13
Holaaaa, si pudieran seguirme en mi nueva cuenta secundaria estaría muy agradecida :( NoheForevah25-
Gracias. ❤️❤️
~~~~
—JungKook, ¿por qué eres tan bonito? —El nombrado sintió sonrojarse enormemente con aquella pregunta. TaeHyung rió al verlo, era tan tímido.
JungKook y TaeHyung se encontraban en la biblioteca buscando un libro que complementaba la clase que habían recibido aquel día. El maestro no se había explicado de manera correcta, por lo que ambos decidieron escoger otra forma de aprender.
Y ahí estaban.
Ambos estaban buscando el libro entre las estanterías de la biblioteca cuando TaeHyung soltó aquello sin siquiera meditarlo. Solo bastó mirar a JungKook hacer un puchero de frustración para decirlo.
—H-Hyung... No diga eso —habló el menor en un tono bajito. El mayor solo atinó a mirarlo con gran atención, colocando al contrario más nervioso aún.
—¿Por qué no? Solo digo la verdad —respondió.
JungKook soltó un leve suspiro y agachó la mirada sin saber a dónde mirar. Y es que todavía se sorprendía con todas las palabras que TaeHyung soltaba.
Kim TaeHyung, en el tiempo que llevaba conociéndolo, era la persona más descarada de todo el planeta. No en un mal sentido, por supuesto. Pero no se quedaba callado con lo que quería decir, por lo menos con él, pues siempre le brindaba palabras que no podrían considerarse comunes para el resto.
¿Por qué debería decirle a él que es bonito? TaeHyung era un ser muy raro.
Y eso a JungKook le gustaba.
Tae, por su parte, no entendía la sensación que le embargaba cada vez que estaba con Jeon JungKook. Y es que aquel muchacho era tan divertido a su manera, y tenía una facilidad para soltar palabras a pesar de su timidez. Pues si al inicio se veía reacio a soltar alguna palabra, ahora hablaba mucho con el castaño, y eso Tae no podía agradecerlo más. Le agradaba conversar con él.
Ninguno sabía que estaban metiéndose en un nuevo mundo y que estarían próximos a presentarse a nuevos sentimientos que tendrían que hacerle frente.
Volvieron a observarse, y una vez más, voltearon la mirada para así evitar que sus rostros sonrojados fueran descubiertos.
De repente, TaeHyung escuchó a lo lejos una voz sumamente conocida, voz que podría oírse a metros debido a lo levemente chillona que era.
—¡Tata! ¡Tata! ¿Estás aquí?
Maldita sea, JiMin.
—Joven, esto es la biblioteca. No puede gritar.
—Oh, lo siento mucho. Estoy buscando a un amigo, suele venir acá a menudo. Hmmm... ¿Lo ha visto? Es alto, castaño, muy bonito, y viste Gucci.
—Eh... Solo tenía que decirme su nombre. Tengo el registro de las personas que ingresan a la biblioteca.
—¡Ah, claro! Se llama Kim TaeHyung.
—Kim TaeHyung... Hmmm... ¡Lo tengo! Está en la sección de números, preguntó por un libro de matemáticas avanzadas. Si no me equivoco, vino acompañado.
—¿Acompañado?
TaeHyung sintió helarse.
JungKook, quien también había escuchado la voz del rubio, no pudo evitar tragar saliva debido a los nervios. Nadie sabía que entre él y TaeHyung se estaba formando una amistad.
Y no habría problema si no fuera por sus peleones mejores amigos, quienes no podían ni siquiera verse a la cara.
—¿Me esperas un minuto? —preguntó el castaño mirando al menor —. Ahora vuelvo.
Y JungKook solo asintió, dejando al contrario alejarse mientras él se quedaba ahí. No pudo evitar hacer un puchero en señal de disconformidad y terminó negando con la cabeza pensando en que no tenía por qué ponerse así.
Tanto TaeHyung como él respetaban la amistad que poseían con su respectivo mejor amigo, y si bien no sabía la situación del castaño, JungKook no quería pelear con YoonGi por hablar con alguien que él podría considerar como "enemigo". Por mucho que aquello estuviera mal, no quería. YoonGi había sido la primera persona en hablarle, la primera en tenderle la mano cuando más lo necesitó. No quería lastimarlo de alguna manera.
Aquella también era una razón por la que, a pesar de pasarla tan bien con TaeHyung, algo en su interior solía removerse haciéndolo pensar en si estaría haciendo las cosas bien.
Pero JungKook tampoco podía evitar eso. La compañía de TaeHyung era tan fresca y radiante que no podía no sonreír. Ya iba a ser un mes desde que comenzaron a charlar de vez en cuando, y a pesar del tiempo, se seguía sintiendo tan bien como la primera vez en que hablaron.
Se seguía sintiendo tan bien como la primera vez en que se miraron.
JungKook todavía recordaba la primera vez que llegó al instituto como nuevo estudiante y el cómo ver a Kim TaeHyung parado en aquel extenso pasillo lo descolocó en demasía.
El menor negó con la cabeza mientras se sonrojaba, no era momento de pensar en esas cosas.
En su lugar, se ocultó de tal manera de no poder ser visto, y visualizó al castaño hablando con su mejor amigo de forma amigable. Hizo otro puchero y terminó por soltar un suspiro.
Al final, solo negó con la cabeza y se dedicó a seguir buscando aquel libro que tanto necesitaban.
Y si al final alguien lo encontraba por ahí, sencillamente diría que estaba solo y ya.
❣️
—¿Por qué tienes que gritar en una biblioteca y todavía mi nombre? —JiMin sonrió abiertamente cuando notó a su mejor amigo acercarse a él a pasos rápidos. No pudo evitar envolverlo en un fuerte abrazo de oso, abrazo que fue correspondido —. Yahhh, ¿qué tienes?
—Eres malo, Tata, y yo que vengo por ti.
—¿Cómo así estás por aquí? Creí que habías dicho que ibas a dormir. —JiMin hizo un puchero.
—Lo sé, pero me levanté y tú no estabas, y me sentía aburrido, por eso decidí buscarte —explicó el rubio —. Por cierto, me dijeron que estabas buscando un libro.
—Lo estoy, me encuentro algo... ocupado.
—¿Quieres que te ayude a buscarlo?
—¡No! —exclamó TaeHyung tal vez un poco más alto de lo que esperaba. Ignoró la mala mirada que recibió de la bibliotecaria —. E-Estoy bien. Puedes estar tranquilo.
—Si tú lo dices...
—¿Y no tienes otra cosa que hacer? —preguntó el castaño suavemente recibiendo como respuesta un ceño fruncido.
—¿Me estás botando acaso? —exclamó JiMin sintiéndose ofendido.
—Claro que no, Minnie.
—Por cierto, ¿es verdad que estabas acompañado? —El rubio hizo una mueca mal disimulada antes de seguir hablando —: ¿Es por eso que no quieres que esté aquí?
Bueno...
—¿De qué hablas ahora? Obviamente no estoy con nadie. ¿Con quién estaría? Eres mi mejor único amigo aquí.
—L-Lo sé, pero...
—Voy a ver si encuentro ese libro, y si no, lo buscaré mañana. ¿Podrías ir a comprar unas donas hasta entonces? Juro que ya voy a alcanzarte, o puedo esperarte en las sillas en donde solemos sentarnos siempre. ¿Te gustaría?
Y JiMin, quien se cuestionaba el repentino comportamiento nervioso de su mejor amigo, optó por no indagar más y sencillamente asentir, recibiendo una sonrisa cuadrada en respuesta. Por inercia, sonrió también hasta tal punto en que sus ojitos se cerraron.
—Bueno, Tata, voy a comprar unas donas y te esperaré ahí. No tardes, por favor.
—No lo haré, Minnie.
Y JiMin no pudo evitarlo, se abalanzó hacia TaeHyung para así poder abrazarlo fuertemente una vez más y brindarle todo el cariño que fuese necesario.
Y es que su amistad era así. Era de toques, palabras bonitas y actos cariñosos. TaeHyung sintió cosquillitas dentro de él y una sensación de alegría recorrerlo por completo cuando su amigo lo abrazó, y es que no importaba lo mucho que hiciera, sencillamente pensaba que jamás podría pagarle a JiMin todo lo que este hacía por él. Y daba igual las personas que TaeHyung conociera a lo largo de su vida, JiMin siempre sería su alma gemela.
—Te quiero, Tata.
—Yo más, Minnie.
El rubio se separó con una sonrisa, importándole poco si habían personas viendo sus escenas melosas, y dejó un beso en la mejilla contraria para después comenzar a caminar hacia la salida.
TaeHyung, cuando notó que su mejor amigo se retiró por completo, soltó un suspiro y comenzó a caminar otra vez hacia las estanterías en busca de JungKook.
—¿JungKook? —Lo encontró echándole una ojeada a un libro sumamente grueso y viejo. Se lo veía muy concentrado, tanto así que no parecía haberse percatado de su presencia —. ¿Holaaaaa?
Y el menor parpadeó y alzó la mirada para después esbozar una sonrisa que hizo el corazón del mayor latir con fuerza —. Hyung, encontré el libro. Es este.
Y TaeHyung asintió tontamente mientras sonreía también.
—¿Ah sí? ¿Puedo ver?
Jeon le enseñó la página en donde la clase de ese día se explicaba de manera más fácil, y Kim casi sintió que había encontrado un tesoro.
—Maldita sea, JungKook, me has salvado de una grande. La lección de pasado mañana no me resultará tan complicada si leo esto.
—Lo sé, Hyung, es genial. Yo también lo veo fácil. —De repente, JungKook dejó de sonreír y mordió sus labios en señal de un poco de incomodidad —. Por cierto, Tae Hyung, ¿cómo haremos?
—¿Eh?
—Tienes que ir donde... tu amigo JiMin, y ya mismo acaba el receso, no alcanzarás a regresar. Si lo ojeas solo un momento no entenderás. Necesitas prestarle atención.
Tae se sintió entre la espada y la pared. La idea inicial era quedarse todo el receso con JungKook para estudiar el tema ese, pero ahora había quedado con JiMin y aquello haría que el tiempo no le alcanzara.
—Hyung... —volvió a hablar el menor —. ¿Vamos a tener que escondernos de ahora en adelante?
¿Eh?
El castaño sabía a qué se refería, aún así no creyó que JungKook tendría la valentía de preguntarlo a casi un mes de hablar.
—¿T-Te molesta? —fue lo único que pudo preguntar.
Y JungKook lo meditó. ¿Le molestaba?
Bueno, aquel tema era algo que les hacía bulla a los dos. Ambos tenían sus razones para no ser descubiertos, a pesar de no hacer nada malo, y a pesar de no ser los verdaderos protagonistas de aquel problema inicial.
JiMin y YoonGi.
JungKook casi quiso que su Hyung fuera maduro y dejara aquella disputa en paz, mas sabía que aquello sería imposible.
Al final, negó con la cabeza.
—N-No... —respondió para después soltar una risita —, pero será algo extraño escondernos cuando... no hacemos nada malo. Y no te preocupes, voy a tomar foto de todos los datos y te lo mandaré.
TaeHyung asintió, de acuerdo con lo primero, y se acercó un poco más al menor para bromear un poco —. Vamos a verlo como que somos una relación a escondidas, pero sin relación. Y gracias... Eres muy amable.
JungKook rió mientras sentía sus orejitas ponerse rojas.
TaeHyung lo miró y se sonrojó también. Estaba feliz por verlo en ese estado.
Pero había algo que lo molestaba en su interior.
Y era su mejor amigo, puesto que a pesar de lo de YoonGi, conocía también lo celoso que JiMin era con él. Y no quería enfadarlo.
TaeHyung tenía una debilidad por JiMin, aunque le costara aceptarlo; y aquella debilidad sacaba su lado sumiso en donde una parte inconsciente de él se esmeraba en hacer al contrario feliz. No le molestaba aquello puesto a que el rubio también lo hacía feliz, pero ahora el tema era otro. Ahora había un chico que sacaba una parte desconocida de sí mismo y lo hacía sentirse en las nubes, y para colmo era una chico que se llevaba extremadamente bien con la persona que JiMin odiaba. Aquello no podía ser más mierda.
—¿Hyung? —preguntó JungKook sacándolo de su pequeño trance —. ¿Se encuentra bien?
Y el castaño, mirando aquel precioso rostro, solo pudo sonreír, olvidando por un segundo todos sus pensamientos. Y llevó su mano a la mejilla del menor para jalarla despacio, con el fin de bromear y hacerlo sonrojar una vez más.
Y TaeHyung pensó en que debería hacer algo para calmar los latidos de su corazón cuando lo notó quejarse poquito mientras intentaba reprimir una sonrisa.
—Estoy más que bien, JungKook.
❣️
JiMin estaba a punto de llegar a la cafetería cuando vio a Min YoonGi sentado en una banca al mismo tiempo que comía una manzana roja. No era nada nuevo verlo con el rostro amargado, puesto a que siempre estaba así, a no ser que se encontrara platicando con JungKook.
El rubio, al notarlo, no pudo evitar parar en su sitio y mirar a todos lados, esperando que nadie de ahí que lo conociera se acercara. Después de analizar el sitio y descubrir también que TaeHyung no estaba cerca, comenzó a caminar en dirección del pelinegro.
Había algo que JiMin quería hacer, pero no se había atrevido, y ahora tenía una oportunidad de intentarlo.
YoonGi, al notar que su peor enemigo se acercaba a él, no pudo evitar fruncir el ceño debido a la sorpresa. Park JiMin acercándose a él por voluntad propia... Eso era nuevo.
La verdad es que después de aquella lección de química, no habían vuelto a hablar ni a hacerse bromas, aunque ciertos insultos seguían ahí presentes. Eso a ambos los confundió un poco.
—¿Se te perdió algo, imbécil? —preguntó el mayor —. ¿Qué haces invadiendo mi espacio personal? Shu, shu.
Y JiMin quiso golpearlo tan malditamente mal que su plan inicial casi quedaba olvidado.
—¿Acaso has comprado esta escuela, Min? Avisa para largarme de aquí de una puta vez.
Y nuevamente comenzaban...
—Sí fuera mía, tú ya no estarías aquí desde hace tiempo, Park... Y yo no soy el que se está acercando.
JiMin lamió sus labios, recordando de pronto a qué había ido, y YoonGi se sorprendió a sí mismo observando aquella acción. Parpadeó y sacudió su cabeza disimuladamente.
—¿Qué quieres, Park?
—Quiero una tregua, YoonGi.
¿Qué?
—¿Te quieres explicar?
—No hemos peleado hace tiempo, y eso... por alguna razón se ha sentido como un alivio para mí. Y no sé si para ti, pero yo estoy dispuesto a dejar de joderte la vida por una temporada si tú prometes lo mismo. Es agradable estar caminando sin temer a que estés detrás de mí buscando mi culo para hacerme alguna broma.
Y era verdad, en ese tiempo en que no habían ni hablado, las bromas cesaron tan rápido que ni ellos pudieron notarlo hasta que el rubio se puso a analizar al respecto. Después de que YoonGi lo felicitara, JiMin por un momento pensó que hasta podrían llegar a ser amigos, pero eso sería jodidamente imposible con i de imbécil, inepto, e iluso. Así tal cual.
YoonGi, por su lado, pensaba igual. Estaba aliviado, y hasta se había olvidado de la presencia de aquella mierdecilla rubia que lo solía joder todos los días. No estaba mal si dejaban de hablarse por una temporada...
Por ambos estaban seguros de que aquella tregua no duraría para siempre.
—¿Y qué ganaré yo a cambio?
—La puta madre, Min, no te pases de lanza. —El nombrado rodó los ojos.
—Solo bromeo, inepto —comentó —. Bien, acepto tu ridícula tregua de no molestarte si tú no lo haces, pero más te vale no fallar ante ella o no responderé.
—Prometido, Min.
—Y ya ándate que estorbas.
JiMin no añadió palabra alguna, y solo rodó los ojos para después volver a caminar a la cafetería. A pesar de que había hecho algo que probablemente lo aliviaba demasiado, estaba molesto. Es que Min nunca cambiaría y siempre lo haría rabiar.
Esperaba que este tiempo en que no se dirigirían ni la palabra, fuera suficiente para sentir al menos un poco de paz.
YoonGi, por su parte, realmente sintió que necesitaba alejar a JiMin lo más pronto posible, pues una vez más, pasó por él el pensamiento de que el menor lucía bien y se veía atractivo. Eso no tenía que pensarlo ni cagando. No, definitivamente no.
¿Qué demonios le estaba pasando?
~~~
Holaaaaaa slfjdkxk.
¿Qué les pareció este capítulo? Skfjfk ❣️
Les cuento que a pesar de que se vea como un capítulo más, este cap tiene gran importancia en el futuro(???, intenten adivinar por qué skfjrkf.
Taekook y YoonMin novios 🤧❤️
Nos vemos. 🎀
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro