uzumaki, pero eso no cambia el hecho de la situación que se aproximada que corromperá al rubio Jinchuriki más de lo que esta llevándolo a un lugar desconocido para todos.

Su felicidad para el era algo imposible de conseguir, por lo cual ya lo había dejado...

♦—Fragmentos destruidos: Felicidad—♦

Sin que nadie se diera cuenta una luz rosada tenue salio de la espalda del rubio yéndose a una cueva adhiriéndose a un Kanji que de ahí salio un hombre con el fragmento rosado colgando de el como collar. Era el primer paso para que en niño fuera sellado en la cueva que todos desconocen y solo creen que es un mito.

***

Mientras que el rubio dormía sintió dos presencias cerca de el, al abrir los ojos se encontró con el Uchiha y la Haruno mirándolo con una sonrisa cálida cosa que desconcertó a Naruto ya que no era capaz de sentir la felicidad mientras que ellos sí.
El Jinchuriki fruncío el ceño ya que ni estar solo podía ya que estos "estorbos" no lo dejaban en paz y menos Sasuke que hacia todo lo posible para hacer sonreír al chico oji-azul pero sus intentos fracasaban constantemente pero aun así no se rendía.

— ¿Que quieren?—dijo con una voz helada y muerta, sin sentimiento algunos—

— Es que después del entrenamiento queremos invitarte a comer helado o alguna otra cosa—dijo el Uchiha con una sonrisa—

— Sip, ¿que dices Naruto? —hablo Sakura que era la amiga de Naruto o así ella se consideraba ya que la primera vez que vio al rubio vio la soledad en sus ojos sin brillo, así que decidió ser su amiga e lograr sacarle una sonrisa por lo menos—

— Digo que pierden su tiempo—dijo frío, nunca le a gustado convivir con alguien que no sea el tercero o los dueños del local de ramen que fueron las primeras personas en tratarlo normal y no como un monstruo — saben bien que yo no salgo con molestias—dijo con veneno en su voz y una mirada que desbordaba odio cosa que deprimió al Uchiha e Haruno, pero nunca se rendían —

¡POOF!

Fue lo que se escuchó en el campo de entrenamiento sabiendo que ahí estaba su Jounin-sensei, Kakashi Hatake o el copy ninja no Kakashi, otro estorbo para el rubio—desde su visión — ya que este miles de veces a tratado de invitarlo a comer o entrenar para sacarlo de la oscuridad pero todos y cada uno de sus intentos son nulos, el chico siempre hallaba la forma de escaparse o distraer al peli-plata para irse a entrenar o estudiar los Jutsus e políticas y el estilo de pelea de cada clan.
Pero no sabia que Kakashi se preocupaba por el, tenia miedo que un niño como Naruto termine siendo más corrompido de lo que esta por culpa de los aldeanos.

— Perdón si llegue tarde, es que una horda de conejos salvajes me ataco y tuve que pelear—mencionó el portador de un Sharigan rascándose la parte trasera de su cabeza—

— ¡MENTIROSO!—gritaron el azabache y la peli-rosa con los ojos en blanco e con los dientes afilados como tiburón sacándole una gota de sudor al Jounin mientras que un chibi Kakashi estaba encogido por el miedo—

— Idiotas... —susurro Naruto que a la vez una figura de el muy aterradora aparecía por detrás y le susurraba que los matara a esos tres para obtener su sangre e lograr ser reconocido preocupando al Kyuubi que siguiera esa orden, pero para su sorpresa esta vez no la siguió —

— Bien, mejor entrenemos—hablo dando su sonrisa con el ojo, pero cuando miro hacia Naruto se aterro al ver aquella figura que estaba detrás de su alumno que le decía que matara para así ser reconocido, haciendo que los ojos azules parpadeen entre azul y negro, asustando al Jounin — mmm, mejor no, mejor vamos a comer por ahí así platicamos un poco—dijo a lo cual dos de sus Genin asintieron con una sonrisa mientras que el otro dejo de tener esa figura que se desvaneció dejando el color de ojos normal al Uzumaki—

Kakashi al ver eso se calmo un poco pero una duda rondaba por su mente, ¿que fue esa figura oscura que incitaba a Naruto a matarlos? ¿Y así logrando que reconocerían su existencia?, eso era preocupante ya que consideraba al rubio como su hermano menor y verlo así lo lastimaba ya que no podía hacer nada.

— Mátalos Naruto, así te reconocerán y temerán, te dejaran de insultar, podrás tener respeto a través del miedo de la personas, mátalos...—dijo aquella voz en su cabeza que lo cual no era la del Kyuubi —

— ¿Seguro Tou-san? ¿Tendre respeto a través del miedo?—penso con incredulidad el pequeño Kitsune —

— ¡No le hagas caso cachorro! ¡El respeto no se consigue de esa manera!—dijo el Bijuu—

— ¿Quien es él? —se preguntó al escuchar la nueva voz en su cabeza, sabia que era la del Kyuubi pero jamas pensó que hablaría —

— No le hagas caso Naruto, solo necesitas del odio, nada más que el odio y seras respetado para luego irte a un lugar en donde solo habite la paz, ¡de esa forma reconocerán tu existencia! — dijo nuevamente al rubio—

— Como digas Tou-san, pero matare cuando tenga el poder suficiente, por ahora tengo que aparentar ser indefenso —le dijo mentalmente sacándole una sonrisa —

— Tan calculador como siempre Naruto — hablo nuevamente —

***

Cuando el equipo siete llego al puesto de ramen hicieron sus pedidos, estos hablaban animadamente a excepción de cierto rubio que comía en silencio, su sensei y compañeros lo trataban de incluir en la conversación pero este solo daba respuestas cortas y concisas, causando que estos se desanimaran ya que sabían muy poco del Jinchuriki pero eso ni siquiera le importaba a Naruto.
Una vez que terminaron de comer el rubio aprovechó la distracción de ellos para irse de ahí sin dejar rastro alguno, pero no se percató que el azabache lo agarro de la muñeca, el oji-azul se dio media vuelta para encontrarse con Sasuke dedicándole una sonrisa cálida y sincera pero eso no le importo al Uzumaki.

Pero en eso una pared de fuego negro apareció haciendo que el contrario suelte la muñeca de Naruto, los del restaurantes e del equipo estaban asombrados ante eso, era como si una barrera impidiera que tocaran al chico, el rubio aprovechó eso y se fue corriendo de ahí directo al bosque para estar con la paz que tanto le ha gustado pero no se dio cuenta de las miradas tristes de su sensei, compañeros y los del local.

— Kakashi-sensei, ¿porque Naruto siempre actúa de esa manera con nosotros? —dijo la Haruno —

— No estoy autorizado para decir eso Sakura —suspira— pero solo te diré que la vida de Naruto es una misión de rango S—dijo Kakashi un tanto deprimido —

— ¿Como que rango S?—pregunto Sasuke y tanto como el peli-plata y los dueños del restaurante se quedaron callados con las miradas bajas, confundiendo a los dos Genin —

Mientras que ellos estaban ahí, el joven Jinchuriki se encontraba acosado en una rama de un árbol del bosque de la muerte mirando el cielo anhelante, como si quisiera alcanzarlo, suspiro observando las constelaciones en aquel cielo estrellado, la única vez que siempre podía y podrá estar tranquilo era en la noche o al menos sera por el momento.

To be continue...

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