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- Somos humildes pero astutos y dignos, Kakuzu – mencionaba un adulto moreno de corto cabello castaño y lacio- obra manteniendo tu honor y trae orgullo a tu hogar.

Un pequeño moreno de 13 años escuchaba con mucha atención aquellas palabras que provenían de su padre. Su madre murió hace un par de meses, hicieron su mejor esfuerzo en cubrir los gastos de su tratamiento y poder salvarle la vida, pero la realidad es muy cruel. Estaban en quiebra, pero aún poseían su dignidad así que pese a la necesidad de dinero no tenían ni la más mínima intención de realizar actos vandálicos.

Kakuzu amaba a su padre y ¿cómo no hacerlo? Aquel hombre se preocupaba mucho por él, siempre atento, amable, cariñoso y protector. Pese a sus carencias, imponía orgullo, pese a los golpes de la vida siempre daba la cara sin ocultarse, para Kakuzu era el hombre perfecto y digno modelo a seguir. Pero él sabía su secreto, detrás de aquel hombre perfecto se escondía alguien que necesitaba ayuda urgente, ayuda que lamentablemente, Kakuzu no se la podía dar.

Después de la pérdida de su madre, una parte de su padre murió con ella. Su personalidad era muy cambiante, cuando estaba con otras personas, incluso con su hijo, era el hombre perfecto... pero cuando se encontraba solo, llegaba su tormento. Cada noche arropaba a su pequeño para que duerma y una vez que se aseguraba de que lo estuviera, regresaba a su cuarto, aquel cuarto que había compartido con su amada esposa. La culpa de no haber podido salvarla le consumía, le dolía, le lastimaba. No podía evitar pensar en ella, en su preciosa sonrisa, sus maravillosos ojos rosas, su largo cabello oscuro y su hermosa figura, si bien puede que tenga imperfecciones para otros, pero para él, ella era perfecta. Era su musa, su princesa y también se convirtió en su amada reina, aquella que había logrado conquistarle el corazón y cambiar su vida radicalmente. Había perdido a aquella maravillosa persona que con solo estar a su lado hacía que todo se calmara, perdió su oasis en aquel desierto que era la vida. Dejandole solo un pequeño recuerdo de lo vivieron, un pequeño y adorable ser que lo llamaba "papá".

Cada vez que Kakuzu se levantaba en medio de la noche, ya sea por un vaso de agua o para ir al baño, no podía evitar escuchar el llanto de su padre cuando pasaba por su cuarto, llanto que era ligeramente acallado por la puerta de su habitación, pero aun así era sonoro.

"Haré que vuelvas a ser feliz, honraré a mí madre siguiendo sus ejemplos y traeré honor a nuestro hogar, lo prometo" pensaba aquel pequeño "el sol volverá a salir para nosotros".

***

- ¡Espera! - Gritaba Hidan, intentado alcanzar al delegado quien ya había llegado a la salida de la institución - ¡Maldición, cabeza de zanahoria que te esperes te estoy diciendo!

El mencionado, al darse cuenta que se refería a él por el apodo que le daba cierto albino, respiró profundo y detuvo su camino a casa para esperarlo, ya sabía a qué venía a buscarlo.

- Maldición - decía agitado el albino – ¿tan desesperado estás... uff...por regresar a tu casa que... que caminas tan rápido?

- Hemm... ¿para qué me llamabas Hidan?- Yahiko fingió no saber la razón solo para ir directo al problema.

- Toma - Sacó un folder de su mochila y extendió su brazo para pasarle – Es la estúpida tarea del profesor, olvidé dártela en el receso.

- ¡Ah! Cierto, preferiste hacer un escándalo en vez de eso...

- ¡Cierra el pico! tú solo acepta y vete

Sin duda le molestaba la personalidad del albino, pero prefirió ser profesional he ignorar su molestia. Tomo el folder y procedió a continuar con su camino. Sería muy molesto tolerarlo más tiempo.

Hidan, satisfecho, se estiró un poco a modo de relajo y giró su cabeza a su lado izquierdo, con dirección opuesta a su casa. Se quedó observando un momento pues a lo lejos notó dos siluetas conocidas, una era de un alto moreno de cabellos oscuros, quien en su galante andar resaltaba su amplia y musculada espalda, pese a estar cubierta por el típico uniforme, y a su lado... a su lado...

"Alguien así, de seguro se fijaría en personas como Sasori o Ita..." recordó lo que le dijo su amigo, apartó su mirada y, un poco cabizbajo, caminó lentamente hacia su casa.

***

"Sin duda estaba extraño" pensaba Kakuzu de regreso a su casa, por más que quisiera ignorarlo no podía evitar pensar que algo le había afectado a Hidan.

- Oye, Kakuzu...

"No era la misma estúpida sonrisa que hacía, esta era más, cómo decirlo, ¿triste? Aunque sería raro tratándose de Hidan, a ese idiota pareciese que nada le afectase, todo es bromas y risas para él."

- Kakuzu...

"Tal vez sea por el golpe que le di... hmm... pero lo he golpeado antes e igual seguía sonriendo como idiota, será que..." dejó de pensar en ello pues sintió que alguien lo halaba del brazo.

- Te estoy hablando hace rato, ¿eres idiota o que tienes? - mencionaba Sasori, quien se mostraba ligeramente irritado por haber sido ignorado.

- ¿Quieres que te muela a golpes? - respondió Kakuzu ante el insulto.

- Paso, pero en serio, ¿qué tienes? Te veías muy pensativo.

- Ah! Eso, nada, es solo que... Hidan se veía raro en clase, así que creo que algo le está pasando, pero no tengo ni idea que pudiera ser

- Te has hecho muy amigo de él ¿eh? - soltó con una mirada pícara,mirada que fue ignorada por Kakuzu – Solo por curiosidad, ¿qué tanto escuchaste de su conversación con Deidara? Estabas despierto, ¿verdad?

- Hmm... - Trató de recordar - Sí estaba dormido, pero me desperté un poco antes de golpearles, así que no sé qué tanto hablaron...

- ¿Y... qué recuerdas?

- Hummm... Cierto... Al parecer... a Hidan le gusta alguien – Sasori no pudo evitar sorprenderse, ¿Kakuzu sabría que es de él en quién se ha fijado Hidan? Lo más probable era que sí, es muy astuto, de seguro ahora está deduciendo de quién es – Y por lo que escuché, según Deidara, es alguien increíble, también irá a los exámenes nacionales... humm... por cierto, ¿sabes quiénes más irán? Solo sé por Hidan que yo iré.

- Hemm... Si no me equivoco irán Itachi, Shikamaru, tú y yo... !Ah¡ y también la del otro salón... ¿Cómo se llamaba? Tsuko... Tsunako... hmm creo era...Tsu...Tsunade?

Kakuzu no pudo evitar sorprenderse al escuchar ese nombre, pero mantuvo su calma al instante. Recordaba a Tsunade como una mujer muy imponente, astuta y muy elegante, supone que también era hermosa, pero realmente no estaba interesado en ella. Pero ¿Ese era el tipo de mujer que le gustaba a Hidan?

- Ya veo, así que a Hidan le gusta Tsunade... ahora entiendo porque Deidara decía eso... Una pena, realmente es un objetivo muy difícil.

"¿Qué?"  Se sorprendió de lo que acababa de decir "¿Cómo pudo haber llegado a esa conclusión? ¿De verdad es idiota? o tal vez solo es muy despistado...humm... ¡Cierto! Deidara dijo que era "alguien" increíble, ese "alguien" podía ser hombre o mujer, la conclusión a la que llegó es la más acertada si pensamos que Hidan es hetero" sintió alivio, realmente no sabía cómo Kakuzu podría reaccionar si se daba cuenta, en todos los años que lo conoce, nunca le ha visto andar con alguien, pese a que sí llegó a verlo recibir propuestas y cartas de amor que le daban sus compañeras. "Al parecer siempre las rechazaba, es como si ni si quiera mostrase interés en tener a alguien especial. Entonces, ¿qué pasaría si esta vez se le declaraba un hombre? ¿lo aceptaría, rechazaría o lo golpearía por ser homo?..."

- Aunque... - Sasori fue sacado de sus pensamientos para escuchar a su amigo – no creo que se deba acomplejar tanto por el nivel de Tsunade, si ella corresponde a sus sentimientos, no creo que le guste la idea de que él se sienta inferior, al fin y al cabo, es a él a quien quiere, con sus fortalezas y sus defectos.

Eso dejó sorprendido a Sasori, jamás se le hubiera ocurrido que su frío y serio amigo pudiera decir algo tan... romántico? En serio estuvieron mucho tiempo alejados, ¿qué otras sorpresas conocerá de él?

- Dime, Kakuzu... - el nombrado prestó atención - acaso... a ti te intere-

- !!!KAAAAKUUUUZUUUU-SEEENPAAAII!!!- Sasori fue interrumpido por una aguda voz que gritaba el nombre de su amigo. Ambos se detuvieron y voltearon con dirección a esa voz, encontrándose con una adorable morena peli turquesa corriendo hacia ellos, para ser más específicos, hacia Kakuzu. No llevaba ningún uniforme a comparación de ellos, vestía de un top y pantaloncillos blancos, atando su corto y suelto cabello turquesa con un pequeño ganchito del mismo color de sus ojos: naranja.

- Ah... Es Fuu - mencionó el moreno calmadamente.

Ella, al encontrarse muy cerca saltó hacia él extendiendo sus brazos para atrapar en un fuerte abrazo al moreno, quien no se inmutó ni en lo más mínimo ante el contacto.

"Espera... ¿Kakuzu aceptando abrazos de una mujer? ¿Qué está pasando? ¿Su hermana? No, él es hijo único" pensaba Sasori, intentando entender la situación, hasta que recordó "Kakuzu no ha aceptado salir con nadie, ni si quiera mostró interés por alguna de sus compañeras... entonces... tal vez...es porque él, todo este tiempo, !¿ha estado en una relación con esa chica?¡" 

💚❤️💚❤️

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