8 | "¿𝐄𝐬𝐨 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐚𝐬, 𝐧𝐨?"
Cerré mi diario y fui hasta la cafetería. No tenia hambre así que coloque dos monedas en la máquina expendedora y elegí lo que iba a tomar, jugó de naranja.
Me gire y mi vista se vio obstruida por el torso de alguien, el aroma de su colonia llego hasta mi nariz y levante la cabeza rápidamente al reconocerlo.
El estaba conversando con uno de sus amigos, sólo podía ver su perfil y como sus labios se movían pero no podía oír lo que decía, era como si estuviera en un tipo de transe.
Luego de unos segundos alguien carraspeo a mi lado y volví a oír todo a mi alrededor.
-Puedes moverte.- hablo su amigo apartándome a un lado.
Me moví tan rápido como pude y me fui hasta la mesa donde se encontraba mi amiga.
-¿Que haces?- Le pregunté viendo que tecleaban algo en su celular.
Luego de unos segundos lo bloqueo y lo apoyo en la mesa mientras respingaba.
-Ya me e leído todos los libros de mi repisa y estaba buscando algo para leer por internet mientras espero que mi padre llegué de su viaje.- bebió de su batido. -Le encargue un par de libros y no llegará hasta el mes siguiente.
-Oh, no sabía que seguía viajando. Eso es mucho tiempo, apenas estamos a principio de mes.- dije algo confusa.
-Si, es que lo ascendieron en si trabajo y eso demanda más tiempo, más viajes...- El timbre resonó interrumpiéndola, nos levantamos de nuestros asientos y caminamos hasta el salón. -En fin, mi tía esta en la ciudad y mi madre esta emocionada porque hace exactamente un año que no la ve.
-Eso tampoco lo sabía.- dije algo angustiada.
-Si... ¿Quieres cenar en casa esta noche?- pregunto. -Si no puedes podemos juntarnos otro día, no hay problema.
La realidad era que hace un tiempo no frecuentaba la casa de mi amiga como lo hacía antes de que James comenzará a actuar raro y me evitará. Había dejado de ir por esa misma razón, metiendo excusas absurdas cuando Brenda me invitaba a hacer algo, por lo tanto me di cuenta que estaba descuidando mi amistad con ella. Debía hacer algo, no quería perderla sólo porque el idiota de su hermano me ignoraba.
-¿Cocinarás tu?- pregunte sonriéndole.
-No, mi madre lo hará.
-¡Gracias a dios!- dije fingiendo alivio. -Entonces si voy.
-Quieres decir que si yo cocinaba....
-No iría.- termine por ella.
-Eres mala.- dijo sonriendo.
-Lo siento, pero la última vez que cocinaste algo quemaste todo y tuve que comerlo obligada.- me encogí de hombros.
-¡Me dijiste que estaba delicioso!- chillo sentándose en su pupitre.
-Mentí para que no te sintieras mal,- Le giñe un ojo. -¿eso hacen las amigas no?
Ella rio mientras negaba.
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