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HOLA 💖
Aquí viniendo en fin de año jajsjdkks.
Antes que nada, les deseo a todos un año nuevo, pásenlo muy lindo con sus seres queridos y manden el 2020 a la mierda porque en mi opinión fue el peor año de todos, pero cada quien con sus pensamientos(?). Espero que este 2021 sea de muchos éxitos para ustedes y de muchas bendiciones. Los amo. 🥺💖
Ahora, quiero que sepan que este capítulo es LARGO JKSJFKDKF, amo escribir aquí 😭💕💕💕💕. He decidido que a lo mejor de ahora en adelante los capítulos serán más larguitos que solo 2000 palabras como los primeros akfkd, claro que tampoco prometo nada porque todo depende de qué tan inspirada esté, pero si se da la oportunidad, serán larguitos de al menos unas 4000 jeje, este tiene 6200 akaksks.
Por cierto, he visto a lectores nuevos. 🥺💕 Muchas gracias a todos por pasarse por esta historia. En serio espero que esté siendo de su agrado, y daré todo lo mejor de mí para darles buenos capítulos. ❤️
Ahora sí, a leer akfjekjej.
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—¿Cómo te sientes?
De puta madre, quiso responder TaeHyung.
Lástima que no en un buen sentido.
Suspiró fuertemente y tragó saliva al mismo tiempo que su mirada se dirigía hacia abajo, casi observando sus zapatos como si estos tuvieran algo interesante que apreciar. Tenía el corazón latiéndole como loco, y no podía comprender por qué se sentía así con el único hecho de saber que ese chico iría a verlo jugar por primera vez.
Y Kim TaeHyung deseaba que esa primera vez se convirtiera en una rutina, pero eso ya sería mucho pedir.
Anoche, después de preguntarle a JungKook si iría al partido, sintió una oleada de felicidad golpearlo de pronto cuando recibió una respuesta afirmativa. Así que debía dar su máximo esfuerzo.
Tenía que hacerlo sí o sí, porque JungKook iría a verlo.
Oh, Dios mío, JungKook iría a verlo.
Sonrió, mas el gesto le duró poco al nuevamente recordar que tenía que dar todo de sí para salir con buenos resultados. Y sí, una vez más las náuseas y los nervios vivieron a aparecer.
—He estado mejor, para ser sincero —respondió hacia su mejor amigo con una sonrisa algo incómoda. JiMin se acercó a él con un puchero y lo abrazó intentando transmitirle un poco de paz, cosa que consiguió casi enseguida.
—Estarás bien, Tata. Eres el mejor y yo confío en ti —expresó el rubio con cariño, y TaeHyung pareció olvidar de pronto todos los males que anteriormente tenía, pues ahora estaba enfocado en lo bien que se sentía con su mejor amigo.
—Gracias por las palabras, Minnie. No sabes lo mucho que significa esto para mí.
JiMin sonrió con su tan peculiar sonrisa que hacía que sus ojitos se volvieran dos medias lunas, y estuvo a punto de acotar unas cuantas palabras, mas algo en el cuello del contrario llamó su atención, haciendo que frunciera el ceño y se acercara un poco más.
—Tae —habló nuevamente—, ¿por qué demonios tienes mal colocado el cuello de la camiseta, un poco más y pareces un vampiro. Póntela bien.
El aludido entró en pánico, y más aún cuando JiMin amagó bajarle el cuello de su vestimenta con sus propias manos. Dio un paso para atrás, haciendo que el más bajito se sorprendiera de sobremanera por la brusquedad con que había hecho tal movimiento.
—N-No es necesario, Minnie. Y-Yo puedo solo. —TaeHyung no pudo evitar balbucear como un completo tonto, y era tan evidente que ocultaba algo que JiMin únicamente optó por rodar los ojos y volverse a acercar al cuello de su amigo, esta vez con un poquito más de rudeza.
—Déjame ayudarte —masculló, colocando sus manos en la camiseta de Tae y acomodándola poco a poco.
Y vaya que se sorprendió con lo que vio.
—Kim TaeHyung... ¿Qué significa esto? —no pudo evitar preguntar, y el nombrado solo agachó la mirada sin saber qué responder.
Una marca morada de tamaño mediano hacía aparición a lo largo de su cuello, se notaba que había sido reciente. TaeHyung sabía lo celoso que su mejor amigo podía ser en ocasiones —por no decir casi siempre— y solo esperaba que este hecho no lo metiera en problemas, porque él realmente se ponía mal cuando peleaba con su Minnie.
—No es lo que crees —apenas pudo decir. JiMin alzó una ceja, no creyendo su cinismo—. B-Bueno, sí es lo que crees, pero... pasó y ya.
—¿Acaso tienes pareja y no me has dicho aún, TaeHyung? —preguntó el rubio bajando el tono de voz, ocasionando que el otro negara enseguida.
—Por supuesto que no, JiMin. Yo te lo diría si ese fuera el caso.
Pero JiMin no deseaba que TaeHyung le dijera cuando este tuviera pareja. JiMin sencillamente deseaba que TaeHyng no tuviera una.
Al menos por ahora.
Porque el rubio sabía muy bien que, una vez que su mejor amigo saliera con alguien, algo en ellos ya no sería igual. Y no quería que eso pasara.
TaeTae le había prometido hace años que siempre estarían juntos. Lo había prometido y sabía que iba a cumplirlo.
Pero joder que JiMin estaba asustado, y sabía que era un temor jodidamente absurdo, pero no podía evitarlo.
En serio lo intentaba, pero no podía. Sencillamente... no...
—¿Minnie, por qué quieres llorar? —TaeHyung no supo qué hacer cuando vio a su alma gemela hacer un puchero y bajar la cabeza como si hubiera recibido una noticia terrible—. No estoy saliendo con nadie, te lo juro. Jamás me atrevería a dejarte solo, te lo prometí hace años cuando eso ocurrió, ¿recuerdas? Y yo nunca te he roto una promesa —volvió a hablar, afligido.
—Y te creo, Tata. Sé que tú jamás me mentirías. —Y vaya que el castaño se sintió mal con esa afirmación.
JiMin pasó su mano por su cara en un intento de calmarse, pues pensaba que estaba siendo muy exagerado, y después se obligó a sonreír una vez más para nuevamente acercarse al otro joven y topar la marca en su cuello con su dedo pulgar mientras fruncía el ceño otra vez.
—La persona que te hizo esto sí que fue salvaje, ¿siquiera sabía lo que hacía? —murmuró para después chasquear la lengua, completamente fastidiado. Tae rió, pues la respuesta era un evidente no.
Cuando pasó aquel momento, a pesar de que TaeHyung se sintió en el completo cielo, pudo notar la falta de experiencia de su menor, mas aquello no le importó en absoluto, por lo que solo se dejó llevar por lo que estaba sintiendo.
Sonrió de forma inconsciente, y fue un acto que no pasó desapercibido por el otro chico, quien quiso saber más del asunto.
—¿Quién fue, Tata? ¿Otra vez estás teniendo encuentros con compañeros de cursos superiores?
TaeHyung soltó una risita nerviosa al mismo tiempo que se sonrojaba, no creyendo que aquel tema saliera a relucir de la nada. Negó rápidamente con la cabeza.
—Eso fue hace dos años, Minnie.
—Oh, es verdad. ¿Entonces fue la persona con la que te estás viendo?
Y Kim TaeHyung solo pudo suspirar antes de acercarse y rodear el cuerpo de su mejor amigo en otro abrazo, para después colocar su mentón sobre la cabeza contraria, aprovechando que el rubio era más bajito que él.
—No es nada serio, ¿está bien? —fue lo único le dijo, mas no bastaron más palabras, pues Tae sabía que solo eso haría que el rubio se sintiera mejor.
Y el corazón le dolió cuando cayó en cuenta de lo que dijo; pues, una parte de él se sentía mal por mentirle a JiMin de esa manera; y la otra, solo pensaba en JungKook, y en que quería hacer las cosas bien con él.
Porque lo que sentía por JungKook crecía a medida que el tiempo pasaba más y más, y Kim TaeHyung se preguntaba cuánto más podría resistir ante aquello.
💕
—Hyung, ¿dónde queda el vestidor de los jugadores del equipo de fútbol? —preguntó un inocente JungKook haciendo que su mejor amigo alzara una ceja, interesado por lo que acababa de escuchar.
—¿Y tú para qué quieres saber eso de ahí? —preguntó YoonGi con gracia. No entendía por qué de repente el pequeño realizó una pregunta como esa, mas una idea se le vino a la mente, haciéndolo reír bajito.
—Solo por... ¿curiosidad? —alegó JungKook sonrojándose poquito.
—¿Me lo preguntas o afirmas?
—¡YoonGi Hyung! —se quejó cuando notó que el mayor se estaba burlando de él.
YoonGi paró de reír, y únicamente señaló unos baños que se encontraban cerca del estadio del instituto.
—¿Ves esa puerta verde de ahí? Esos baños anteriormente eran utilizados por los estudiantes, pero después se arreglaron y ahora únicamente los usan los miembros de los clubs deportivos. Aunque supongo que ya no debe haber nadie ahí puesto a que el partido comenzará pronto. Todos deben estar ya en sus posiciones.
JungKook hizo un puchero que el otro joven no pudo pasar por alto, por lo que frunció el ceño pensando en que si su superstición sería real.
Kook suspiró algo desanimado, mas algo en su interior lo animaba a hacer aquello que deseaba, haciéndolo morder sus labios. ¿Y si todavía estaba ahí?
—YoonGi Hyung, ¿puede adelantarse y buscarme un puesto... por favor? —El nombrado volvió a alzar una ceja y terminó por soltar una risita que confundió al menor—. ¿Dije algo gracioso?
YoonGi negó rápidamente para después dar dos pasos hacia atrás, todavía sonriendo.
—No te preocupes, Kook. Yo me iré adelantando. Tú... solo haz lo que tengas que hacer.
Y el pelinegro no espero respuesta alguna, pues se dio media vuelta para comenzar a caminar a pasos realmente rápidos. Se sentía eufórico.
La persona que le gustaba a Kook estudiaba en el mismo instituto, y no solo eso, sino que era miembro del equipo de futbol. Y cabía recalcar que todos los integrantes de los clubs deportivos eran sumamente populares. ¡JungKook sí que veía en grande!
Sonrió pensando en que la búsqueda se le facilitaba en demasía. Sí, estaba dispuesto a esperar a que su mejor amigo tuviera el valor suficiente de decirle quién era esa personita, mas eso no quería decir que el mismo Min YoonGi no podía buscar por su propia cuenta, claro que siempre y cuando no metiéndose en algo sumamente personal. Lo tomaba como una especie de reto propio, en el que descubriría a la persona que se había ganado el corazón de su querido amigo.
De repente, sintió detenerse en su sitio a pesar de que ya se encontraba en la puerta del estadio, ahora frustrado.
Él no conocía a ningún miembro del club de deportes, por lo que su búsqueda se complicaría un poco. Estuvo a un paso de hacer un puchero; sin embargo, recordó en un santiamén algo que lo devolvió a su gran ánimo.
¡Por supuesto que conocía a alguien! ¿Cómo pudo olvidarse por un momento de su ex mejor amigo? Reprimió una sonrisa y asintió para sí mismo.
Le pediría a Kim TaeHyung la lista de los integrantes de cada jugador, y si era posible, una foto de cada uno. YoonGi, por un lado, se sentía ansioso e inclusive nervioso. Esperaba que lo que iba a hacer no se le saliera de las manos y que JungKook no se molestara tanto si llegaba a enterarse.
Suspiró una vez más. Sin quererlo, Kim TaeHyung se convertiría en algo así como su aliado.
❣️
JungKook se acercaba cada vez más a la puerta con cierta timidez. Suspiró hondo y sintió sobresaltarse cuando vio la puerta del sector de los baños abrirse frente a él para terminar encontrándose con alguien realmente inesperado.
Park JiMin.
Bueno, al parecer el menor no fue el único sorprendido, pues el rubio no pudo evitar abrir los ojos de la impresión y parpadear varias veces pensando en que estaba viendo cosas.
De igual manera, JiMin se las arregló para alzar la mirada y hacer un gesto que no denotaba amabilidad por ningún lado.
—¿Qué demonios haces aquí? —preguntó, arisco y sin saber por qué; y JungKook a pesar de todo, tuvo que reprimir el gran deseo de rodar los ojos y virar la cara, porque realmente el mayor frente a él se estaba comportando demasiado inmaduro.
Es decir, ni siquiera llegaba y ya había sido atacado con una molesta pregunta, y JungKook no le había hecho nada malo que recordara.
Sin embargo, solo optó por sonreír en chiquito y dar un pasito hacia atrás.
—Yo... buscaba a alguien —respondió, sin siquiera saber por qué daba explicaciones. Y JiMin, quien por alguna razón estaba atento a las reacciones del contrario, simplemente negó con la cabeza y dirigió su mirada a la puerta.
—Pues llegas tarde —habló—. No hay nadie adentro, solo TaeHyung. El resto de los muchachos ya están preparándose para el partido, y Tata irá dentro de poco. Se está terminando de arreglar.
JungKook reprimió una sonrisa que moría por salir de sus labios. El rubio, sin querer, le había proporcionado información netamente valiosa que hizo el corazón de Kook saltar de emoción.
TaeHyung estaba solo... Genial.
JiMin, notando la mirada perdida del otro joven, frunció el ceño al recordar las conversaciones pasadas que tuvo con YoonGi, e ignorando el hecho de que apenas pensó en el mayor su cuerpo comenzó a hormiguear inconscientemente, decidió enfocarse en las pláticas que tenía con él cada cierto tiempo de JungKook.
Hmm... JungKook nunca había sido visto en las canchas deportivas ni una sola bendita vez, ¿y ahora de repente venía no solo al juego sino también a los vestidores?
¿Coincidencia? ¡No lo creo!
—¿A quién buscas? —preguntó el rubio en un torpe intento por lucir al menos un poco más amable. Quería comprobar si su teoría era cierta—. Si quieres puedo decirle a Tata que llame a esa persona si tanto deseas verla. Total, el partido todavía no va a empezar hasta que él llegue.
Y JungKook, quien realmente no esperaba aquella pregunta, mucho menos aquella oferta, pudo reconocer segundos después las intenciones del mayor, por lo cual, únicamente decidió esbozar una leve sonrisa al mismo tiempo que hacía una reverencia.
—Creo que esa información no es de su incumbencia, Hyung.
Park abrió la boca muy grande, sintiéndose ofendido. ¡Realmente ese niñato le había contestado de esa forma! ¡¿Dónde demonios estaba el niño lindo, amable, y atento del que Min idiota YoonGi presumía tanto?!
—Pues tampoco quería ayudar de todos modos —respondió, nuevamente hosco y ahora con el entrecejo arrugado en enojo.
—No es necesario. De igual manera, agradezco la intención. —Mentira, JungKook solo quería que se fuera.
JiMin lo miró fijamente, notando como el contrario no se inmutó para nada, y que, al contrario, le devolvió la mirada con una expresión que no podía descifrar.
No estaba molesto, ni frustrado, pero había algo ahí, y JiMin pensó que a lo mejor se había pasado, mas no le importó.
—Bueno, nos vemos —fue lo último dijo antes de pasar por un lado de JungKook y retirarse de ahí.
Y en ese momento de mutua incomodidad, tanto Park JiMin como Jeon JungKook supieron que ellos jamás de los jamases se llevarían bien.
JungKook, mientras tanto, solo esperó a que el rubio se fuera por completo para que él pudiera sonreír ampliamente, ahora poniéndose nervioso otra vez.
Dio dos pasitos adelante y su mano derecha tomó el pomo de la puerta con la intención de abrirla. Estuvo así por algunos segundos, hasta que notó que esta una vez más era abierta por alguien más.
Pero esta vez, era la persona que ansiaba ver más que a nada.
—¿JungKook? —habló TaeHyung mirándolo con confusión; sin embargo, al ver los ojitos brillosos y la mirada resplandeciente del menor, hizo que se contagiara de esa misma alegría y no pudiera evitar tomarle la mano para arrástralo dentro de la habitación—. ¿Qué haces aquí, lindo?
JungKook suspiró por el apodo que se le otorgó y entrelazó sus dedos con los de su Hyung para después colocar su cabeza en su pecho.
—Yo... quería verte. —Fue tan sincero que el corazón del mayor latió, y tan lindo que unas ganas de abrazarlo lo embargaron en demasía hasta tal punto de no dejarlo pensar con claridad—. Quería también darte ánimos.
TaeHyung sonrió y se acercó a JungKook para colocar sus manos en su rostro y atraerlo hacia él hasta el punto en que sus narices rozaron. Ay, hacer eso realmente era del agrado de ambos, y JungKook esperaba que TaeHyung no notara lo mal que le hacía tenerlo tan cerca, pues estar con él lo sentía como un sueño del que no deseaba despertar jamás.
Maldición, quería estar con Kim TaeHyung así por toda una vida. Y más allá de eso si fuera posible.
Jeon JungKook era tan inocente que apenas notaba que en realidad había caído tanto por el chico que tenía en frente suyo, ese que lo hacía sentir de todo con solo una caricia o una mirada.
¿Cómo demonios fue capaz de enamorarse así sin darse cuenta?
—¿JungKook? —volvió a preguntar el mayor, observándolo con una sonrisa que supo derretir al aludido—. ¿Qué tienes? Últimamente te noto algo distraído.
Uy, en serio que la discreción no formaba parte de Jeon JungKook.
Jeon rió con algo de vergüenza y solo se acercó a TaeHyung para depositar un beso en su nariz.
—Es tu culpa —declaró, haciendo al otro alzar las cejas.
—¿Mía? —preguntó Tae con una cierta risita, y en cuanto lo vio asentir, se sintió valiente de juntar frentes como siempre y mirarlo fijamente a los ojos en espera de que el contrario no le huyera la mirada como lo hacía cuando se ponía cohibido—. ¿Por qué mía?
—Es tu culpa —volvió a hablar el menor, no respondiendo la anterior pregunta. Al menos, no al inicio—, por ser muy lindo.
—Dios, vas a matarme un día de estos —susurró Kim al mismo tiempo que se avergonzaba por las palabras previamente escuchadas, su corazón latiendo tan fuerte que era capaz de sentirlo con gran claridad.
JungKook no respondió, por lo que TaeHyung aprovechó ese silencio para comenzar a mirarlo con suma atención, intentando comprender cómo un chico podía ser tan dulce sin siquiera proponérselo. Jeon JungKook había aparecido ante él con el único fin de alborotar su vida de una buena manera. Lo hacía sentir alguien diferente y ese sentimiento que estaba ahí presente cada vez que se veían lo hacía sonreír hasta el punto en que sus mejillas dolían. Y Kim TaeHyung realmente esperaba que el contrario sintiera al menos la mitad de todo lo que causaba con él.
Sin embargo, había algo dentro de sí mismo que no le permitía disfrutar cada momento vivido con el menor en su totalidad, y era el hecho de no poder hablar con él en otros momentos que no fueran a escondidas. Tae realmente anhelaba demostrarle a JungKook todo lo que sentía, mas un temor externo se lo impedía volviéndolo vulnerable y temeroso ante lo que podría pasar si cierta persona se enteraba de... lo que sea que estuvieran haciendo.
TaeHyung no planeaba tener a JungKook escondido para siempre, incluso si eran amigos (aunque aquel término sonaba muy raro para ambos). Claro que planeaba decirle a JiMin y a YoonGi que los dos habían comenzado a llevarse bien en el mismo lapso que ellos dos andaban medio matándose el uno al otro, mas sentía que todavía no era el momento.
Y TaeHyung temía eso, porque de las pocas veces que habían hablado sobre el tema, el menor se encargaba de asegurarle una y mil veces que no importaba el hecho de no decirle a nadie que eran... amigos, que todo estaba bien, pues JungKook tampoco quería molestar a YoonGi de ninguna manera. Y TaeHyung al final se calmaba y desistía de seguir hablando.
Todo estaba bien entre ellos, por supuesto que sí.
Pero Tae solo se preguntaba hasta cuándo sería aquello.
—¿TaeTae? —preguntó JungKook al verlo tan callado, y el nombrado se obligó a salir de sus pensamientos para sonreír por inercia y enfocarse en él una vez más—. ¿Pasa algo?
Kim suspiró y posó sus manos en los hombros del menor para alejarlo un poco, haciéndolo parpadear al no comprender qué pasaba. Le dedicó a JungKook una sonrisa tranquilizadora y nuevamente acercó su rostro, esta vez para dejar un pequeño beso en su mejilla derecha.
—JungKookie —dijo con cierta timidez que hizo al otro confundirse.
—¿Sí?
—Solo quiero que sepas que... —continuó, tomando una pausa para morder sus labios en señal de nerviosismo—, lo que sea que esté pasando entre nosotros... es totalmente mutuo, ¿sí? Quiero que lo sepas y nunca lo olvides, ¿vale?
Y solo esas palabras hicieron al aludido sonrojare a full y tener cosquillitas en su estómago.
Agachó la cabeza y boqueó varias veces al no saber qué decir. ¿Cómo se suponía que debía interpretar aquellas palabras?
Volvió a enfocarse en el castaño y se sintió a sí mismo temblar cuando notó la mirada que este le estaba dando. Dios... JungKook estaba enamorado de esa mirada.
Asintió a duras penas y sonrió en chiquito, sintiéndose feliz y emocionado.
—Vale —respondió en un susurro, y la sonrisa que Kim TaeHyung le dio en ese momento solo supo dejarlo fuera de combate.
Sin avisar, se volvió a acercar al mayor, pues adoraba el contacto que tenía con él cada vez que podían verse, y Jeon estaba dispuesto a aprovecharlo todo el tiempo posible.
De pronto, viéndose un poco más valiente, dio un paso al frente y se acercó hasta que nuevamente sus narices se toparon, haciendo a ambos superar totalmente encantados.
—Hyung... h-hay algo que me gustaría darle... para animarlo.
TaeHyung parpadeó algo confundido, pero al segundo alzó una ceja para después soltar una risita.
—Hmm... ¿Qué puede ser eso que mi niño lindo quiere darme? —preguntó en un tono un tantito burlón, mas fascinado con la idea de recibir algo del chico que ponía su mundo de cabeza.
El menor soltó una risita al escuchar aquel apodo, y sus ojitos volvieron a brillar con mucha emoción con el solo pensamiento de tener al castaño diciéndole palabras bonitas todos los días.
—Hyung... dilo otra vez —pidió con rapidez, haciendo al otro reír un poco.
—Aww, ¿Jeon JungKook se pone susceptible con palabras lindas? Qué adorable —se mofó TaeHyung con mucho cariño, mas el menor se alejó con el ceño fruncido y se cruzó de brazos mientras hacía un puchero demostrando inconformidad.
TaeHyung pensó que a lo mejor se pasó, y soltando un quejido nervioso, volvió a acercarse a JungKook tomando su cadera con sus manos, riendo poquito cuando lo vio voltear el rostro.
—Cariño... —habló con un tono más meloso del normal.
—Ya no quiero nada, TaeHyung Hyung.
Y el nombrado solo se preguntaba cómo una persona podía lucir tan malditamente linda estando enojada.
Y que Minnie lo perdonara por pensar así, pero Jeon JungKook le había quitado el puesto numero uno en ternura.
—Solo bromeaba, chiquito —intentó una vez más, esta vez apoyando nuevamente su frente sobre la contraria, consiguiendo con éxito que su mirada se cruzara con la del menor—. Eres muy lindo, ¿lo sabías?
Y Jungkook ya no pudo más, así que solo sonrió, y la sonrisa se le fue tan rápido como llegó cuando sin querer, sus ojos fueron a pasar al cuello del otro muchacho, notando una mancha ahí, haciéndolo sonrojar fuertemente.
Seguía sin creer que hubiera hecho algo tan descarado como aquello
TaeHyung notó la expresión del contrario y soltó una risita parecida a un bufido. No quería que su menor se sintiera avergonzado por ello.
—Hey, está bien... —comenzó.
—Yo... no quería que se viera así, lo siento —balbuceó Jeon incapaz de sostenerle la vista por mucho tiempo.
TaeHyung mordió sus labios, y sonriendo de forma ladina, acomodó su cabeza en el cuello del otro muchacho, quien prácticamente dejó de respirar por unos segundos al tenerlo ahí, con sus labios rozando su piel sensible haciéndolo suspirar.
—¿Debería hacer lo mismo para estar a mano, JungKookie?
—H-Hyung... —apenas pudo hablar JungKook, pues ahora los labios del mayor recorrían su cuello dejando besos al mismo tiempo que este lo tenía acorralado entre sus brazos.
Y TaeHyung estuvo a punto de dejar una leve mordida también, mas el sonido de un teléfono lo sobresaltó haciendo que todo el encanto se fuera y ahora algo de enojo viniera hacia él. ¿Quién demonios interrumpía un momento lindo con su bebé?
Desbloqueó su celular y contestó, aún con el ceño fruncido.
—¿Diga?
—¿Se puede saber dónde mierda estás?
Y como por arte de magia, el enojo desapareció.
—JiMin—habló, regresando al mundo terrenal por fin—. ¿Sucede algo?
—Dímelo tú. Se suponía que ya estabas listo y solo debías tapar... eso que tenías. ¿Por qué estas demorando tanto? Todos están esperándote molestos, y es más molesto aún tener a un montón de personas preguntándome por ti. ¡Yo ni sé dónde estás ahora! A no ser que sigas en los vestidores. ¿Sigues ahí? ¿Quieres que vaya por ti?
—¡No! —casi gritó haciendo que el muchacho en el teléfono no comprendiera esa reacción—. Estoy bien, Minnie. Voy enseguida, es solo que... me había olvidado de algo importante.
—Bueno... pero no demores tanto, Tae. Estoy tratando de controlarlos, pero en serio están molestos. Ven pronto, ¿sí?
—Lo haré, Minnie.
—Te quiero.
—Yo más.
Y TaeHyung colgó soltando un suspiro.
Miró una vez más al muchachito a su lado y sonrió con los labios sellados, casi como una disculpa por haber sido llamado en un momento... algo íntimo.
—Perdón, creo que ya tengo que regresar —dijo con los hombros algo caídos—. Ummm... ¿sonará egoísta si digo que quiero verte cuando acabe el partido? Porque en serio me gustaría verte. Probablemente Minnie me dirá algo como salir con él, pero puedo cancelarlo solo por el día de hoy.
Kook asintió rápidamente con una sonrisita la cual cesó de repente cuando recordó algo que anteriormente lo había dejado pensando.
—C-Creo que a tu amigo no le caigo muy bien... —susurró, haciendo que el castaño lo mirara algo atónito.
—¿Minnie? —Tae soltó una risita incrédula—. Minnie no odia a nadie que no sea YoonGi Hyung. Creo que a lo mejor has entendido mal las cosas, JungKookie.
—L-Lo sé, pero-
—JiMin es solo como un pollito enojado que en vez de asustar da ternura. Lo que sea que te haya dicho no debió ser en serio. No te preocupes por eso.
El castaño tomó con su mano una de las mejillas del menor y la jaló despacito intentando bromear un poco para así aligerar el ambiente. JungKook, por su lado, solo sonrió incómodo.
Por supuesto que TaeHyung no iba a creerle si la persona de la que se hablaba era Park JiMin.
—A lo mejor tienes razón, Hyung —fue lo único que dijo.
Sacudió su cabeza disimuladamente y se obligó a sí mismo a no pensar de más.
—Por cierto, bonito —volvió a hablar Kim, ahora luciendo un poco curioso—. ¿Qué era eso que querías darme? Ya sabes... para animarme o algo así creo que dijiste.
JungKook se sonrojó.
—Ummm... No era nada importante en realidad. —TaeHyung hizo un puchero ante lo escuchado y comenzó a balancearse de un lado al otro para después patear el suelo con uno de sus pies en un intento de verse tierno y berrinchudo para el menor.
Cosa que le funcionó muy bien.
—Pero JungKookieeeeeeee... —habló en un tono cursi, haciendo reír al aludido—. No es bueno ilusionarme así. Voy a llorar si no sé qué querías darme.
—Tae Hyung, tú lloras por todo.
TaeHyung fingió un lloriqueo que hizo al otro reír todavía más. Por lo que, aun con risitas saliendo de sus labios, JungKook se acercó a Kim para una vez más, cubrir el rostro contrario con sus manos, haciendo que su drama acabara casi de inmediato.
—¿Cómo te sientes para el partido? —cuestionó en un susurro, acariciando el rostro del mayor, quien ladeó la cabeza al sentirse mimado.
—Tengo nervios—contestó el castaño; y es que no podía negarlo, el único hecho de saber que ahora sería apreciado por el mismo Jeon JungKook, le ponía los nervios de punta y unas ganas de que todo saliera bien lo embargaban en demasía. Quería que aquel chico lindo se sintiera orgulloso de él—. Normalmente tengo un punto fijo random en el público al cual miro cuando me siento nervioso, pero no sé qué me pasa hoy. Y tampoco sé qué mirar.
JungKook lo observó fijamente antes de contestarle unas palabras que acariciaron el corazón de TaeHyung como nunca se lo imaginó:
—Mírame a mí, solo a mí.
Y TaeHyung quería decirle que no solo quería hacer eso, sino más, mucho más.
JungKook estaba acabando con él.
Y más aún ahora, que el mismo JungKook se acercaba cada vez más hasta el punto en que sus labios volvieran a encontrarse en una casi nula distancia que ninguno sabía cómo erradicar de una vez.
O eso pensaba TaeHyung, pues realmente no esperaba que Jeon JungKook fuera aquel que eliminara esa brecha que los separaba, haciendo que ahora sus labios quedaran unidos, ya no solo rozándose, sino tocándose en su totalidad.
Oh.
Por.
Dios.
TaeHyung sintió congelarse en su sitio, y un gran hormigueo lo atacó de pronto, dejándolo totalmente indispuesto. Maldición... los labios del menor eran tan suaves que casi suspira en su boca, mas hizo un esfuerzo sobrehumano por contenerse a abrazarlo de lleno, pues sabía lo tímido que solía ser JungKook para este tipo de cosas, por lo que suponía que aquel acto definitivamente tuvo que tomarle mucho tiempo pensarlo antes de llevarlo a cabo..
JungKook no movía sus labios, pero TaeHyung seguía encantado, y quiso sonreír en la boca ajena cuando notó al contrario con los ojos cerrados y el ceño fruncido, casi con temor de separarse a causa de lo que vendría después. Tan malditamente tierno siempre.
Dios, TaeHyung en serio estaba enamorado.
El menor fue el que se separó despacio, haciendo que un leve chasquido retumbara entre las paredes de aquellos vestidores, y miró al suelo con la boca abierta y las cejas alzadas, no creyendo lo que había hecho.
Había besado a Kim TaeHyung...
¡Había besado a Kim TaeHyung!
¡Al fin lo había hecho!
Bueno, a lo mejor aquello no contaba como un beso con todo el sentido de la palabra, pero eso no pareció importarle a ninguno, pues habían disfrutado el contacto más de lo que probablemente deberían.
TaeHyung cayó en cuenta de que el menor alzaba la mirada con algo de temor, y le sonrió muy bonito para que este viera que no había incomodidad por ningún lado. Únicamente la euforia y felicidad eran partícipes de tan lindo momento mutuo.
—¿Puedo preguntar por qué lo hiciste? —preguntó Tae con delicadeza, sonriendo ampliamente cuando escuchó al otro balbucear.
—P-Para... ¿darte suerte?
Y Kim TaeHyung quiso llorar de lo bonito que era, mas solo tomó el rostro contrario entre sus manos para dejar un toque de labios similar que duró menos segundos, pero que igualmente los dejó a ambos satisfechos.
¿Ahora las cosas serían así con ellos?
—Ganaré para ti, precioso.
Y JungKook, perdido entre un mar de tantas emociones bonitas, únicamente pudo susurrar:
—Hyung, dilo otra vez.
(N/A: Abro un espacio aquí para explicar que cuando Kook dice "dilo otra vez", se refiere a los motes "lindo", "bonito", "precioso", y todas esas mierdas cursis que suelta TaeHyung xd)
💕
—¿Y ahora por qué estás enojado?
JiMin volteó la mirada topándose con Min YoonGi viéndolo con una ceja alzada que al final lo hizo suspirar, frustrado.
—¿Qué quieres, YoonGi Hyung? —preguntó mientras bajaba la cabeza y hacía un puchero. No quería sonar grosero, realmente no ahora, pero en esos momentos estaba tan molesto que no podía controlar sus impulsos de decir la primera pendejada que se le presentara en su mente. Esperaba que su lengua suelta no lo traicionara ahora.
Abrió los ojos sorprendido cuando notó a YoonGi sentarse a su lado. Se enfocó en él y lo vio sonreír levemente, y JiMin por alguna razón se sintió a sí mismo bajar todas sus revoluciones.
De igual manera, se sintió extraño de que el mayor se acercara a hablarle cuando ellos estaban sentados en las gradas del estadio del instituto, a la vista de todos.
—Molestar, como siempre —habló YoonGi con un tono burlón—. Necesito hacerte rabiar para decir que mi día está completo.
JiMin odió sonrojarse con esas palabras que sonaban a burla más que a nada y solo optó por rodar los ojos y mirar en otra dirección, odiando aún más el hecho de notar a lo lejos a unos de los miembros del equipo de futbol acercarse a él luciendo totalmente enojado. Ugh, no otra vez.
YoonGi cayó en cuenta de la reacción que tuvo Park y miró al otro chico con curiosidad. Al parecer, era el líder del equipo de futbol, y vaya que se veía inconforme con algo.
—Park —habló este, mirando a JiMin con las cejas alzadas—, ¿dónde está el estúpido de tu novio?
JiMin suspiró fuertemente demostrando su frustración y se enfocó en el muchacho con los ojos entrecerrados.
—En primer lugar, estúpido tus huevos —habló en un tono meramente tajante. YoonGi ni siquiera intentó ocultar la risa que salió de sus labios al escucharlo—. Y en segundo lugar, Tata ya está en camino, zopenco. Deja de ser tan molesto y acepta que todos están esperándolo en vez de empezar el partido sencillamente porque piensan que es mejor capitán que tú sin siquiera serlo en realidad.
—Uhhh... —susurró el pelinegro detrás de JiMin, quien logró escucharlo a pesar de haber hablado en una voz muy bajita, haciéndolo reprimir una sonrisita.
Solo a Min YoonGi se le ocurría ser bochinchero en un momento así.
El otro muchacho gruñó con enojo y dio dos pasos al frente, deteniéndose solo cuando sintió una mano en su hombro, haciéndolo voltear y topándose de inmediato con Kim TaeHyung, quien sonreía de forma incómoda.
—No es necesario tanto escándalo, Minho, ya estoy aquí. —El nombrado rodó los ojos y se volteó por completo, ahora encarándolo con molestia.
—¿Qué pasó contigo?
—Mi camiseta se rompió y tuve que conseguir otra de repuesto.
Y la sonrisa de Kim TaeHyung era tan bonita y brillante, que incluso personas que observaban de lejos creyeron aquella excusa aun si fue muy estúpida.
Minho sabía que de nada servía reclamar, por lo que solo le brindó un gruñido al castaño y pasó por su lado a pasos veloces en espera de que el otro lo siguiera para comenzar el juego de una vez.
JiMin, por su lado, se preguntaba por qué la sonrisa de su mejor amigo estaba tan... llena de vida. Es decir, Tae siempre fue una persona alegre, mas ahora la expresión inmersa en felicidad de su cara era tan notoria, que se le hizo algo curioso. ¿Qué había estado haciendo en realidad?
—Minnie —llamó TaeHyung acercándose a él. JiMin sonrió levemente—. Ahora regresó. Deseame suerte.
—Ay, por favor, sabes que serás el mejor como siempre—expresó con un tono burlón—. Ve a patearles el trasero.
Y TaeHyung únicamente le dedicó una sonrisa cuadrada antes de partir hacia donde tenía que estar desde hace más de 20 minutos.
JiMin suspiró y agachó nuevamente la mirada... TaeHyung no había tapado eso que tenía en su cuello. Se suponía que se había quedado por eso.
—¿Novio? —JiMin escuchó la voz del pelinegro a su lado, y volvió a verlo con las cejas alzadas, encontrándose con una sonrisa burlona—. ¿Acaban de llamar a TaeHyung tu novio?
JiMin se sonrojó.
—Son unos idiotas. Ya me cansé de estar diciendo que Tata no es mi novio, pero nadie hace caso. Agh, ya hartaban, por eso sencillamente dejé de corregir. Si a TaeHyung no le importa, entonces a mí tampoco.
YoonGi rió y no pudo negar que la relación de sus dos menores era un poco fuera de lo común, mas él, quien había crecido con ellos, sabía que el cariño de ellos jamás llegaría a ser algo romántico. Estaba completamente seguro y por eso también reía con aquellas afirmaciones de sus otros compañeros. El pelinegro sentía mucho por la persona que se enamorara de Kim TaeHyung, pues esta tendría que aguantar muchos celos a causa de lo mimoso que era JiMin con el castaño.
—Por cierto —volvió a hablar, llamando la atención del menor—. Veo que TaeHyung tuvo algo de diversión.
JiMin gruñó y lo miró mal.
—¿Y eso qué? Es su vida.
—Claro, ahora dilo sin llorar.
Y YoonGi, quien esperaba un insulto, fue espectador de cómo JiMin no dijo nada, y en su lugar, se arrimó a él colocando su cabeza en su hombro al mismo tiempo que hacía un puchero que conseguía que se viera sumamente encantador.
El mayor, aun sorprendido, sólo optó por ver a todos lados en espera de que nadie los viera, dejando de estar tenso cuando notó a todo el mundo en sus propios asuntos, pues todos los miembros del equipo ya se estaban presentando y el juego estaba a punto de empezar. Volvió a enfocarse en JiMin y sintió el corazón a punto de salírsele del pecho cuando lo vio con los ojos cerrados y soltar un bostezo, casi como un gatito a punto de dormir.
Tan bonito.
—¿Ahora soy almohada? —preguntó con gracia, porque ni aun JiMin siendo el ser más lindo del mundo, YoonGi iba a dejar de molestarlo.
—Cierra tu boca, Hyung. Molestas —respondió JiMin en baja voz, no siendo completamente consciente de todo lo que estaba haciendo.
En su mente, sólo quería un poco de apoyo, y jamás creyó que con YoonGi se sentiría en paz, y que todos sus malos pensamientos serían dejados de lado para únicamente prestarle atención a la linda sensación que ahora brotaba en su pecho. Se sentía tan bien.
Tan bien que lo asustó en demasía.
Se separó despacio, y sintió cosquillas cuando vio que la mirada del mayor brillaba un poco. Bajó la cabeza no sabiendo cómo reaccionar.
Y sonrió.
—Oye, JiMin —volvió a hablar Min, ganando la atención ajena, quien sólo asintió dando a entender que estaba escuchando—. ¿Quieres ir a comer algo cuando se acabe el partido?
JiMin sintió su garganta seca para contestar, por lo que sólo asintió con una sonrisita, mordiendo sus labios en nerviosismo.
¿Qué demonios le estaba pasando y por qué?
—¿Vas a secuestrarme para después asesinarme, Min? Porque la verdad no me sorprendería.
YoonGi rió y solo negó con la cabeza para después mirar al rubio con una ceja alzada.
Así que JiMin gustaba molestarlo... Pues dos podían jugar ese juego.
—Bueno, como el otro día me invitaste a una cita, pensé que sería buena idea devolverte el favor.
Los colores se le subieron al rostro de Park.
—¡Eso no fue una cita, idiota!
JiMin hizo un mohín en señal de inconformidad que el mayor secretamente encontró precioso.
De repente, YoonGi dejó de sonreír y posó una de sus manos en la cabeza del menor para dejar leves caricias que hicieron al otro suspirar bien bajito.
—JiMin, sabes que TaeHyung jamás dejará de quererte aun si consigue pareja, ¿cierto?
Y JiMin únicamente optó por mirarlo con una expresión dolida y al final asentir. Él lo sabía, por supuesto que sí.
Lo sabía.
Eso era un hecho.
Pero...
Y YoonGi, no queriendo ahondar más en un tema que no era de su incumbencia, solo dejó un leve golpe en la frente contraria, sacándole un quejido y un insulto al otro muchacho.
—Verás que la vamos a pasar muy bien —habló Min, guiñando un ojo hacia Park con una leve sonrisita que hizo que el corazón del menor pegara un brinco sin querer.
Y JiMin solo quería decirle que ya lo estaba pasando de maravilla, y todo por la sencilla razón de que él estaba ahí.
Se sentía bien porque YoonGi estaba ahí.
~~~
AL FIN CTM JAJSJJS. Este capítulo me costó mucho skfkf, y ni siquiera porque salieron muchas palabras, sino porque no tenía mucho tiempo para escribirlo, así que lo hacía en partes y no soy fan de escribir así sjksdkskkd. Comencé escribiendo en la compu y acabé escribiendo en el celular xdxd.
¿QUÉ LES PARECIÓ? 🥺💖💖💖
Me olvidé en el otro capítulo decirles que se preparen en este para el Taekook jeje, pero ahora que estamos aquí, les voy diciendo que se vayan preparando para el YoonMin porque KJAJSKDJDKKSLZLSLDDKLSKD.
En fin xD
A ver, pregunta seria, ¿Ustedes ven la amistad del VMin como sana o insana?
El VMin es más que solo melosería y palabras lindas. Ellos tienen una historia que más adelante se sabrá, y hay una razón por la que JiMin es así con Tae, y viceversa. La verdad es que al inicio de la historia ellos solo iban a ser de los típicos amigos cariñosos, pero luego se me ocurrió algo bien turbio y oscuro y decidí ponerlo. 😎 A ver qué tal me va con eso JAJAJAJAJA.
JungKook y Tae se dieron un piquito 🥺, bueno dos jajajsksks, pero no sé ilusionen, aún no serán nada ajajsjsksksk, pueden odiarme.
Sé que ustedes creen que la relación del Taekook parece que es la que avanza más, pero así como comienza pronto, también... (?)
Y con el YoonMin, notemos que poco a poco andan siendo lindos entre ellos sin siquiera notarlo. Y van a tener una cita dentro de poco akdjdjdkddkdkdjjdjdjd (ellos no lo llaman cita, pero yo sí ahre). Y pasarán cosas(?)
En fin, nos vemos, espero que pronto. La verdad es que este capítulo ha sido reconfortante escribirlo porque neta que he estado pasando por unos momentos no tan agradables y escribir esto me animaba demasiado. 🥺
Los amo muchísimo, nos vemos pronto. 🤧💖
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