En un pasado lejano, nueve guerreros legendarios conocidos como los Norisu Nine surgieron de tierras desconocidas para luchar contra la injusticia. Su identidad permaneció en el misterio, pero su valentía y habilidad en combate fueron legendarias. Estos guerreros se enfrentaron a numerosos desafíos, desde yokais hasta bandidos, pero su mayor prueba llegó con la aparición del Hechicero.

El Hechicero, un ser consumido por la oscuridad y el odio, demostró ser un enemigo formidable. Los Norisu Nine se vieron obligados a tomar una decisión desesperada: aceptar un trato que requeriría el sacrificio de ocho almas puras. Aunque les pesaba, sabían que era la única forma de derrotar al Hechicero. El noveno Ninja, con un corazón pesado, llevó a cabo el ritual y logró contener temporalmente al mal.

Sin embargo, un nuevo y más peligroso enemigo emergió: el Clan de las Sombras. Este clan, conocido por su crueldad y despiadada ambición, sembró el terror en humanos y yokais por igual. Las Invocadoras, un grupo de guerreras poderosas cada una con un demonio guardián, se vieron obligadas a formar una alianza con el Ninja que había derrotado al Hechicero.

Con el tiempo, las Invocadoras y el Ninja desarrollaron una profunda amistad, pero también algo más. Sin embargo, su felicidad fue efímera, ya que el Clan de las Sombras lanzó un ataque final. En la batalla decisiva, el Ninja se sacrificó para sellar al líder del Clan de las Sombras, pero no antes de que las Invocadoras lanzaran un hechizo para reencarnar y mantener el equilibrio del mundo bajo la supervisión de los espíritus del Yin y Yang.

Así, la leyenda de los Norisu Nine y las Invocadoras se convirtió en una historia de amor, sacrificio y redención, que se repetiría a lo largo de las eras.

"Pero... Cuando volverán" dijo un niño de 6 años el cual tenía cabello púrpura de tono vino, con ojos azules y tes blanca.

"Ho mi pequeño.... Solo es una leyenda" dijo una mujer de cabello púrpura lacio y largo, ojos azules con rasgos asiáticos.

"Pero... Tu y papa lo vieron..." Dijo con curiosidad.

"Qué lo vi... No significa que las invocadoras existan......" Dijo un hombre alto de cabello rojo, ojos carmesí y tes blanca, quien lo veía con una sonrisa.

"A dormir pequeño... Mañana tienes escuela..." Dijo la mujer arropado al pequeño y dándole un dulce beso en su frente.

Sin saber lo que el destino le prepararía sin saber que toda su vida cambiaría para bien o para mal.

Neozour Bien se que me tarde con tu fanfic pero espero te guste apenas es el prologo y si no pos te aguantas alv.