35 | "𝐄𝐬 𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐫𝐥𝐚 𝐛𝐢𝐞𝐧"
El día transcurrió normal y tranquilo, almorcé con Tyler en el receso y hablamos muchísimo. Pude darme cuenta que era un chico grandioso, inteligente y demasiado divertido.
Era de esas personas que te levantan el ánimo con sólo su presencia y puedes quedarte horas escuchando sus fantásticas anécdotas, no era para nada aburrido.
Él, me recordaba mucho a Brenda y me hacía extrañarla aun más.
Me invitó a una discoteca y realmente dudaba en ir. Había muchas cosas en mi cabeza, problemas sin resolver, extrañaba a mi mejor amiga y a su hermano, que por mucho que lo intentara no podía sacarlo de mi mente.
Debía aceptar que no podía olvidarlo, que siempre estaría en mi corazón a pesar de todo y aún con el alma rota en mil pedazos, mirar hacia adelante, avanzar con mi vida y enfocarme en lo que verdaderamente importa dejando de lado lo que no valía la pena.
Apagué mi lámpara y me dispuse a dormir.
(…)
Sábado 8:35 a.m.
La claridad que entraba por mi ventana me despertó, era insoportable y no podía dormirme. Me di vuelta en la cama aún con mis ojos cerrados y note que algo pesado estaba sobre mis sábanas.
Pensando que podía ser mi gato lo toque con mi pie para que se corriera y me diera lugar para retirarme pero no lo conseguí. Abrí mis ojos molesta y me sorprendí al ver a Brenda sentada a los pies de la cama.
Me senté rápidamente sobando mis ojos, ¿estaba soñando?
—Vine a hablar contigo.— hablo sin rodeos.
—Bien.
—Lo siento.— se disculpó. —Siento haberme alejado de ti, siento haberte dejado sola cuando más me necesitabas; no fue algo bueno de mi parte y lo admito.
—Yo...
—No e terminado aún.— me callo y continuó. —Estaba enojada porque no me habías contado nada de que mi hermano te gustaba, no confiaste en mi y eso me hiso pensar que no me considerabas tu mejor amiga.— suspiro. —Eres como mi hermana, Carter y te quiero demasiado, no quiero perder tu amistad por lo que sucedió.
—No tienes que pedirme perdón,— dije acercándome a ella. —en todo caso, la que tiene que disculparse aquí soy yo. Fui una estúpida en no contártelo, tenía miedo y supongo que no hacerlo fue peor de lo que imaginé.— mis ojos se nublaron, sentía las lágrimas caer por mis mejillas. —De verdad, lo siento jamás quise que esto sucediera.
Ella me abrazo y automáticamente sentí alivio en mi interior.
¡Era hora de que algo bueno me pasara de entre todo lo malo!
(…)
Nos pasamos todo el día conversando, fuimos al centro comercial y compramos algunos conjuntos de ropa para ponernos en la noche.
Le había comentado que había echo un nuevo amigo que me había invitado a una disco y le pregunté si quería acompañarnos, por lo que aceptó entusiasmada.
Ya las dos estábamos listas, solo debíamos esperar hasta que Tyler apareciera para irnos.
Brenda llevaba un lindo vestido que en la parte de arriba era de color rosa y en la parte de abajo de color negro, no era muy provocativo, se veía hermosa. En cambió yo, me vestí con un vestido corto de tiras, color negro al cuerpo. Ambas llevamos el mismo calzados, unos bucaneros negros.
—Te ves preciosa.— habló mientras alisaba mi cabello.
—Tu también amiga.— dije sonriéndole.
Al instante, James, apareció en mi mente y no pude evitar preguntar.
—¿Es verdad que salió de la ciudad?— me miró con tristeza y asintió.
—Así es, pero no para siempre.— dijo cambiando su expresión. —Tal vez vuelva la semana entrante.
—¿Tú crees que me odia?, ¿se fue por mi culpa?
—¡Claro que no, tonta!— me abrazo por atrás. —Yo creo que se fue para pensar y estar solo. No es tu culpa, seguro esta dolido por lo de Caroline.
Si antes me sentía mal, ahora me sentía dentro de un pozo gigantesco tapada con excremento.
Lo que Caroline me había dicho era cierto, yo era la culpable de todo, de la separación de ellos y de la partida de James.
En ese momento me sentí frágil nuevamente y no pude soportar más, comencé a llorar.
—Es mi culpa, todo es mi culpa. Soy una idiota.— tape mi rostro con ambas manos.
Me sentía la peor persona del mundo, jamás pensé en el daño que unas simples notas causarán.
—Carter no, no es tu culpa.— acarició mi espalda. —Ella se buscó todo esto y en todo caso, James es el idiota aquí por a ver estado con esa zorra, sabiendo lo que ella era en verdad.
Tenía que parar de llorar, no quería arruinar la noche con mis lágrimas y mi inestabilidad emocional.
Un bocinazo se escuchó afuera y limpie rápidamente mi rostro.
—Es hora de pasarla bien.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro