—Taeyeon —sentí como el cuerpo de aquella persona que me llamaba con ternura se pegaba a mí y sus dedos se entralazaron con los míos.

—Tiffany —sonreí.

Aunque pareciera que me veía feliz, realmente sentía como mi mano y todo mi cuerpo ardía al sentirla tan cerca y es que su presencia me derretía tal cual chocolate bajo los rayos del sol.

Ambas nos encontrabamos comprando ropa, Tiffany decía que no tenía nada cuando realmente su closet estaba llenó hasta reventar, pero no quise negarme a acompañarla ya que hacemos esto desde hace tanto tiempo y es entretenido.

—Tae, ¿me estás escuchando? —hizo un pequeño puchero mientras sus ojitos de cachorrito me miraban con tristeza, no pude evitar dejar escapar una pequeña sonrisa ante aquel tierno acto.

—¿Decías?

—Dije que estás demasiado tensa, ¿te encuentras bien? —pasó su mirada fija en mí hasta nuestras manos entrelazadas, donde se veía claramente como mi mano sujetaba con un poco más de fuerza de lo normal su mano.

«¿Tensa yo? Claro que no, es sólo que me estoy volviendo loca de amor al tenerte tan cerca de mí» pensé sin quitar la mirada de nuestras manos.

—N-No es nada —aflojé mi agarre y volví a elevar mi vista, pero esta vez hacia el frente.

—¿Estás segura? —cuestionó la pelinegra, podía jurar que no quitaba la mirada de mí.

—Segura —sonreí una vez más.

—¿Realmente estás segura?

Algo que detestaba era que no me creyeran e insistieran con el tema una y otra vez, pero nunca me he mostrado desagradable ante eso, simplemente me limitó a contestar a su pregunta e intentar dejar el tema de lado, pero no sé lo que me ocurrió en ese momento.

Había soltado la mano de Tiffany de la manera más desagradable que pude, volteé a verla y solté las palabras que en su momento se habían quedado estancadas en mi garganta.

—¡¿Cuántas veces tengo que decir lo mismo para que dejes de insistir con el jodido tema?! ¡Estoy bien! ¡Estoy perfecta así que deja de joderme con lo mismo, Stephanie! —grité atrayendo toda la atención de los que caminaban por ahí, pero eso no me importó.

Después de aquellas palabras que no pensé pude observar como sus ojos se volvían más brillosos. Perfecto, la has vuelto hacer llorar, Taeyeon.

—Tiffany... —no podía creer que esta fuera la segunda vez que la hacía sentir mal, la primera vez fue aquella noche y ahora esta, ¿qué falta ahora? ¿Qué salga corriendo mientras llora?

Si fue casualidad o destino, mis palabras fueron escuchadas y Tiffany salió corriendo mientras lloraba, ahora me sentía pésima, nunca me gustó ver llorar a Tiffany y quizás sea porque la primera vez que la conocí fue cuando lloraba desconsolada, cosa que había prometido no volver a ver, pero acababa de romper a mi promesa.

Sin pensarlo dos veces también salí corriendo en su búsqueda, pero mis intentos por encontrarla fueron en vano ya que el recinto donde me encontraba era enorme y me tomaría una eternidad encontrar a Tiffany, pero no podía dejarla sola, necesitaba disculparme por mi pésimo comportamiento.

(...)

No sé como fue que lo logré, pero pude encontrarla, estaba sentada en un banco frente a una gran fuente, cubría su rostro con sus manos y pude notar que temblaba un poco, lo que me confirmó que seguía llorando a pesar de haber pasado ya media hora de nuestra última discusión.

—Tiffany, no fue mi intensión —dije una vez que estuve lo suficientemente cerca de ella.

Nada, no hubo respuesta a mis disculpas, seguía en la misma posición y esto me estaba destrozando. ¿Es que acaso fui tan cruel?

—Tiff...

—Quiero ir a casa —elevó la vista. Sus ojos estaban rojos y muy llorosos, me partió el corazón verla así.

Asentí a lo que dijo, no iba a negarme, ella necesitaba su espacio y sabía que en casa se sentiría mejor y podría hablar con ella mejor.

Una vez que llegamos a casa no hablamos durante el camino, fue tan incómodo aquel momento, pero logré superarlo, o eso creo.

Tiffany se dirigió a su habitación una vez llegamos y desde entonces no ha bajado, es más, ni siquiera Sooyoung ha podido entrar a la habitación que ambas comparten, por lo que se la ha pasado en la sala o en la habitación de Hyoyeon y Jessica.

Y no es que haya pasado una media hora, sino que ya está anocheciendo y Tiffany sigue ahí.

—Últimamente ustedes dos están muy raras —habló Hyoyeon de la nada, provocándome un susto de muerte.

Coloqué mi mano sobre mi pecho para recuperar el aire que perdí por el susto, una vez que me encontré mejor pude contestar a lo que Hyoyeon dijo.

—No sé de que me hablas —por supuesto que lo sabía, pero no iba a decirle algo como "sucede que intentó controlar mis sentimientos de amor que descubrí hace poco hacía Tiffany y no arruinar nuestra amistad, pero resulta que soy una total mierda para esto y en más de una ocasión he causado que ella se sienta mal."

—Claro que lo sabes —tomó mi mano y practicamente me arrastró fuera de casa —. No soy estúpida, Taeyeon, sé que algo sucede entre ustedes dos. Vamos, son demasiado unidas y cuando pelean solucionan sus problemas en un dos por tres, pero desde hace un par de semanas han estado extrañas, especialmente tú, ahora no me vengas con el cuento de que no sabes de lo que te hablo —me maldecía mentalmente, ella era muy lista, no importaba la excusa que le diera, siempre se daría cuenta de la realidad.

—Hyoyeon, realmente no sucede nada, es sólo que...

—Que estás enamorada de ella —expandí mis ojos a más no poder y mi boca formó una perfecta 'O' al oír eso. No, no era posible lo que acababa de oír, ella jamás dijo eso, ¿cierto?

Mi estado de shock terminó y comencé a reír como una loca, Hyoyeon me vio extraño, pero eso no me importó y seguí riendo. Una vez que paré me preparé para hablar.

—¿Qué cosas dices? ¿Yo enamorada de Tiffany? Que locura.

—No creas que no he notado como últimamente la miras, como la celas y ese contacto que se dan mutuamente —también era muy observadora.

—Hyoyeon, te estás montando películas. No estoy enamorada de Tiffany, por favor, somos mejores amigas —no sabía que hacer, sería difícil hacerla cambiar de opinión.

—De acuerdo —¿qué? —. No pienso insistir, pero sé lo que digo —siguió mirándome un par de segundos más y volvió a entrar a la casa.

El sol comenzó a ocultarse, dejándome completamente sola, sin importar lo afectada que estaba.

No podía ser cierto que Hyoyeon se diera cuenta, intenté evitar ser demasiado obvia. Intenté olvidarme de esta mierda. Intenté tragarme el cuento de que sólo era un capricho y pronto se me pasaría, pero mierda, esto es más que real. Me enamoré de mi mejor amiga y es lo peor que me pudo haber sucedido. ¿Qué hice mal para merecer esto? Antes creía que el amor era lo más hermoso, pero después de esto estoy completamente convencida que es una mierda. Detesto el amor. Odio todo lo que tenga que ver con eso ya que está arruinando mi amistad. Me está destrozando.

—Taeyeon —no sé que sucede con estas personas que siempre me hablan a la espalda y causan que me dé un casi infarto por el miedo.

—Tiffany —pronuncié su nombre sin voltear a verla, y no es que no siquiera, es simplemente que mi cuerpo no reaccionaba a lo que pedía.

—No sé que no está sucediendo —su voz aun sonaba destrozada —. Pero no quiero que esto siga pasando, eres mi mejor amiga —"mejor amiga" no sabes lo cuanto que me duelen esas palabras pronunciadas por ti — y el que estemos así me duele bastante.

Volteé a verla, mi cuerpo por fin había reaccionado a mis peticiones.

Ella se veía tan frágil en esos momentos, su nariz continuaba roja por tanto llorar y sus ojos estaban hinchados.

—Lo sé. Lo siento, Tiffany —esta hubiese sido mi oportunidad para contarle lo que me sucedía, pero pienso ignorar esos sentimientos, pienso enterrarlos tres metros bajo tierra e intentar recuperar un poco la larga amistad que llevo con Tiffany.

Ella me brindó una hermosa sonrisa y prontamente se acercó a mí para abrazarme, abrazo que correspondí.

Sobre el hombro de Tiffany pude visualizar a Hyoyeon, ella no dejaba de mirarme y sus labios se movieron formando las palabras "dile la verdad", pero intenté ignorarla, giré mi cabeza a otro lado y seguí abrazando a Tiffany.

Lo siento Hyoyeon, pero no pienso arruinar mi amistad por una tontería.

Claudisela.