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12-Tira y afloje

Victoria

El lunes, llegó recargado de trabajo, la agenda de Julia está repleta de reuniones.

   —Victoria a mi oficina en 20 min—dice pasando frente a mi escritorio con el contador a su lado.

   —¿Por qué los lapsos de buenos momentos con ella tienen que durar tan poco?— Tiene una llamada del equipo de comercio internacional ¿Se la paso?

   —Sí, y traeme algo para el dolor de cabeza, sino consigues una pastilla, una guillotina estaría bien. —Corta. Golpeo la puerta con el vaso de agua y la pastilla en la mano—. Pasa, siéntate y deja eso en el escritorio —revisa un montón de papeles, luego de un momento me mira seria—, necesito copia de esta carpeta entera tal cual está, comunícame cuando lo tengas en línea a el señor Blinks y —busca una hoja suelta— consigue lo de lista, puedes irte. Victoria —freno dándole la espalda— ¿Entendiste lo que te pedí o te lo explico a besos?

   —Por supuesto no soy idio... —me doy la vuelta para ver su cara sonriendo— ¿dijiste besos?

   —Sí, es lo que dije —se acerca a mí quedando frente a frente— ¿algo que no entiendas? —roza sus labios con los míos, tomándome suavemente de la nuca.

   —Todo claro.

  —Dame un beso —me atrapa de la cintura, intenta besarme y me hago hacia atrás.

  —No.

  —Victoria —frunce el ceño y gruñe—. Quiero un beso, no me hagas pedirlo de vuelta.

   —No lo pides, lo exiges —acaricio su rostro, me acerco lentamente, ella cierra los ojos y le susurro al oído— pídemelo —Hace una medía sonrisa.

   —No, dame un beso o te lo robo.

  —Intentalo y veras que será el último —traga con dificultad.

   —¿No me lo darás?

   —No.

   —Está bien, puedes irte —me suelta  y se aparta—. Traeme las copias cuando las tengas y la lista que te dí es para que lleves lo necesario este fin de semana —se sienta y dirige la vista a los papeles sin mirarme—. Salimos el viernes temprano, entonces obviamente no vendremos a trabajar —Me quedo un momento todavía parada, sé que la hice enojar

   —¿Necesita algo más señorita Moore?

   —Un beso, pero como no me lo quieres dar, puedes retirarte —doy la vuelta riendo bajo y camino a la puerta— en realidad... ven... —me hace volver, mirándome a los ojos—.
Gracias racias, ahora si vete.

   Doy la vuelta y muerdo el interior de mi boca evitando sonreír delante de ella, al menos está comenzando a usar el permiso, por favor y gracias, palabras que recién descubre.

   Sé perfectamente porqué me hace ir, volver y me frena cuando estoy por irme dándole la espalda, ya varías veces la atrapé mirándome el trasero. Fingiré ignorancia un tiempo más y ya que tanto le gusta mirar lo que no voy a dejar que toque, mañana vendré a trabajar con una falda ajustada. Vas a pedirme ese beso Moore, pero de la manera correcta.

Martes

   —Victoria un café y comunícame con Blinks nuevamente —Golpeo y paso a dejarle el café.

   —El señor Blinks está en la línea uno.

   —Perfecto, gracias.

   Dejo caer mi lapicera y me agacho para recogerla, se queda callada y siento su suspiro a mi espalda.

   —Sí, si Blinks sigo aquí.

Miércoles

   Llevo un pantalón muy ajustado blanco, con camisa y zapatos negros, me tomé el pelo en un rodete. Veo que se apoya en mi escritorio y su camisa bordó escotada deja ver hacia adentro, con algunos botones abiertos a propósito, antes de verla me llega el aroma de su perfume, trago y muerdo mi labio inferior.

   —Buenos días Victoria —se apoya en mi escritorio y miro su escote— acá tengo los ojos —levanta mi mentón— en 10 min ve a mi oficina —Claro que iré y te haré pedirme un beso, me levanté usando mi arma mortal y me dirigí a su oficina.

   —Señorita Moore, la reunión de esta tarde la reprogramaron para la semana que viene —veo como viene hacía mí, cual león acechando a su presa pero no me muevo— ya la re agende en su agenda, el departamento de contaduría está...

  —Quedamos frente a frente— Dame-un-beso —Me acerco a milímetros de su boca y le sostengo la mirada.

   —No —Exhala con fuerza y se lleva en modo de pinza dos dedos al puente de la nariz.

   —¿Puedes darme un beso?

   —¿Y el por favor?

   —No abuses, Victoria —Sonrío me acerco a ella y la beso, no tarda mucho en atraparme entre sus brazos, nos besamos hasta que es necesario respirar y me despego de ella— quiero más... —sus dedos viajan a traves de mi ropa, tocando la piel de mi espalda.

   —Estamos trabajando, Julia.

   —Vamos a otro sitio entonces.

   —No lo creo.

   Me suelto y cierro de un portazo ¿Qué se piensa? que voy a caer rendida sus pies, sino quiere una relación está bien, pero tampoco seré su juguete sexual de turno.

   —Cancela el almuerzo, tengo que salir —si me provoca y no puede tocarme, supongo que no va a quedarse con las ganas.

Julia

¿Desde cuándo soy yo la que pide los besos? ¿Desde cuándo soy yo la que anda detrás de una mujer? Puedo tener a quien yo quiera, así sea hetero, asexual o monja... Hasta me vestí así de provocativa para ella.

   Víctoria es indomable, se mete en mis pensamientos como ahora que espero a Paige y pienso en ella. No se pensará que voy a guardarle mi cuerpo a ella, para cuando sea que quiera estar conmigo, si me provoca no me quedaré con las ganas y si no es ella, será otra.

   Bebo mi 3er trago, esperando que llegue ni cita, 20 min esperándola, me dispongo a ver si alguna otra de mi agenda esta disponible ni siquiera las agendo con nombres, no es necesario, no los recuerdo de todas maneras porque no hace falta, excepto... —exhalo pesadamente, Victoria unos brazos rodean mi cintura y sus labios besan mi cuello.

   —Extrañaba tu perfume —Le sonrió.

   —Hola hermosa ¿Vamos?

   Conocí a Paige en no me acuerdo, un día de alguno que está en calendario y usaba no lo sé supongo que ropa, hasta que se la quité. Es afroamericana y tiene como pocas un don lingual, además de buen aguante, espero que pueda seguirme como siempre el ritmo.

   Llego a la oficina con el cabello mojado tomado, más maquillaje ligero. Víctoria me mira extrañada, sabe que mi cabello mojado no es por haberme ido a dar una ducha de 3 horas a mi casa ya que sigo usando la misma ropa. No pensarás cariño que puedes provocarme y pretender que me quede con las ganas.

   A los minutos que llego, Paige aparece en la oficina con mi chaqueta. Se anuncia con Víctoria.

   —Señorita Moore la espera, Paige para darle la chaqueta que se olvidó —Salgo a recibirla, me deje mi chaqueta a propósito.

   —Pasa Paige —dibujo una amplia sonrisa al verla y Víctoria me mira seria— traenos dos cafés, Victoria —Traga con pesadez.

   —Claro señorita Moore.

Victoria

   Ojalá tuviese laxante para echarle a su café. Golpeo la puerta para anunciarme y se tarda en abrirme ¿Qué están haciendo adentro?.

   —Acá estan los café que pidió.

   —Olvide cancelarlos, vamos de salida a tomar algo con Paige.

   —Tiene una reunión en una hora.

   —Reprogramala.

   —Ya la ha reprogramado 2 veces.

   —Serán 3.

   —Necesita liberar su agenda, por el compromiso del viernes, fue lo que me pidió.

   —Y ahora te pido que la re programes.

   —Cariño te sugiero que hagas lo que te pide —habla "Paige" a su lado—, Juli se enoja con facilidad —acaricia su rostro— y creeme no querrías que esté de mal humor.

  «¿Quien pidió tu puta opinión "Paige"?». Suspiro y salgo de vuelta con los cafés.

   —Perfecto señorita Moore, reprogramaré la reunión.

   Salen detrás de mí, tomadas del brazo riendo y Paige se pegaba bastante a Julia, cuando faltaba un poco para que el ascensor se cerrara sus puertas se besan.

   Okay este estúpido juego es algo que podemos jugar las dos, sé que no somos nada, más que una secretaria y su jefa, ella ya me aclaró que no quiere nada, y nada entonces será. Nada incluye los besos, su plan idiota de adolescente para darme celos funcionó y la que va a perder a la final es ella.

   Con el compromiso que asumí es otra historia y luego de eso, pienso levantar la muralla Victoria. Porque si en algún momento pensé que podría tener algo con Julia, ella con cada cagada que se manda, se encarga de dejarme en claro que no es posible.

Hola Zack -el chico de contaduría- quieres ir a tomar algo luego del trabajo, hoy ha sido un día agotador.

-Claro, me encantaría Vic

El reloj marca mi horario de salida, y aparece él a buscarme por la oficina, Julia aparece pegada atrás de él.

   —¿Vas de salida?

   —Sí.

  —¿Quieres que te lleve?

  —No, no voy a mi departamento.

  —¿A dónde vas entonces?

   —Me tengo que ir, ahi vienen por mí —Zack se aproxima con una amplia sonrisa—. Te veo mañana descansa —lo tomo del brazo y camino a su lado hasta el ascensor, Julia no responde y yo no volteo a verla, pero sé que arde en cólera.

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