—¡Maldito sea el día en que naciste, Min YoonGi! —se quejó un rubio con una molestia de aquí a la nubes. Sin embargo, el nombrado solo pudo soltar una risita.

—¿Por qué te quejas conmigo? Yo no fui el que se robó a una chica con pareja. —JiMin, quien tenía su cuerpo repleto de jugo de frutilla, lo miró con fastidio.

—¡Fue tu jodida novia la que me besó! ¿Por qué mierda no le reclamas a ella? ¡Fue ella la que te puso el cuerno, no yo! —Claro que el menor de ambos sí se había metido con aquella muchacha a propósito, con el único fin de joder al mayor; pero no era algo que admitiría, mucho menos en voz alta.

—¡¿Me vas a decir que no tuviste nada que ver?! ¡¿En serio tienes el descaro de decir eso?! —Y YoonGi también comenzaba a molestarse.

No faltaba mucho para que de aquella discusión se formara una pelea con todas las de la ley. Y todo en la cafetería del instituto. Frente a la mirada de muchísimas personas.

El rubio soltó una risita algo sarcástica, y dio algunos pasos hacia Min al mismo tiempo que poseía los brazos cruzados.

—No es mi culpa que tu novia no te soportara y decidiera venir conmigo. Vaya, Min, al parecer no tienes la capacidad de complacer a nadie. ¿No es eso un poco vergonzoso?

Oh, Dios, JiMin se había metido con el punto equivocado.

YoonGi había dado dos pasos rápidos con el único fin de darle un gran golpe a aquel rostro que se encontraba en frente suyo con una sonrisa.

No obstante, el pelinegro no pudo avanzar. Unos brazos lo rodearon y le impidieron seguir a su destino.

—¡Maldita sea, JungKook, suéltame! ¡Voy a matar a ese imbécil! —YoonGi intentaba removerse para poder liberarse; sin embargo, los brazos de su mejor amigo siempre habían sido más fuerte que su propia fuerza. Maldijo en su interior.

—Hyung, si viene el director se meterán en problemas.

—¡Me vale verga!

—Oh, vaya, ¿qué diría el director que si viera que el gran Min YoonGi está insultando de aquella manera? —preguntó JiMin con algo de diversión.

—Eres un hijo de puta. —Y bastaron esas palabras para que JiMin dejara la sonrisa y frunciera el ceño.

—¿Qué dijiste? —preguntó con algo de recelo. Ahora fue el turno de YoonGi para sonreír.

—Eso, eres un hijo de puta. Te crees el jodido rey de la selva, pero no eres más que un gusano. Si no tuvieras problemas conmigo, nadie sabría tu jodida existencia. ¿Te duele ser nadie, Park? ¿Te duele ser reconocido solo por ser el enemigo número uno del gran Min YoonGi?

—¡Te voy a partir la cara, imbécil!

Y fue ahí cuando JiMin se intento abalanzar hacia el mayor. Mas fue agarrado de igual manera.

TaeHyung, su mejor amigo, lo había tomado de la cintura, y debido a que era un poco más fuerte que él, JiMin no pudo soltarse.

—¡Suéltame, TaeHyung! ¡Ese desgraciado debe ser de una vez que con Park JiMin no se meten!

TaeHyung ni siquiera refutó ante eso. Solo soltó un suspiro con algo de pesar. Este tipo de pelea era cosa de casi todos los días. ¿Es que no se cansaban de aquel teatro?

La escena podría considerarse graciosa desde el punto de vista de un espectador. Dos jóvenes queriendo meterse a putazos mientras que otros dos los tomaban fuerte por detrás para que aquello no sucediera. Tal cual una película de acción.

—Te vas a arrepentir de esto, Park JiMin —habló YoonGi —. Ni creas que saldrás impune.

JiMin rió.

—Eso mismo dices siempre, ¿y ves que me he arrepentido de algo?

—¡Yo nunca me he metido con tus parejas! —gritó el mayor; sin embargo, de la nada sonrió —. Aunque ahora que lo pienso, debe ser porque nunca has tenido una en primer lugar.

—¡La puta madre, TaeHyung, suéltame de una vez para hablar con este imbécil!

—¡JungKook, déjame ir!

Y los dos nombrados ya no sabían qué hacer para detener aquella disputa.

—¿Sucede algo aquí? —preguntó una voz, y aquella pregunta bastó para que los jóvenes sintieran sus nervios emerger en ellos.

—S-Señor director, ¿qué lo trae por acá? —preguntó JungKook.

Al parecer, un héroe —o chismoso, dependiendo del punto de vista —había llamado al director de todo el colegio para ponerle un fin a la pelea.

—¿Park y Min? ¿Otra vez ustedes? —Los nombrados no les quedó de otra más que asentir —. ¿Ahora qué pasó?

—¡Ese imbécil me echó jugo de frutilla encima! —se quejó JiMin.

—¡Ese imbécil se metió con mi chica! —se quejó el otro.

—¡Fue tu chica quien se metió conmigo!

—¡Hijo de...

—¡Basta! —gritó el director, y en menos de un segundo, el salón entero se quedó en silencio —. En estos momentos me encuentro un poco apurado, por lo que no puedo decirles que vengan a mi oficina... de nuevo; pero juro, en serio, chicos, juro que si los veo una vez más peleando de esta manera, no dudaré en expulsarlos por lo menos dos semanas hasta que aprendan la lección. ¡Y me importará poco el que ambos sean excelentes estudiantes!

Los regañados, con todo el pesar del mundo, solo asintieron, aun sin estar del todo de acuerdo.

—Muy bien, ahora deben darse la mano como señal de paz.

¡Ni cagando!

—¿E-Es necesario? —preguntó JungKook con algo de timidez desde su puesto —. ¿No  basta con solo decir que ya no pelearán? Parece que van a matarse en cualquier momento si están un segundo más aquí.

El menor lucía avergonzado al tener la vista de todos sobre él, y TaeHyung, quien también lo estaba viendo, no pudo evitar soltar una pequeña risita al notarlo tan tímido. Afortunadamente nadie lo notó.

—Es necesario, señor Jeon. El señor Park y el señor Min deben saber que muy pronto irán a la universidad, y nadie va a soportar su comportamiento en ese lugar. ¿Cómo van a reaccionar si se topan en el mismo sitio? ¿Van a ocasionar problemas también por allá? Así que, adelante, tomen sus manos. Ah, y además el señor Min tendrá que reponer la camiseta mojada del señor Park.

Ninguno objetó.

Así mismo como ninguno alzó las manos.

—¿Jóvenes?

—JiMin —habló TaeHyung por primera vez —, hazlo de una vez. Mientras más rápido lo hagas, más rápido podremos irnos. Tengo hambre.

Y JiMin, solo por su mejor amigo, decidió estirar la mano hacia el contrario, quien se sintió un poco sorprendido.

—Solo lo hago por Tae —respondió JiMin con fastidio.

—Hyung... —habló bajito JungKook hacia el pelinegro —Haga lo mismo.

Y YoonGi, quien ya estaba cansado y también hambriento, alzó también su mano, y tomó la del rubio para después saludarse mutuamente.

Asco pensaron los dos con pesar.

Ni bien se separaron, limpiaron sus manos en sus ropas mientras hacían una mueca. El director rodó los ojos.

—Bien, ahora cada quien vaya por su lado y dejen de discutir.

JiMin no esperó otro llamado, se dio media vuelta y comenzó a caminar a pasos rápidos queriendo salir de la cafetería que comenzaba a asfixiarlo. Además de que tenía que cambiarse su camiseta, la cual ahora estaba excesivamente húmeda.

—Vámonos, Tata.

YoonGi, por su lado, también comenzó a caminar velozmente, esta vez por el lado contrario.

—JungKook, ven conmigo.

Y así fue como ambos se fueron, dejando a los otros estudiantes con falta de más chisme.

JungKook iba a ir tras su Hyung, pero, sin pensarlo, alzó la mirada haciendo que sus ojos se topara sin querer con los de TaeHyung, quien también se sintió un poco descolocado por la repentina mirada.

Ellos no podían decir que no se llevaban, pero no se habían hablado antes, por lo que ahora no sabían cómo reaccionar.

Se vieron por unos segundos más, hasta que fue JungKook el que sin saber porqué, sonrió levemente, en un intento de ser algo educado.

TaeHyung de pronto recordó los nervios que el menor tuvo hace pocos minutos, y sin querer, soltó una risita. JungKook lo miró confundido.

El mayor de ambos negó con la cabeza y sonrió, esta vez, con algo de gracia. JungKook pensó que tenía una sonrisa bonita.

Y tal vez fue eso lo que lo hizo sonreír más.

Ahora ambos se habían sonreído, y estaban bien con eso.

JungKook agachó la mirada algo tímido, y el castaño volvió a reír al verlo de esa manera.

Echándose una miradita más, ambos muchachos se dieron media vuelta en busca de sus respectivos mejores amigos.

Los dos sintiendo un leve calorcito en su pecho.

Ya estaban caminado en diferentes direcciones, pero tal vez, solo tal vez, puede que hayan volteado nuevamente la mirada esperando ver al contrario.

Tal vez fueron dos veces. Tal vez fueron tres. Tal vez fueron incluso más.

Ninguno olvidaría la sensación que acababan de tener en su interior.

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Holaaaa fkdkxkd. 💖

¿Qué les pareció? Ay, me emociona esto skfjkdfkkd.

Cuando dije que el YoonMin se darían de madrazos, no lo decía de broma KAJDKDK. Ahora veamos cómo carajo van a enamorarse si no pueden verse ni en pintura. 🤔♥️

Y el Vkook, ay, capítulo uno y ya me ponen soft KSJFKDKF. Son unas masitas. 🥺💖

Nos vemos pronto. 🌸