Luego del noviazgo oficial, antes de hacer las presentaciones en familia, claramente no en las familia de Julia, al menos no a sus padres y su monstruoso hermano. Tienen que pasar por los jueces más difíciles... sus mejores amigas.

Debra

Llegó en pareja con Maga, al departamento de Julia, ella sabe que es la persona más importante para, Víctoria aparte de su familia. Desde la universidad no ha hecho esto, y mentiría descaradamente si dijese que no está nerviosa.

   Suena el timbre.

   —Voy yo —Dice Vic— bienvenidas —saluda con un abrazo a ambas— pasen, ella es —le estira la mano y Julia se la toma, observa como Deb hace una mala cara—, Julia —la conoce de vista, pero es la primera vez que se ven cara a cara.

   —Un gusto conocerlas a ambas, si quieren ir sentándose ya saco la carne del horno y sirvo. Siéntanse como en su casa.

   —Un poco austera para ser la dueña de una multinacional ¿Acaso el negocio no va bien? —dice Deb en un comentario despectivo.

   —No necesito aparentar en base a lo que gano, me gusta lo cómodo y sencillo.

   —Sí, veo.

   —El lugar es muy lindo, Julia —interrumpe, Maga a Deb, con Víctoria mirándola mal— ¿quieres ir a ayudarla Vic, nosotras nos acomodaremos?

   —Claro Maga, vayan sentándose.

   Susurros entre Maga y Deb.

   —Si vas a estar con esa cara de culo y mala actitud, inventamos una excusa y nos vamos ya.

   —¿De qué hablas?

   —"Un poco austera para ser la dueña de una multinacional ¿Acaso el negocio no va bien?" Victoria está con ella, Deb y tú quisiera creer que conmigo.

   —Claro que estoy contigo.

   —No lo parece. Cada vez que la ves, siento que sigues enamorada de ella y eso me lástima.

   —Lo lamento no es mi intención...

   —Chicas ¿Les gusta comer con vino? —interrumpe Vicky al darse cuenta del clima tenso entre ellas—, tenemos un vino riquísimo para acompañar la comida

   —Yo paso, manejo —dice Deb.

   —Yo si quiero, me hace falta un trago —sonríe con aparente molestia, Maga.

   La cena se lleva en paz y Víctoria le cuenta a Maga como fue el comienzo de ellas, como le caía de mal Julia. Cómo la abordó la primera vez en el ascensor, Julia contó por su lado como rompió su propia regla al meterse con alguien del trabajo, pero que lo haría mil veces porque, Victoria vale romper todas las reglas. La pareja anfitriona nota la tensión en las invitadas, y en como Maga marca una distancia con Deb, aparentemente un poco irritada.

   Ellas también contaron como se conocieron en la playa con Deb, y comenzaron a salir desde ese día, más todo lo que habían pasado en la relación, aunque la que más hablaba es Deb y Maga solo afirma con la cabeza o se introduce apenas en la historia que su novia cuenta.

   Maga se acerca a Julia que pone los platos en la pileta de la cocina, mientras su novia conversa con su amiga en la mesa.

   —Vamos a guardarnos el secretito de como nos conocimos antes por favor.

   —Me parece perfecto, porque quiero seguir respirando y aunque, Victoria parezca suave, tiene un carácter bastante fuerte.

   —Entonces tenemos un trato.

   —Por supuesto.

   —¿Todo bien entré tú y Debra?

   —Mira su copa media vacía, meciendo el contenido en su interior— No, pero ya hablaré con ella luego —Vuelve a la mesa.

   Ambas saben de su encuentro en el puesto de frutas, cuando interrumpió Tricia el momento justo y ahora le agradecen silenciosamente, sino esto sería muy incómodo.

Tricia

   —Bienvenidas —abraza Tricia a Victoria apenas abre la puerta— pasen.

   —¿Y mi abrazo? —dice Julia.

   —Pasa de una vez, Moore, sabes que no hacemos eso de los abrazos entre nosotras —se escucha a Luke llorar— disculpen pero Luke no ha dejado de llorar en todo el día.

   —¿Puedo cargarlo?

   —Seguro —Victoria lo alza y el niño se calma, quedándose callado— ¿Qué tipo de magia usas?

   —No lo sé, es mi don —«debe ser un don muy amplio porque hasta logró domar a Julia, esta leona salvaje» piensa Trish.

   —Julia, más te vale, por tu bien físico no cagarla con ella... de nuevo —dice Tricia en medio de una tos fingida y ambas tres ríen—. La inútil de tu novia, no sabe ni cambiar un pañal.

   —No tengo hijos propios y voy a andar metiendo la mano en la mierda de hijos ajenos. Tu hijo, su caca es tu problema. Yo seré la tía que lo vaya a buscar cuando esté ebrio, le firme el consentimiento para su primer tatuaje y le compré los preservativos para que se cuide, pero no tocaré su mierda, por más amor que le tenga.

   —Quizás tu chica quiera ser mamita y ahí te veré cambiando pañales con mierda, mira lo bien que le queda un bebé —Se ahoga con su cerveza.

   —Hiciste que me manchara la ropa.

   —Justicia divina por mi blusa manchada con café, que por cierto aún no repones.

   —Zorrita vengativa.

   —Always bebé y así me amas. Recuerda nada de palabrotas delante de mi hijo, o tengo un libro de anécdotas para que Victoria sepa, como la vez que te encontré haciendo un trío con...

   —Cállate, que ahí viene.

   —¿De qué hablan?

   —De nada —responden sincronizadas.

   —Amor —Julia la aparta de Tricia susurrandole la siguiente pregunta— ¿Quierés tener hijos?

   —Ni loca —Suspira aliviada.

  —Eres la mujer perfecta, te amo tanto.

   James llega de trabajar para cargar al pequeño Luke que solo se quiso dormir luego en brazos de Victoria. La cena continúa con anécdotas que podían ser contadas, de las amigas y sus aventuras. Tricia invita a Victoria al cumpleaños de un año de Luke y le dice en chiste que si quería podría traer a Julia. Todo sale más que bien está noche, excepto por un detalle.

   —¿Él sigue llamando?

   —Sí, volveré a cambiar de número.

   —Tendremos que hacer una orden de alejamiento... ¿Sabes qué es lo que quiere?

   —Seguramente ya sabe que mi novia tiene dinero y quiere pedirme...

   —Vic... ¿Por qué mejor no vienes a vivir conmigo? Tus padres no están nunca y no quiero que nada malo te pase. Ahora que volviste a la universidad...

   —No quiero que me mantengas.

  —Victoria... —suspira—. Puedo conseguirte un trabajo de medio tiempo, pero por favor...

   —Está bien, solo... —la mira seria— si me abrazas en las noches —El coche para en un semáforo

   —Mi amor no solo voy a abrazarte —pone una mano en su pierna y la besa, hasta que los bocinazos le dan aviso para mover el auto.

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25 de Julio a 2 días del cumpleaños de Victoria.

   —Golpean la puerta con desespero, Victoria ve por la mirilla que es Debra— Deb ¿Qué pasó? —abre de golpe.

   —Me pelee con Maga —llevan oficialmente de novias desde hace 2 meses.

2 horas antes Deb y Maga

   Todo comenzó con un mensaje de Victoria el cual Deb era una de las pocas personas a las cuales ella le respondía de inmediato, estuviera haciendo lo que sea, y lo que sea incluye teniendo relaciones con su novia.

   —¿En serio tienes que responder justo ahora? Estamos a la mitad de algo ¿No te parece?

   —Es Vicky.

   —Quítate —Deb la miró seria— que te quites Debra.

   —¿Qué te pasa? ¿Qué pasa?

   —Ya estoy harta Debra, eso pasa —Le dijo Maga levantando la voz, mientras tomaba su ropa del piso— ¿Qué tengo que hacer para que me elijas a mi primero? ¿Qué?

    —Te elijo Maga.

   —¿A sí? Si ella te manda acaba de mandar un mensaje y paraste para responderle.

   —Lo lamento.

   —No más que yo —se sentó en la orilla de la cama dándole la espalda, mientras se colocaba su calzado.

   —No te vayas... —intentó tocarla pero ella le apartó la mano.

   —Estoy cansada de competir contra la sombra de Víctoria, cansada de ser tu segunda opción. Tenía la esperanza de que esto cambiara, que las cosas fueran diferentes, que te pudieras enamorar de mí, finalmente algún día —le dice con los brazos vencidos  y expresión de derrota—. Pero el tiempo pasa y ese día nunca llega y quizás lo no haga, quizás no llegue.

   —Magalí ¿qué estás queriendo decir? —dijo Deb levantándose preocupada mientras se colocaba una camiseta encima.

   —No quiero decir Debra, te digo que hasta que no soluciones tus cosas con Victoria no vuelvas a buscarme. Estoy cansada de ser la segunda opción en tu vida, harta.

   Maga se fue azotando la puerta de la habitación y de la de entrada, dejando a una Debra aturdida por un momento, por cómo pasaron las cosas tan rápido. Pero maga tenía razón debe resolver los asuntos con su mejor amiga, ya que Maga merece tenerla entera, no a medias y bastante paciente ha sido.

Hogar de Julia y Vicky.

   —¿Qué, porqué? ¿Qué pasó?

   —Victoria necesito que sepas algo... —la llevó de la mano y la sentó en el sillón—. Desde hace 4 años que... —suspira frustrada, no sabe cómo hacer esto—. Recién cuando me mandaste el mensaje estábamos teniendo relaciones con Maga, paré a responderte —Victoria se pone roja.

   —Debra porqué lo hiciste —se lleva la mano a la frente— no era nada urgente.

   —Ella se enojó.

   —Con razón.

   —Discutimos, tomó sus cosas y se fue. Me dijo que solucionara las cosas que me pasan, y luego volviera a buscarla, así que aquí estoy —no sabe como abordar el tema— porqué ella dice que amo a alguien más.

   —Debra a quién...

   —Espera... me dijo que solucionara lo que me pasaba con esa persona y luego la buscara si quería hacerlo que está cansada de luchar contra esa sombra... lo que intento decir es que desde hace más de 4 años que me gustas Victoria —le da un beso y se despega abriendo los ojos—. Fue raro...

   —Definitivamente rarísimo —ambas se limpiaron la boca con el dorso de la mano.

   —Pensé que iba a sentir algo más... cómo lo que siento cuando beso a Maga... ¿Cómo te sentíste?

   —No vuelvas a hacerlo nunca más en tu vida, fue raro. Julia se entera y me mata, bueno nos mata a ambas, luego pregunta.

   —Tengo que irme.

   —¿A dónde vas?

   —A buscarla ¡La amo a ella, Victoria! —grita de felicidad—, a ella, osea a ti también pero como amiga.

   —No me digas idiota, me vas a friendzonear a mí, tu mejor amiga con novia.

   —Okay ya que aclaré mis dudas...

   —Me alegro de eso Debra... espera —la toma del brazo— esto nunca pasó, ¿okey?

   —No sé de que me hablas.

   —De... ¡Oh! Bien, bien. Vete ahora.

   —Te veo el sábado en tu cumpleaños ¿Quieres algún regalo en especial?

   —Con que no vuelvas a besarme me alcanza.

   —Dijimos que no íbamos a mencionarlo.

   —Esa fue la última vez, lo prometo.

   Pasan un par de horas desde que se fue Debra y vuelven a golpear la puerta con insistencia, ella se acerca a atender sin mirar pensando que es su mejor amiga.

   —Se te está haciendo mala costumbre venir a mitad de la noche, Debra —abre la puerta sin mirar antes— ¿Qué haces aquí? ¿Quiénes son ellos?

   —Debiste atender el teléfono, Victoria. Nos abríamos evitado tantas cosas.

   Victoria intenta cerrar la puerta, pero la traban, entran con el principal objetivo de taparle la boca para que no grite, forcejea con los hombres que la sujetan, logra arañar a uno mientras lucha tratando de gritar pero la golpean en la frente lastimandola. Se desmaya y se la llevan finalmente inconsciente. Julia llega de viaje esa misma noche.

   —Amor ¿Por qué dejaste la puerta abierta? —victoria no responde— ¿amor dónde estás? —ve la mancha de sangre y llama a su teléfono que suena debajo del sillón, llama a Debra— Hola ¿Victoria está contigo? —le dice desesperada y ve la nota arriba de la mesa.

   —No ¿Julia? ¿Julia estás ahí? —se escucha hablar a Deb desde el teléfono en el suelo— tenemos que ir a lo de Julia pasó algo con Víctoria —se la escucha decir.