4
—¿En qué tanto piensas, Minnie? —preguntó TaeHyung mientras miraba a su amigo con algo de curiosidad. JiMin se notaba algo distraído, y hasta parecía estar pensando en algo en específico.
El rubio al escuchar la pregunta del castaño, solo negó rápidamente.
—No es nada, Tata. —TaeHyung frunció el ceño.
—¿En serio crees que vas a convencerme de esa manera? Tan inocente como siempre, Park JiMin. —El nombrado solo rodó los ojos mientras soltaba un bufido debido a la frustración.
—Ya sé, supongo que no puedo ocultarte nada a ti. Ugh, lo odio.
—Así me amas —bromeó Tae.
—Mañana es el cumpleaños de YoonGi —habló JiMin con rapidez. TaeHyung alzó las cejas al no comprender ese dato.
—¿Y eso qué? —JiMin abrió la boca luciendo algo ofendido incluso.
—Mañana es el cumpleaños de YoonGi —repitió. Y fue ahí cuando TaeHyung se puso a recordar los anteriores cumpleaños.
Cualquier persona diría que JiMin hablaba del cumpleaños de algún crush o algo similar, y por aquella misma razón lo repetía; sin embargo, Kim conocía bien a ambos —más a JiMin que a YoonGi, pero el mayor también había sido su compañero por años —, y sabía lo que equivaldría una fecha importante.
Fecha importante = desastre.
TaeHyung solo negó con la cabeza rápidamente y frunció el ceño.
—Por favor —comenzó —, dime que esta vez no vas a intentar hacerle uno de tus juegos para arruinarle el festejo.
—¡Él arruinó mi último cumpleaños! ¡Incluso tú lo viste! ¡Le puso crema de afeitar a mi pastel!
—¡Porque tú le habías dado un "regalo sorpresa" en donde había cucarachas! Por el amor de Dios, ¿podrían sencillamente dejar de ser tan inmaduros? Están haciéndome llegar al borde del colapso.
—Yo no lo haría si YoonGi no comenzara.
—YoonGi Hyung no haría nada más si tú sencillamente lo ignoraras. Pero tú estás completamente empeñado en seguirle sus trucos. Luego te quejas de que jode la vida cuando tú también lo haces. —JiMin hizo un puchero.
—Me caes mal, Tae, nunca estás de mi lado.
—Estoy del lado de la justicia —se burló el castaño.
—Pff, aburrido.
Los dos se quedaron en silencio por unos segundos, hasta que JiMin se puso de pie y comenzó a mirar a todos lados.
—¿Dónde te encuentras, imbécil? —susurró, aún así, TaeHyung pudo escucharlo —. Es un poco extraño que la mañana esté tan tranquila. Debes estar tramando algo.
—Me sorprende lo obsesionado que estás con Min YoonGi.
—¡Ese idiota me tiene los nervios de punta! ¡Debo estar pendiente del que pueda ser su siguiente movimiento!
—Pues lamento decirte que no todo gira a tu alrededor, Park. Tengo una vida más importante qué resolver —habló una voz ajena a ellos.
Y ahí estaba YoonGi, mirando con mucha gracia a su enemigo a punto de entrar en un ataque.
—¿Qué te pasa? ¿Acaso me tienes miedo? —se burló el mayor de todos —. Pues deberías.
—Miedo es lo último que te tendría, imbécil —contestó el rubio —. En todo caso sería asco.
YoonGi perdió la sonrisa.
—Di lo que quieras, eso no quita el hecho de que estás ansioso por mi cumpleaños, incluso más que yo.
—¡¿Por qué mierda escuchas conversaciones ajenas?!
—¿Yo? ¿Por qué mierdas debes tener una voz tan ruidosa?
—¡Hijo de...
—Hyung... —habló Tae esta vez —. Ya es suficiente, por favor.
YoonGi lo miró, y optó por soltar un suspiro pesado. Ni siquiera había ido con el afán de discutir, pero Park JiMin tenía ese poder en él que lo incitaba a responderle de cualquier manera. Joder, lo odiaba demasiado.
Demasiado.
En serio, demasiado.
Miró una vez más a TaeHyung, y pensó que a pesar de que este le hubiera quitado medianamente el habla, realmente no tenía la culpa de todas las estupideces que él y JiMin hacían y se decían, por lo que a veces, sólo a veces, no podía evitar sentir un poco de empatía por el castaño.
Nada tenía qué ver con que se hubieran llevado bien en la primaria por un corto lapso y le hubiera tomado algo de cariño en ese entonces. Por supuesto que no.
—Como sea, ya me tengo que ir. —YoonGi rodó los ojos intentando restarle importancia al asunto —. Tengo que llevarle estos libros a Kook antes de que suene el timbre de las clases.
Ese nombre hizo que TaeHyung inconscientemente mirara los libros que portaba el mayor. Estos poseían unos cuantos stickers de conejitos y tenían el nombre "Jeon JungKook" escrito con la bonita letra del nombrado.
Tae reprimió una sonrisa.
—Como sea, vete, Min. No te necesitamos.
YoonGi quería responder, en serio quería hacerlo, pero llevaba prisa, por lo que solo viró la cara tal cual digno, y se fue caminando a pasos rápidos en busca de su mejor amigo.
—Lo odio —reclamó JiMin.
—Y por lo mismo deberías ignorarlo.
—No empieces, Tata. A veces aburres.
—Tú eres el que me aburre. Tú y Min YoonGi. —Tae resopló —. Hoy iré a visitar a HoSeok.
—¿HoSeok? ¿Tu amigo el dulcero?
—Ya te dije que el hecho de que tenga una dulcería no te da el derecho de llamarlo así.
—Vende dulces, así que es dulcero —reiteró JiMin.
—Como tú digas... Como sea, hoy iré a verlo, no lo veo desde hace días, así que planeo hacerlo hoy.
—¿Le podrías decir que me regale una paleta?
—¿Por qué siempre sugieres que te regale algo? Ni siquiera lo conoces.
—Me da pereza ir a conocerlo.
TaeHyung solo rodó los ojos y esbozó una pequeña sonrisa.
❣️
—Y eso fue lo que pasó hoy —Tae suspiró con encanto cuando sintió una mano hacerle cariñitos en la cabeza.
—Oh, pobre Tae, supongo que JiMin y YoonGi Hyung deben estar a punto de volverte loco.
—No sabes cuánto, Hobi Hyung.
Jung HoSeok era el otro mejor amigo de Kim TaeHyung. Se habían conocido hace años debido a un pequeño gracioso incidente, y descubrieron que se llevaban de maravilla; sin embargo, no podían verse demasiado tiempo puesto a que los estudios de Tae y el trabajo de HoSeok a veces no lo permitía.
HoSeok no conocía a JiMin, ni tampoco a las otras personas que pasaban con Tae, pero de tanto que el menor le contaba de sus días, podía sentir que ya sabía la vida de casi todos sus compañeros. Y no le molestaba.
TaeHyung era como su hermano menor, y amaba escucharlo hablar y notar cómo a veces el menor parecía incluso pedirle consejos.
Y claro que HoSeok le hablaba de su vida también.
—Oye, ¿seguro que no se gustan? —indagó el pelirrojo —. Es que todo lo que me dices, eso de que se odian y eso, me suena a excusa. Para mí que están que se mueren de ganas por comerse la boca.
—¡Hobi Hyung! —exclamó TaeHyung alzando a voz. Al final, terminó por reír junto a su mayor —. No voy a negarlo, he pensado lo mismo en muchas ocasiones, pero al ver lo infantiles que son, me pone en duda. Digo, se dice que los niños pequeños molestan a las niñas o niños que les gustan, o una mierda así escuché una vez. Pero ellos ya no son niños, y siguen molestándose mutuamente.
—Sí, ganas de comerse la boca —repitió el mayor. Tae solo rió.
De repente, la campana del local de HoSeok sonó, dando a entender que un nuevo cliente había ingresado al lugar. Esto no sería nada raro, Tae ya estaba acostumbrado a ese sonido; no obstante, algo lo hizo voltear la mirada hacia la puerta, y grande fue su sorpresa cuando notó a Jeon JungKook mirar a todos lados en busca de algún dulce que le agradase.
¿Qué hacía Jeon JungKook ahí?
Jeon no había caído en cuenta de su presencia, y TaeHyung agradeció enormemente aquello, puesto que ahora podría observarlo con más libertad, y sin temor a ser visto.
Podría hacerlo, claro que sí.
Claro que lo haría si no tuviera a HoSeok a su lado.
—Wow, es lindo —habló el pelirrojo. TaeHyung solo sonrió mientras seguía viendo al muchacho —. Tae, ¿me estás escuchando?
—¿Eh? —El nombrado sacudió la cabeza y terminó por asentir —. C-Claro que sí, Hyung.
HoSeok alzó sus cejas.
—¿Lo conoces?
TaeHyung no podía mentir.
—Se llama Jeon JungKook —respondió.
Hobi abrió los ojos y se acercó un poco a Tae para susurrar:
—¿El mejor amigo de ese tal YoonGi? —Kim sonrió aún más.
—El mismo.
Ambos, sin poder evitarlo, voltearon a mirar al menor una vez más, notándolo en su propio mundo. Estaba en la sección de chocolates, y parecía muy atento ante lo que veía. Al aparecer realmente esperaba escoger una buena opción.
TaeHyung por un segundo se preguntó por qué JungKook querría comprar algo en una dulcería.
¿Acaso... Compraría algo para regalárselo a alguna persona querida?
¿Una novia?
TaeHyung tragó saliva.
—TaeTae, dijiste que mañana es el cumpleaños de YoonGi, ¿no? A lo mejor está eligiendo un regalo para él. —Y después de meditarlo, TaeHyung pudo respirar en paz.
Era jodidamente cierto.
Soltó un suspiro, y sintió deleitarse una vez más con la hermosa imagen que Jeon JungKook le estaba proporcionando.
Joder, solo era JungKook teniendo en sus manos una caja de chocolates mientras leía los ingredientes y componentes que poseía. ¿Por qué el corazón de TaeHyung se emocionaba por eso?
HoSeok notó que algo en la mirada de su menor cambió de repente, y no pudo evitar reír poquito.
—¿Él te gusta, Tae? —El nombrado volteó a mirar a su amigo, y solo pudo reír mientras negaba con la cabeza.
—¿Qué? No, por supuesto que no —contestó.
—Pues tus acciones demuestran otra cosa. ¡Y deja de mirarlo con esa sonrisa que comienzas a dar miedo!
De repente, el menor pareció haberse decidido por una caja de chocolates amargos. Asintió ante el paquete y decidió dirigirse hacia la caja registradora, justo donde TaeHyung y HoSeok se encontraban.
Grande fue también la sorpresa de JungKook cuando vio a Kim TaeHyung apoyado en un sector de ese lugar, justo alado de la persona que cobraba.
Oh.
Por.
Dios.
JungKook sólo quería que la tierra se lo tragase y lo escupiera en Narnia.
¿Por qué siempre tenía que toparse con Kim TaeHyung a dónde sea que fuera?
Jeon agachó la mirada y se dirigió a la caja registradora con un aspecto tímido.
HoSeok notó de repente que la mirada de aquel joven también cambió cuando miró a TaeHyung, y tuvo que reprimir una sonrisa.
— Buenas tardes, ¿puedo ayudarlo en algo? —preguntó el pelirrojo con amabilidad.
—M-Me gustaría c-cobrar esto —entregó el paquete y el otro joven lo tomó para poder escanear el código y así colocar el precio.
Pero, oh, sorpresa, al parecer había una falla de sistema, y ahora el código del producto no quería funcionar. HoSeok frunció el ceño.
—Qué raro —mencionó para después negar con la cabeza —. Creo que el código de este producto tiene una falla, pero hay otros en la despensa. Permíteme un momento, ¿sí? No tardo nada.
Y así fue como HoSeok salió de ahí para entrar en otra puerta cercana.
JungKook quería nuevamente que algo se lo tragase.
TaeHyung, quien había presenciado todo, ahora podía notar que el menor miraba a todos lados mientras que movía sus manos rápidamente. Señales de nerviosismo.
—¿Un regalo para YoonGi Hyung? —Aquella pregunta los sorprendió a ambos. JungKook, quien realmente no esperaba que aquel chico lindo le hablara; y TaeHyung, quien no pudo controlar sus impulsos y decir algo.
Necesitaba escuchar al menos una palabra de aquel joven dirigida para él.
—Sí —respondió JungKook simplemente. El mayor solo asintió algo avergonzado por su arrebato de hablarle puesto a que nunca antes lo habían hecho; pero el otro joven pensó que tal vez la respuesta había sido demasiado corta y se veía grosera —. S-Son sus favoritos.
Tae al escuchar más palabras sonrió, y con un poco más de confianza, recordó el título paquete y bromeó —. Chocolates amargos para YoonGi Hyung. ¿Por qué no me sorprende?
JungKook rió en chiquito.
—Hyung se ve como una persona seria, pero es todo lo contrario. Te lo puedo asegurar.
TaeHyung solo asintió. No conocía a YoonGi a fondo, pero podía confirmar lo anteriormente dicho a causa de las pocas veces en que habían hablado.
Se quedaron en un silencio algo incómodo.
Y HoSeok todavía no aparecía.
—Y-Y... —comenzó a hablar JungKook de repente, sorprendiendo al contrario —U-Usted... ¿Qué hace por aquí?
Tae se acomodó mejor y enfocó su atención en el menor.
—Vine a visitar a Hobi Hyung un momento.
—¿Se refiere al joven que se acaba de llevar mis chocolates? —El mayor pensó que aquello sonaba como si HoSeok hubiera sido un ladrón de chocolates, por lo que rió fuerte, ocasionando que su risa llegará a JungKook y que este imitara su acción.
—Sí, es un viejo amigo.
—Q-Qué bueno... Hyung.
Y TaeHyung pagaría lo que fuera por escuchar a JungKook decirle una vez más esa palabra.
—Gracias —agradeció el mayor, aun si no sabía por qué. De hecho no sabía ni qué decir.
El castaño miró su reloj y notó que ya se le estaba haciendo tarde, por lo que no pudo no hacer un puchero. Tenía que irse.
Adiós dulcería.
Adiós HoSeok.
Adiós JungKook.
Espera, ¿qué?
Negó con la cabeza, y JungKook notó aquello, por lo que parpadeó confundido.
—¿Le pasa algo, Hyung?
Oh, Dios, ¡que lo diga de nuevo, por favor!
—M-Me tengo que ir. Mamá me dijo que no tardara demasiado porque necesita mi ayuda en casa —suspiró —. Supongo que tengo que esperar a que venga HoSeok para poder despedirme de él e irme.
—¿Me llamabas? —Y como por arte de magia, HoSeok apareció con una nueva caja de chocolates y por alguna extraña razón, con una enorme sonrisa en sus labios.
TaeHyung frunció el ceño. ¿Llegaba justo cuando él había mencionado que se iría? ¿Existiría tremenda coincidencia?
Coincidencia y una mierda.
Tae pudo notar enseguida que su amigo en realidad se había ido para dejar a JungKook y a él completamente solos.
No sabía si golpearlo o agradecerle.
Probablemente las dos opciones contaban.
—Pues sí —habló el castaño —, ya me tengo que ir. Cuídate Hobi, Hyung. Vendré a visitarte pronto.
—Tú igual, Tae, saluda a tu familia de mi parte —se despidió el pelirrojo de igual manera mientrad revisaba el código de la nueva caja de chocolates.
TaeHyung notaba que ahora JungKook nuevamente lucía cohibido al no sentirse parte de la conversación. Y sonrío al sentirse atacado de tanta ternura.
—Hey —llamó Tae. Jeon alzó la mirada y lo observó algo confuso.
TaeHyung, con toda la emoción recorriendo su ser, sacó de su bolsillo una barra de chocolate que le había comprado a HoSeok anteriormente; la enseñó; y posteriormente se la lanzó al menor con un poco de delicadeza, consiguiendo que este la atrapara con éxito.
—Considéralo como un regalo por comprar en la tienda de mi amigo. —Y en otro acto de valentía, TaeHyung le guiñó un ojo mientras nuevamente le sonreía de manera coqueta —Nos vemos.
Y después de darle un último asentimiento a su amigo HoSeok, el castaño comenzó a caminar a pasos lentos hacia la salida, hasta que desapareció por completo. Sintiendo una emoción recorrer su cuerpo, y un gran hormigueo en su estómago. Dios, ¿su día podría haber sido mejor? Estaba feliz.
JungKook, por su lado, miraba con gran atención el chocolate que ahora tenía en sus manos. Lo observó, no una, ni dos, sino muchas veces. Se lo acercó, y sonrió ampliamente pensando en que aquel Hyung era muy amable.
Y Dios... Que alguien calmara los golpeteos de su corazón y el cosquilleo en su estómago de una vez. Incluso sus mejillas estaban calientes, ¿es que no podía tener una acción normal? ¡Solo era Kim TaeHyung dándole un chocolate!
Dios mío, ¡Kim TaeHyung dándole un chocolate!
HoSeok, quien había observado absolutamente todo, sonrió ampliamente, sabiendo que el menor no podía verlo porque ahora estaba en su mundo.
¿TaeHyung no gustaba de ese chico? ¡Patrañas!
Lo mismo podía decir que aquel muchachito que no dejaba de ver aquella barra de chocolate como si de un tesoro de tratase.
"Al parecer ese tal JiMin y ese Tal YoonGi no son los únicos que se gustan" pensó HoSeok con un poco de burla.
~~~
HOLAAAA ❤️
¿Qué les pareció este capítulo? Skfjkd ❤️ les cuento que pronto me voy a enfocar más en el YoonMin porque se acerca el cumpleaños del Yoongo Bongo jakakskdsmd.
¿Qué opinan de que no estoy tardando tanto en las actualizaciones? 😂❤️
Aquí dizque quería hacer una historia corta de menos de mil palabras, pero siempre que escribo me extiendo de las dos mil JAJSJSJD.
Sí les vas gustando esta historia estaría chido si me apoyaran con algún votito y algún comentario. 🥺❤️ Gracias por leer. Los amo. ❣️
En fin, espero que les haya gustado. Nos vemos. 🥺🤧❤️❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro