Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo


1 año después.

Lanikai beach (Kailua-Hawaii)

   La arena casi blanca, con el agua casi cristalina, reflejan un hermoso tono verdoso. Las olas arriban a la arena dejando la bruma tras su paso. En la orilla de la playa, en las reposeras del hotel, se lleva a cabo una discusión, las chicas están acaloradas en su disputa.

   —¡Julia! ¡Julia no te vayas, espera! —levantándose rápidamente.

   —No, no, no siempre haces lo mismo. ¡Ya me cansé de esto! —exclama Julia, comenzando a alejarse hacia el mar.
  
   —Te cuesta aceptar que no siempre puedes ganar.

    —No es así y lo sabes.

   —Lo que sé, es que eres...
 
   —¡Dilo!

   —Eres una tramposa.

   —Yo no pongo las reglas cariño.

    A medida que Victoria se acerca, ella comienza a correr hasta el mar, pero frena al llegar a la orilla, y que el agua fría la toque, entonces Victoria le pasa por al lado, adentrándose hasta el que agua le llega a las rodillas.

   —¡Ganeee! ¡Gané otra vez!

   —¡Yo llegué primero!

   —¿La niña tiene una rabieta? Y no, no ganaste, tú dijiste y cito, la primera en meterse al agua gana, acá puedes ver a la ganadora. Acéptalo Moore, caíste ante la mejor —se acerca a ella—. Lo lamento cariño, eso te pasa por tramposa —le saca la lengua y se meto rápido al agua.

   —¡Espera! —Julia quiso tomarla, pero solo consigue tomar una tira del bikini desatando el nudo de la parte de arriba haciendo que se le salga—.  Perdón —le dice tapando los pechos de su joven novia con las manos—, te juro que fue sin querer.

   —Ay Moore ¿Qué haré contigo?

   —Amarme, perdonarme...

   —¿Castigarte? —Victoria vuelve a hacerse el nudo en la espalda, para luego acomodar la parte de enfrente

   —¿Me sueltas? Ya tengo el bikini bien puesto.

   —Estoy cómoda así.

   —Julia...

   —Está bien —la toma de la mano y se bañan un rato en el mar— deberíamos ir al hotel, hoy es el gran día de ellas.

   —Sí, deberíamos irnos para bañarnos y luego salir.

   Salen del mar con las manos entrelazados, se secan con el toallón, colocándose los pantaloncillos caminando hacia el hotel. Mientras van hablando.

   —¿Alguna vez pensaste que acabaríamos juntas? —pregunta Julia.

    —Contigo quería acabar —ríe Victoria— a veces soñaba que tenías una muerte fatídica natural, mientras caías por un risco. Te odiaba bastante al principio...

   —¿Qué tiene de fatídica una muerte natural?

   —Que era yo quien te empujaba.

   —¿Qué tiene eso de muerte natural?

   —La gravedad es natural, si supieras volar no moririas, aunque siendo tú, seguramente aprenderías a volar mientras caes.

   —Wow sabía que me odiabas pero no sabía cuanto.

   —Pero ya no te odio, sino todo lo contrario. Aunque...

    —Aunque qué...

   —Ya lo sabes.

   —No, no lo sé, dilo.

   —Me sigues volviendo loca, pero te amo con esa locura. Jamás pensé que serías el amor de mi vida.

   —Yo jamás pensé que podría ser feliz —la mira y sonríe—, hasta que llegaste y te quedaste.

   Caminan al hotel, se bañan y meriendan. Ambas se visten para la ocasión, Victoria luce un vestido sencillo de color negro ceñido al cuerpo, que hace resaltar sus ojos verdes, Julia luce un vestido turquesa que resaltan sus delicadas facciones y ojos marrones.

   Julia maneja de camino al puerto, donde tiene su lujoso yate, ambas llegan antes que todos los invitados, en el lugar ya está el personal. La mayor toma de la mano a su novia para abordar el barco.

   —¿Te gusta?

   —Es enorme.

   —¿Quieres bailar conmigo antes de que lleguen todos? Todavía faltan dos horas.

   —Están todos trabajando.

   —¿Te da vergüenza que nos vean juntas?

    Ciertamente a Victoria le había costado un poco acostumbrarse a las miradas de la gente, a las demostraciones de afecto en público, porque, Julia, siendo libre de todo es como le había dicho ella y Tricia, una persona totalmente diferente, afectuosa y atenta que jamás se cansaba de decirle y demostrarle cuánto la ama. Victoria poco a poco se acostumbró a este lado de ella y concluyó que ya habían pasado por demasiadas cosas, como para tener vergüenza de su amor.

   —No sé bailar.

   —Yo te guiaré solo ve a mi ritmo ¿Confías en mí? —Sonrie.

   —Te confío hasta mi vida —Traga con dificultad—. Está bien.

   Habla con los músicos que están terminando de afinar los instrumentos, y la música lenta comienza a sonar, una cantante toma su lugar cantando suavemente en el escenario. Julia le tiende la mano a Víctoria y ella la toma, suavemente trayendola hacia ella, tomándola por la cintura mientras que la joven cruza sus brazos por encima de los hombros de la castaña, antes de moverse la besa y en medio del beso sonriendo comienzan a moverse.

    Ellas se mueven suaves al compás de la música, Victoria logra relajarse lo suficiente confiando en Julia, se acerca y la besa suavemente de nuevo.La mayor le acarició el rostro

   —¿Alguna vez pensaste en este futuro?

    —¿Bailar en un yate mientras esperamos que lleguen los invitados?

    —No, me refiero a Tricia que va por su segundo hijo, bueno hija ahora. Que al final me terminara llevando bien con Debra, tan bien, que le prestara el yate para hacerle la propuesta de casamiento a Magalí... —entonces una pieza cae en su lugar— ¿Tú... quieres más de nuestra relación? ¿Quieres casarte?

   —¿Y tener que lidiar con el stress de una boda? No, gracias ¿Tú quieres casarte?

   —Bueno estamos bien así, y sí, la boda sería un stress. Pero quería saber que pensabas.

    —Pienso que soy afortunada al tenerte —acerca su rostro al pecho de Julia escuchando los acompasados latidos de su corazón—, pienso que quiero seguir siendo tu lugar seguro y tú el mío. Eso para mí es suficiente y sé que te amo, no me hace falta que un papel lo diga —se incorpora observándola de frente—. Me haces muy feliz, Moore, me das tanta felicidad que aveces dudo que seas real y solo caigo en la cuenta que es así cuando siento tu piel tibia rozando la mía, y tus labios me atrapan —Julia dibuja una gran sonrisa.

   —También me haces muy feliz, has logrado espantar mis miedos y derretir mi corazón —lleva su mano derecha a la cintura de Victoria a su rostro para atraerlo y así poder besarla—. Gracias por permanecer aún a mi lado y poder amarme, más allá de lo mucho que me detestabas —ambas ríen y Victoria vuelve a recargarse sobre el pecho de Julia, mientras se mecen bailando lentamente, perdiendo la noción del tiempo.

   —Aquí estaban las tortolitas —dice Tricia quien aparece caminando con su enorme panza de embarazada con su marido a su lado que sostiene a su hijo en brazos—. Chicas no me hagan caminar más de la cuenta llevo a una persona que va a salirse en cualquier momento adentro.

   —Hola Tricia —dijeron ambas.

   —Siempre tan oportuna —dice Julia y Víctoria le da un codazo.

   —Si no fuésemos amigas me caerías mal —refiriéndose a Julia—, bueno de hecho algunas veces aunque lo seas me caes mal.

   —Bueno es mutuo.

   —Basta las dos —dicen James y Víctoria al mismo tiempo.

   —Hola mi amor —Luke salta a los brazos de Victoria— ¿Cómo está el campeón de la tía? James quieres que vamos por algo de beber, todavía falta que llegué un montón de gente.

  —En realidad tengo que cambiarle antes el pañal.

   —Bueno vamos y te ayudo, preguntemos donde queda el baño... —ambos miran a las chicas— ¿Podemos confiar que no se van a pelear mientras no estamos?

   —Por supuesto ¿Piensan que somos niñas? —ambos se miraron, claro que piensan que son niñas— vayan a cambiar a Luke. —Julia se sienta a su lado—, si que te sacaste el premio gordo con Victoria.

   —Sí lo hice y contigo —Tricia la mira—. Eres una buena amiga, Tricia, me has aguantado demasiadas cosas a través del tiempo. Sé que no siempre he sido una persona fácil, aún aunque te he alejado varías veces, jamás me dejaste sola.

   —¿Cómo podría haberlo hecho? Si siempre has sido mi mejor amiga. Aunque peleemos y discutamos, hemos estado siempre la una para la otra cuando lo necesitamos. Todavía recuerdo cuando te llamé que estaba entrando al quirófano —la observa con nostalgia—, James todavía no llegaba, tú estabas de viaje y me calmaste por teléfono hasta que él llegó, luego apareciste a las dos horas. Te habías tomado un avión privado desde Londres.

   —Me necesitabas ahí

   —Sí, te necesitaba y llegaste —la mira y sonríe, acariciando su enorme vientre—. Al fin puedo verte feliz, Julia y siento que mi felicidad está completa sabiendo que estás bien, que puedo dejarte en buenas manos. Te teníamos una sorpresa con James, pero creo que es el momento de decirte —Julia la observa intrigada—, uno de los nombres de la pequeña será Juliana, parecido a tu nombre en tu honor.

   —¿En serio?

   —Claro que sí —sin esperarselo, Julia la abrazó fuerte, derramando unas lágrimas.

   —Esto no me lo esperaba —di e James— ¿Pasó algo? —Tricia lo observa y mira con picardía— ¿Le dijiste? Acordamos que iba a ser una sorpresa, amor.

   —Es que fue su culpa, me dijo un montón de cosas lindas y tuve que decirle.

   —¿Cómo que mi culpa? Yo fui honesta, aparte me encanta el nombre que le van a poner —Aparece Victoria mientras discutían.

   —Bueno esto si me lo esperaba —le dice al pequeño Luke—, a ver niñas separense.

   Esperan e iban recibiendo a los invitados que iban llegando, como familiares y amigos de ambas, ya que el yate cuenta con 4 pisos, todos esperan en el 4 piso que era el más amplio. Una vez que todos incluidas las novias que tenían que llegar estuvieron a bordo, zarparon al mar.

   El cuarto piso se desplegó, todos hicieron silencio. La banda comenzó a tocar y Deb traía a Maga con los ojos vendados bajando la escalera, para llegar al cuarto piso pedirle que se la quite encontrándose con todos los invitados y Debra agachada pidiendole matrimonio con una caja y una sortija, la cual dió el sí. Todos los invitados festejan felicitando a la pareja recién comprometida, la musica fluye, la comida llega con los camareros y el festejo del compromiso comienza a celebrarse.

   Luego el baile oficial lento, primero de Deb y Maga, al que se fueron sumando las demás parejas, mientras bailaban abrazados.

   —Queriamos agradecerte, Julia, por prestarnos tu yate para esto. —dice Deb de la mano de Maga, ambas desbordando felicidad.

   —No fue nada. De hecho estábamos hablando con Vicky y queríamos regalarles el viaje de la luna de miel a dónde ustedes quieran con todo incluido por una semana, hotel, viaje, tours etc.

   —No, no es mucho.

  —Por favor acepten —dice Víctoria— sino tendré que ser insistente hasta que acepten —dibuja una enorme sonrisa.

   —¿No cambiarán de opinión verdad? —dice Maga y ellas están de acuerdo—, solo si aceptan ser las damas de honor. De todas maneras se los íbamos a pedir y si dicen que no, nosotras podemos ser bien insistentes también.

   —Está bien —Victoria le estrecha la mano Maga—, tenemos un trato.

Todos siguieron festejando lo que allí los había reunido, la felicidad finalmente llenaba el aire.

Fin.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro